- Joder, no sabía que tenía tantos admiradores- expresó JiSoo su sorpresa al ver su casillero lleno de cartas y pequeñas notas- Wow, si Suga ve esto incendia el colegio.

- Pues que lo haga, muchos se lo agradecerían, yo sería la primera- rodé los ojos por su comentario.- Por cierto, gracias por sus lindas pegatinas, si no fuera por ustedes mi casillero estuviera vacío.

- El mió igual - agregué entre risas- Bueno pero tenemos más este año, Jimin y Jungkook también nos pusieron pegatinas.

- ¿En serio?- asentí y comenzó a leer las notas- Quiero ver que puso Jimin.

- Nim ¿Jungkook te escribió alguna carta?- miré la carta que había en mi mano con sonrojo- ¡Lo hizo! Deja leerla.

- No- la escondí en mi espalda - Yo no te pido leer las tuyas.

- Está bien...

- "Feliz día del amor y la amistad SuKim, estoy muy agradecido por haberte conocido, eres una chica genial; Jimin"- leyó en voz alta- Al menos escribió algo.

- Pues si.

- ¿DaeNim, le escribiste algo a Jungkook?- quiso saber SuKim.

- Si, pero...cuando llegué a su casillero habían un montón de chicas pegándoles notas y tratando de echarle sus cartas y pues yo no dejé la mía- ellas me miran mal.

- Eres muy tonta, eres su prometida tienes el derecho de echarlas, yo tú me escribo en la frente que soy su novia y vas a ver que nadie más se le acerca.- SuKim de exagerada.

- El chico seguro se sintió decepcionado al no encontrar tu carta, de alguna manera tienes que hacérsela llegar.- dijo JiSoo.

- Hoy mis padres nos prepararon una cita, se la daré ahí.

- Hola chicas- llegan los dos amigos.

- Ya sonó la campana entremos- nos comunicó Jimin.

Jungkook estaba algo serio, no me miraba y parecía avergonzado, ni siquiera me habló y él siempre lo hace.

Entramos a clases, y mientras el profesor de literatura daba su sermón me dispuse a leer la carta de Jungkook.

"Hola DaeNim, feliz día del Amor y de la Amistad. Quiero hacerte saber que ésta es la primera carta que le hago a una chica en este día, nunca había sentido la necesidad de hacerlo, hasta que te conocí. Y no creas que es porque eres mi prometida, lo hago porque eres la única chica que merece mi atención, por ser tan dulce, pura, linda e inteligente. DaeNim, de verdad estoy muy feliz de que tu seas mi futura esposa, gracias por aceptarme, te prometo que seré el mejor prometido y el mejor esposo"

Att: Jeon Jungkook.

Suspiré al terminar la carta, me había encantado, incluido el rico aroma que desprendía. Él, sin dudas es un caballero.

- Pss- miré atrás, él castaño me acababa de llamar- ¿Sabes lo de la cita de hoy?

- Si- el contacto visual es imposible mantenerlo con él, casi siempre traigo mi mirada en el suelo.

- Mi padre me prestó el auto, te pasaré a recoger.

- Está bien, gracias.- retomé mi posición, viendo la expresión de socarronería de mi compañera.- ¿Qué me miras?

- Oye, al menos un piquito se tienen que dar hoy.

- DaeNim y SuKim ¿tienen algo que aportar a la clase?

- Yo le comentaba a mi querida compañera que la tercera guerra mundial está a punto de suceder, lo ví en las noticias.

- Mejor, quédate callada SuKim.

- De acuerdo profesor.

(...)

Llegué a mi casa luego de un largo día de clases. Vi que mi mamá estaba regañando a mi hermanito y aproveché y fui corriendo a mi habitación antes de que me notara. Al entrar a mi cuarto vi que encima de la cama había un lindo vestido color rosa pálido con algunos destellos de brillo, también habían zapatos de tacón alto, algo que no me gusta usar. Pero bueno la ocasión amerita usarlos.

- ¿Te gusta?- me giré a mi madre y asentí.

- Está hermoso.

- Te ayudaré a arreglarte.

- No, mejor llama a HaMin, ella me ayudó la otra vez- negó mientras sacaba de una cajita algunas prendas.

- Le di el día hoy- me sonríe - Hoy será entre madre e hija.

- Vale, iré a bañarme.

No sé sí debería seguir enojada con ella, es cierto que lo que hizo no estuvo bien, pero creo que está haciendo el esfuerzo de arreglar las cosas entre nosotras. Al fin y al cabo, es mi madre.

Tras haberme duchado, salí en bata y me senté frente del tocador donde me esperaba mi madre.

- Cariño, yo quería disculparme contigo- hablabamos a través del espejo, ella peinaba mi cabello- Debí haberte consultado lo que iba hacer, pero tenía miedo a tu reacción.

- Siento que cometiste un error, pero decidí perdonarte, eres mi madre y aunque me haya molestado lo que hiciste debo perdonarte.- abraza mis hombros.

- Gracias, me estaba sintiendo pésimo- le sonreí.- Quiero que seas muy feliz mi pequeña, y ese chico es el mejor para eso, te lo aseguro.

- Eso espero.

Después de alistarme mi mamá salió a atender a mi hermano, y yo comencé a practicar con los tacones. No era tan difícil, sólo que algo incómodo.

Sentí un auto estacionarse y mi corazón se mandó a correr. Me asomé por la ventana y vi salir del elegante auto al guapo chico de sonrisa brillante, vestido de negro completamente. Su peinado lo hacía ver cómo un chico de veintitantos, me gustaba su estilo.

Tomé la bolsita y me dispuse a salir sin antes respirar hondo. Bajé lentamente las escaleras viéndolo conversar como mis padres, pero luego unió mirada conmigo, sonrojándome un poco.

- Está hermosa mi hija- escuché decir a mi padre.

- Muy hermosa- afirmó Jungkook, mostrando sus grandes dientes.

- Emm... vamos.- le dije.

- Si, vamos- me brinda su brazo para así entrelazarlos y yo apenada lo acepto.

- Cuídala.

- No sé preocupe, la traeré sana y salva.- se despide con una reverencia al igual que yo, y luego salimos.

Entramos al auto, y nos pusimos en marcha hacia el restaurante.

- Quería pedirte un favor- rasca su nuca- Es que no soy nada bueno en la escuela, se me hacen difícil todas las asignaturas y como tú eres tan inteligente quería pedirte tu ayuda ¿pudiera estudiar contigo?

- Si, no hay problema, con gusto te ayudo.

- Pero...Pero me gustaría que fuéramos nosotros solos nada más- se apena un poco- Es que cuando hay más personas no me concentro y me quedo igual de bruto.

- Está bien, puedo estudiar contigo y con ellas a parte.

- Muchas gracias.- me sonríe dulcemente y yo trato de devolverle la sonrisa.

Llegamos al poco rato al restaurante. Era hermoso desde afuera, por dentro debe de estar genial. El vuelve a invitarme a enlazar mi brazo con el de él, y así entramos al local, sintiendo el aura romántica que abundaba en el lugar.

- La vista es genial- como estaba en alto se podía ver el paisaje nocturno de Seúl.

Hicimos el pedido y mientras esperábamos, tomé la decisión de entregarle mi carta.

- Quería darte esto...- saco de mi cartera la carta que le había escrito- Lamento no habértela podido entregar antes, es que cuando fui a dejártela en el casillero, habían muchas chicas y no me dió chance.

- No importa lo importante es que me hiciste una- le sonreía a la carta- Pensé que no lo habías hecho, y me sentí algo triste por eso- dirige su mirada hacia mi rostro- Gracias de verdad, la leeré en cuanto llegue a casa.

- Me gustó mucho tu carta, eres el primero que me escribe una.

- Que bueno que te haya gustado, estaba muy nervioso.- vuelve a ver la carta- Quisiera leerla ahora.

- Me da vergüenza, mejor léelo a solas.

- No pasa nada, deja que lea un pedacito- intento arrebatársela pero se echa para atrás y no lo logré.

Sólo de acordarme lo que escribí me apena.

Hola Jungkook, feliz día de San Valentín. Quise aprovechar esta oportunidad para decirte que me agradas mucho y que me siento feliz de que seas tú mi prometido. Gracias por darme tanta confianza y aceptarme a pesar de mis defectos, eres un chico genial. Espero ser una buena esposa para ti.

Att: Kim DaeNim.

Cuando terminó me miró sonriente y con sus ojitos pequeños que casi ni se veían debido a su exagerada sonrisa.

- Me ha encantado- la guarda en el bolsillo interior de su saco- Gracias por aclararme que te agrado y que estas feliz de que sea yo tú futuro esposo.

- Estoy muy avergonzada - cubrí mis mejillas.

- Eres muy linda- se ríe de mí.- Te avergüenzas muy fácil.