Jin y Tae estaban ya de regreso a la casa del menor. El ambiente ahora era más relajado que en la mañana sintiéndose ambos más relajados, más cómodos el uno con el otro.

Una vez ya en casa, cada quien se fue a su respectiva habitación.

Tae preparó un baño de flores que su padre le había dado explicándole que debía seguir con su limpieza de auras negativas, más por haber estado todo el día en el exterior.

Esta vez no se resistió a lo sobreprotector que a veces su padre se ponía, el baño de flores le había gustado mucho, se sentía más relajado después de ello y en estos momentos lo necesitaba más que nunca.

Jimin salió lo más rápido que pudo de la cafetería nervioso y ansioso por saber de qué quería Tae hablar con él.

Aunque se hacía una idea y eso le daba un miedo que no podía fingir.

—¡Llegaste! — Tae recibió a Jimin con una gran sonrisa en el umbral de la puerta de la casa del menor.

—Hola, bonito— Jimin respondió con una sonrisa que estaba ocultando todos sus nervios.

—Vamos, entra— lo jalaba de la mano llevándolo hacia la cocina,
Jimin tomaba asiento en una de las sillas del lugar mientras Tae estaba preparando una taza de café y unas galletas.

—Gracias por venir — Tae puso la taza de café frente a Jimin.

—No tienes nada que agradecer, sabes que siempre estaré disponible para ti— sonrió cerrando los ojos.

—Eso es justo lo que quería hablar— Jimin estaba sudando frío— pero mejor hablamos de eso en mi habitación, acá las paredes tienen oídos— decía lo último en un susurro haciendo reír al mayor.

Ambos degustaron, Jimin de su café y Tae de su té, amenamente entre risas y anécdotas de Jimin en el café y su extraño cliente que según Jungkook iba sólo por él.

Jin salió de la ducha sintiéndose hambriento de pronto, se vistió y bajó a la cocina por algo para cenar.

Cuando estuvo cerca de la cocina escuchó unas risas que provenían de allí, acercándose más notando a dos figuras que no pensaba encontrarse ahí y mucho menos en esas condiciones. Jimin estaba agarrando a Tae de la cintura estando muy cerca el uno del otro.

—Buenas noches — su voz salía más profunda de lo esperado haciendo que el par diera un saltito del susto.

Tae estaba cubierto de espuma de las tazas que se habían puesto a lavar, ya que en medio de esa tarea también había empezado una guerra de quién lograba llenar con más espuma al contrario, lo que Jin no sabía era que Tae había resbalado con la espuma que estaba en el piso y Jimin lo sostuvo para que no cayera, siendo eso último lo único que vio Jin.

—Buenas noches— se apresuraba a responder Tae — perdona estába…—

—No me interesa, no tienes por qué disculparte es tu casa no la mía— interrumpió a Tae sonando muy irritado

—¡No tienes por qué hablarle así! — Jimin salió a la defensiva retándolo con la mirada.

—Está bien, Mochi no te enfades, terminemos de limpiar este desastre— Tae lo tomaba del pecho para que dejara esa posición de ataque, no quería una pelea ahí, aunque no entendía por qué Jin estaba actuando así.

Jimin le hizo caso y volvieron a lo suyo ignorando a Jin que aún los fulminaba con la mirada.

Tomó un plato de galletas, se puso a preparar su café cuando escuchó al par que se irían a la habitación del menor.

—Que tengas buena noche— Tae se despidió de Jin para luego salir de la cocina jalando a Jimin de la manga.

Al ver eso Jin se puso aún más enojado que antes.

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Holas 🤧 acá tienen la segunda parte de este capítulo 🥰

Nos vemos mañana, las amito 😘💜