9.
La chica no parecía mala persona, compró otras banderillas y ambas la comimos junta. Hasta intercambiamos números.
Bueno primera mujer que desde que llegué no me mira con indiferencia.
Estaba en el ascensor esperando a que este se detuviera en el piso veintitrés.
-En cuanto llegué voy a la cama- ladeé mi cabeza de un lado al otro haciendo mis huesos sonar.
El elevador se detuvo, salí de este una vez que las puertas se abrieron. Busqué en el pequeño bolso la llave cuando visualice a un chico en frente de la puerta del departamento, este tenía un uniforme azul, seguí mi andar hasta detenerme frente a él, vi en sus manos que tenía un ramo de flores y una tablilla debajo de su asila, me alejé un poco de él.
-¿Se le ofrece algo?- este volteó a mirarme.
-¿Usted vive aquí? - asentí, este sonrió asintiendo y cogió la tablilla buscando algo- ¿Usted es Kely Brunet? - volví a asentir-Estas flores son para usted ¿Me podría filmar aquí? - me entregó las flores junto a la tablilla, las alejé un poco de mí, no puedo olerlas. Cogí el bolígrafo que me ofrecía.
-¿De parte de quién es?- levanté la vista a mirarlo después de haber leído aquel recibo.
-Creo que en la tarjeta que tienen las flores está- señaló a las flores en mis manos, sonreí sin mostrar los dientes y le di la tablilla después de haber firmado - Que tenga buena tarde-
-Gracias- hizo una pequeña reverencia y se fue. Alejé un poco más las flores de mí, las palpé buscando la tarjeta, la encontré y volví alejarlas de mí.
“¿Quieres ir mañana en la noche a cenar?” ladeo mi cabeza confundida y la volteé buscando el nombre de quien las había mandado “Tu chico Póker”.
Sonreí negando y el primer estornudo se sintió.
-Hubiera preferido bombones- pasé mi mano por mi nariz dando otro estornudo-Ah- cogí la llave y entré al departamento, lancé las flores al sofá y fui a la cocina, lavé mis manos- ¡Analgésico! ¿Dónde andas? – empecé a trastear cada cajón que había en la cocina buscando el botiquín mientras cada cinco segundo estornudaba.
-Te encontré- cogí la pequeña cajita y busqué la pastilla, corrí hacia el refrigerador con un poco de agua, la bajé por mi garganta.
Solo era esperar unos minutos y los estornudos pararan.
-Pero se le agradece el gesto- otro estornudo- Maldito chico póker- fui hacia mi habitación aún estornudando.
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-¿Te regaló flores?- asentí mientras enviaba mi currículo a una de las editoriales donde hacen reseñas y criticas de comida aquí en Seúl. Jin Young se empezó a reír- Jamás había visto esa faceta por parte de Taehyung, él no es de estar en plan romántico- tomó de su cerveza.
-Al parecer si lo tiene- me encogí de hombros mientras miraba otras opciones de otras editoriales- Aparte de eso me invitó a salir-
-Pero no le salió bien al parecer- volvió a reír- Tu nariz esta roja ¿Volvió tu alergia?- asentí mientras pasaba la pequeña toalla por mi nariz.
-Nunca se fue, lo que tuvo que venir un reactivo y bum – volví a estornudar.
-¿Tomaste un analgésico?- asentí-
-Hace una hora, pero no pasa- este se levantó del sillón y fue a la cocina, minutos después volvió con su mano echa puño y en la otra llevaba un vaso de agua.
-Toma otra- dejé la toallita a un lado y tomé la pastilla con el vaso de agua.
-Prepárate para dormir hasta el mediodía de mañana-asentí pasándole el vaso.
-Prefiero eso, a estar estornudando cada medio segundo- y otro estornudo.
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Revisaba a cada minuto si me había entrado algún correo, pero hasta ahora nada. Suspire mientras pasaba las páginas en mi portátil.
Eran las dos de la tarde, hace media hora que me había despertado, tal y como había dicho Jin Young, iba a dormí bastante debido a las dos pastillas que tomé.
-Ah, a este paso estaré desempleada hasta año nuevo- agaché mi cabeza mientras daba leves golpes con el cristal de la isla.
-¿Estarás así hasta que alguna de las dos se rompa?- levanté la vista encontrándome con mi hermoso primo.
-Mira- volteé la laptop mientras hacía puchero- No me mandan nada- fingí llorar.
-¿Qué esperabas? No hace ni veinticuatro horas que los mandaste, ten paciencia- me dio con su dedo índice en mi frente y se repuso mientras empezaba a trastear en la cocina.
-¿Me harás el almuerzo?-
-¿Qué otro remedio queda?-
-¡Ah! Por eso te amo- chillé mientras sonreía, este volteo y entrecerró los ojos mientras negaba, le lancé un beso.
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Salí de mi habitación mientras me ponía mi polera, estaba descalza y el timbre no dejaba de sonar.
-¡Ya voy!- quien no sabe, piensa que es el dueño de la casa.
-Si ¿Con quién desea hablar?- abrí la puerta encontrándome con aquel chico vestido completamente de negro, bueno solo sus pantalones, zapatos y saco, su camisa era blanca y parte de su cabello cubría su frente.
-Contigo- chasqueé mi lengua y lo hice pasar- Esperé tu llamada- fruncí mi ceño si entender.
-¿Mi llamada?- me señalé, él asintió- ¿Yo tenía que llamarte? No lo recuerdo- negué- Es más, yo ni tu número tengo-
-Es la tarjeta que estaba con las flores estaba- apreté mis labios mientras ladeaba mi cabeza recordando lo que había en dicha.
-No, ahí solo preguntaba si quería ir contigo a cenar, y de la parte de atrás decía quien las mandaba-
-Ahí estaba el número- se sentó en uno de los sillones.
-Joder, eso no lo vi, perdón- este rio y me miró de arriba abajo- Si, se lo que piensas, dame media hora y estoy contigo, puedes tomar cualquier cosa del refrigerador- él asintió y yo corrí a mi habitación, suerte y ya había tomado un baño, busqué en el closet algún vestido, deduje que iríamos a algún lugar formal ya que de la manera en la que él estaba vestido eso parecía.
Me decidí por uno negro corto de tirantes abierto a un costado de la pierna derecha.
-Este es el que lleva cadena- busqué en el cajón que hay en la mesita de noche cerca de mi cama- Lo encontré- me levanté y empecé a desvestirme.
Fui hacia mi zapatera y tomé los zapatos de tacón alto.
Después de unos minutos ya estaba vestida, recogí mis trenzas en una coleta alta, me maquille no muy llamativo y coloqué mis zapatos.
-Los pendientes- di media vuelta antes de salir y fui hacia la cómoda tomándolos- Ya- me miré por última vez en el espejo y salí se la habitación. El chico seguía en el mismo sillón mientras una pierna estaba encima de lo otra, mirando su teléfono.
-Ya- llamé su atención a lo que este despegó su vista de su móvil y me escaneó de arriba abajo. Yo le sonreí mientras caminaba hacia la puerta, me siguió
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-Me llené- llevé mis manos a mi estómago mientras me recostaba en el asiento del copiloto.
-¿Te gustó la comida?- volteó a mirarlo y asiento, él sonrió y de igual manera se recostó en asiento del polito, ya estábamos en el estacionamiento del edificio donde vivo. Eran las doce de la noche, habíamos ido a cenar a uno de los mejores restaurante de comida china por lo que me explicó el chico póker. Todo estuvo delicioso.
-Pensé que iríamos a tu restaurante, pero en serio me gustó mucho ir a ese, probar algo diferente a lo que estoy acostumbrada- lo miré.
-Podemos cenar en mi restaurante las veces que quieras- me miró con picardía a lo que negué riendo- Pero en realidad quise enseñarte una sola cultura, en el mío es muy variado- asentí mientras miraba al frente.
-¿Puedo preguntarte algo?- volví a mirarlo.
-Ya lo haces- me sonrió, lo empujé levemente por su hombro- Dime ¿Qué quieres preguntar?-
-¿Por qué eres Chef?- me volteé, quedando de frente a él.
-Wow eres la primera persona que me pregunta eso- rio de lado mientras miraba hacia el frente, estuvo así por varios segundo para luego mirarme- No tengo un motivo a la verdad- rio mientras hacia una mueca- Solo que me gusta innovar- se encogió de hombros, le sonreí.
-¿Y a ti? ¿Por qué te gusta ser critica de comida?-
-Porque me gusta lo bien elaborado- asentí- Además amo la comida- ambos reímos-
-Sí, me di cuenta de eso- asintió aun riendo.
-Será mejor que me vaya, ya es tarde y de seguro que debes de estar cansado, gracias por lo de hoy, me divertí mucho- me acerqué para darle un beso en su mejillas y este volteo uniendo sus labios son los míos mientras me aguantaba de la nuca para que no me separara de él. Algo que no tenía pensado hacer.
El beso desde el principio fue intenso, quité mis zapatos y con su ayuda me senté en su regazo aún besándonos, reí contra sus labios al sentir como mordisqueaba los míos.
-Esta vez puede ser que te ayude con tu problema- rio de lado mientras ponía su mano en mi muslo desnudo, volví a unir sus labios con los míos.
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Vestido que uso Kely
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