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Segunda parte:

the tempest

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[  2:1 ]

He perdido por completo la noción del tiempo, pero un crujido a la lejanía, un repiqueteo que apenas logro escuchar a través de las paredes de madera, me hace pensar que la noche ha bajado sobre el Chadburn y que una lluvia nocturna está cayendo sobre nosotros.

Taehyung está sentado en la cama, con las manos escondidas en el suéter. Yo estoy sentado a su lado, sin mi abrigo. No sé si es la ventisca de la lluvia colándose por debajo de la puerta, o un delirio mío, pero siento un escalofrío recorrerme toda la espalda. Empiezo a pensar que quizás no fue la mejor idea haberme quitado el abrigo, pero hay algo que me impide volver a ponérmelo.

Fue Taehyung quien me pidió que me lo quitara.

Sigo sin entender cómo es que no se negó. No aceptó de la manera más entusiasmada, por supuesto, pero aceptó. Movió la cabeza, se dirigió a la cama y me pidió que me quitara el abrigo. Luego dio unas palmadas al espacio libre a su lado (una evidente invitación), y yo hice todo lo que me pidió como si me hubiera hechizado.

Puede ser que Kim Taehyung en realidad sí me haya hechizado. Me siento un poco mareado (un poco en trance) desde que entré en esta habitación y noté el aroma a oscuridad y el calor que emanaba la cama.

Otra cosa que me hace sentir como un verdadero imbécil es que no sé qué hacer primero. He hecho la propuesta, él ha aceptado, entonces es mi turno de hacer algo. ¿Cómo lo inicio? Podría abalanzarme sobre él y atacar sus labios como si estuviera en la hora dorada de una fiesta y llevara tres copas encima. Podría besarlo ferozmente y aprovechar las horas que nos quedan aquí mordiéndole el labio inferior y descubriendo por fin a qué sabe la sangre de un demonio.

O podría ir lento, con pasos suaves. Podría tomar su rostro con manos cuidadosas, podría besarlo como si estuviera besando al amor de mi vida, al príncipe de un cuento. Tranquilo, sereno y profundo (no te sobrepases, no te desesperes, o se romperá).

Y me inquieta un poco que la segunda opción resulte más tentadora.

Taehyung carraspea, y yo doy un respingo, volteándome hacia él. Tiene la mirada posada sobre sus manos, y noto que hay un ligero rubor bañando su rostro. Aprieta los labios, y parece estar haciendo su mayor esfuerzo para levantar la cabeza y mirarme a los ojos, pero simplemente no puede. La vergüenza lo consume, y me desespera que a mí también me está consumiendo.

—¿Qué tengo que hacer primero?

Mientras lo pregunta, mientras cada palabra se desliza por sus labios con indecisión, se acerca un poco a mí. Sus dedos, que sobresalen de la manga holgada de su suéter, están a uno o dos centímetros de tocar los míos. Respiro hasta llenarme los pulmones de aire caliente. Lo tienes delante, Jungkook.

Solo falta la mejor parte, la más fácil.

Hazlo.

—Bien —yo también me acerco, rozándole los dedos antes de llevar mi mano hasta el hueco de su cuello. La piel de Taehyung hierve debajo de mi mano, que repentinamente se siente helada. Él me mira—. Cierra los ojos.

Lo hace, y una ola de calor me abruma ante la repentina obediencia. Un demonio acaba de obedecerme, increíble.

Aunque sé que este momento me está excitando tanto porque el demonio que hará lo que yo le diga no es otro que Kim Taehyung. Ahora me siento tan ridículo por haber deseado a Jimin por tantos años mientras estaba en el mismo recinto que este chico.

Ahora me siento tan patético por haber pasado años jugando con cualquiera dispuesto a entregarse, por haber aguantado el vacío en mi pecho mientras había alguien en el mismo Chadburn que probablemente se sentía más solo que yo.

Mi escape es el vampiro de turno que me ofrezca el culo si me insinúo un poco.

El escape de Taehyung es la Habitación del Diablo.

Si logro que salgamos juntos de aquí, que él no vuelva a pisar este lugar y que se quede conmigo, ¿no sería eso bueno para ambos?

No te desesperes, o se romperá.

Me acerco al rostro de Taehyung con el corazón latiéndome tan fuerte que no soy capaz de escuchar nada más, al menos hasta que estoy lo suficientemente cerca como para escuchar (y sentir) su respiración.

Es temblorosa, pero calmada. Tiene los ojos cerrados con demasiada fuerza, preparándose para un impacto, y veo de reojo como presiona los puños contra las sábanas. Actúa como si estuvieran a punto de dispararle en lugar de darle un beso.

Acuno su rostro entre mis manos, y él se contrae un poco, relamiéndose los labios.

—Abre un poco la boca —le digo, y él lo hace.

El labio superior le brilla por la reciente capa de saliva. Rozo el inferior con el pulgar, y parece que Taehyung se derretirá en cualquier momento. Solo por curiosidad, mis ojos descienden hasta su regazo, hasta llegar curiosos a su entrepierna, pero (aún) no encuentro nada abultado ahí.

Si Taehyung continúa actuando de esta manera, es cuestión de tiempo para que el chico con un bulto en los pantalones sea yo.

—Lo haré yo primero, ¿bien? Después puedes intentarlo tú —susurro contra sus labios, y él asiente muy suavemente con la cabeza, tomando aire—. Taehyung —sus párpados tiemblan, y tiene el rostro tan caliente como si tuviera fiebre. Realmente estoy haciendo todo lo posible por contenerme. Le quito con suavidad los mechones de la frente antes de regresar la mano a sostener su rostro—, ¿puedo besarte?

Las comisuras de sus labios se contraen y las cejas le tiemblan, uniéndose en su entrecejo fruncido. La temperatura de su cuerpo aumenta de sobremanera en un segundo, el sonrojo tornándose de un rojo intenso. Sonrío cuando termina asintiendo con la cabeza, una vez, tan decidido como avergonzado.

No puedo contenerme por más tiempo, así que me acerco hasta que mis labios se funden con los suyos. Se siente tan suave y húmedo y caliente. Siento que seré yo quien me derrita con este beso. Intento recordar, entre la abrumadora sensación, si alguna vez besé a alguien con unos labios tan dulces como los de Taehyung. 

Saben a sangre caliente y a oscuridad.

AHHHHH

¡Aquí empieza!

¡Nos leemos luego! ♡

[ Noduru, 2023 ]