
01. someone like you
ੈ ‧ chapter one ; someone like you
Magnus tenía una idea extraña sobre el amor, no es que creyera que no existía o algo así, simplemente creía que él jamás sería capaz de experimentarlo, al menos no el amor de pareja, es decir, aunque se enamorara de alguien alguna vez, eventualmente lo tendría que dejar para continuar sus planes de vida y por muy bien que se llevara con su futura esposa, ¿Cómo iba a poder amar a alguien por quién ni siquiera sentía atracción? Así que no, la idea del amor, estaba completamente cancelada por sí mismo.
Pero es que, ¿Cómo iba a saber lo que era amar si ni siquiera lo había visto? Magnus había crecido en un hogar en donde el cariño y las muestras de afecto no eran frecuentes, nunca había visto a sus padres besarse o algo parecido y evidentemente mucho menos lo harían con él o su hermana Genevieve, así que el único cariño genuino que conocía en la vida, era el que sentía hacía ella, Magnus no sabía qué hubiera sido de él sin su hermana, pero afortunadamente se tenían el uno al otro y eso era mucho más de lo que los chicos como él tenían.
A pesar de todo, Magnus consideraba tener una buena vida, tenía buenos amigos, buenas notas, era encantador para todas las personas que lo conocían y realmente no se tenía que preocupar por mucho, bueno, al menos así fue por lo menos los primeros quince años de su vida.
Todo empezó la mañana del primero de Septiembre de 1976 cuando Magnus estaba por comenzar su quinto año en Hogwarts, la familia Rousseau caminaba por el andén con elegancia y el más jóven no podía evitar pensar en lo ridículo que debía de lucir todo, aquello no era más que una farsa, Katarina y Maurice no estaban ahí por gusto, pero ante los ojos de los demás, debían guardar apariencias, aunque no sabía si lo hacían muy bien, ya que el hecho de que sus padres lo llevaran junto a ellos tomando sus hombros con orgullo y a su hermana la dejarán caminar algunos pasos detrás de ellos, dejaba mucho que decir.
Cuando finalmente llegó el momento de despedirse y Katarina estaba por dar el mismo sermón que repetía cada año, frente a ellos apareció la familia Black, Magnus no era un gran admirador de ninguno, sin embargo, sus padres se llevaban de maravilla con Walburga y Orión, así que debía ser cortés.
El pelinegro les dio una sonrisa convincente a los mayores que ambos devolvieron, sin embargo, cuando su mirada se cruzó con el mayor de los hermanos, lo único que salió fue un gesto de indiferencia que no pasó desapercibido por parte de Marcus.
- Walburga, Orión, que gusto saludarlos.
- Querida Katarina, siempre es un gusto verte - Saludó Walburga con emoción, mientras que su esposo entablaba una conversación sobre negocios con Marcus - Magnus, a ti también por supuesto, ¿Cómo va la escuela? Siempre le pregunto a mi Regulus por ti, aunque nunca me sabe contestar.
Hasta ese momento, Magnus no había siquiera considerado la presencia del más jóven de los Black, la verdad era que para él, Regulus no era más que un chico más, por supuesto, varias veces habían sido compañeros de juegos durante su infancia debido a la cercanía de sus familias, pero eso acabó algún tiempo después de que comenzaron sus estudios en Hogwarts, no era algo que lo tuviera con pendiente, suponía que ambos se habían hecho de mundos distintos y eso estaba bien. Ambos se miraron por breves instantes sin ningún gesto en particular.
- Me va bien, señora Black, gracias por preguntar - Respondió Magnus con educación - En cuanto a Reg, supongo que no hemos tenido la oportunidad de convivir mucho.
- Es una pena, tu madre y yo siempre hemos sido buenas amigas.
Katarina sonrió complacida - Magnito tiene el primer lugar de su generación y no me sorprendería que fuera el número uno en Artes Oscuras - Alardeó y aunque Sirius estaba ansioso por salir de la escena, no pudo evitar reír ante el apodo.
- ¿Qué te causa gracia, Black? - Preguntó Magnus en un tono frío.
El jóven estaba pon responder, sin embargo, su madre quien ya estaba muy molesta con él, se adelantó - ¿Por qué no te adelantas con Genevieve? Después de todo, son tal para cuál, como lo veo.
- Prefiero que me coma un hipogrifo, gracias - Respondió Genny, retirándose del lugar, no sin antes dar un apretón significativo en el brazo de su hermano.
Sirius también se retiró algunos momentos después, dejando solas a las dos mujeres con los menores de sus hijos.
- ¿Por qué no van ustedes también? - Sugirió Katarina con una mirada que Magnus no supo descifrar - Tal vez es buen momento para hacer alianzas.
Walburga río - Eso es verdad, muy pronto puede que se hagan cercanos.
- Con todo respeto, señora Rousseau, no me parece que una amistad sea posible entre alguien como su hijo y alguien como yo, pero siempre es un gusto verla. Nos vemos madre. - Y sin nada más que decir, el joven se retiró para pronto perderse en la multitud.
A decir verdad, Magnus había quedado completamente descolocado, no porque le hubiera dolido aquello o algo parecido, pero jamás había sido despreciado por nadie y eso era algo que no podía permitir.
- Bueno, supongo que yo también me retiro - Dijo Magnus después de varios segundos - Señora Black, fue un placer, madre...
Magnus comenzó a caminar a paso rápido hasta subir al tren, en donde no se detuvo hasta que encontró a su hermana quien se encontraba en un vagón, leyendo un libro sin prestar mucha atención a lo demás, el más jóven se dejó caer sobre el asiento dando un suspiro frustrado.
- ¿Qué hizo Katarina ahora? - Preguntó la rubia sin despegar la mirada del libro.
- Ella nada.
Ambos se quedaron callados durante algunos minutos, hasta que Genevieve cerró el libro y miró a su hermano con interés - ¿Me vas a contar, Magnus?
- Regulus Black es un imbécil, tan imbécil como su hermano.
- Lo de Sirius no lo discuto, pero Regulus parece... bueno, nunca he hablado demasiado con él, pero se ve decente.
- Pues no lo es.
- ¿Y ya me contarás lo que hizo o seguirás insultándolo todo el camino?
Magnus no sabía cómo explicar lo que había pasado, desde su punto de vista, era ridículo desde donde lo viera - Dijo que 'alguien como yo' no podía ser amigo de 'alguien como él', ¿quién se cree?
- Magnus, ¿Estás consiente de lo estúpido que suena eso? Entiendo que no estás acostumbrado a que te rechacen, pero... así es algunas veces.
- Es que... ah, olvídalo.
- Solo estás molesto porque es el primer chico que te dice que no.
- No es así. - Respondió serio.
Genevieve sonrío, dejando que su hermano se recostara en sus piernas mientras que ella dejaba caricias en su cabello.
Magnus estaba por decir algo, cuando la puerta del vagón se abrió, revelando a Bastian y Sophie Blanc, junto a Dorcas Meadowes. No era secreto para nadie ahí que el chico Rousseau y Bastian habían tenido una 'relación' intermitente durante los últimos años y durante el verano se veían seguido para compartir besos y algo más, pero no era, ni sería nada formal, todos sabían que Magnus Rousseau no se comprometía.
- ¿Cómo están?, ¿Cómo estuvieron sus vacaciones? - Preguntó Dorcas.
- ¿Y las tuyas? - Magnus devolvió la pregunta alzando una ceja - Sé de buena fuente que te estuviste viendo con alguien, ¿Me equivoco?
- No te incumbe. - Respondió dándole una mirada divertida.
Magnus y Bash sonrieron intercambiando una mirada cómplice - Pero de todas las chicas en el mundo, ¿En serio tenía que ser una leona?
- ¿Qué te digo? Lo prohibido me gusta.
- ¿Y de qué hablaban antes de que llegáramos? - Preguntó Bash cambiando de tema.
Genevieve guardó silencio, en cambio Magnus, se reincorporó, dejando su mano sobre la rodilla de Bash - De nada.
¡!
El viaje fue tan aburrido como siempre, los jóvenes de Slytherin habían conversado durante las primeras horas, sin embargo, después de un rato los temas se habían terminado, dejándolos sin nada más que hacer. La primera en salir del vagón fue Dorcas, alegando que tenía que hacer unos pendientes, aunque todos sabían que realmente se iba a ir a besar con Marlene Mckinnon; Bash había sugerido a Magnus que ellos también salieran, sin embargo, el humor de Magnus no había mejorado mucho, pero había insistido en que saliera él para así despejarse; Sophie no tardó en irse también ya que tenía algunos deberes como prefecta, lo que dejó a los Rousseau solos de nuevo.
El viaje desde Hogsmeade, hasta el castillo tampoco fue la gran cosa y para esa hora, Magnus ya moría de hambre, por lo que solo esperaba que esta vez Dumbledore no tardara demasiado dando su discurso anual y que el sombrero seleccionador no se lo pensara tanto.
Cuando por fin llegó la hora de ir a su sala común, Magnus casi corrió a su habitación, la verdad era que no tenía intenciones de quedarse platicando con sus amigos esta vez, lo único que necesitaba era finalmente descansar de aquel largo día, pero que sorpresa se llevó cuando se dio cuenta de que esta vez, en la placa de su puerta, su nombre no estaba con el de Bash.
- Esto tiene que ser una jodida broma. - Murmuró para sí mismo.
- Sí, sobre eso...
- ¿Ya lo sabías?
- Magnus, este año soy prefecto - Le recordó Bash - No puedo compartir habitación contigo, lo siento.
- ¿Y no puedes hacer que me cambien de compañero? - Preguntó de mal humor.
- Sabes que no funciona así, lo siento, te lo recompensaré - Dijo Bash tratando de acercarse.
- Sí, ya lo creo - Respondió Magnus sin mirarlo a los ojos - Hasta mañana, Bastian.
Magnus entró en la habitación, dando un largo suspiro, notando que su compañero ya se encontraba ahí, lo que lo puso de peor humor aún, Regulus no solo lo había despreciado, sino que también se había adelantado y ni siquiera lo había considerado para decidir cómo se repartirían las camas o la habitación en general.
Rousseau ni siquiera se molestó en ordenar sus pertenencias y simplemente se encerró en el baño, cerrando la puerta con más fuerza de la que le habría gustado, ese iba a ser un largo año.
¡!
author's note: que emoción estar
aquí de nuevo, me da mucho gusto
volver, muchas gracias por leerme,
espero que les haya gustado mucho,
nos leemos muy pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro