tercer paso; cuidados
(❍ᴥ❍ʋ)
» mimos, ropa abrigada y más mimos «
SungHoon hundió su mano en el agua para comprobar su temperatura, no quería que estuviese muy caliente pero tampoco muy fría. Dejó el chorro abierto un poco más hasta que le pareció que estaba perfecta.
—Todo listo, cielo —se giró sobre su hombro para ver a su querido novio.
JungWon estaba cubierto con una bata blanca que tenía un par de orejitas en la capucha. Se veía tan lindo que no pudo evitar acunar su rostro con sus manos y dejar un sonoro beso en su mejilla. Al separarse, JungWon hizo un puchero buscando otro beso que fue gustosamente dejado sobre sus labios.
Mientras dejaba que su novio entrara en la tina, él fue en busca de unas sales de baño que ambos habían comprado para usarlas en ocasiones especiales. SungHoon pensaba que no tenía que ser necesariamente su aniversario para que la situación fuese especial, pensaba que podría usarlas incluso un día cualquiera solo para relajarse un rato. Y en esa situación, su idea era hacer sentir a JungWon lo más cómodo posible.
Cuando se dió la vuelta, la mitad del rostro de JungWon estaba hundido y sus ojos estaban cerrados. Sonrió y se acercó a él para depositar un beso sobre su frente. El menor abrió los ojos viendo como SungHoon echaba las sales de baño en el agua.
—Espera cariño, iré por el champú. —SungHoon le dedicó una sonrisa de dientes—. Te haré esos mimos que tanto te gustan.
Cuando JungWon notó que su novio tomó un banquito para sentarse, se levantó para detenerlo.
—¡Hoon! —exclamó con un puchero.
El chico abrió los ojos algo alarmado.
—¿Sucede algo?
JungWon asintió. Estiró ambos brazos y empezó a llamar a SungHoon.
—Ven aquí conmigo.
Aunque no estaba en sus planes iniciales, no iba a negarse a tomar un tranquilizante baño con su precioso novio. De forma rápida y algo torpe, se sacó la ropa y entró en la tina, abrazando a JungWon contra su pecho. Ambos soltaron un suspiro, cómodos al sentir el calor contrario.
En un vistazo rápido, SungHoon comprobó si JungWon sonreía. Todavía no lo hacía, pero al menos se alegró de que sus facciones lucieran relajadas. Tomó el champú para comenzar a dar masajes sobre su cabeza, haciendo que JungWon suelte soniditos satisfecho por sus mimos.
Continuó por unos minutos hasta que el agua se enfrió y tuvieron que salir. SungHoon sacó un par de pijamas a juego que JungWon había comprado hace unos meses. La del menor era de un gatito blanco, mientras que la de SungHoon era de un pingüino.
Ya vestidos, solo le quedó llevar a su novio de vuelta a su fuerte de almohadas, ¿y qué hacer después? Exacto, más mimos.
Con JungWon encima de él, dejaba caricias sobre su cabello, su rostro y su cuerpo. Poco a poco se fue durmiendo, y no pasó mucho para que SungHoon lo acompañara. Así pasaron el resto de la tarde, abrazados y sumidos en un tranquilo sueño.
Tercer paso, completado.
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