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El almuerzo había terminado con una tensión extraña en el aire.
Seokjin se retiró haciendo reverencia a sus mayores diciendo que debía salir de compras, aunque en realidad lo que quería era escapar por un momento para aclarar su mente.

El padre de Tae se había ofrecido para llevarlo y dejarlo en el centro, oferta que Jin no pudo rechazar.





Namjoon claramente afectado regresó a su despacho para concentrar su mente en el trabajo ignorando que detrás Tae le seguía con un semblante nada amigable.

-¿Por qué me mentiste?! – gritaba exaltado en cuanto ingresó al despacho cerrando la puerta tras suyo asustando al mayor.

-¿Tae?- preguntaba confundido sin entender el por qué de la actitud de su hermano.

-¡¡¡Sabes que no me gustan las mentiras!!!- gritaba aún más fuerte

-No entiendo de qué me estás hablando- respondía en tono calmado- relájate por favor.

-¿No es obvio? ¡Hablo de Kim Seokjin! – lo retaba con la mirada mientras que el contrario había quedado pasmado ante esas palabras. Ya que su hermano no respondía prefirió seguir hablando – ¡Dijiste que no lo conocías!

-Yo…- Namjoon no sabía qué responder él creía que su hermano no lo recordaría.

-¿Cómo crees que podré hacer esto sabiendo que es el chico que te gusta tanto?- sintiéndose impotente sus lágrimas empezaron a salir nuevamente.

-Yo … de verdad no tenía idea que fuera él-hablaba finalmente con la voz entrecortada.

Al ver la sinceridad en sus palabras Tae estaba más enfurecido aún, ¿cómo se suponía que ahora llevaría adelante esa dichosa ceremonia? ¿Cómo después de haberlo visto y haber sentido cierta atracción? No podía hacerle eso a su hermano, simplemente no debía sentir eso por alguien que a su hermano le gustaba, eso estaba mal muy mal.

-“¿En qué momento se puso todo tan complicado?”- pensó Namjoon, quería responder que no se preocupe, que sólo debería estar con Jin una noche y ya, que eso a él no le afectaba. Pero no podía, no podía decirlo porque realmente le afectaba, más ahora después de haberlos visto en el almuerzo, en cómo se miraban. Su corazón se rompía cada vez más, sabía que ahí él ya no tenía oportunidad, pero no quería admitirlo. Sus padres siempre le habían dicho que la vida está llena de sacrificios que debemos hacer para prosperar. Pero nunca creyó que hacerlo fuera tan difícil.

-No lo voy a hacer, no quiero que sufras- Volvía a hablar Tae con voz firme saliendo inmediatamente del despacho de su hermano, tomando sus llaves y su abrigo salió a toda prisa de su casa con rumbo desconocido.


Tae salió a caminar sin un rumbo fijo. Necesitaba calmar el mar de emociones que sentía en ese momento, para poder tomar la mejor decisión que le ayudara a superar sus actuales problemas.
Por un lado estaban su hermano y su felicidad.

Por el otro estaba cumplir su deber y quizás, sólo quizás, llegar a ser feliz.

Aunque tenía bien en claro que estaría sólo una vez con Seokjin, no se sentía capaz de poder soltarlo si se entregaba a él. Algo muy dentro suyo había sentido más que atracción física, lo cual estaba asustándolo y era el motivo de su preocupación hacia su hermano.

Él no quería ser el causante del sufrimiento de Namjoon, lo había visto sufrir años antes por Seokjin, siendo la única vez que lo había visto llorar, la primera vez que lo vio tan frágil. Sintiendo impotencia por no haber podido ayudar en esa ocasión, peor fue cuando su hermano le mostró una fotografía del susodicho y Tae sintió por primera vez una corriente por todo el cuerpo, creyendo que nunca había visto a un ser más hermoso en la faz de la tierra. En ese entonces Tae tenía sólo 15 años y creyó que fueron las hormonas del momento, así que culpándole a la pubertad; prefirió olvidar ese momento.

Hasta ahora que lo vio en persona, volviendo a sentir lo de aquella vez. Incluso con más potencia, el calor en su pecho parecía quemarlo. Todo su ser quería seguir viendo al dueño de esa aura que lo llamaba como si fuera un imán.

Pero sabía que no podía dejar crecer ese sentimiento, no debía pues era la persona de la que su hermano estaba muy enamorado.
Ahora se sentía totalmente perdido y solo en el mundo, después de también haber perdido a su único amigo. Con el corazón destrozado, las lágrimas saliendo fuera de control siguió caminando a donde le llevaran sus pies.





Namjoon se encontraba en su despacho, igual o quizás peor que su hermanito. Sintiéndose un estorbo, un bueno para nada. Pues su padre siempre le había hecho sentir así.

Aún recuerda cuando llegaron a esa casa por primera vez, él tenía 5 años, su padre se había casado otra vez. Pero esta vez era con alguien de la rama principal de los Kim, aunque se decía que ese hombre en sí no era el directo descendiente sino que provenía de una rama creída extinta la cual se encontraba en Japón.

El nuevo esposo de su padre tenía un hijo dos años menor que él. Todo el mundo lo consentía en demasía, los más lindos juguetes, las mejores ropas, hasta el cariño de su propio padre; absolutamente todo lo tenía Tae. Esto había hecho que Namjoon empezara a odiarlo, todos sus mayores siempre lo ignoraban y cuando quería algo simplemente le decían “No tengo tiempo” “Mejor ve a estudiar” “Eso es sólo para los niños especiales como Tae” y más cosas que lo hacían sentir un bueno para nada, un estorbo que no debía estar ahí.

En cambio Tae era quien siempre se preocupaba por él, le llevaba comida a escondidas cuando lo castigaban, le curaba sus heridas cuando se lastimaba por lo torpe de sus movimientos. Muchas veces que sin querer rompía cosas de mucho valor, Tae siempre se echaba la culpa para que no lo castigaran. Todo eso hizo que Namjoon recapacitara y dejara de tratarlo mal, dejando de sentir envidia de su hermanito, reemplazando este sentimiento con amor hacia él pues se lo había ganado a pulso.

Pero en estos momentos, la envidia estaba luchando por volver, eso lo estaba atormentando. Había prometido cuidar de su hermanito siempre, ponerlo como prioridad más aún cuando se enteró del verdadero peligro que corre debido ser tan especial. Sin embargo ahora estaba por hacer el único acto egoísta, poniéndose él como prioridad antes que su hermanito. 

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Holas acá les traigo otro capítulo 😏

Las cosas se van complicando! 😳

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