ੈ ‧ chapter four ; do i wanna know?

Las semanas avanzaban con rapidez, a Magnus le encantaba aquella época del año, estaban bastante cerca de Navidad y esa era su festividad favorita o al menos lo fue durante su infancia cuando creía que Santa Claus de verdad dejaba juguetes debajo del pino, la magia desapareció cuando descubrió que los que realmente lo hacían eran Katarina y Maurice, tal vez esa era la razón por la que nunca había habido algo de su agrado.

En los últimos días, Regulus y él se habían comenzado a acercar aún más más y si era sincero consigo mismo, Magnus se encontraba aterrado. Nunca había tenido una relación cercana con nadie, más allá de lo superficial, es decir, por supuesto que tenía varios compañeros con los que a veces compartía algunas palabras e incluso muchas veces algo más, pero no pasaba a ser algo especial; también tenía muy buena relación con su hermana Genevieve, que aunque había demasiada confianza entre ellos, suponía que el hecho de que fueran hermanos tenía demasiado que ver en eso. Finalmente estaban sus amigos, Dorcas y los Blanc, con la primera tenía una relación cercana, ambos compartían demasiados intereses en común y un humor parecido, lo que los había hecho tener una relación de maravilla desde el primer momento, Sophie era con la que menos frecuentaba, pero le caía igual de bien que los demás y con Bash... bueno, ¿Qué decir sobre Bash? Magnus mentiría si dijera que en algún momento sintió algo especial por él porque nunca fue así, había un vínculo entre ambos claro y la atracción era innegable, pero de eso a algo más, nunca había habido nada.

Con Regulus era todo lo opuesto, Regulus era la clase de persona con la que Magnus estaba cómodo, esa era la forma de describirlo, ambos podían pasar horas en silencio y simplemente sabiendo que contaban con la compañía del otro, a veces solamente se quedaban en silencio leyendo o haciendo lo que sea que tuvieran pendiente y cuando terminaban, conversaban un rato sobre cualquier cosa que se les viniera a la cabeza y Magnus no entendía cómo era que nunca había encontrado tanto placer en la simpleza de algo.

Regulus también había convencido a Magnus de sentarse seca de Genevieve en la biblioteca, ya que de esa manera, él también podría estar cerca de Sirius, aquello no era la cosa favorita del Rousseau menor, ya que no era un gran admirador de los Merodeadores, sin embargo, había descubierto lo difícil que resultaba para él negarle algo a Black, realmente no podía entender a Regulus y su situación familiar, pero poder ayudarlo producía un sentimiento en él que no podía describir.

Durante aquella tarde fría, Magnus y Regulus habían conseguido colarse en las cocinas antes de la cena, con la ayuda de Sophie, para así conseguir un té y un chocolate caliente.

— No sabía que te llevabas tan bien con la niña Blanc — Señaló Regulus mientras tomaban asiento en un pasillo alejado de los del resto.

— Es buena chica, Regulus.

— Y mestiza. — Señaló Black.

Magnus soltó una risa irónica mientras rodaba los ojos, a veces olvidaba cómo los habían criado — ¿Y eso qué? En otras circunstancias...

— ¿En otras circunstancias qué? — Preguntó Regulus en un tono casi molesto.

— Pues... no es fea, ¿Verdad? Y es bastante amable — Magnus no podía evitar sonreír recordando cómo cuando él entró a primer año y conoció a Sophie, hizo hasta lo imposible porque le gustara, más tarde, descubrió que la castaña no le llamaba la atención en lo absoluto, porque de hecho ninguna chica lo hacía.

─ Estás diciendo que en otras circunstancias, saldrías con ella — Comentó en un tono amargo.

─ Puede que sí ─ Dijo en un tono repetitivo ─ Ya te lo dije, es linda y buena persona, tal vez deberías comenzar a dejar tus prejuicios de lado y concentrarte en ese tipo de cosas.

─ Y tú deberías ordenar tus prioridades.

─ Mis prioridades están perfectamente ordenadas ─ Se defendió mirándolo serio.

Regulus se quedó callado un momento, sin poder sostener la mirada de su contrario ─ Muchas cosas van a cambiar en un tiempo, Magnus.

─ ¿Eso qué significa?

─ ¿Tú qué crees? ─ Dijo aún sin mirarlo a los ojos y observando sus labios por solo un instante.

─ Regulus.

Black carraspeó, bajando la cabeza levemente ─ ¿Sí?

Magnus alzó su barbilla haciendo que sus miradas se conectaran — Mis ojos están aquí, ¿Recuerdas?

─ Eso ya lo sé, Magnus, no soy retrasado.

─ No digo que lo seas, solo que te distrajiste un poco.

Regulus se sonrojó un poco esquivando su mirada ─ Cierra la boca.

— Creo que me puedes ayudar con eso.

— Para con tus jueguitos tontos, ¿Quieres? — Lo detuvo un poco más serio.

─ No es un jueguito tonto.

─ ¿No lo es?

─ ¿Me crees capaz de bromear con algo así, Reggie?

─ Creo que eso es poco comparado con lo que te creo capaz.

─ Esta vez no estoy jugando, Regulus, lo juro solemnemente.

Regulus sonrío irónico ─ No esperes que yo caiga con Magnus Rousseau.

— Veo que mi reputación no me deja tan bien parado contigo, Regulus.

— ¿Qué te digo? Haz dado de qué hablar.

— Entonces permíteme cambiar eso.

— ¿Y eso a mí en qué me beneficia?

— Oh, te prometo que te beneficiará tanto como a mí.

Regulus se levantó de su lugar extendiéndole la mano a Magnus para que también lo hiciera — No sé qué tenía ese chocolate, pero te está poniendo más insoportable de lo normal.

— Y ese té a ti te puso más amargado... pero ni qué decir, tú te lo pierdes.

¡!

Una semana había pasado exactamente desde que Regulus y Magnus habían tenido aquella escena cerca de las cocinas y tal parecía que ese había sido el empujón que Black necesitaba para deshacerse de toda su timidez, ahora él era quien ponía nervioso a Magnus y lo hacía sonrojar. Ambos habían comenzado a coquetearse mutuamente o algo parecido y Rousseau solo podía estar seguro de que estaba jugando con fuego.

Después de la cena de aquella noche, Magnus se encontraba solo en la habitación, ya que Regulus se había quedado en la sala común conversando con Severus Snape, y Rousseau no tenía el mínimo interés en quedarse ahí, Snape no era para nada de su agrado y que fuera tan cercano al menor de los Black, había comenzado a molestarlo demasiado, claro que eso nunca se lo dejaría saber.

— ¿Por qué te subiste?, ¿Tenías algo que hacer? — Preguntó Regulus al entrar en la habitación.

— ¿No te enseñaron a tocar, Reggie?  — Preguntó en un tono más rudo del que le habría gustado usar.

— Lo siento, no creí que estuvieras ocupado... ¿Y bien?

— Estoy cansado — Respondió secamente, tratando de prestar atención al libro entre sus manos — Además, no quise interrumpir tu conversación que lucía de lo más interesante con tu amigo mestizo.

─ Y yo soy el prejuicioso.

— Sí que lo eres, Soph es amable, es linda, no tiene la culpa de lo que ha hecho su familia, en todo caso, ella sería la víctima — Señaló — Snape es cruel y ridículo, solo busca figurar de la manera que sea, no me sorprendería que fuera capaz de traicionar hasta a su mejor amigo por ser aceptado.

─ Eso no lo sabes.

─ Entonces qué mal observador eres. ─ Dijo Magnus dando por terminada la conversación.

Black se quedó callado por unos minutos, que incluso Magnus creyó que ya se había dado por vencido — ¿Qué lees?

─ Un libro ─ Respondió con sarcasmo.

─ Eso ya lo sé ─ Río a medias ─ Pregunto el nombre.

─ Cumbres Borrascosas.

─ Nunca había escuchado de él.

─ Es muggle.

─ Ah ─ Regulus se aceró hasta la cama de Magnus─ ¿Puedo? ─ Señaló el espacio libre

─ Pues ya estás aquí ─ Contestó de mala gana, sin embargo, haciéndose a un lado.

Regulus tomó el libro y comenzó a hojearlo.

─ ¿Estás celoso? — Preguntó después de varios minutos.

— No seas ridículo.

─ Por supuesto... — Regulus ya no sabía qué decir, sin embargo, no se daría por vencido tan fácil ─ El banquete estuvo rico hoy, ¿No crees?

─ Me supo igual que a todos los días.

─ ¿Sabes qué me dijo Severus?

─ No me interesa, y si no te molesta, estoy leyendo.

Regulus le dio la espalda por un momento — Sabías que hoy Potter invitó a tu hermana a salir durante la cena, vaya que fue un espectáculo, eh.

— ¿Qué él hizo qué? Y ella... espera, eso no es verdad, de ser así, Genny hubiera llegado hace rato a contarme.

Regulus río — Tienes razón, solo quería que me pusieras atención y funcionó.

─ No juegues con esas cosas.

— Magnus, sabes que no estoy interesado en Snape, ¿verdad?

─ Que bien, dudaría de tu criterio si dijeras que sí.

— Pero es cierto, hay alguien... ¿Quieres saber quién es?

Claro que Magnus quería saber, aunque tampoco quería dar su brazo a torcer, además, la verdad era que lo asustaba un poco la respuesta.

Ninguno dijo nada por un momento y cuando Magnus menos lo esperó, Regulus tomó su rostro con cuidado haciendo que sus labios se juntaran, provocándole un cosquilleo por todo el cuerpo, el beso era tierno y algo temeroso, por lo que Rousseau lo acercó más, indicando que quería tanto aquello como el Black. No supieron cuánto tiempo llevaban anhelando ese momento, hasta que se separaron.

─ Regulus... ─ Magnus se separó cuando sintió que el aire le faltaba, no sin antes dejar un último beso casto sobre sus labios.

─ ¿Magnus...?

─ Solo vamos a dormir, ¿Sí?

Magnus no quería separarse de él, así que simplemente lo acercó a él, permitiendo que se acostara a su lado, definitivamente eso sería un problema.