‼️: Contenido explícito (Smut).

Lo escuché en una fiesta, y las vocecillas de las fiestas no son una fuente muy confiable. Lo escuché de un vampiro tarado demasiado ebrio que empezó a hablar de todas sus aventuras con demonios. Yo era el único sobrio de la mesa. Bebía de un vaso de cristal una mezcla un tanto desagradable de sangre artificial con whisky, dándole pequeños sorbos mientras escuchaba las historias ridículas de ese grupo de vampiros estúpidos.

—Ya saben, tal y como los hechiceros cuando lanzan hechizos en lugar de maldiciones —el tipo se reía, con los ojos entrecerrados y una botella casi vacía colgando de su mano—. Los demonios pueden generar nuevos —hipó— brazos, o piernas. Es todo un espectáculo —se carcajeó, dejando la botella y empezando a mover las manos en el aire—. Salen de su espalda como tentáculos, y las pueden controlar a su antojo. Una chica me hizo un trabajo manual con una de esas manos artificiales una vez. Fue malditamente sexy.

No creí que hablara en serio. Creí que era un invento del alcohol para verse interesante.

Pero ahora lo estoy viendo con mis propios ojos.

La espalda de Taehyung se arquea un poco más, y un par de brazos de color negro emergen de su espalda. Él no parece notarlo, continua jadeando y gimoteando como si nada sucediera. Mis movimientos se vuelven un poco torpes, estoy demasiado sorprendido como para seguir el ritmo. Taehyung frunce el ceño y me observa con los labios torcidos. Trago saliva, afianzando el agarre sobre sus muslos y, antes de poder dar una nueva estocada por mi cuenta, las manos negras de Taehyung agarran con fuerza mis caderas y me obligan a entrar en él, en la estocada más profunda y violenta hasta ahora.

Ambos abrimos demasiado los ojos, Taehyung gimiendo y mordiéndose el labio, y yo gruñendo por lo bajo. Estas nuevas extremidades de materia oscura se sienten frías sobre mi piel, y son demasiado fuertes. No me sorprendería que Taehyung pudiera matarme con ellas si se lo propone, aunque siento que él tampoco tiene mucho control. Las manos nos dan dos segundos para respirar antes de atacar de nuevo. Más fuerte, más rápido.

Una nueva mano surge y se desliza sobre el abdomen sudado de Taehyung. Él la observa con temor, como si fuera una serpiente (una mamba negra que apareció de repente) a punto de morderlo. La mano remueve sus dedos en el aire, ansiosa y expectante, antes de enroscarse sobre el miembro de Taehyung y empezar a moverse de arriba hacia abajo, con movimientos lentos que empiezan a adquirir velocidad. Los gemidos de Taehyung se vuelven entrecortados, sus ojos están desorbitados. Cubre su boca con su mano, y los sonidos que suelta ahora suenan amortiguados.

No puedo pensar, mi cabeza está en blanco. Todo se siente tan caliente. Mi cuerpo, el de Taehyung, las voces y el sudor y los sonidos. Y las manos negras están tan frías. El contraste me da escalofríos. Todo sucede tan rápido. La imagen de Taehyung, sudoroso y tembloroso, callando sus gemidos con su mano convertida en un puño, con esas tres manos saliendo de su espalda (mierda, acaba de crear una nueva extremidad para masturbarse. ¿No es, como, lo más caliente que un ser oscuro podría hacer?).

Se corre poco después, y yo lo hago unos diez segundos después de él, con una última estocada que nos deja a ambos sin aire. Salgo de su interior, respirando con dificultad y limpiándome el sudor de la frente. Las extremidades negras se deslizan sobre la cama y vuelven a desaparecer en la espalda de Taehyung, como serpientes seseantes volviendo a su hogar. La habitación está en silencio, solo puedo escuchar nuestras respiraciones. Taehyung deja caer todo su cuerpo sobre la cama, mirando el techo con los ojos muy abiertos mientras se esfuerza por recuperar el aire.

Ninguno dice nada por un momento. Me siento sobre la cama, saco el condón usado con cuidado y voy al baño para tirarlo. Me pregunto quién hará la limpieza de la Habitación del Diablo, y lo que pensará cuando encuentre esto al sacar la basura. Agarro el rollo de papel de baño y regreso a la cama, no sin antes mirarme en el espejo. Soy un desastre.

En serio, Kim Taehyung. ¿Qué has hecho conmigo?

Le entrego el papel y él lo toma sin mirarme, arrancando un buen trozo para limpiar el desastre viscoso que terminó siendo su pecho. Toma otro trozo para limpiarse el sudor de la frente, y se sienta. Alarga los brazos para agarrar su suéter y sus pantalones, que descansan en el suelo junto a la cama. Empieza a vestirse, así que también me subo los pantalones y me limito a observarlo. Taehyung se queda inmóvil, solo mirándose las manos, y termina por meterse dentro de las sábanas. Se digna a mirarme por primera vez, frunciendo el ceño y con el rostro un poco enrojecido.

—¿No vas a venir?

Carraspeo y río con nerviosismo, asintiendo con la cabeza y metiéndome dentro de las sábanas junto a él. Estamos demasiado cerca, nuestros hombros tocándose con timidez (¿timidez? ¿En serio? ¿Después de lo que acaba de pasar?). Le doy unas palmaditas a mi pecho, sonriéndole cuando me mira, y se acuesta sobre él de mala gana. Empiezo a acariciar su cabello con suavidad, enroscando los mechones en mis dedos.

En cualquier otro escenario, ya hubiera inventado una excusa tonta para abandonar al chico o chica de turno. Les hubiera dado el beso de despedida de Jeon Jungkook (lento y profundo, para que nunca me olviden, aunque yo seguramente los olvidaré apenas ponga un pie afuera de la habitación) y huyo antes de que puedan pedirme que pase la noche con ellos.

Evidentemente, no haré eso. Porque no puedo salir de la Habitación hasta que Pusset venga por mí. Y porque no quiero hacerlo. Incluso si tuviera la oportunidad de salir, preferiría mil veces quedarme aquí y dormir con las piernas de Kim Taehyung enredadas en mi cintura, escuchando su respiración.

—¿Estás cansado? —le pregunto. Él niega con la cabeza, su cabello haciéndome cosquillas. Sigo acariciándolo— ¿Quieres dormir?

Vuelve a negar con la cabeza, y nos quedamos en silencio. Él se aclara la garganta.

—Antes —dice en voz baja, un poco ronca— Mientras... lo hacíamos, me llamaste de cierta manera...

—Ah, sí. Cariño —río un poco, acariciando su nuca—. ¿Te molestó?

—No, es solo —traga saliva y se queda en silencio por unos segundos—, ¿por qué?

—Una chica me pidió que la llamara así. Quería que entráramos en el papel de que éramos pareja y eso, que la excitaba. Así que lo intenté con otras personas después de eso, y supongo que me acostumbré —Taehyung se tensa. Pongo una mano (la que no lo está acariciando) debajo de mi cabeza y miro el techo—. No volveré a hacerlo si te molesta.

—No es eso, Jungkook. Olvídalo —se sorbe la nariz y empieza a jugar con el cierre de mi abrigo. En voz muy baja, añade—. Me molesta pensar que hiciste esto con otras personas.

—No es... —empiezo a decir, callándome de repente y tomando aire, intentando reír— para tanto. Quiero olvidar más de la mitad de las veces. No son momentos... memorables, ¿sabes?

—Me molesta pensar que seré una entrada más en tu lista de Momentos poco memorables —se remueve sobre mi pecho para mirarme a los ojos.

Tiene las cejas fruncidas y el ojo negro me observa con una intensidad peculiar que me hace sentir vulnerable. Aunque luce enojado, también parece... ¿triste? Río un poco, besándolo cerca de sus ojos. Taehyung los cierra, y aprovecho la oportunidad para besarlo sobre los párpados.

—No eres una entrada más, tonto. No pienses eso. Acabas de borrar toda mi lista, acabas de convertirte en el número uno. Tan increíble que es como... como si el resto nunca hubiera sucedido, ¿sabes? —no luce convencido, pero ahora luce un poco avergonzado y las comisuras de sus labios amenazan con curvarse hacia arriba.

—¿En serio estuvo bien?

—Estuvo increíble, Taehyung. Se sintió bien, ¿para ti se sintió bien?

Sonríe, solo un poco, y vuelve a recostarse.

—Se sintió bien —dice, escondiendo su rostro en mi cuello—. Quiero hacerlo de nuevo.

—¿Ahora?

—No, no —se ríe, una risa cálida que choca contra mi cuello y me envía escalofríos—. En otro momento, pero quiero hacerlo de nuevo.

Sonrío también. Es mi oportunidad. Para sacar a Taehyung de aquí. Para llevármelo. 

—Podemos hacerlo de nuevo, cuando salgamos de aquí, Cuando tú quieras, pero no aquí —lo digo demasiado rápido, y Taehyung se queda en silencio. Suelto una risa nerviosa, empezando a entrar en pánico. ¿Lo arruiné?—. A menos que quieras hacerlo con otras personas. En ese caso...

—No —me interrumpe, volviendo a mirarme a los ojos—, no quiero hacerlo con otras personas.

—¿Solo conmigo?

Se aclara la garganta, sonrojándose.

—Sí, solo contigo —se aleja un poco, removiéndose y recostándose sobre la almohada, mirando la humedad del techo—. Me molesta pensar que lo harás con otras personas después.

—No quiero hacerlo con otras personas —digo, respondiendo demasiado rápido. Siento el rostro caliente de repente. Suspiro—. No voy a hacerlo con otras personas, Taehyung. Tenías razón: Las personas del Chadburn son una mierda. Y creo que eres el primer ser vivo que encuentro en este lugar con el que... me siento realmente cómodo. No quiero arruinarlo. Quiero estar contigo. Creo que el tiempo que me queda en este lugar asqueroso puede ser —me río un poco, avergonzado— mucho más soportable si estoy contigo —lo miro, esperando una respuesta. Él no me mira. Tiene los ojos entrecerrados. Sonríe un poco después de unos segundos, y todo su rostro se suaviza. Vuelve a recostarse sobre mi pecho.

—¿Eso significa que no puedo cazar más conejos?

Suelto una carcajada, y él ríe también. Empiezo a acariciar su cabello de nuevo. Estoy feliz, estoy tan feliz. Lo conseguí, Kim Taehyung no planea volver a este lugar, o por lo menos tiene la inteción de intentar no volver. Lo conseguí. Estoy feliz.

—Estoy seguro de que te encontraremos un nuevo pasatiempo.

—Tengo un pasatiempo, ¿recuerdas? —empieza a dibujar figuras sobre mi pecho con su dedo—. Solo necesito un buen modelo. Me hace falta practicar la anatomía de los seres oscuros, ¿sabes? Y tengo cierta curiosidad por la de los vampiros —trepa sobre mi pecho y usa ambas manos para obligarme a abrir la boca. Se acerca demasiado para mirar mis colmillos. Lo alejo de un empujón, riendo, y lo beso.

Lo beso, lo beso y lo beso. Taehyung se ríe con ganas, y me besa de vuelta.

No sé bien cuando ambos nos quedamos dormidos. No puedo dejar de sonreír.

Estoy feliz. 

¡Nos leemos luego! ♡♡♡

[ Noduru, 2023 ]