- 30 -
Jimin ingresó a la habitación de Tae con cuidado, el menor estaba sentado en la cama con la mirada perdida en dirección a su ventanal.
—Yo — Jimin llamaba la atención de Tae para que lo viera a los ojos, pero el menor no respondía, así que optó por continuar — Ya fui a verlo, él… —
—No quiero saberlo — Tae interrumpió a Jimin con la voz tajante, el mayor lo miró confundido — No quiero saber de él, al menos no ahora —
—¿Qué te pasa? Creí que… —
—Creíste mal — Tae volvía a interrumpirlo — Jimin, quizás no lo sabes, pero — volteó al fin la mirada encontrándose con un Jimin que lo veía extrañado — Jin me engañó, me usó, robó mis poderes y … por su culpa estoy así — dijo lo último estallando en llanto.
Jimin se acercó a consolarlo, no sabía que el menor ya se había enterado del hecho, era obvio que eso lo tenía así de mal anímicamente.
Por el momento era mejor dejar las cosas así, después habría tiempo para aclarar las cosas.
Un nuevo domingo llegó, pasó una semana en la cual Tae ya estaba recuperado, al menos de sus heridas físicas, porque su corazón seguía dolido por las acciones de su amado Jin.
Durante toda la semana se había negado ir a verlo, al parecer había despertado una vez, pero no supo más, porque no quiso escucharlo.
Luego de los primeros días de intenso cuidado, Jungkook al fin volvió a su trabajo en la cafetería, aunque todavía no tenía fuerzas para volver a sus clases de la universidad.
Jimin y los demás Kim, ayudaron a Jungkook a cuidar de Jin, cuando el menor no podía estar en casa, todos atentos a su despertar.
La primera vez que lo hizo sólo vio a Jungkook y volvió a dormir.
Pero ya era un avance, su despertar le dio más esperanzas a Jungkook quien estaba ya trabajando a todo lo que podía para devolver el dinero de las medicinas a los Kim.
Ese domingo, Jungkook llegó a la casa muy temprano, Jimin lo recibió al parecer le ganó en llegar.
Con el desayuno en la mano el menor subió a la habitación de su hermano.
Al entrar, quedó atónito al ver a Jin luchando por sentarse.
—¡Jin! — tiró la bandeja donde pudo y corrió a su lado — No te muevas, aún tu cuerpo está recuperándose — lo detuvo gentilmente de los hombros para que volviera a acostarse.
—¡Kookie!— Jin sintió un gran alivio al ver a su hermanito sano y salvo intentando abrazarlo, pero el dolor en su costado se lo impidió.
—Tranquilo, no te muevas tanto, aún estás delicado —
—¿Dónde estoy? — Preguntó aún aturdido por el despertar abrupto que tuvo.
—En la casa de los Kim — respondió sintiendo un gran alivio por ver a su hermano mucho mejor y que al fin haya despertado.
—¡¿Qué?!— Jin se exaltó
—Tranquilo, ellos te curaron — explicó preocupado por la herida de su costado, no sabía si ya era tiempo de que se pudiera sentar.
—Siguen haciendo cosas que no merezco — dijo Jin en un hilo de voz que Jungkook escuchó con claridad debido al silencioso cuarto.
—No digas eso Jinnie — Jungkook pedía acongojado.
—Esta vez voy a hacer lo correcto, tú siempre tuviste la razón y yo por mi terquedad no te hice caso — Jin logró sentarse por completo en la cama, pero su hermano lo miraba asustado — tranquilo Kookie, estoy bien, créeme — acarició los cabellos largos de su hermanito.
Este se puso a llorar, al fin su amado hermano había despertado, estaba feliz de que haya sido antes del pronóstico que el abuelo Kim le dio, según el anciano, Jin debía despertar en dos semanas como mínimo por la gran pérdida de sangre que tuvo y la gravedad de la herida de su costado.
—Tranquilo — Jin consolaba a su hermanito con una sonrisa — Por favor, ¿podrías llamar a Tae? —
—¿Para qué?— el pedido del mayor lo halló de sorpresa.
—Te dije que ahora haré las cosas bien, voy a devolverle sus poderes — respondió aún manteniendo su sonrisa.
—¿Estás seguro? No crees que por eso lograste recuperarte tan rápido, si lo devuelves, quizás empeoras — Jungkook no quería que su amado hermano vuelva a decaer.
—No es mío Kookie, debo devolverlo y si vuelvo a casa, sabes que allá también tengo medicina que podrá ayudarme — intentó razonar con su hermanito.
—¿Volverás? — Jungkook estaba más asustado que antes.
—No puedo dejar el templo tanto tiempo solo, lo sabes — siguió acariciando la cabeza de su hermanito — no te preocupes, podré visitarte en cuanto me recupere del todo —
—Yo voy contigo — dijo sin dudarlo.
—No Kookie, tú ya tienes una vida acá, no dejaré que eches todo a la basura, solo por mi — Jin lo miró fijamente, el mayor sabia muy bien que Jungkook no tenía buenos recuerdos de su antiguo hogar, no quería que sus pesadillas volvieran.
—Tú eres más importante para mi — Jin seguía batiendo en negativa su cabeza — Entonces por lo menos déjame cuidarte acá hasta que estés completamente sano — pidió con sus ojos cristalinos.
—Está bien, ahora ve a llamar a Tae —
Jungkook asintió ya más calmado, saliendo del lugar en busca de Tae.
Al llegar a la habitación del Kim menor golpeó la puerta esperando ser atendido. A los pocos minutos Jimin fue quien le abrió la puerta.
—Jungkook, ¿necesitas algo? — Jimin lo miraba atento, pues notó las lágrimas secas en sus mejillas.
—Jin, Jin ha despertado — dijo con una sonrisa enorme pero con sus ojos llenos de muchas lágrimas.
—¡Oh! ¡Eso es increíble! — Jimin estaba sinceramente feliz.
—Pero, quiere ver a Tae — dijo bajito, sabía que el Kim menor había estado evitando a Jin toda la semana.
Jimin se giró para ir hacia donde estaba Tae, era obvio que lo escuchó, aún así le iba a pasar el mensaje.
—Tae, Jin está pidiendo verte — usó la voz más suave que pudo.
—No me interesa — respondió tajante volteando su rostro.
—Por favor, es importante — Jungkook intervino haciendo una marcada reverencia.
—Vamos bonito, no seas terco, dale una oportunidad para que se explique — Jimin intentó convencerlo, ni él mismo se lo creía, estaba literalmente rogando para que Tae vaya a los brazos de su rival.
—Ugh, está bien — respondió fastidiado saliendo de la habitación rápidamente.
A los pocos minutos ya estaba ingresando a la habitación del mayor.
—TaeTae — dijo Jin con una débil sonrisa al verlo ingresar.
—No me digas así, ¿Qué quieres? — respondió hostil.
—Me alegra ver que estás bien — Jin ignoró el tono tajante del menor.
—¿A si? Qué sorpresa, creí que me querías ver acabado — respondió hiriente.
Esas palabras se clavaron en el corazón de Jin como dagas, ese dolor estaba siendo más grande que sus heridas físicas.
—Lamento lo ocurrido — dijo bajando la mirada.
—Yo lo lamento más, no puedo creer que haya llegado a … — Tae no pudo terminar la frase, el nudo en su garganta no se lo permitió, ver a Jin en ese estado, pese a que seguro se veía mejor que antes, lo estaba afectando, pero el dolor de su traición era más fuerte que el verlo ahí tendido en la cama.
—Sé que hice mal y lo siento, no tengo derecho a apelar a tu perdón — dijo aún con la mirada gacha.
—No, no lo tienes — respondió luchando para que sus lágrimas no salieran.
—Entiendo, pero, debo darte algo, acércate por favor — pidió levantando la mirada, Tae lo miró incrédulo con una ceja levantada— Será lo último que te pediré, por favor acércate —
Taehyung dudando aún, se acercó lentamente.
—¿Qué quieres Kim? — se cruzó de brazos con mirada despectiva.
—Ayúdame a sentarme, por favor — Tae lo miró aún más desconfiado — sólo así te podré dar lo que tengo para ti, desde acá no lo alcanzo — mintió, sabía que si le decía la verdad, Tae saldría a toda carrera del lugar.
Taehyung sintiéndose derrotado finalmente cedió, pese a que quería mostrarse lo más rudo posible, no podía negarse a esos ojos que lo miraban suplicante, como si de ellos dependiera su vida.
“Maldito sea yo que no puedo mantenerme firme ante este hombre” pensó Tae, regañándose mentalmente.
Acto seguido, se agachó para ayudar a Jin a sentarse, Jin cruzó los brazos alrededor de su cuello y en menos de un segundo juntó sus labios con los del menor.
Tae se asustó al recibir ese beso, su corazón comenzó a latir rápidamente, pero su mente le gritaba que eso estaba mal.
Luchó para que lo soltara, pero Jin había sacado fuerzas de donde no tenía para evitar que rompiera el contacto, Tae se debilitaba, el beso de Jin estaba profundizándose, lentamente lamió los labios del menor, pidiendo que deje ingresar a su lengua.
El menor no pudo seguir luchando con su mente y el corazón ganó la primera batalla, dejando ingresar a su cavidad a la lengua caliente del mayor, pronto sus lenguas ya danzaban juntas.
Jin afirmó el agarre en el cuello del menor, profundizando aún más el beso, disfrutando de esa jugosa boca a la que se había vuelto adicto.
Taehyung estaba perdiéndose más y más en ese beso, se sintió desfallecer como la primera vez, aunque ahora un calor estaba invadiendo su cuerpo.
Pronto recordó lo que le había pasado por el beso de Jin, volviendo a luchar para que lo soltara.
Jin no lo dejó, hasta unos segundos más y cayó rendido en la cama.
—¡Cómo te atreves a hacerme esto! — gritó Tae apartándose de inmediato de su lado tocándose los labios — ¡Te odio! ¡No me vuelvas a tocar! — gritó saliendo de la habitación lanzando un portazo.
Jin sintió su corazón quebrarse.
—Lo he perdido, me lo merezco — dijo antes de caer inconsciente.
✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️✴️
Holas pixelitos, acá está el segundo capítulo del esta mini maratón en honor al TaeJin Day 😍😏💜💜
Las amito cuídense 😘💜💜
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro