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Quinta parte:
the cyclone
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[ 5:1 ]
—¡Jungkook, ayúdame a cargar esto!
Corro hacia Chaehyun y le quito el caballete de las manos. Por primera vez (y última) estamos limpiando el salón de arte sin magia. Las varitas de Joshua y Chaehyun están en el escritorio del frente. Yuqi carga tres caballetes como si fueran plumas, y Joshua ya está jadeando con uno solo. Los organizamos todos en una esquina, guardamos los materiales de arte en el armario y apagamos las luces.
—Es triste —dice Joshua, mirando por última vez todo el salón.
Yuqi se cruza de brazos.
—Mi hermano está en primer año, así que podemos volver cuando queramos —dice, sonriendo con prepotencia. Chaehyun le da un codazo— ¡Oye! ¿A qué vino eso?
—Solo podemos venir a los eventos que inviten a familiares, entonces —explica, acomodándose los lentes, y Yuqi solo bufa con los ojos en blanco. Joshua se ríe con un ápice de tristeza.
—El Chadburn no hace esa clase de eventos. Solo permiten la entrada a familiares en la graduación. ¿Quieres esperar a la graduación de tu hermano en, no sé, cinco años, Yuqi? —dice Joshua. Yuqi está por resoplar otra vez, pero la verdad le cae encima como un balde de agua fría y solo se encoge de hombros.
Nos quedamos en silencio. No es uno incómodo, solo queremos tener un último momento memorable en este lugar para recordarlo en un futuro. Son nuestros últimos segundos en el colegio, y queremos hacer que duren para siempre.
Desde primer año que sueño con graduarme e irme de esta prisión. Ahnelaba maldecir al Chadburn cuando me dieran mi diploma de graduado, mi sueño era quemar el colegio en la ceremonia de clausura.
¿Entonces por qué es tan difícil ahora?
Porque esto (el club de arte, los tres tontos que me hicieron pasar los mejores ocho meses de mi vida) es diferente al Chadburn. No sentí ni un poco de pena cuando hoy los maestros se despidieron de nosotros, cuando Yujin y Jungwon me abrazaron por última vez.
Pero ahora siento unas inmensas ganas de llorar.
Joshua vive en Dispersia. Sus padres trabajan de guardias en los límites de la ciudad y toda su familia está asentada ahí; Chaehyun vive aquí (qué horror), porque su madre trabaja como miembro menor del Aquelarre; y Yuqi vive en Blackburn, igual que yo.
Dispersia y Blackburn son allegadas, así que podré ver a Joshua y a Yuqi seguido después de la graduación. Aunque tendremos que viajar unas cinco horas en auto para visitar a Chaehyun...
—Será divertido —dice Yuqi. Después de que Chaehyun le echó llave al salón del club, empezamos a caminar por el patio central. Tiene que dejar la llave del salón del club en administración y la estamos acompañando—. Un viaje por la carretera. Escucharemos canciones antiguas y beberemos cerveza y nos detendremos en cada ciudad.
—¿No sería menos complicado si yo voy en su lugar? He estado trabajando en un hechizo de teletransportación que...
Joshua levanta su mano para hacer callar a Chaehyun, dándole unas palmaditas en la cabeza después.
—Ese hechizo te va a robar la energía de una semana entera. ¿Quieres que perdamos una semana juntos por tu capricho de no viajar?
Entramos por las enormes puertas del edificio de administración y Chaehyun le entrega la llave al ángel que trabaja tras el escritorio. La secretaria le agradece con una sonrisa amarga y Chaehyun solo asiente con la cabeza, girándose enseguida para enfrentarnos a nosotros. Tiene el rostro contraído y los ojos vidriosos, las estrellas de sus pupilas están brillando por las lágrimas.
—Se acabó. Realmente se acabó.
Se echa a llorar en los brazos de Joshua, y Yuqi se apresura y la abraza también. Él me hace un ademán, indicándome que me acerque, así que los rodeo con mis brazos y los cuatro empezamos a llorar en medio de la secretaría. La secretaria hace lo posible por darnos nuestro espacio, pero parece a punto de llorar también. Joshua y Chaehyun son amigos desde su primer día en el Chadburn. Yuqi y yo somos adiciones más recientes (especialmente yo), pero este momento duele como si nos hubiéramos conocido toda una vida. No quiero irme, no cuando el Chadburn por primera vez me dio algo bueno.
—Prométanme que vendrán seguido —dice Chaehyun, su voz amortiguada contra el hombro de Joshua y cubierta de lágrimas—. Moonsheld es una ciudad de porquería, pero prométanme que lo intentarán.
—Te llamaremos todas las noches —dice Yuqi. Estando tan cerca, puedo ver que sus lágrimas no son precisamente cristalinas. En un principio, creí que era su maquillaje corrido, pero la realidad es que sus lágrimas son negras, como si las lagunas oscuras que son sus ojos estuvieran desbocando.
—No es suficiente —solloza Chaehyun. Se quita los lentes y se limpia las lágrimas, añadiendo en un susurro entrecortado—. No es... suficiente. Quiero tenerlos aquí conmigo, una llamada nunca será lo mismo.
Acordamos encontrarnos frente a los portones principales del Chadburn para ir a la fiesta a las seis. Joshua y Chaehyun se van hacia la torre de dormitorios para hechiceros, y Yuqi y yo vamos a la de seres oscuros. Su habitación está un piso más abajo de la mía, así que lo más probable es que nos hayamos topado más de una vez antes de ser amigos. Ella camina con las manos ocultas en los bolsillos de su chaqueta, dando pasos largos, casi saltando. Hoy se agarró el cabello en un moño descuidado, y algunos mechones se enredan en sus cuernos. Sonríe y tararea una canción con la que ha estado obsesionada toda la semana.
—¿Estás emocionada por esta noche? —le pregunto. Yuqi, que está a unos dos pasos adelante de mí, se gira y continúa caminando de espaldas para verme. Sonríe con picardía, pero no responde— ¿Llevarás a alguien?
—No —se encoje de hombros y se gira una vez más, deteniéndose un momento para que la alcance y así poder caminar juntos. Aunque no son más de las cinco, el patio central está vacío y el cielo empieza a oscurecerse con cada segundo—. Nadie en el club tiene pareja además de ti, Jungkook. Por si lo olvidaste —me golpea amistosamente con su hombro y frunce el ceño. Yuqi siempre tiene las cejas fruncidas (no es que esté enojada todo el tiempo, solo que es parte de su personalidad).
—Yo tampoco tengo pareja.
—Me corrijo: Nadie se acuesta más de dos veces con la misma persona además de ti —pongo los ojos de blanco y sonrío, avergonzado. Ella vuelve a golpearme—. ¿De verdad aún no son exclusivos?
—Sí somos exclusivos. Taehyung no quiere que lo haga con nadie más, y él realmente no tiene a nadie más con quien hacerlo aparte de mí, así que no me preocupo.
—Hmm, hablando de eso... —aprieta los labios y mira el cielo. Hay nubarrones grises cubriendo todo el Chadburn. Ruego que no llueva en la zona en la que está la casa de Yoon Jeonghan— ¿Ya se reconciliaron? Has estado durmiendo en tu habitación estos días, eso es raro.
—No tenemos por qué reconciliarnos, porque no peleamos.
No peleamos. Lo digo en serio. ¿Lo del bosque fue una pelea? En todo caso, si fue una pelea, el que tendría que disculparse es él, ¿no? O es quien debería tener la iniciativa para hablar las cosas. Yuqi hace un sonido con la garganta, como diciendo que no me cree pero que no recabará más en el asunto. Caminamos un poco más, pero Yuqi se detiene y maldice en voz baja, revisando algo en su teléfono. Se pasa la manos por el rostro con frustración.
—Puedes seguir sin mí, Jungkook. Le pedí a Minnie que recogiera las cosas de mi casillero por mí y olvidé que nos encontraríamos tras el establo para que me las diera —me pone una mano en el hombro—. Te busco en un rato para la fiesta, ¿sí?
—Aguarda —le digo cuando ella ya emprende carrera en otra dirección. Deja de correr y se gira hacia mí. Sonrío—, te acompaño.
—Ah, seguro —responde, confundida, pero termina por sonreírme también.
Se abstiene de correr, así que caminamos con un poco de prisa hacia el establo. Hace un par de meses, me aterraría deambular por esta zona, porque era territorio de criaturas angelicales y Pusset me encerraría por esto. Ahora a nadie le importa. Mucho menos el último día de clases.
Golpeo a Yuqi con el codo.
—Minnie, ¿eh? ¿No es de la clase de ángeles de último año? —Yuqi aparta la mirada y se pasa un mechón de cabello detrás de la oreja. Vuelvo a darle un codazo y empiezo a reírme— ¿Desde cuándo te atraen los ángeles?
—Hay que probar de todo, ¿verdad? Tú dijiste que babeaste por años por el imbécil de Park —echa la cabeza hacia atrás y suspira, casi nostálgica. Me da escalofríos escuchar ese apellido—. La magia de los ángeles es atrayente, ¿no crees? Ni siquiera te das cuenta, pero ya tienes tus ojos clavados en uno —se ríe y me mira de reojo. Yo asiento con la cabeza—. No creo que vuelva a ver a un ángel cuando salga de aquí. Un ángel nunca pondría un solo pie en Blackburn. Quiero... irme sin arrepentimientos. La quiero besar esta noche.
—¿Solo besarla? ¿Nada más?
—Nada más, no quiero ser codiciosa —se encoge de hombros, y ya puedo distinguir el edificio lleno de animales a unos metros—. Eso es suficiente para mí.
Me da una sonrisa apretada y se detiene a unos diez metros del establo, así que hago lo mismo. Yuqi empieza a ver los alrededores. El establo es bastante grande. Por lo que tengo entendido (porque nunca he entrado) en el interior también hay un espacio abierto para que los ángeles hagan sus prácticas. Advierte a un ángel de pequeña estatura y tez canela que le hace señas desde la parte trasera del establo. Yuqi se sonroja y la saluda con la mano
—Vuelvo enseguida, espérame aquí.
Busco refugio bajo un árbol sin hojas en las cercanías. Apoyo la espalda contra el tronco, zapateando contra el suelo mojado. Termino por sacar mi celular, dudando un poco antes de abrir mi chat con Taehyung. La última vez que hablamos fue el miércoles. No lo he estado evitando, ni me ha estado evitando a mí. No lo estoy evitando, no a propósito. Digo, dejé de pasar por su habitación y no he pisado el Hell's esta semana. Y Taehyung vive encerrado en su habitación. Él no ha mostrado interés en buscarme, ¿por qué tengo que hacerlo yo?
Me aclaro la garganta.
No lo he estado evitando, solo no quiero verlo.
Y terminé echando a la basura mi oportunidad de pasar con él mis últimos días en el Chadburn...
Mierda.
Hice lo que más quería evitar. Soy un auténtico imbécil.
Escribo un mensaje, lo borro. Escribo de nuevo y vuelvo a borrarlo tras dos palabras, porque nada suena convincente. Suspiro, apoyando la cabeza contra el tronco y cerrando los ojos. Quizás debería llamarlo. Tal vez debería pedirle perdón, aunque no sé bien por qué me tengo que disculpar. Quiero verlo. Podría no ir a la fiesta. Podría comprar comida en el Hell's y llevarla de sorpresa la habitación de Taehyung. Y veríamos películas toda la noche, y él se quejaría de lo malas que son y terminaría por dormirse en mi regazo.
Quiero verlo. Quiero abrazarlo, y besarlo.
Presiono el botón de enviar en un impulso y apago mi celular.
Te esperaré hasta las seis frente a los portones del colegio. Solo quiero verte, no es necesario que me acompañes.
Y luego, lo enciendo para enviar otro mensaje, en otro impulso.
Si no vienes, lo entenderé.
Y otro más. Ya no estoy pensando, solo estoy escribiendo y enviando cosas como un idiota.
Y no volveré a buscarte.
Tomo una profunda bocanada de aire y lo suelto lentamente. Está empezando a hacer frío, así que abrazo mi propio cuerpo y empiezo a buscar a Yuqi. Mientras más pronto salgamos de aquí, más pronto estaré en los portones y más pronto estaré en los brazos de Taehyung (si decide venir; sino, estaré en la comodidad de mi cama llorando hasta la graduación del lunes).
Es entonces cuando lo escucho, cuando todo se desmorona en un segundo.
Un grito.
Reconozco la voz al instante. Es la inspectora Pusset.
Proviene del interior del establo.
...
¡Nos leemos luego!
[ Noduru, 2023 ]
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