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—Había una chica en el bosque de Tearslam. Era humana, y creo que no tenía padres —empieza a contar Taehyung—. Mi madre apenas me dejaba salir de casa, así que solía escabullirme al bosque cada vez que podía. Y un día —hace un ademán parecido a una explosión con las manos. Aprieto los labios para evitar que salga una carcajada. ¿Cómo un demonio puede actuar tan adorable? — ella solo apareció.

—¿Era tu amiga?

—Podría decirse que sí. Estábamos juntos todo el tiempo, y me gustaba hablar con ella. Tenía un tono de voz dulce, y fue la primera persona en tratarme como a una persona en lugar de un monstruo salido del inframundo —sonríe y se ríe por la nariz. Definitivamente está teniendo una ráfaga de recuerdos cálidos en su cabeza—. Creo que su nombre era Yeseo, o algo parecido.

—Suena como una persona agradable —digo, intentando sonar lo más convencido posible, porque pensar en Taehyung siendo cercano con alguien más me revuelve el estómago de una forma que no me agrada.

—Lo era —la sonrisa se le desvanece—, pero un día solo desapareció.

—¿Sin razón?

—Sin razón —se sorbe la nariz—. Quizás sus padres la encontraron, o se la comió un oso. Da igual.

—¿Te arrepientes de... algo?

Me mira por unos segundos, fijamente. Pienso por un momento que no entendió mi pregunta, o que tal vez no fue la pregunta indicada, o el momento indicado. Pero Taehyung responde antes de que pueda retroceder.

—Hay algo que quería hacer con ella. Quería besarla —siento un revoltijo en el estómago cuando él se señala el arco de Cupido, cuando la palabra beso sale de sus labios—. Aquí, en los labios.

—Entonces te gustaba Yeseo—digo, lo más calmado que puedo. ¿Por qué me siento celoso de una chica a la que nunca conocí, que probablemente fue el almuerzo de un demonio del bosque? ¿Por qué estoy celando a un chico que conocí hace un par de horas?—, ¿verdad?

—Sí, creo que sí.

—Y... ¿por qué nunca la besaste?

—Por el Gran Demonio, tenía ¿qué? ¿catorce años en ese entonces? Ni siquiera tenía claro lo que significaba gustar de alguien, mucho menos sabía qué era besar a otra persona —sigue riéndose por lo bajo y el rostro se le enrojece más con cada palabra—. Además, creo que tenía miedo.

—¿De qué?

—De incomodarla, o de que saliera mal —aún con el rostro del tono de la sangre más brillante, se atreve a mirarme.

—¿Nunca has besado a nadie? —niega con la cabeza, y entorna los ojos como si fuera lo más obvio. Carraspeo— Y, ¿no has querido besar a nadie más desde entonces?

Aprieta los labios y vuelve a darme una de esas miradas que se sienten eternas, que parecen estar rebuscando en mi interior como un cofre abierto de par en par, como si yo fuera un libro a su completa merced. Sus ojos me analizan, indagan en cada pequeño detalle de mi rostro, y mi corazón empieza a galopar contra mi pecho cuando su pequeño análisis llega a mis labios. Nunca me había sentido tan vulnerable frente a alguien.

Aparta la mirada de repente.

—Todos son unos imbéciles aquí. Y no he conocido gente afuera del Chadburn. Además, aunque quisiera hacerlo, lo más probable es que no me atreva.

—¿Por qué?

Hace una mueca

—Porque no sé besar.

El silencio nos envuelve por no sé bien cuánto tiempo, cuando una idea brilla en mi cabeza, y me hace sonreír de la manera (probablemente) más depravada y amenazante desde que entré en la Habitación del Diablo, porque el rostro de Taehyung se descompone en una mueca entre horrorizada y confundida y extrañamente curiosa. Me paso la mano por la nariz, mirando hacia otro lado para no parecer un desquiciado, intentando cubrir la sonrisa reluciente que se extiende por mi rostro.

—Tengo una propuesta para ti, Taehyung.

Me observa con duda, con un escepticismo que hace que cierre un poco los ojos y me observe con mayor incredulidad, tal vez intentando escudriñarme con la mirada y así descubrir lo que planeo. Arquea una ceja.

—¿Qué tipo de propuesta?

—Tú —lo señalo, clavando mi dedo en su pecho. Él abre los ojos— me prometerás no volver a hacer cosas estúpidas que hagan que te traigan de nuevo a este lugar.

—Y, Jungkook, ¿por qué haría eso? —pregunta, con tono socarrón, casi riéndose con burla—. ¿Qué obtendría a cambio? El Chadburn es un infierno que prefiero evitar.

—Y, a cambio —continúo. No puedo dejar de sonreír—, yo te ayudaré en la única maldita cosa que se me da bien. En serio, me han elogiado bastante por esto, así que seré un gran maestro.

Luce tan confundido que la ceja se mantiene arqueada por un buen rato, y luego tuerce los labios.

—¿De qué hablas?

Suelto una risa sonora antes de tomarlo por los hombros. Él da un pequeño respingo.

—Kim Taehyung, si me lo permites —acerco el rostro demasiado al suyo, mirándolo a los ojos—, déjame enseñarte a besar.

!!!!!

¡Nos leemos luego! ♡

[ Noduru, 2023 ]