Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✠ 32 ✠

[ 5:7 ]

Estoy bajando las gradas hacia el primer piso. Jimin se quedó en la terraza y yo regrese a recuperar mi vaso de sangre. Me choco con unas personas en el camino, susurrando una disculpa mientras continúo bajando las escaleras a toda velocidad. Esta charla con Jimin me animó un poco, y me dejó con la cabeza hecha un lío, así que quiero encontrar a mis amigos lo antes posible, despedirme de Jeonghan y escapar de este mar de magia, oscuridad y alcohol antes de ahogarme.

—¡Lo siento! —digo, con mi sonrisa más amigable, cuando choco con alguien más. La persona en cuestión levanta la cabeza a la velocidad de un rayo para mirarme a los ojos, y mi corazón deja de palpitar cuando me encuentro con esa laguna negra y esa pupila en forma de cruz.

Jungkook —susurra mi nombre con la voz entrecortada.

Estamos parados en medio de las escaleras, así que, aunque nuestro mundo se haya detenido, la oleada de adolescente ebrios continúa su rumbo como si nada hubiera sucedido. Unos chicos suben los escalones tambaleándose y empujando a Taehyung. Él cae sobre mí, causando que mi espalda golpee la pared y que su nariz se estampe contra mi mandíbula. Ambos nos quejamos, él sobando su nariz y yo agarrando mi mandíbula con expresión de dolor. Nuestras miradas vuelven a encontrarse.

Taehyung empieza a llorar.

—¡Hey, hey! —sostengo su rostro entre mis manos y le limpio las lágrimas con los pulgares, que salen a borbotones de sus ojos. Ríos oscuros que manchan su rostro del ojo negro y lágrimas cristalinas del otro, que se unen en su mentón y caen por su cuello. Empieza a sollozar en voz alta, como un bebé. Echa la cabeza hacia atrás, abre la boca de par en par y saca todas las lágrimas que su pequeño cuerpo puede contener— Taehyung, espera. Respira, ¿sí? Cálmate, hablemos y...

No me doy cuenta cuando yo también empiezo a llorar. Siento las mejillas húmedas y me arden los ojos. Algunas personas nos miran por sobre sus hombros, porque estamos armando un verdadero escándalo en medio de las escaleras, pero no me importa. El peso que estuve conteniendo en mi pecho toda la noche me abandona. Taehyung está aquí. Taehyung vino. Taehyung está frente a mí, entre mis brazos. Lo abrazo con todas las fuerzas que me quedan y hundo el rostro en su cuello. Sus lágrimas humedecen mi camiseta y mi hombro calla sus sollozos.

—¡Jungkook! —levanto la mirada, aún escondido en el cuello de Taehyung, y mis ojos húmedos se encuentran con los de Joshua en la lejanía. Levanta su mano para que lo encuentre entre el gentío. Se acerca con Yuqi y Chaehyun siguiéndolo por detrás. Ninguno de los tres luce sorprendido por verme abrazando a un demonio mientras lloro—. Te estaba buscando. Jeonghan dijo que estabas con Jimin en la terraza —siento como Taehyung se encoje un poco entre mis brazos al escuchar ese nombre. Lo sostengo con más fuerza contra mí y le acaricio el cabello.

—¿Y si nos vamos a un lugar... más privado? —propone Chaehyun, mirando a todos lados y enrojeciéndose de la verguenza. Todos nos están mirando con curiosidad.

—¡Vamos afuera! —exclama Yuqi, con la boca manchada de sangre. Tiene ojos somnolientos y una sonrisa torpe. Abraza a Joshua por el cuello y levanta un vaso rojo en el aire, salpicando un poco del contenido a los lados—. ¡La sangre sabe mejor si la bebes afuera!

Joshua y Yuqi prácticamente nos tienen que arrastrar para que salgamos, porque no estoy dispuesto a soltar a Taehyung, y él parece un koala colgado de mi cuello. Cruzamos la puerta y el frío golpea nuestros rostros. Chaehyun la cierra detrás de nosotros y la música es casi inaudible. Solo se escucha el sonido del viento golpeando los árboles que rodean la residencia y de uno que otro grillo. Caminando un poco, encontramos un par de columpios y una pequeña sala exterior. Me siento en un sillón con Taehyung sobre mis piernas como un bebé, escondido en mi cuello. Yuqi se sienta en un banco y Joshua y Chaehyun toman los columpios.

—Quiero que quede claro que no me estoy quejando para nada —Taehyung está temblando, así que me limito a acariciar su cabello y su espalda. No quiere verme, pero tampoco quiere soltarme. Me sorbo la nariz—, pero no entiendo qué está pasando.

—Es una historia larga... —Joshua se rasca la mejilla y se ríe un poco. Yuqi interviene enseguida antes de que pueda decir algo más.

—¡Fue mi idea, yo se los dije! Agradéceme a mí.

—Quiero ir a casa, no me queda magia... —se queja Chaehyun, impulsándose con los pies y columpiándose con los ojos cerrados.

—Quiero explicaciones —digo, tomando una bocanada larga de aire y soltándolo en un suspiro exhausto—. Ustedes saben cosas, y es obvio que este tarado —señalo con el mentón a Taehyung— no me explicará nada.

—Muy bien —Joshua se aclara la garganta y también empieza a columpiarse, mirando el cielo. Su suspiro se transforma en vaho por el frío—. Todo empezó cuando Yuqi dijo que vio a tu novio en una masacre que conejos.

◇ ◆ ◇

—¿Estás segura de que era Kim Taehyung?

—Cien por ciento. Es el único demonio que luce así. Sabes, con el ojo de la cruz.

—¿Y habían animales muertos a su alrededor?

—Todos los animales del establo estaban muertos. Mierda, casi vomito con todo el olor a sangre. Demasiado empalagoso, me dio migraña.

Los tres volvieron al establo. Era una casucha enorme de madera, algo descuidada con el pasar de los años. Con el olor a heno y a excremento de animal latente a, al menos, un radio de diez metros. Esa noche, por otro lado, no había ningún olor característico desprendiéndose del lugar. No olía a magia, ni a vida. Joshua y Chaehyun no lo notarían, pero Yuqi sí: El establo apestaba a restos de muerte, oscuridad y sangre.

Las puertas estaban cerradas cuando llegaron, y las luces estaban apagadas. Había un silencio inquietante rodeándolos que confirmó que, aparte de ellos, en ese lugar no había nadie.

Yuqi aporreó la puerta un par de veces con su cuerpo, porque Chaehyun insistió en que era mejor guardar su magia para buscar al chico demonio. La puerta se abrió al tercer golpe, y Yuqi trastabilló hacia el interior del establo. Joshua y Chaehyun entraron después: No había rastro de la masacre que describió Yuqi. Pero es que en ese lugar no había absolutamente nada. Ni un conejo, ni un caballo. Incluso la comida de los animales había desaparecido sin explicación.

Chaehyun empezó a olfatear cual sabueso, agachándose para captar con más exactitud el olor. Los otros dos la observaron, extrañados pero curiosos por lo que Chaehyun encontraría. Las estrellas en sus ojos centellearon, girándose para enfrentar a los otros.

—¿Lo notas, Joshua?

Él se acercó con pasos dudosos y cuidadosamente olfateó a la par de Chaehyun. Sus ojos se abrieron de golpe.

—Mierda —se cubrió la nariz con el pulgar y el índice—, definitivamente usaron un hechizo pesado para limpiar este lugar. ¿Crees que... ?

—Pusset lo hizo —intervino Yuqi, alterada—. Dijo que sería un lío limpiar el lugar. Seguramente lo hizo después de llevarse a Taehyung.

—¿A dónde se lo llevó? Es muy tarde para llevarlo a inspección.

Yuqi tosió falsamente y miró hacia otro lado.

—¿Han visto esa casucha abandonada? La que está más alejada y parece que se caerá en cualquier momento.

—Sí, es la bodega principal.

Yuqi tomó una gran bocanada de aire, juntando sus manos.

—Eso es lo que les dicen a los mágicos. Ese lugar se llama la Habitación del Diablo. Es un lugar con magia, o algo así. Hay decenas de habitaciones y encierran ahí a los seres oscuros cuando cometen faltas graves. Jungkook me contó que ahí conoció a Taehyung: Ambos terminaron en el mismo cuarto porque se quedaron sin habitaciones.

Chaehyun y Joshua se quedaron sin palabras, mirándose entre sí, completamente atónitos. El Chadburn era una prisión, un infierno personalizado para cada estudiante. Sin duda, los hechiceros eran los que se llevaban la mejor parte, así que ninguno de los dos se imaginó que existiría un lugar así. Joshua se pasó una mano por el cabello.

—¿Crees que se llevaron a Taehyung a... esa habitación? —preguntó, frustrado.

—Es lo más probable —respondió Yuqi.

—¿Y por qué lo hizo? Hacer algo así el último día de clases es algo bastante estúpido, incluso para chicos como él —dijo Chaehyun. Joshua y Yuqi intercambiaron una mirada rápida.

—Porque no quería enfrentarse a Jungkook.

— Así que básicamente huyó —añadió Chaehyun con un bufido incrédulo. Yuqi asintió y Chaehyun se rió sin gracia—. ¿Por qué tendríamos que ayudarlo, entonces? Es un completo idiota. Jungkook se merce algo mejor.

—Porque Jungkook lo necesita —explicó Joshua, tragando saliva—. Si no lo ve una última vez, enloquecerá.

—El chico demonio está arrepentido —dijo Yuqi, frunciendo el ceño y mirándose las manos—. Estoy segura, estaba llorando en el establo. Si lo sacamos de ahí, querrá ver a Jungkook.

Chaehyun se cruzó de brazos. No lucía nada convencida, pero la mirada lastimera de los otros terminó por hacerla ceder. Puso los ojos en blanco y salió del establo, deteniéndose en el umbral y girándose para mirar a Yuqi.

—Llévanos a la Habitación del Diablo, no recuerdo el camino.

◇ ◆ ◇

—¿Y ahora qué? ¿Deberíamos solo tocar la puerta?

—No lo sé. No sé cómo funciona, solo he escuchado rumores —Yuqi sonrió mostrando todos sus colmillos—. Soy una estudiante ejemplar, nunca he pisado este lugar.

Con miedo, Joshua se acercó y tocó tres veces. Hubo un silencio que duró cinco segundos que se sintieron eternos, y la pequeña rendija de la puerta se abrió de golpe, mostrando un par de ojos blancos. Joshua dio un salto hacia atrás, soltando un grito por la impresión. La persona tras la puerta empezó a hablar en un lenguaje extraño que Yuqi no pudo comprender.

—¿Qué mierda está diciendo? —preguntó a Joshua en un susurro. Él se encogió de hombros.

—Ni idea. Son lenguas antiguas, y apenas pasé esa clase —respondió a su vez en voz baja, sonriendo—. Pero podrás adivinar quién tuvo la mejor puntuación —señaló a Chaehyun con un gesto, quien ya se había acercado a la puerta.

Chaehyun se sacó la varita de la manga y murmuró un hechizo, apuntándola a su propia garganta. Tragó saliva varias veces y carraspeó. Cuando volvió a hablar, su voz sonaba mucho más ronca de lo normal, incluso más grave.

Era extrañamente similar a la voz de la inspectora Pusset.

—¿Qué acaba de... ? —Yuqi miró a Joshua con el ceño fruncido. Él le sonrió en grande.

—Imitación de voces. Es magia avanzada que no nos enseñan en el Chadburn, pero a Chaehyun le encanta husmear en la sección prohibida de la biblioteca y llevarse libros de magia —miró como Chaehyun mantenía una conversación con la cosa de ojos blancos, que para Yuqi no eran más que balbuceos, sonando exactamente igual a la inspectora Pusset—. Diría que la única hechicera en todo el Chadburn que sabe hacer magia de verdad es ella. Este lugar no nos enseña una mierda.

Tras un intercambio de palabras más, la rendija volvió a cerrarse con un golpe metálico y Chaehyun se giró hacia ellos con expresión orgullosa. Abrió la boca con entusiasmo para hablar, pero la cerró de golpe, volviendo a sacar su varita para regresar su voz a la normalidad con un hechizo. Después de hacerlo, volvió a sonreírles.

—Le dije que buscaba al estudiante Kim Taehyung porque miembros del Aquelarre habían venido por él y necesitaban hacerle unas preguntas, urgentemente. Me creyó enseguida.

—¿Cómo no ha notado que no era Pusset quien le hablaba? Incluso con esta oscuridad podría notar a kilómetros que eras tú —Yuqi miró a Chaehyun de arriba hacia abajo.

—¿Viste sus ojos? Eran blancos, completamente. Eso solo puede significar una cosa —Chaehyun dijo y miró a Joshua con ojos oscurecidos. Él se limitó a mirar el suelo. Los ojos de Yuqi se entrecerraron, sin entender ni una palabra. Chaehyun continuó—: Es un hechicero sin magia. Probablemente rompieron su varita.

Los tres se quedaron en silencio por un momento. Yuqi empezó a balbucear antes de pronunciar una frase coherente.

—¿Un hechicero sin magia no sería un simple humano? ¿Por qué sus ojos se tornaron blancos?

—Humanos y hechiceros son muy distintos, Yuqi. Nuestros cuerpos funcionan diferente, para albergar magia y soportarla. Somos como bolsas de magia andantes. No tenemos nada más que magia en nuestro interior, así que si dejas a un hechicero sin magia —su mirada cayó al suelo—. El envase está vacío, se desinfla, pierde razón para vivir. No mueren, pero su piel y sus ojos se tornan blancos, sus sentidos dejan de funcionar y terminan como un cadáver.

Un estruendo hizo que los tres dirigieran su mirada a la casa en mal estado. Empezó a temblar con un horroroso sonido de madera crujiendo, y los tres se abrazaron creyendo que la casa se derrumbaría. El sonido cesó paulatinamente y la casucha seguía intacta. Yuqi, la única con el valor (y la estupidez) suficiente como para acercarse, dio tres pasos hasta quedar frente a la puerta. Tomó las manijas de metal oxidado y las jaló con todas sus fuerzas hacia sí misma. Las puertas se abrieron de par en par con un chillido metálico y los hechiceros se acercaron enseguida a ver por sobre el hombro de Yuqi el interior de la Habitación.

Kim Taehyung estaba sentado en el suelo, con la espalda apoyada contra la cama y las piernas cruzadas. Seguía con la ropa y el rostro manchados de sangre, pero pudieron notar que sus mejillas ahora tenían manchas negras en la parte izquierda, y partes sin sangre en la parte derecha, como si se la hubieran limpiado. Les bastó dos segundos para notar que seguía llorando.

Los tres miraron a Taehyung como si fuera una rata de laboratorio, un monstruo que acababan de liberar. Taehyung los miró con los ojos llenos de lágrimas abiertos de par en par con sorpresa.

Joshua dio el primer paso dentro de la habitación, acercándose a Taehyung y ofreciéndole su mano para levantarse. Taehyung la tomó con dudas, como un animal callejero que teme ser lastimado por quienes buscan ayudarlo. Notó la presencia de Yuqi y sus labios se apretaron al ver una cara conocida.

—¿Estás bien? —preguntó Joshua, con voz serena y amable. Taehyung se encogió, abrazando su propio cuerpo y asintiendo con la cabeza en silencio.

Chaehyun se acercó dando pisotones sobre los tablones de madera viejos, agarrando con brusquedad a Taehyung por los hombros y obligándolo a verla a los ojos.

—Escúchame, Kim Taehyung. Jungkook está teniendo un día de mierda por tu culpa. Así que tienes dos opciones: Finges que Jungkook no existe y te dejamos encerrado aquí, o te disculpas con él y te llevamos a la fiesta. Tienes cinco segundos, chico demonio. Uno... dos...

—¡Quiero ver a Jungkook! —suplicó en un sollozo, aferrándose a los hombros de Chaehyun y apoyando la cabeza en su pecho. Chaehyun se quedó en silencio, mirando a los otros dos con gesto confundido. Yuqi y Joshua solo se encogieron de hombros— Esto fue un error... No debí... Creí que sería lo mejor, pero no... No lo es, por Santalan. Quiero estar con él.

Joshua se aclaró la garganta, llamando la atención de todos. Sonrió, intentando calmar a Taehyung, y puso una mano sobre su hombro.

—Vamos a que te des una ducha y te cambies de ropa. Si llegas así, Yoon Jeonghan llamará al Aquelarre. 

¡Nos leemos luego!

[ Noduru, 2023 ]

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro