07.
Llega el sábado, y como lo planeamos nos fuimos al parque en bici. JiSoo, su novio qué también asistió, SuKim y yo, llegamos primero y nos sentamos a esperar a que llegaran los otros dos chicos.
— ¿Vendrán?— preguntó JiSoo.— Ya han pasado 30 minutos.
— Le mandé un mensaje a Jimin pero no me respondió— dijo por lo bajo SuKim.— Nim, llama a tu... a Jungkook.
— No tengo su número.
—¿Qué?— exclamaron a la misma vez.
—¿Cómo es posible eso?— soba su cara SuKim.
Se escuchan los timbres de unas bicicletas y buscamos para ver de qué se trataba.
— Al fin llegaron— comentó JiSoo levantándose del suelo.
— Hola— saludaron alegremente ambos chicos.
— Disculpen la demora, es que tuvimos que ir a comprar unas bicicletas, no teníamos.— habló Jungkook.
— Bueno, pues comencemos nuestro paseo, el punto de encuentro será la cafetería Han, por si a alguien se le ocurre desviarse— comunicó SuKim, mirando directamente a JiSoo y a su novio, ellos sólo llevan una bici el la conduce ella va detrás.
— De acuerdo— respondimos.
Subimos a nuestras bicicletas y comenzamos a pedalear esquivando a las personas que están en la calle.
— ¡¡El último que llegue a la plaza paga el almuerzo!!— gritó Jimin, avanzando muy rápido en su bicicleta.
— ¡Yo no tengo dinero!— gritó SuKim poniendo todo su esfuerzo.
Suga y JiSoo, no estaban muy interesados pero igual siguieron detrás de Jimin, Jungkook también iba muy adelantado la que iba detrás era yo, que no sabía cómo esquivar a las personas a una velocidad más rápida.
Incluso a la velocidad que iba casi atropello un cachorro, el susto fue tan grande que caí al suelo.
— Maldición— bufé al ver un rasguño en mi rodilla.
Levanté mi mirada cuando sentí una bicicleta caer tirada en el suelo no de la mejor manera.
—Oh, te lastimaste— había sido Jungkook, quien había llegado desaforadamente a mi.— ¿Te duele mucho?
— No, es sólo un rasguño— abrí mis ojos al verlo soplar mi herida.
— Igual, te debe de arder un poco— saca de su mochila una curita— Siempre ando con muchas de estas, ya es costumbre que me haga rasguños.— Coloca la curita en mi herida y me sonríe— ¿Estas mejor?— asentí— Entonces, sigamos— nos ponemos de pie, y volvemos a subir a las bicis.
— Creo que nos toca pagar el almuerzo— dije, él ríe.
— No te preocupes eso no sucederá.
Llegamos con los chicos, ellos estaban sentados comiendo perritos calientes. Mientras miraban el lindo paisaje del río Han. Jimin y SuKim reían mientras que JiSoo y su novio se tomaban fotos, con el paisaje de fondo.
— Iré a comprar nuestros perritos calientes, ve con ellos, yo te alcanzo ahora.— ni tiempo me dio de asentir, ya se había marchado.
— ¿Donde te metiste?— preguntó SuKim, al verme llegar.— ¿Y Jungkook? ¿Estabas con él?— ay como pregunta.
— Me caí y Jungkook estaba conmigo pero fue a comprar perritos calientes.
— ¿Y estas bien?
— Si sólo fue un rasguño— me senté a su lado viendo llegar a Jungkook con dos perritos calientes en su mano.
— Chicos, miren a la foto— pidió JiSoo.
— ¡Espérenme!— gritó el castaño, soltando su bicicleta.
Al llegar corriendo con nosotros me da el perrito calientes y ahora su mano libre pasa por mis hombros y su rostro lo posiciona casi mejilla con mejilla con el mío. Estaba muy sorprendida, y de seguro quedé con una cara horrenda en la foto.
— Otra, que Nim quedó asustada— dijo JiSoo, y yo la maldecí— Digan whisky.
Terminada la sección de fotos, me dediqué a comer el perrito caliente, dándome cuenta que el chico de sonrisa exuberante, me miraba mientras comía y por la sorpresa terminé atragantándome. Comencé a toser y SuKim que estaba a mi lado comenzó a darme unas palmadas por mi espalda.
— ¿ Estas bien? — quiso saber Jungkook.
— Sip...— respondí.
—Como despacio querida— me dijo mi amiga.— Bueno, sigamos con el paseo aún tenemos mucho tiempo, por cierto, DaeNim y Jungkook llegaron de últimos les toca pagar el almuerzo.
— Si verdad— afirmó Jimin.
— Pues no creo que sea justo, llegamos de últimos porque ella se lastimó, así que todos nos pagamos nuestros almuerzos y punto.
— Vale, está vez lo dejaremos pasar, pero igual hay un castigo, se los diré hoy en la noche— suelta una risita SuKim al terminar su comentario.
— Asshh es una molestia— bufé por lo bajo.
Seguimos andando en las bicicletas, por las orillas del río Han. Viendo como varias familias disfrutaban del lindo día. JiSoo iba muy sonriente abrazada de su novio, SuKim y Jimin jugaban con sus bicicletas y Jungkook iba a mi lado mirando el entorno al igual que yo.
— Para nuestra primera cita, este sería un excelente lugar ¿no crees?— lo miré al escucharlo hablar— Es muy agradable, me gustaría venir contigo otra vez, pero nosotros solos.— me quedé callada, mirando su sonrisa, tanto que se me contagió y también sonreí— ¿Te gusta la idea?
— Si...
— Ya está, vendremos de nuevo.
¿Por qué sonríe tanto? Él se nota muy feliz con este compromiso y todavía no me lo explico. Yo aún sigo con mis dudas, pero él está muy seguro de seguir con esto, es increíble.
Pasamos un agradable rato, recorriendo el parque. Todos teníamos unas alegres expresiones en nuestros nosotros.
Al caer la tarde, nos dirigimos a nuestras casas quedando en volvernos a ver en la casa de JiSoo a las ocho y media.
— Ya llegué— avisé con pocos ánimos, estaba muy cansada.
— Cariño, te estaba esperando quería enseñarte los vestidos que me gustaron para que uses el día de la fiesta de compromiso.
— Mamá, elige el que quieras ¿Okay? Yo tengo que ducharme que me quedaré a dormir en la casa de JiSoo.— dije subiendo las escaleras y ella detrás de mí.
— ¿Y con que permiso? — me detuve y la miré.
— ¿Y con que permiso me comprometiste?
— No te pases de la raya DaeNim, soy tu madre, después me agradecerás lo que estoy haciendo por ti y te arrepentirás de haberme hablando así.
— Como sea madre, estoy atrasada tengo que darme prisa— entré a mi habitación cerrando la puerta tras mío.
Busqué las cosas que me llevaría y luego me metí al baño. Cuando terminé bajé a comer y allí me encontré con mi adorada familia. Todos estaban en silencio comiendo menos mi hermano pequeño. El primero en terminar fue NamJoon, se levantó con la justificación de que tenía que trabajar y se retiró.
— Yo también me voy.
— ¿Tienes algo que hacer que estás tan apurada por dejar la mesa?— preguntó mi padre.
— Si, iré con JiSoo, hoy me quedaré allá.
— ¿Tu madre te dio permiso?
— Pues no, pero se lo comenté y no me dijo nada— mira su comida.
— Tu madre me comentó cómo la trataste, por esa razón no irás a ningún lado.
— Pero papá...
— Ve a tu habitación si ya terminaste.
Con mucho enojo me levanté y con pasos apurados fui a mi habitación. Me aventé en la cama y agarré mi móvil.
"JiSoo, no voy a poder ir a tu casa, mi padre no me dejó"
Tecleé rápido y coloqué mis auriculares para ponerme a escuchar música. Estaba muy enfadada y así es como único me tranquilizo.
"¿Serio?"
Respondió ella.
"Si, y por nada del mundo me dejará salir, él es así"
"Bueno amiga, entonces le diré a los chicos que no vengan"
"No, ellos estaban muy emocionados así que sigan con lo planeado, yo me sentiré muy mal si lo cancelas"
"Pero y tú?"
"Estaré bien no te preocupes"
"Vale, te quiero mucho y te extrañaremos está noche"
"También te quiero, diviértense"
Dejé el móvil encima de mi estómago y seguí escuchando música con mi mirada puesta en el techo. Tenía muchas ganas de ir, joder.
Encendí la pantalla de mi móvil para cambiar de canción y me fijé que ya eran las ocho y cincuenta. Cerré mis ojos y me giré colocándome en posición fetal. A los poco minutos sentí alguien entrar a mi cuarto, de seguro es mi madre.
— Mamá, realmente no tengo animosos de hablar contigo, déjame sola.
— Ey, soy yo— me sorprendí al escuchar la voz de Jungkook, rápidamente me senté en la cama— Vamos, te dejaron venir conmigo.— dijo con una linda sonrisa, de esas que siempre me regala.
— ¿En serio?— asintió, dándole una ojeada a mi habitación.
— Es muy bonita tu habitación.
— Gracias.
— Bueno, ya tendré tiempo para mirarla mejor, ahora vámonos que nos están esperando para ver la primera película.
— De acuerdo— agarré la bolsa que había preparado con algunas cosas que me harán falta y salimos.

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