Esa noche Jimin no había podido dormir, estaba preocupado por Tae, también sorprendido por verlo en ese estado, deseando que llegue el nuevo día para correr a casa del menor ya que la cafetería no abriría ese día y tampoco asistiría a sus clases pues Tae era más importante en ese momento.

Al llegar a la casa de los Kim, golpeaba la puerta con vehemencia, siendo atendido finalmente por Namjoon. Quién traía el rostro cansado, con unas ojeras y la misma ropa de ayer dándole a entender que tampoco había dormido.

-Pasa- decía Namjoon con la voz cansada haciéndose a un lado.

-Disculpa por llegar tan temprano–

-No te preocupes te entiendo, también he estado preocupado por el toda la noche- confesaba mientras cerraba la puerta,
Jimin se dirigía al cuarto de Tae cumpliendo las órdenes de Namjoon para cuidarlo y ayudarlo a que se mejore dándole una bandeja con el desayuno pues sabía que Tae no iba a bajar a desayunar.

Mientras los menores se encontraban en la recámara, Namjoon avisaba a Jin que podía bajar a desayunar en cuanto él quisiera, ganando un apenas audible “gracias” como respuesta.

Al parecer nadie había pasado bien la noche, incluyendo a sus papás; hasta Jin se escuchaba cansado.

Toda la mañana Jimin se quedó cuidando de Tae, feliz en parte por haber recobrado la relación con él, aunque sólo fuera amistad, para Jimin eso era suficiente mientras no se alejara de él. Aunque aún sentía el miedo en Tae, pero se encargaría de recuperar su confianza por completo.

Tae le había pedido un vaso con agua, por lo que Jimin salió a toda prisa hacia la cocina donde ahora ya no había nadie, prefiriendo llevar una pequeña jarra con lo pedido y un par de vasos.

Concentrando en encontrar el artefacto no se dio cuenta que alguien más ingresaba a la cocina, dando un salto por el susto al ver a sus espaldas a un desconocido.

-¿Acaso vives acá? – preguntaba el desconocido con un claro tono despectivo.

-¿Disculpa?- respondía ofendido por el tono empleado – ¿y tú quién diablos eres?

-Eso no te incumbe – decía de forma tajante mientras se acercaba al menor con la mirada llena de furia.

Estaba a punto de responder cuando Namjoon hizo acto de presencia ignorando el tenso ambiente que se había formado.

-¡Oh! Jimin ¿estás acá? – preguntaba de forma inocente.

-Vine por un poco de agua para TaeTae – respondía con una sonrisa, gesto que no pasó desapercibido para Jin haciéndolo sentir aún más irritado.

-Oh gracias por cuidar de él- decía Namjoon al acercarse a la alacena por unas galletas.

- No tienes nada que agradecer, lo hago con gusto – hablaba lo más dulce posible mientras tomaba la bandeja y salir de ahí rumbo a la habitación del menor, dejando a un muy irritado Jin y un Namjoon ajeno a la situación.

Namjoon estaba concentrado en encontrar sus dichosas galletas que no había notado el enojo de Jin, preguntando si se le antojaban unas galletas, sacándolo de su estado y su celular al mayor.

-No … gracias- respondía secamente extrañando a Namjoon el tono empleado.

-Aprovechando que estamos solos – volvía a hablar – quería responderte a lo que me dijiste ayer.

Namjoon se puso a temblar al escuchar esas palabras, sentía que su corazón no estaba listo aún para esa respuesta.

-Gracias y discúlpame, pero en estos momentos no estoy interesado en tener algún tipo de relación – decía mirando fijamente a los ojos de Namjoon quién ahora reflejaba tristeza en su mirada.

-E… está bien Hyung … gracias por tu sinceridad … te entiendo – respondía agarrando su plato con galletas saliendo a toda prisa del lugar hacia su despacho.

Por la tarde la casa empezó a ser más movida, alistando todo para la ceremonia de mayoría de edad de Tae.

Namjoon había decidido ser parte de la preparación de los brebajes aunque antes se había negado, pero sinceramente necesitaba despejar la mente para poder calmar su lastimado corazón.

En eso recordó que tenía una charla pendiente con sus padres, decidiendo finalmente romper el silencio.

-¿Están seguros de hacer esto?- preguntaba dejando de mezclar los ingredientes del tazón.

-¿A qué te refieres?- preguntaba su padre.

- A juntar a Tae con un desconocido, ¿acaso no saben de la advertencia?– hablaba angustiado pero tratando de mantener la calma.

-Claro que la conocemos – decía Yeonsung.

-Entonces ¿por qué lo obligan a estar con alguien que no ama? ¡¡¿Si saben que es peligroso y quizás nunca despierten sus poderes o incluso pueda perder la vida??!!– finalmente explotaba en gritos pues ya no podía seguir aguantando el mar de emociones que venía sintiendo.

-Es un sacrificio que estamos dispuestos a cometer – volvía a responder Yeonsung sin ninguna alteración en su voz sonando totalmente calmado.

-¡?Un sacrificio?! ¡Pero si es tu hijo!–  Gritaba eufórico.

-Lo sé. También sé que si no hacemos todo lo que está a nuestro alcance no podremos vivir en paz – explicaba manteniendo su tono relajado.

- Pero… - intentaba refutar pero está vez era su padre quién lo interrumpía.

-Pero nada Namjoon, entiende que se ha tomado una decisión y como te dije una vez, esta vida está llena de sacrificios que debemos hacer, en especial por la personas que amamos – decía con voz firme logrando que su hijo se calmara un poco.

-Llévale estas flores a Tae para que tome un baño con éstas, también dale la otra fuente a SeokJin, él también debe purificar su cuerpo con ellas y les avisas que deben estar en el salón donde se llevará a cabo la ceremonia en una hora – ordenaba Yeonsung.

Namjoon derrotado, simplemente asentía tomando ambas fuentes dirigiéndose a las habitaciones, sabía que no podría cancelar esa ceremonia, lo único que le quedaba era rezar porque a su hermanito no le pasara ninguna de las dos cosas de esa advertencia por no activar su poder con la persona destinada a amarlo.

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Holas! Volví con otro capítulo 😏

Les está gustando??? 🧐

Espero que sí 🙈

Las amito 😘💜