Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

QUÉ COINCIDENCIA
••


Carrie no estaba en apuros, callada como una anémona y esta vez no había escapado de nadie. Acarició el cabello de Gin, para agradecerle por llevarla a casa. Gin blandió las alas y todo el viento le pegó en la cara de la albina.

—Arruinaste mi entrada osada –Se calmó al oír la risa de la murciélago–. Déjame aquí en la terraza.

La especie voladora descendió y agachó la espalda hasta apoyar los pulgares de cada ala en el suelo, permitiendo el descenso de Carrie.

—Ahora no podremos vernos por un buen tiempo, amiga. Te cuidas mucho a donde vayas por estas vacaciones –Gin se peinó el cabello con las uñas—. Este invierno estaré en mi cuarto, durmiendo de cabeza, así que toda mi familia no está disponible por buen tiempo. 

Luego de despedirse, Carrie bajó las escaleras, acomodando su bufanda, estaba por entrar a su habitación pero su hermano la frecuentó.

—Eavan, buen día —Dijo en su tono normal con una ligera sonrisa.

—No entiendo por qué razón decidiste venir, recién. ¿Qué ocultas detrás de la bufanda?

—Nada —Rodó los ojos por iniciar su interrogatorio–. Es solo... nada.

Fue entonces, que Eavan sujetó la prenda y descubrió que parte del cuello de Carrie estaba teñida de morado en dos zonas pequeñas, como si hasta ambos lo hubieran disfrutado. Si Carrie fuera menor de edad, Eavan ya le hubiera prohibido salir con ese tipo.

—Kenny. Mafia. Matón. Ten cuidado de con quién andas. ¿No piensas que te pudo haber hecho daño por esa cosa en tu cuello? Quiero verlo.

—Pues no sé cuando lo volveré a traer a la casa.

—Nosotros tampoco volveremos a ver nuestra casa. Nuevas noticias —Mencionó animado, olvidando el tema— ¡Iremos de viaje!

—¿Lo dices en serio?

—¡Sip! Prepara tus cosas, elegí el destino y al medio día nos iremos.

Carrie se quedó sola en su habitación, y trató con cuidado su cuello. Recordó ese apego de sus cuerpos, suspiros, hormonas y los dientes de Kenny sobre ella. Fue la mejor noche. Incluso, Carrie le dejó la misma firma al tigre. Ahora, solo quedaba informarle del viaje y que tome las decisiones que hagan falta para que no estén separados, aunque aún no eran novios.

▪︎————♠️————•

—Finny, ya es hora de irnos. El bus sale a hora exacta.

El lince terminó cansado después de empacar sus cosas necesarias y de su hermano. 

—¿Qué te impidió estudiar si era ese examen tan importante? —El menor comentó dándole la espalda, ocupado en su juego.

—Por encargarme de ti, ¿entendido? Lo importante es que nos podemos divertir esta vez.

Su equipo de investigación y comida, cabían en su mochila. Sol hacía esto por necesidad, a veces pensaba que nunca descansaría pero en su vida ya no tenía tiempo para un relajo ni pasar tiempo familiar con su hermano menor.

—No tengo la culpa, pudiste dejarme una niñera —Miró a su hermano por encima de su hombro con los ojos bien abiertos. Luego volteó al frente y sostuvo un objeto. Ahora se dirigió a su hermano, y le lanzó un cuchillo de cocina. Sol levantó la cabeza y lo atrapó desde el mango.

—¡Qué maduro, Finny! —Mencionó en un tono sarcástico, le dio un giro desde el mango y lo clavó en la mesa—. Nadie quiere tenerte cerca, con esa actitud —No tuvo tiempo de prestar atención a todas las acciones de Finny, por lo que ignoró el hecho de que le lanzó un arma– ¡Ya vámonos! ¡Que este viaje es importante!

Sol salió con la mochila en su hombro, llevando de la mano a Finny, quien prefirió soltarse y treparse a su hermano hasta sentarse en sus hombros, dejando atrás a la casa.

▪︎————♠️————▪︎

De igual forma con los hermanos Vanderdud y Killian, quienes ya estaban entrando al auto.
Aunque, Leonard tenía planeado seguir trabajando en la otra casa de los padres de Carrie y Eavan. Solo le quedó en despedirse de su hijo y partir.

—La mansión se quedará solita. Espero que los vecinos la vigilen de cualquier ladrón —Killian comentó.

—Ya les avisé lo necesario, ahora podemos ir de viaje. ¿Ya se sienten cómodos? Quiero que todos disfrutemos el viaje por carretera.

—Repites "viaje" muchas veces, Eavan —Mencionó Killian sentándose al lado de su novio.

—¿Viaje? ¿Tú crees? No lo creo, lo digo como cualquier día. Esperemos ver muchos... esviajes.

—Eavan, estoy bien. Ya podemos irnos de viaje —Carrie se ajustó el cinturón.

—El que diga "viaje" por el resto del día, no comerá helado.

Mencionó el mayor alegremente e inició el viaje. No comeré helado.

Pasaron la carretera de palmeras cerca a la playa, por el centro de la ciudad y finalmente salieron de todo rastro de edificio, y solo tierra y arbustos secos cubiertos de nieve. Además, habrían disminuido la cantidad de especies que circulaban debido a sus periodos de invernación. Escuchaban cada música que emitía la radio, mas sus sentidos ni prestaron atención a lo demás.

—Killian, ¿me pasas una la bolsa de papas? –llamó la albina detrás de la pareja.

El zorro la miró por unos momentos y sostuvo la bolcita.

—¿No estás distinta con nosotros?

—¿Por? La verdad, no.

—Te siento un poco más distante, no sé si solo soy yo, pero que te hayas ido de casa por todo un día me hace pensar. Creo que es inevitable que hagas lo que tú quieras.

—Quedé en que volvería por la tarde, pero recién me ves hoy por la mañana. Lo lamento, pero recuerdo que una vez me aconsejaste que tuviera los mismos sentimientos cuando ves a esa persona, y me atreviera a todo.

Entonces el muchacho de dieciocho abrió más los ojos y luego los iba achinando.

—Esa plática en la cabaña parece que fue importante, porque ahora son novios. ¡Kenny y tú, se aman! –Carrie le sonrió por recibir sus felicidades y aplaudió. No quería romperle su ilusión si le decía la verdad; pero era válido que el tigre y la leopardo albino tenían algo.

—Ven, ven... –Killian agitó la palma– Deseo que todo vaya bien entre ustedes dos. Pude haberte hecho el camino fácil, pero por tu cuenta lo hiciste sola. Ahora, quiero ayudar a mantenerlo estable, ¿me permites?

Carrie repleta de felicidad asintió, se acercó a abrazar al zorro, mientras él acostó el abdomen en la palanca de cambio del auto, lo que causó que fuera más veloz y Eavan tuvo que actuar rápido, dando un frenón. Lo que provocó que el Killian se fuera para adelante, hacia Carrie.

Luego de despeinarse los cabellos, y los chillidos de susto de Killian; el vehículo continuó si más dificultades.

—¡Están bien, ¿no es cierto?! –preguntó el mayor, alertado fijándose en Killian y Carrie.

Cuando ella estaba de patas arriba y Killian aplastándola con el anterior abrazo, el zorro se quitó de encima para no lastimarla más, y regresó a sentarse al lado de Eavan.

—Tu bolsa de papas, ten –Le entregó a Carrie, y abrió la ventana para darse aire. Carrrie solo se dispuso a comer sin decir nada–. Estamos bien, descuida.

Killian sacó la cabeza y todo el viento le chocaba en la cara, cerró los ojos por la incomodidad y se enfocó en esa oscuridad. Cuando los abrió un poco divisó a un joven acompañado de un niño caminando en la misma dirección. 

—Eavan. Esos dos de allá se ven cansados, vamos a ayudarlos.

—No me gusta subir a extraños al auto, no es parte del plan. Ya vendrá alguien más que los ayude.

—Al menos... —Killian se acercó a su novio, le hizo girar la cabeza y juntaron sus mejillas— ...mira lo tristes que se ven.

Fue cuando Eavan vio con claridad y reconoció al lince de ojos rasgados de la clase de ciencias. El tipo de los proyectos. El rey de lo infortunio. Sol.

El lince volteó por la presencia del auto, se limpió el rostro y miró directamente al conductor.
Quiero decir, Eavan pasando lentamente con la cara de la perturbación y el zorro imitando su mueca por diversión.

—¡¿Eavan?! —Renegó y siguió caminando.

—Eavan, te prometí que volvería a ver tu cara peluda —Finny susurró tenebrosamente trepando en los hombros de su hermano sin importarle el peso que le provocaba.

—Par de raros —El leopardo dijo entre dientes, dispuesto a seguir manejando.

Sol se ofendió, pero más pensaba que ese zorro pequeño con el que había simpatizado unos minutos en la clase, cuyo nombre recordaba a penas, no lo vería junto al leopardo que arruinó su día. En fin, no necesitaba a ninguno de los dos, hasta que se fijó quien iba en la parte de atrás del auto.

Llegó el momento en que Sol vio de nuevo a Carrie y se quedó sin más aliento. Ocultó la mitad de su rostro con la mochila, al percibirle su mirada seria y esta regresara a leer su libro, como si no le fuera de importancia.

—Vamos, Eavan. Es mejor hacer el bien sin mirar a quien –Sugirió el zorro, evitando que su novio pisara más el acelerador.

—No lo oiré hablar más. El tono de su voz es el de un loco trastornado. Y un vago sin futuro que nos ensuciará con sus pensamientos. Sol y la cosa que traiga al lado no subirán a mi auto. ¿No es verdad, Carrie?

—Eavan tiene razón, si en verdad es así, no nos conviene –La chica volvió a ver al dúo de afuera–. Aunque, no será mi culpa si ellos entran.

—Solo los llevaríamos por un tiempo, luego ellos irán a su destino y seremos tres como siempre. Solo quiero que no caminen kilómetros y anden cansados para ver una ciudad. No es justo. –Killian les habló a los hermanos con esa paciencia habitual, pues dio resultado– ¡Oigan, oigan! Entren, les daremos un aventón –llamó a los linces, con el brazo alzado.

—Ven, Sol. No lo arruines –Finny trajo a su hermano, hacia la puerta trasera.

Así que, Finny rápidamente se metió al auto y se acomodó en el asiento. Luego Sol lo acompañó, pero al cerrar la puerta, volteó a ver sin querer a Carrie que ahora estaba al lado, lo que lo llevó a tensar los brazos y mirar al frente.

—Bienvenidos pasajeros. ¿Qué hacían a mitad de la calle en el frío? –Killian volteó, mientras el vehículo ya estaba en movimiento.

Sol estaba por dar la explicación, pero su hermano lo interrumpió.

—El tonto de mi hermano hizo que perdiéramos el bus que nos llevaría.

—¿Finny, al menos podrías comportarte? Ese no es el lenguaje de un niño –Sol ocultó su nerviosismo mediante su llamada de atención.

—Perdón, hermano.

—Buenop, solo siéntanse cómodos. Si necesitan algo, díganlo –Killian se despidió.

Por unos largos minutos de tensión que parecían eternos. Todos en silencio y Eavan manteniendo vigilado a los linces. Y Carrie había terminado de leer el capítulo y se dio una pausa, se fijó que el lince pequeño estaba rodeado de diversos cinturones de seguridad puestos por el mayor, quien se estaba durmiendo con el ceño fruncido.

—Hola, Sol.

Esa voz femenina y oír su nombre con tranquilidad, lo despertaron.

—Hola. ¿Carrie?

Ella asintió.

—Hace calor, ¿no? –Sacudió la solapa de su chaqueta naranja.

—Es invierno –Alzó la ceja.

—Es verdad. Lo lamento –sus ojos fueron al un lado y se fijaron en su hermano, dispuesto a tener conversación–. Él es mi hermano Finny.

—¡Holap! Eres el hermano de Eavan. –aseguró el menor, y la mirada de Sol rogaba que no fuera cierto.

—Así es, el chico que no se lleva con Sol es mi hermano...

El pequeño lince parecía ser agradable cuando conoce gente nueva, pero esa actitud corría riesgo si alguien le tomaba confianza. Eso se le notaba en la mirada que no era nada la de un niño de su edad.

Prontamente, Eavan se la pasaba cambiando de música a través de la radio. Una y otra vez, no dejaba que la tranquilidad fluyera. Y es que también se encontraba estresado por muchas cosas. A Killian le comenzó a molestar de su sueño. Pero a los de atrás, no tardaron en liberar su ira.

—¡¡Ya deja esa radio y sigue manejando!!

Gritaron Sol y Carrie a la vez. Estos, se miraron de sorpresa y por ese detalle se calmaron.

—Vaya, ¿quién lo diría? —Sol musitó.

—Chicos, no griten. Por favor, Sol -Pidió el zorro incorporándose en su asiento.

—Escucha, Kill.

—Killian.

—Killian, dile a Eavan que deje de molestar a propósito, solo porque yo estoy aquí —Mencionó enfadado.

—Eavan, no estás haciendo esto, por molestarlo, ¿verdad? —El zorro habló hacia su novio.

Entonces, Eavan soltó una fuerte risa nerviosa, se intensificó y luego respondió.

—Bueno, si —miró por el retrovisor, halló al lince y le habló—. Recuerda, que por Killian estás aquí, así que no provoques que cambie de opinión, ¿de acuerdo?

Parecía que a nadie le importaba que Eavan tratara mal a Sol.

—Como sea —luego prefirió asegurarse que su hermano se sintiera mejor en su asiento—. Finny, ¿quieres comer algo?

—Solo espero que día se trastorne épicamente —dijo Finny con las pupilas dilatadas, ya acabándose el atún.

《¡Quak!》

Graznaron los cisnes negros que salieron de un avión en pleno vuelo, al llegar a su destino, así como Sol y Finny al bajar del auto, luego de dos horas. Ya no eran invitados, así que al llegar a la estación de trenes, decidieron separarse.

—Gracias por traernos hasta aquí. Ahora seguiremos por nuestra cuenta.

Sol dijo con las cejas rectas y extendió la mano hacia Eavan. El leopardo albino miró aquella mano tensada y de dedos flexionados, decidió sostenerla y dar un fuerte apretón.

—No fue nada —Respondió con dureza.

En tanto, Killian y Carrie estaban quietos contemplando la infraestructura de la estación ferroviaria remodelada ya que, el lugar databa desde que aparecieron las primeras locomotoras en Inglaterra. Familias, trabajadores y aventureros caminaban trasladando su equipaje, llevando sombreros por los rayos de sol que entraban por los ventanales del techo y paredes. Era como viajar al tiempo de la década de mil ochocientos veinte.

—¡Carrie! Atenta, porque nuestro tren llega a las tres de la tarde —anunció emocionado pasando sus manos por los tirantes de su overol amarillo.

—A las tres, lo tengo. Eso es en unos segundos. ¡Allá viene!

—De acuerdo, Eavan dejará el auto estacionado cerca. Al volver del viaje vendremos por él.

—Dijiste "viaje".

—¡Noo...! —Acercó su cara a la de ella como de costumbre—. Carrie... Carrie, mi amiga... ¿Me invitas tu helado?

Ella estaba por responder  no sin antes alejarse un poco y tomar aire. Luego ladeó la cabeza al oír la campana del tren a vapor que iba deteniéndose con lentitud. Este abrió sus puertas y prontamente, tomó de la mano a Killian para entrar a sus vagones.

—Wow, Carrie ¿Desde hace cuánto no te veo emocionada? —Sostuvo su mano también y se sujetó de su gorro al entrar con rapidez.

—¡Mi entusiasmo no me permite controlarme! Ahora solo falta mi hermano. ¿Dónde está?

—¡Eavan! Ven, antes que el tren se vaya.

El mayor terminó de comprar los bocaditos necesarios y trajo su maleta mientras llegaba corriendo. Su sonrisa abierta era por entrar por primera vez a un ferrocarril, luego bajó la mirada hacia su familia y prontamente entró a tiempo antes de que las puertas se cerraran.

"Buenas tardes, pasajeros. Disfruten la estadía y el paisaje que podrán ver desde su ventana"

—Estadía, ni que nada ¿Dónde está mi hermano? —Sol gruñó buscando debajo de las bancas de espera.

El lince se levantó y aunque fuera ridículo ver el interior del tren, su hermano estaba dentro saludándolo, mientras barría los asientos con su cola.
Nada más podía ser peor que la mala suerte de Sol, con su expresión de amargura y un aura de fracazo que el tren empezó a avanzar llevándose a Finny, quien parecía mono saltando sobre las cabezas de los pasajeros y adentrarse en los vagones.

—Finny ¡El tren...! —decía vagamente, enfocado en correr por recuperar a su hermano.

¡Gracias por leer el capítulo de hoy! Ya se acerca la Navidad y aún no tengo armado el nacimiento. Cuídate mucho. Feliz Navidad, lector@ por seguir estando aquí.
No sé si pasar el 25 con Huggy Wuggy o Glamrock Chica ae. ¡Bye, bye! 🤚🤚

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro