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Está sudando y parece considerarlo seriamente, pero termina por ceder a sus impulsos y asiente con la cabeza. Vuelvo a besarlo una última vez antes de echarlo con suavidad y cuidado sobre la cama y trepar sobre el colchón hasta terminar sobre él. Taehyung cierra los ojos y extiende ambos brazos sobre las sábanas, como entregándose para un sacrificio, y no sé bien si debería reírme por sus respuestas torpes o hacerlo mío en este preciso instante, aprovechando que prácticamente se está entregando.

Trago saliva.

Me acerco a su cuello y empiezo a recorrer su mandíbula con mi lengua, tan lento que siento cada uno de sus temblores y contracciones. Beso su cuello hasta que tengo la peligrosa idea de morderlo, pero termino por razonar que aún es demasiado pronto. Subo hasta rozar mi nariz con la de Taehyung y vuelvo a besarlo, profundo pero corto, antes de empezar a bajar. Me siento a horcajadas sobre él, jadeando al sentir lo duro que está contra mí. Él también gime por lo bajo. Le sonrío con diversión.

—Tienes dos opciones: La primera —hago un círculo con el dedo índice y el pulgar de la mano derecha y muevo la mano de arriba hacia abajo—, o la segunda... —hago presión con la lengua contra la cara interna de una mejilla varias veces, y no puedo describir lo satisfecho que me siento con lo avergonzado y rojo que luce—. Elige. Soy excelente en cualquiera de las dos.

—Mierda, esto es... demasiado —se cubre el rostro con ambas manos. Incluso tiene las manos rojas, y el cuello y las orejas. Me mira por las aberturas que deja entre sus dedos, y me mira con los ojos borrosos y aguados—. ¿Con la segunda no... —cierra los ojos— me perforarás el pene? Lo digo por los colmillos.

—Soy muy bueno evitando los dientes —aseguro. Él descubre su rostro. Es la primera vez que realmente me preocupa cómo se siente la otra persona, lo que él quiere hacer. Quiero que Taehyung se sienta bien—. Lo haré solo si tú también lo quieres. Puedes decirme en cualquier momento que pare, ¿sí?

Toma aire y asiente con la cabeza, relajándose un poco. Sonrío, pasando el pulgar por debajo de sus ojos llorosos. Taehyung se muerde el labio, y lo vuelvo a besar sin poder controlarme.

—¿Entonces? —pregunto, con el rostro pegado a su mandíbula. Se queda sin aire. Paso la nariz por debajo de su oreja, notando lo caliente que está en ese lugar— ¿Qué eliges, Taehyung?

Abre la boca, pero la vuelve a cerrar enseguida. Se está derritiendo, su piel hierve contra mis dedos cuando meto una mano debajo de su suéter. Es como si tuviera fiebre, temblando y calentándose más con cada segundo. Toma mi rostro entre sus manos y me obliga a mirarlo. No habla, solo me mira, y termina por levantar su mano en el aire, dos dedos temblando con poca seguridad. Me río por lo bajo y vuelvo a besarlo (en serio, no puedo dejar de besarlo). Dos dedos.

Aún con las manos debajo de su suéter, desciendo hasta quedar a la altura de su entrepierna, el pantalón abultado rozándome la nariz. Juego un poco con el borde de su pantalón. Taehyung no me está mirando, porque se ha vuelto a cubrir los ojos con las manos, pero ésta vez deja descubierta su boca. La tiene entreabierta y jadea con pesadez. Desabrocho su pantalón y lo bajo de un tirón. Lo tiro en alguna parte del cuarto, y Taehyung se queda petrificado, hecho una piedra cuando encajo ambas manos sobre sus muslos, blancos como la nieve. 

La piel de Jimin no es tan perfecta, los muslos de Jimin no me provocaban tanto como los que tengo delante en este momento. Tomo aire, sintiendo cómo la sangre se me sube hasta el cerebro, y en mi momento más impulsivo y sin control termino por morder a Kim Taehyung en el muslo derecho.

Suelta un gemido y su espalda se arquea. Deja de cubrir sus ojos para pasar a cubrir su boca, y veo lo rojo y encendido que está el de la cruz cuando me mira. Unas lágrimas caen hasta su mandíbula y tiembla más que nunca, pero no me aleja. Por el contrario, toma mi cabello en un puño y parece querer empujarme más contra su piel, busca que mis colmillos lo penetren aún más profundo.

Succiono un poco (solo un poco, porque aún tengo demasiada piel a mi disposición como para descontrolarme a la primera mordida), y quedo encantado con el sabor de su sangre. No es como ninguna que hubiera probado antes. No es amarga como la de otros vampiros, no es agridulce como la de los hechiceros, ni es horriblemente empalagosa como la de los humanos.

Es... por Santalan, no lo sé. Es perfecta. Es el balance perfecto entre dulzura y un ligero tinte amargo propio de la oscuridad. La sangre de los vampiros es horrible (solo lo hice una vez, y me prometí que no lo haría nunca más. ¿Vampiros mordiendo vampiros? Ew), y la de las criaturas mágicas es demasiado dulce (demasiada magia), al igual que la humana. Por el Gran Demonio, ¿así sabe la sangre de todos los demonios? ¿O es solo la sangre de Taehyung?

Me alejo antes de que los muslos de este chico se lleven toda mi cordura, porque el sabor es tan bueno que no me sorprendería cometer un asesinato accidental en la Habitación del Diablo con tal de drenarlo por completo. Me limpio con el dorso de la mano, y lamo los restos de sangre sobre mi piel. Taehyung me observa con atención. Luce como si tuviera unas cinco copas encima, o como si ya se hubiera corrido más de una vez, sobrereaccionando a todo. Jadea, y suda, y tiene los ojos desorbitados, perdidos en alguna parte del techo.

Acaricio su erección sobre la tela, sonriendo al ver como todo su cuerpo se contrae. Si con una sola caricia (y una pequeña mordida) está reaccionando así, ¿qué hará cuando realmente lo meta en mi boca? Solo ruego que no se corra demasiado rápido, porque sería una pena que todo esto que está sucediendo termine abruptamente. Aunque tengo que admitir que sería adorable. Voy a ser la primera vez de Kim Taehyung (no la primera vez como tal -en tus sueños, vampiro depravado-, pero no creo que un chico, uno como yo, se lo haya chupado antes. Definitivamente me recordará).

Le acaricio la cara interna del muslo con el dorso de los dedos, suavemente, para llamar su atención. Me mira, cubriéndose la mitad del rostro y lloriqueando un poco. Lo beso un par de veces, justo al borde de los calzoncillos. Su piel arde como un fuego incontrolable, y me complace demasiado bordear con los dedos las marcas que acabo de dejarle. 

...

¿Nos leemos luego? 

😳😳😳

[ Noduru, 2023 ]