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Jimin estaba cuidando de Jungkook que aún dormía en la cama de Tae, el abuelo de la familia atendió las heridas que sufrió, ahora estaba reposando, todos decidieron salir de la habitación dejando a Jimin a cargo.
—Pero, Tae— Jimin dijo antes de que salieran todos.
—No te preocupes, lo vamos a traer de vuelta y en una pieza— Yeonsung consolaba a Jimin para que se quedara en la habitación a cuidar del muchacho.
El menor asintió dándole una mirada de ruego, pidiendo que sus palabras se hagan realidad.
—¿A dónde fue Jin? — Namjoon preguntaba histérico una vez estando fuera de la habitación.
—Lo sabremos en un instante — dijo Yeonsung bajando las gradas rápidamente yendo a su despacho.
Todos le siguieron el paso atentos a lo que haría.
—Le di a Tae un brazalete— explicaba al sentarse frente al computador — no era solo para ocultar su presencia, también tiene un rastreador, en un momento sabremos dónde está— dijo al buscar en su computador la señal del brazalete.
Todos estaban temerosos por no poder hallar la señal.
—¡Demonios! — dijo Yeonsung al encontrar donde estaba la señal.
—¿Qué pasa? — preguntó el anciano tratando de mantener la calma.
—Están muy lejos, a unas 6 horas en auto— dijo Yeonsung y todos quedaron boquiabiertos.
—¡Eso es demasiado tiempo! — gritó Namjoon pasando las manos por sus cabellos histérico.
—Para un auto sí, no nos queda más opción que utilizar el helicóptero— dijo Yeonsung levantándose de su lugar yendo a una de sus repisas.
—¿Tenemos helicóptero?— preguntó Namjoon extrañado.
—Si, está en el terreno del abuelo— respondió su padre.
—¿Entonces qué esperamos? ¡Vamos ya! — Namjoon estaba impaciente.
—Tranquilo, tú y el abuelo deben quedarse, ayúdalo con reestablecer la barrera, tu padre y yo iremos por Tae y Jin — dijo Yeonsung al salir del despacho seguido de su esposo.
Namjoon accedió, por más que quisiera ir en el helicóptero, no serviría de nada pues nunca había manejado uno, además en él no cabrían tantas personas por lo que debía quedarse y ayudar en lo que pudiera al abuelo.
Yeonsung y su esposo estaban ya en los terrenos del abuelo, subiendo al helicóptero.
—¿Recuerdas cómo pilotar?— preguntó su esposo.
—Claro que sí, estás hablando con Yeonsung— dijo guiñando un ojo.
Partieron rumbo a la dirección en la que se encontraba Tae, rezando por llegar a tiempo.
El cielo se puso totalmente oscuro, las nubes se estaban acumulando alrededor del lugar donde yacían los cuerpos de Tae y Jin.
Yeonsung tuvo que luchar contra el fuerte viento que se formó en el lugar, con mucho esfuerzo logró aterrizar con éxito en ese pastizal.
Rápidamente corrieron hacia esa casa en pésimas condiciones que se encontraba a lo lejos, en el camino encontraron a Jin muy malherido en el suelo, había perdido mucha sangre.
—Yo lo llevaré al helicóptero, tú ve a buscar a Tae— dijo el esposo de Yeonsung cargando con cuidado el maltrecho cuerpo de Jin.
Yeonsung obedeció, siguiendo la señal que emitía el brazalete de Tae en su celular.
En unos minutos llegó a una vieja bodega, estaba muy oscuro, por lo que con precaución fue adentrándose en el lugar.
De repente notó un cuerpo al fondo, con el corazón acelerado se acercó rápidamente.
Al ver que era su hijo y encontrarlo desnudo en esas terribles condiciones su corazón se estrujó. Con miedo, revisó la frecuencia cardíaca de Tae, al percibir un leve pulso, el alma le volvió al cuerpo.
Se sacó su largo abrigo para cubrir a su hijo y con sumo cuidado se dirigió hacia el helicóptero.
Su esposo lo recibió con lágrimas en los ojos al ver a su hijo en ese deplorable estado. Lo tomó con cuidado y subió a la parte trasera del helicóptero para cuidar de ambos heridos.
Fueron los treinta minutos más largos de su vida, Yeonsung pedía a la madre luna que lo ayudara, no quería perder lo más importante de su vida. Había sacrificado muchas cosas por tener a Tae y haría todo lo posible por no perderlo.
Al llegar a casa Yeonsung cargó a Tae con sumo cuidado y su esposo llevó a Jin.
Jungkook ya se había recuperado y estaba en la sala con Jimin esperando la llegada de los esposos Kim.
En ese momento ingresaron a quienes tanto esperaban. Jungkook al ver el ensangrentado cuerpo de Jin, comenzó a llorar sin emitir ningún sonido.
Jimin también lloró al ver a Tae, pero nunca esperó que el menor también lo hiciera. Esa era la primera vez que lo veía así.
Llevaron a Tae y a Jin a sus respectivas habitaciones, siendo ahí donde el anciano los atendería.
Debido a la gravedad de sus heridas, Jin fue el primero en ser socorrido. Jungkook y Yeonsung fueron los ayudantes del Kim mayor.
Con cuidado y destreza, el anciano atendió los múltiples cortes que habían por todo el cuerpo de Jin.
La herida de su costado era la más grave, esta atravesaba su cuerpo. Gracias a algún tipo de milagro parecía que no afectó a los órganos internos.
—Debo operar— dijo el anciano mirando a Yeonsung— pero ha perdido mucha sangre, si no hacemos una transfusión pronto, no creo que sobreviva— explicó el Kim mayor.
—Pero, no sabemos su tipo de sangre — Yeonsung estaba preocupado.
—Su tipo de sangre es O — dijo Jungkook que había estado conteniendo sus lágrimas.
Yeonsung no supo cómo era que ese muchacho lo sabía, pero en ese momento era el menor de los problemas.
—Nadie en esta familia tiene ese tipo de sangre— dijo el anciano más preocupado.
—Yo, sí — acotó Yeonsung a quien lo miraron asombrados.
Sin más preguntas el Kim mayor extrajo la sangre necesaria de Yeonsung para después hacer la transfusión, seguida de la operación más riesgosa que haya hecho en sus últimos años.
Terminaron de atenderlo y Jungkook se quedó a su lado para velar por Jin.
Una vez en la habitación de Tae, el anciano cambió las vendas y volvió a curar sus anteriores heridas, porque se habían vuelto a abrir por el altercado.
Afortunadamente, al parecer no habían más que unos moretones a parte de sus anteriores heridas.
Jimin se quedó a cuidar a Tae y los mayores salieron de la habitación.
—Hay algo más— dijo Yeonsung al llegar a la sala donde su esposo se había unido a Namjoon en el conjuro para la barrera de protección.
—¿Algo más?— el anciano preguntó al guardar sus herramientas.
—Mi hijo — tomó aire, su característica templanza estaba tambaleando — mi hijo estaba completamente desnudo cuando lo encontré inconsciente— reveló la verdad.
—¿Cómo? ¿Crees que el vampiro, se haya aprovechado de Tae? — el anciano estaba bastante afectado.
—No estoy seguro— Yeonsung rogaba porque eso no haya pasado.
—Si eso ha pasado, si tomó el cuerpo de Tae y dejó su semilla en él, eso sería un serio problema — el anciano explicó consternado.
—¡Lo sé! — Yeonsung cerró los ojos, la impotencia, la incertidumbre, la preocupación lo estaban matando, si ese vampiro energético realmente había abusado de su hijo, lo perderían para siempre, su poder sería incontrolable a tal punto que consumiría su cuerpo. Y si eso no pasaba, entonces significaría que quedó embarazado y el bebé sería un engendro que contenga todo ese poder que el vampiro consumía de otros seres, sería algo tan peligroso y poderoso que nadie podría eliminarlo.
—Esperemos a que Tae despierte para preguntarle. Por nuestro bien ojalá que no haya pasado — el Kim mayor mantuvo la calma y se unió al conjuro de protección.
Yeonsung seguía en su trance, con nuevas lágrimas cayendo por su rostro.
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Holas pixelitos de mi corazón 💜
Volví con un nuevo capítulo 😏
Espero les guste.
Las amito 💜 bye.
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