Al día siguiente Namjoon decidió escribir a Jimin desesperado por la información que obtuvo esa noche.

Jimin no había podido dormir toda la noche por su error gigantesco pensando en cómo se disculparía con Tae. Pero ahora que había recibido esos mensajes de Namjoon estaba peor que antes, ¿qué haría?, si su familia se entera de lo que estuvo a punto de hacer de seguro lo hacían desaparecer de la faz de la tierra.

Por otra parte Tae había quedado profundamente dormido luego de quedar agotado por llorar durante muchas horas.

Armándose de todo el valor posible, Jimin al fin decide volver a su habitación donde se encontraba su amigo, sus papás ya habían salido a trabajar, él por su parte debía asistir al suyo, pero había pedido permiso para entrar luego de mediodía, al menos aprovecharía estar allí el tiempo que le quede ya que seguramente lo despedirían luego de que se enteraran de su pecado. Resignado golpea la puerta suavemente para poder ingresar, al no obtener respuesta decide ingresar lentamente, encontrándose a un Tae dormido.

Ver sus ojos hinchados y las lágrimas secas en sus mejillas, destrozó aún más su corazón, deseaba volver el tiempo para evitar cometer el mayor error de su vida.

-Perdóname, no debí perder el control – decía en voz baja sentado en el piso al lado de la cama con su rostro entre sus rodillas sintiendo las lágrimas acumularse nuevamente.

Prefirió quedarse ahí al lado de Tae hasta que despertara por cuenta propia pues no tenía el valor de hacerlo despertar, después de todo Namjoon no le había dado una hora límite para que haga regresar a Tae.

Después de un par de horas más Tae finalmente despertaba tallándose los ojos intentaba levantarse, cuando vio quién se encontraba a lado de la cama dio un brinco al extremo más alejado de esta, haciendo asustar también a Jimin.

-P… por favor … no tengas miedo – hablaba lo más calmado posible con la voz apenas audible, recibiendo a cambio una mirada llena de miedo – Lo … lo siento… en serio no sé qué me pasó, pero es verdad que te amo, aunque eso no justifica mis acciones, fui un animal lo siento – al ver que Tae solo lo miraba con ojos de cachorro asustado temblando levemente, su corazón no lo resistió y terminó llorando con todo su ser – Por favor perdóname, estoy muy arrepentido no volverá a pasar lo juro, sólo …- sorbía su nariz tratando de calmarse – sólo no me dejes, no dejes de ser mi amigo por favor, sé que suena egoísta de mi parte, pero … no quiero perderte – miraba finalmente a Tae  quién seguía igual que minutos antes, sin responder absolutamente nada – Tu hermano me escribió hace unas horas, dice que debes ir a casa, debe hablarte de algo urgente – decía evitando el tema de que ellos ya sabían que Tae quería escaparse, pues eso sólo empeoraría las cosas.
Se quedaron varios minutos en silencio, al no recibir respuesta  decidió levantarse – ¿Quieres que te acompañe? – el silencio seguía siendo sepulcral -“vaya pero qué pregunta más tonta, es obvio que no va a querer estar conmigo quien sabe por cuánto tiempo” – pensaba agachando la mirada – Voy a llamar a tu hermano para que venga por ti – decía dando una última mirada al menor que se encontraba abrazando sus piernas con la cabeza escondida entre sus rodillas, con el corazón destrozado salía de la habitación cerrando la puerta cayendo al piso inmediatamente volviendo a llorar.

Tae seguía procesando la información, aún estando en Shock la confesión de su amigo le era difícil de procesar, por más que quiso responder su cuerpo simplemente no lo obedeció.

Sus sentimientos estaban muy alterados y confundiéndolo a cada minuto, tampoco quería quedarse sólo, era si único amigo; pero también había sobrepasado el límite de la confianza que él le tenía.

Sin darse cuenta había vuelto a llorar, ¿Por qué le pasaban estas cosas a él? ¿Por qué el destino se encaprichaba en dejarlo solo? ¿Acaso había nacido solamente para sufrir?.

Las preguntas en su cabeza no dejaban de aparecer, sintiéndose mareado se levantó para ir por un vaso se agua, desvaneciéndose en el proceso.

Namjoon había llegado lo más rápido que pudo a la casa de Jimin, éste lo recibió dejándolo pasar.

-Tae está en mi cuarto, puedes ir por él- hablaba con la voz demasiado seca, preocupando al mayor, pues nunca había visto a ese chico en ese estado, el siempre andaba sonriendo, correteando por todos lados. En cambio ahora parecía que un tren lo había arrasado, sus ojos estaban hinchados, con unas ojeras enormes, sus labios estaban secos y se veía más pálido de lo que recordaba.

-¿Te sientes bien?¿Estás enfermo?- preguntaba preocupado.

-Es… estoy bien no te preocupes – respondía con una sonrisa claramente forzada.

-No me lo parece, mejor hoy descansa del trabajo y recupérate – volvía a hablar mirándolo fijamente – No será bueno que te vean así hoy en el trabajo, además en los siguientes días íbamos a dejarte a cargo porque ya sabes todos debemos estar presentes en la ceremonia de Tae.

-Oh si está bien, gracias por el permiso, para mañana estaré perfecto, en serio no tengo nada grave sólo… sólo es stress – respondía con la cabeza gacha.

-El stress es peligroso también así que no lo tomes a la ligera – decía alborotando los cabellos del menor – ahora dónde está mi hermanito, ve a traerlo por favor – su voz sonaba más amable de lo normal mostrando su característica sonrisa que dejaba ver esos lindos hoyuelos.

-E… es mejor que vayas tú por él- respondía con la voz más baja mirando a otro lado pues no podía ver a los ojos al hermano del ser que había lastimado –

-Entiendo, están peleados – hablaba causando un escalofríos en el menor  - pero mejor vayamos los dos porque no sé dónde es – recalcaba recibiendo un asentimiento torpe.

Ambos se dirigieron hacia arriba, en cuanto ingresaron al cuarto Namjoon vio a su hermano tirado en el piso, asustado corrió hasta él.

-Tae Tae!!! – gritaba desesperado- ¿Qué pasó?!!- pedía respuestas a un claramente asustado Jimin.

-No… no lo sé- respondía con la voz entrecortada – esta mañana lo vi no… normal – mentía pues no podría decir que lo vio petrificado de miedo por su presencia.

Namjoon había levantado a su hermano en sus brazos con delicadeza – Tae por favor no …- sus lágrimas empezaban a caer, pues luego de haber leído las advertencias de ese libro una de las cosas que decía era que si la persona no despertaba su poder antes de los 25 años este caería en un profundo sueño, que lentamente lo llevaría a la muerte. Pues había un equilibrio que mantener en el universo y si el cuerpo no reclamaba los poderes, los poderes reclamarían el cuerpo.

Holas acá les dejo la primera parte de esta maratón 😏😏

Disfrútenlo, será el mejor regalo de cumpleaños para mí que lean mi trabajo 🥰😘