CAPÍTULO UNO
El triángulo amoroso de un Autenberry
El amor prohibido es la droga más cotizada y peligrosa que existe.
《ARNOLD》
Residencia Autenberry - Penobscot, Maine. Enero 14, 2013.
Podía verme en el espejo, estaba listo para mi cita con Carly. Por fin después de mucho tiempo decidió decirme que "Sí" al menos para una cita. Sólo era cuestión de salir de mi cuarto y bajar las escaleras, y eso hice. Al estar abajo mi papá, David, y mi abuelo, Anastasio, me detuvieron.
─¿A dónde tan guapo? ─me preguntó mi abuelo.
─Tengo una cita...
─¿Con quién? ─inquirió mi papá.
─Con Carly, Carly Foster.
─Con Carly... ─susurró él.
─¿La conocen?
─¡Ahhhh! ─dudaba mi abuelo, la verdad no sabía por qué...
─Hmmm, no ─contestó mi papá de forma inmediata─. En fin, que te diviertas.
─Oye papá, yo manejo un Kia y tú tienes una Tucson, ¿intercambiamos?
─Está bien, pero si rayas mi auto, yo rayo tu libertad condicional.
─Ok, lo cuidaré.
Sólo tomé un abrigo y salí de casa, me dirigí al auto, debía pasar por Carly y eso hice, la recogí en el auto de mi papá, ella se encontraba con un vestido negro, hasta las rodillas, su pelo tenía una cinta, era normal en ella tener una cola de caballo, pero así estaba bonita. La llevé a un restaurante italiano que recién abría en el pueblo, cuando íbamos rumbo al restaurante ella comenzó a hablarme, bueno, era algo obvio, éramos los únicos en el auto.
─¿El auto es nuevo? ─me preguntó.
─Ah, sí; es nuevo...
─¡Oh! Que bien, aunque el otro día te vi con un Kia.
─Sí, ah... era el auto de mi mamá, lo usaba hasta que me compraran el nuevo auto.
─¡Qué cool! Es más espacioso y eso es bueno.
Por fin habíamos llegado al restaurante, bajé del auto, le abrí la puerta y la ayudé a bajar, el ballet parking se llevó el auto, mientras Carly y yo íbamos adentro.
─¡Wow! Si me hubieras dicho que era un lugar así de elegante me hubiera puesto otra cosa ─expresó Carly.
─Claro que no, estás bien con ese vestido, pero por lo menos suéltate el pelo...
─¡Qué! ─dijo confundida.
─¡Qué estás estupenda! ¿Qué escuchaste?
─Hmmm, nada, creí haber escuchado otra cosa.
─Ah, ¿nos sentamos?
─¡Claro!
Fue una buena cena, ambos ordenamos pasta con salsa boloñesa, fue increíble, sabía muy rico, además, Carly había ordenado pan con ajo que también sabía muy bien. Estuvimos hablando un rato sobre nosotros, fue una cena estupenda, hasta que llegó un chico vendiendo flores. Lo pensé por un momento, pero creo que valió la pena comprarle flores.
Luego de todo eso decidí hacerle una pregunta, pero estaba completamente nervioso, no estaba seguro de cuál sería su respuesta, eso sí, estaba preparado para el rechazo si es que eso ocurría.
─¿Carly? Pues... hoy estás muy hermosa, creo que eres una chica especial y quería saber si.... ─En ese momento Carly recibió una llamada, se colocó de pie y contestó, estuvo así un par de minutos y luego regresó.
─Arnold, ¿podrías llevarme al hospital?
─Espera, ¿qué? Ah, claro, sí, sí puedo.
Pagué la cuenta, salimos del restaurante y el ballet parking nos trajo el auto. En el camino estuvimos un poco callados, no sabía en realidad que decirle, aunque lo que si fue bueno era preguntarle qué rayos haríamos en el hospital, a lo que me respondió.
─¡Kevin ha despertado del coma! ─Frené en seco, no podía creer que Duff por fin había despertado del coma, ni siquiera era una buena noticia, bueno, tampoco era una mala noticia─. Lo sé, no te lo dije, pero no lo hice porque sé que Kevin no está en la lista de tus personas favoritas, no creo que quieras verlo.
─Eso es algo estúpido, ha pasado tanto tiempo, no puedo tener rencor toda la vida, vamos a ver a Duff.
Después de unos minutos llegamos al hospital, Carly me dijo que fuera a casa, pero creí que lo mejor era acompañarla a ver a Kevin. Entramos y Carly se puso a hablar con el Dr. McClain, éste le informó que sería complicado hablar con Kevin ya que él tenía amnesia y no recordaba nada.
─¿Está seguro que no recuerda nada? ─preguntó Carly, muy preocupada.
─Claro que estoy seguro, con dificultad sabe que se llama Kevin, el chico realmente está mal, pero aun así pueden verlo, obvio, por poco tiempo.
Ambos fuimos de inmediato a la habitación, al entrar estaba él, sentado en la cama con la mirada perdida hacia el suelo. El silencio en la habitación era inminente, hasta que su cuello dio un giro de 90 grados, me miró de arriba a abajo rápidamente, luego miró Carly.
─Foster... ─farfulló él, a la brevedad Carly se quedó impactada.
─El doctor dijo que no te acordabas de nada, pero acabas de decir mi apellido. ─Carly estaba contenta, pero era casi imposible que Duff la olvidara, o al menos eso pensé.
─Perdón, pero, ¿Te conozco? ─Vaya, la pregunta que Duff le hizo nos confundió a ambos.
─¿No me recuerdas?
─¿Debería?
─¡Wow!
─¿Cómo puedes hacerle eso? ─rechisté.
─¿Tú quién eres...? ¿Son novios?
─¿Qué? ─Carly estaba sorprendida─. Él es...
─Su amigo, soy solo su amigo.
─Lástima, hacen linda pareja.
─No puedo lidiar con esto. ─Carly salió de la habitación, los comentarios de Duff la estaban confundiendo más de lo normal.
─¿Porque le haces esto? ¿Acaso no entiendes que ella siente algo por ti?
─¿Por qué me reclamas? Sí es cierto que la conozco, pero he perdido la memoria, ¿No debería entender ella que no puedo recordar?
─Pudiste haber perdido la memoria, pero no olvidaste como ser un patán.
─Puede ser... Largarte.
─¡Qué!
─Ya escuchaste, podré haber perdido la memoria, pero puedo ver que esa chica te importa, aunque tú no le interesas... No lo volveré a decir, vete.
¿Quién rayos era él? Conocí a Kevin muy bien, y él no era Kevin Duff, era todo lo que quedó del accidente. Era lo que no esperábamos que apareciera, aunque siendo honesto, no quería que despertara; al menos no hoy.
Mientras caminaba por el pasillo pude ver que mi padre estaba sentado en las sillas de espera, me acerqué a él para saber qué hacía en el hospital, jamás y nunca estaría aquí por Kevin, así que otra debía ser la razón. Mientras estaba sentado pude notar que las lágrimas corrían por sus mejillas, no sabía cómo decirme lo que ocurría, en eso salió el doctor, me fui hacia él rápidamente, quería saber que ocurría, pero cuando me dijo... Me desplomé.
Mi abuelo estaba muerto, mi abuelo que estaba tan sano, tan lleno de vida, mi abuelo ya no estaba. No sé qué era peor, que mi abuelo ya no estuviera conmigo o que Kevin Duff hubiera despertado del coma.
Carly estaba destrozada, quería consolarla a ella, pero quién me iba a consolar a mí. Quién se atrevería a decirme que había algo bueno de todo esto... ¿Quién? Maldita sea.
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