Yeonsung le entregó a Tae un brazalete explicándole que este le ayudaría a controlar sus poderes, pues no estaban seguros aún que tenga sólo el poder de manejar el aire y el agua.

Aunque su padre no le dijo que eso también era un rastreador, aún temía por su hijo, pero no se lo diría, no quería que lo odiara más.

Taehyung estaba listo camino al auto que su padre les estaba brindando para su paseo, claramente él no podía conducir, de eso se encargaría Jin.

—Joven Seokjin— Yeonsung lo llamó antes de que saliera por la puerta— Por favor le pido que cuide de mi hijo, es lo único que me queda— lo miró afligido, abriendo sus sentimientos hacia el extraño por primera vez— Usted debe saber, afuera hay mucho peligro para él, por favor prométame que lo cuidará, no puedo seguir evitando su contacto con el mundo— lo tomó del hombro.

—No se preocupe, señor Kim, lo cuidaré— respondió sin expresión alguna retirándose con una reverencia yendo hacia el auto donde ya se encontraba el menor.

El viaje a la ciudad fue silencioso, ambos perdidos en sus pensamientos, uno lleno de emociones y el otro lleno de resentimiento.

—¿A dónde iremos primero?— Jin rompió el silencio manejando ya en el centro de la ciudad.

—Tú eres el que quería salir, ¿acaso no planeaste a dónde ir? — lo miró confundido.

—Sólo quería salir a dar un paseo, además no conozco tus gustos, por eso prefiero que tú elijas a dónde ir — respondió sin apartar la vista del camino.

—Si tú lo dices— se encogió de hombros— ¡Entonces vamos a una exposición de arte! Hay una cerca de acá, es una exposición de arte botánico— propuso con evidente emoción, ya que no siempre le dejaban salir a ese tipo de cosas.
—Está bien, vamos —
Tae indicó el camino llegando al lugar en poco tiempo.

Optaron por dejar el auto en un aparcamiento ya que desde ahí se moverían a pie.

Entraban a la famosa galería donde se encontraban todo tipo de exhibiciones con la temática botánica.

Tae parecía niño en dulcería correteando por el lugar jalando a Jin de la manga, explicándole cada figura, foto o pintura que se encontraba en el lugar.

Ambos salieron de la galería, Tae llevaba una enorme sonrisa mientras que Jin no dejaba de mirarlo.

—¡Ahora, vamos a comer unos helados!— Tae lo jaló por toda la cuadra yendo a su heladería favorita.

Jin simplemente se dejó llevar, se sentía muy a gusto observando a un Tae más natural, sin esa barrera que un día antes los separaba.

Entre risas saleron de la heladería, Tae se había burlado de Jin porque le dijo que nunca había comido helado.

—¡No puedo creer que nunca hayas probado un helado! — lo golpeó en el hombro.

—Ya déjame de molestar, ¿qué iba a saber que comer un pedazo tan grande me congelaría el cerebro?— se quejó haciendo puchero con las orejas levemente rojas apartando la mirada del menor.

Tae rió más sonoramente al ver la reacción de Jin sosteniendo su estómago, mientras que Jin se puso más colorado.

—¡Entonces hoy haremos todas las cosas que nunca hiciste antes! — paró de golpe frente a Jin levantando una mano en el aire como si fuera el salvador del planeta.

Jin lo vió de reojo y bufó por lo cómico que se veía, no negaría que este nuevo Tae le caía y mucho.

—Ven, ahora vamos a uno de mis lugares favoritos— Tae lo volvió a jalar del brazo llevándolo al parque que amaba.

Dieron un largo paseo por el parque disfrutando de la calma, del paisaje y el buen clima.

Hablaron sobre diferentes temas, conociéndose un poco más. Ambos asustados por sentirse tan a gusto el uno con el otro, pues las palabras estaban saliendo solas.

—Tengo hambre, ¡Vamos a almorzar!— Tae volvió a jalarlo de la manga y Jin lo siguió con gusto.

Al terminar de comer Tae optó por ir a pasear a un centro comercial, habían videojuegos y tenía muchas ganas de divertirse ahí.

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Holas, les traigo el capítulo de hoy, lo dividí en dos porque resultó ser muy largo 😅. Wattpad sólo permite 20 fotos y este capítulo tiene más 😅🙈.