Al cabo de unos minutos de silencio, Midna ya se había impacientado. ¿Donde diablos se metió Farore? Midna volteó a ver a Link y recordó una cosa que le había dicho Farore sobre ella. ¿Debía decirle? Supuso que tarde o temprano igual se iba a enterar, por lo que sería mejor si ella se lo decía. Pero no sabía como abordar el tema. Finalmente, se decidio a hacerlo poco a poco, llegando de improvisto.

-"Ves, te dije que te vería luego, como verás, soy una persona de palabra."

-"Si, y vaya reencuentro ¿no crees?"

Midna soltó la mano de Link y se acurrucó en el sillón de lado, de manera que pudiera verlo. Sobió sus dos piernas y apoyó su cabeza en el respaldo del sillón, pasando una mano por la parte de atras del sillón. Con la otra mano se dedicó a jugar con su cabello.

-"¿Tu crees? Conociendo nuestra suerte, siento que este reencuentro fue bastante mejor de como lo había imaginado"

Link sonrió y siguió el ejemplo de Midna: se acomodó en el sillón para verla de frente. Colocó una de sus manos detras de su cabeza a manera de respaldo y la otra la dejó libre.

-"No te lo había dicho, pero me gusta tu nuevo estilo. Casual, menos pretencioso, ya sabes, más tú."

-"Gracias, veras, al cabo de un tiempo me harté de las cosas de princesa. Simplemente no son muy cómodas a la hora de pelear."

-"Supongo, aunque también veo que vas más cubierta."

Midna le dedicó una mirada de picardía, causando que Link se pusiera rojo y volteara a ver a otro lado. Midna dejó de jugar con su cabello y dirigió el rostro de Link al suyo.

-"Veras, este vestido es en realidad mágico. Casi toda la ropa twili lo es. Abriga, pero al mismo tiempo es bastante ligero. Además, puede ser lo que yo quiera."

Midna pasó ambos brazos por su torso y Link notó como su vestido comenzaba a vibrar para convertirse en partículas del crepúsculo durante unos breves segundos. Por suerte para él, Midna había extendido su segunda piel por todo su cuerpo. Finalmente, las partículas se reordenaron y formaron una blusa y pantalones negros. Midna regresó a su posición de antes. Link se quedó sorprendido.

Si alguien los veía en esa ropas, en su vida daría con que eran una reina y el héroe. Parecían dos amigos conversando sobre la vida.

-"He tratado de que cree una armadura, pero siempre tengo problemas con el casco. Tal vez algún día lo logre."

Midna trataba de pensar de que otra cosa podían hablar, y se sorprendio cuando Link habló e hizo "esa pregunta".

-"¿Porque no me dijiste?"

-"Porque... sabía que si lo hacía, habrías querido venir al crepúsculo conmigo. Sabía que Hyrule te necesitaba y la verdad... no quería que fuera más doloroso... al menos para mí."

Link negó con la cabeza.

-" No te preocupes, creo que fue lo mejor. Aunque no puedo evitar preguntarme que habría pasado si me hubiera ido contigo. Y ¿que me ibas a decir... realmente?"

Midna se quedó pensativa.

-"No lo sé... muchas cosas pasaron por mi mente. Al final, me quede con la que pense te confundiría menos."

Link asintió. Si le hubiera dicho algo en plan 'te quiero' o algo así, realmente lo habría confundido.

-"Y... sabes porque estoy aqui ¿no?"

-"Sí, Farore me contó que hay maneras de ir de un lado a otro sin necesidad del espejo, quien lo habría dicho."

Aunque avergonzada de tener que recurrir a ese tema, a Midna se le acababan las ideas, asi que no le quedo de otra.

-"Asi que ¿ese fue tu primer beso?"

-"Si... ¿tan malo fue?"

- Balbuceando nerviosa, mientras se pone roja"Que... no,no,no... para nada, todo lo contrario, eeeeemmmm, quiero decir, por muy sorprendente que suene tambien fue el mío. Pero que sepas que tuve cientos de pretendientes en estos años."

Link no pudo evitar reír.

-"Si, supongo que la soberana del lugar debe ser muy preciada."

-"Y, ¿que me dices tú?"

-"Bueno, hubo un par, pero de allí no pasó. Mi corazón ya le pertenecía a alguien."

-"Nunca cambias ¿eh? Siempre tan atento. Por cierto ¿de donde sacaste el valor para, ya sabes, lo de hace un rato?"

-"Fue un consejo de Ilia. Esa chica no me ha parado de molestar desde que le conté sobre tí. Sólo le dije que no eras de Hyrule, aunque omití el hecho de que ni siquiera eres hyliana. Puede ser un verdadero dolor de cabeza a veces, pero sé que lo hace por un buen motivo."

Midna sabía a que se refería. Luego de sacar la espada maestra de su pedestal hace 8 años, Link le había contado porque se había preocupado tanto cuando la hirieron de muerte. Él vivía tranquilamente con sus padres en Ordon, hasta que un día, cuando tenía 10 años, unos montruos los atacaron. La trifuerza protegió a Link, ocultándolo de los monstruos. Sus padres no corrieron la misma suerte. Cuando todo terminó, Link estaba sólo en el bosque, con los cadáveres ensangrentados de sus padres. Si no hubiera sido por Ilia y el resto de gente en Ordon, Link no habría podido salir adelante. Ese día hizo un juramento: nadie más moriría protegiéndolo.

Midna se dio cuenta de que nunca le había contado nada sobre su infancia, por lo que pensó que sería una buena manera de llegar al tema del que quería hablarle.

-"Oye, me acabo de dar cuenta de que nunca te conté de mi pasado."

-"Oye, no hay necesidad de eso."

-"Sí, sí hay. No quiero más secretos entre ambos. Veras, mis padres murieron cuando yo apenas tenía un año. En ese entonces no supe que pasó, pero con el tiempo me enteré de que Zant los había mandado a matar. Yo... pase mi infancia bastante sola, sin tener un regazo donde llorar o sin tener a alguien a quien contarle mis cosas. Es por ello que a veces soy tan... fría. Todo esto es nuevo para mí y por eso no quiero perderlo..."

Link se acercó a ella y la abrazó. Midna se dio cuenta de que había empezado a llorar. Separando a Link, se secó las lágrimas.

-"Pero, hay una última cosa que debes saber. Farore me lo contó cuando estabas inconsciente. Es la razón por la que soy tan distinta al resto de twilis."

Link sabía a que se refería. Después de algún tiempo, se había dado cuenta de que el resto de twilis eran como Zant, incluso las mujeres. Midna, en cambio, lucía más hyliana.

-"¿Es porque eres de la realeza?"

Midna negó con la cabeza.

-"Veras, nuestra historia se remonta a las primeras épocas de Hyrule, antes de los zora, antes de las gerudo y cuando los goron apenas comenzaban a existir. En aquel entonces se nos conocía como sheikahs, y eramos más como hechizeros que protectores de la familia real. Eramos poderosos usuarios de magia de luz y oscuridad. Todo iba bien, hasta que el Heraldo atacó. Y no lo hizo sólo, tenía un ejército con dos comandantes creados por él: Dark Link y... Majora."

El rostro de Link cambió de sereno a preocupado. Midna continuó su relato.

-"A Dark Link lo encerrarón aquí, un lugar creado por la magia del Heraldo. En ese entonces se le conocía como el reino oscuro, una réplica exacta de Hyrule. Es por ello que ambos mundos están tan conectados. Pero Majora era un demonio demasiado poderoso. Por ello, se creó un arma capaz de hacerle frente: la máscara de la Fiera Deidad. Esta era capaz de multiplicar por 10 el poder de su portador. Desgraciadamente, fue hecha con magia oscura, por lo que su portador corre el riesgo de sucumbir a su poder y volverse loco, destruyendo todo a su paso. Una vez encerrado en una máscara, Majora todavía pudo vengarse de nosotros. Implantó deseos de poder en los líderes de ese entonces y eso los llevó a crear la sombra fundida. El resto de la historia ya la conoces."

-"Pero, ¿eso que tiene que ver contigo?"

-"Una vez en esta prisión, el ambiente fue cambiando a la gente. Unos se adaptaron bien, otros no tanto. Durante miles de años, nuestro ADN fue cambiando. Al final, sólo unos pocos conservamos nuestra identidad original. Link, yo soy la última twili de sangre pura. Por eso Zant tuvo que recurrir a la magia de Ganondorf para hacerme frente, por eso mi magia es tan poderosa. Por eso quiso matarme a tan corta edad junto a mis padres, pero mi madre lanzó un hechizo protector sobre mí. Eso evitó que muriera en ese momento, cuando Zant me atacó ya de grande y cuando el espíritu de luz me atacó."

Link la miró fijamente.

-"Bueno, creo que debo agregar eso a la lista de 'cosas por las que Midna es asombrosa'."

Ambos se rieron. Midna estaba alegre de poder contarle eso y de que él no se hubiera asustado.

Mientras tanto, en algún lugar del castillo:

Farore caminaba insultándose en silencio, dando patadas al suelo de vez en cuando. ¿Quién la mandaba a hacerse la valiente? Y ¿para que demonios querían los twili un castillo tan grande, lleno de tantos pasillos? Por suerte, Midna había convencido a los twili de que no desconfiaran de Link, algunos de los allí presentes lo reconocieron como el hylian que había llegado hace 8 años a librarlos de Zant. Aunque ni había intentado convencerlos sobre Farore, entre ambas lograron replicar un hechizo de luz y oscuridad que la hacía invisible para todos los twili menos para Midna. Sólo tenía que ver por donde iba para no toparse con nadie.

Aunque en esta semana Midna le había enseñado el castillo, seguía siendo incapaz de ubicarse. Después de que Midna saliera de la sala del trono, ella había decidio bajar a ver como estaba Link. Al llegar, vio que ya había despertado, pero luego se dio cuenta de que ya no sabía como regresar.

Ser la diosa del coraje era bastante útil en combate, pero en el día a día podía llegar a ser molesto. Aunque podría ser peor, al menos no tenía a Nayru encima reclamandole por hacer tonterías sin pensarlo antes. Ah, si extrañaba esos días previos a la primer guerra. Si bien Nayru podía ser una sabionda y un dolor de cabeza, era la que evitaba que ella y Din se metieran en más problemas que con los que podían lidiar.

Din. Farore se preguntaba donde podía estar su hermana. Había dejado de sentirla cuando abandonó el cuerpo de Ganondorf. Incluso en su forma corpórea, era incapaz de sentirla, estaba como desaparecida. Sabía que Din, una vez libre de Ganondorf, había buscado al ser más poderoso en ese entonces. Así como pudo ser un niño recién nacido, pudo ser un anciano que murió hace años. Y ahora que Dark Link estaba libre ¿podría ser que...? No, no podía ser. Se negaba a pensar en esa posibilidad. Seguro que Nayru sabía donde estaba, no había nada que esa sabelotodo no supiera. Una vez regresaran a Hyrule, le preguntaría.

Finalmente, dio con una puerta y al abrirla, se encontró con el pasillo que llevaba a la sala del trono ¡Finalmente! Comenzó a correr a la sala del trono, esperando de que Link y Midna no se hubieran ido sin ella al aburrirse de esperarla.