-Todo esto es precioso- cerré los ojos y dejé salir un suspiro cuando aquella fría agua del mar tocó mis pies.

Ya era de noche y estabamos en la playa, hace horas que llegamos, pero el vuelo fue tan agotador que dormimos un rato y cuando despertamos ya era de noche.

-¿Te gusta?- sentí como sus brazos me abrazan desde atrás y ponía su barbilla encima de mi hombro.

-Me encanta, todo en este lugar es hermoso- lo vi sonreí y me abrazó con fuerza para luego dejar un beso en mi mejilla.

-Ven, caminemos un poco- se separó de mi y tomó mi mano entrelazando nuestro dedos para empezar a caminar por la orilla de la playa. Era hermoso sentir ese sonido de las olas rompiendo contra la orilla.

Volteé a ver a Taehyung y sonreía mientras miraba al frente. Miré a donde él miraba y nos detuvimos, estaban celebrando una boda.

-¿Te visualizas así algún día?- me preguntó y volteó a mirarme, asentí aún mirando hacia el frente- ¿Conmigo te visualizas?-

-¿Me estas proponiendo matrimonio?- lo miré poniéndome frente a él.

-No- hizo una mueca estraña como de disgusto y abrí mis ojos de más- A ver, si, si quiero que te cases conmigo, pero más a adelante, creo que ahora ambos estamos bien así- me sonrió y asentí, volví a mirar hacia delante y despacio fui soltando su mano.

-Creo que será mejor volver al hotel, está haciendo un poco de frío- lo miré antes de empezar a caminar, pensé que me detendría pero no.

Cerré la puerta de la habitación detrás de mi después de haber entrado a esta, Taehyung no me siguió y tampoco lo esperé. Fui hacía la habitación en donde estaba el cuarto.

-Te estas comportando muy infantil - me reproche a mí misma mientras me miraba al espejo. Sentí la puerta cerrarse y salí de la habitación para ir hacia Taehyung.

-Perdona- apreté mis labios y él fruncio su ceño, se acercó a mí y tomó mi rostro entre sus manos.

-¿Por qué me pides perdón mi amor? No hiciste nada-

-Por lo de hace unos minutos- lo abracé por su cintura.

-Ah eso, pero no hiciste nada malo, no te preocupes ¿Esta bien?- abulte mis labios y él me besó.- Deja de pensar eso, ya habrá tiempo para casarnos- besó varias veces mis labios y negué.

-No pienso en eso-

-¿A no?- negué - ¿Entonces en qué?-

-En lo maravilloso que eres y toda esa paciencia que tienes conmigo-

-Exacto- asintió y empezó a acomodar el cabello que caí en su frente hacia los lados- Tienes mucha suerte cariño, de tenerme a mí como novio-

-Tks- me separé de él- Que egocéntrico Kim- volvió a hacer lo mismo con su cabello.

-¿Qué te puedo decir mi vida? Soy el paquete completo- me crucé de brazos y lo miré mientras entrecerraba los ojos. Él empezó a reír y se acercó a mí- Solo te estoy molestando princesa, más suerte tengo yo de tenerte en mi vida-

-Te amo- volvió a sonreír cuando se lo pronuncié en español.

-Dilo otra vez-

-Te amo-

-Joder cariño, eso sonó demasiado erótico- reí y extendí mis brazos para enrollarlos en su cuello, los suyos envolvieron mi cintura. Escondí mi rostro en su cuello y sentí como sus manos bajaron a mi trasero- Cada vez las amo más- apretó mis nalgas y no pude evitar reír- También te amo mi reina, mucho- dejó un beso en mi cabeza y cerré los ojos oliendo su deliciosa colonia.

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-Vamos muñeca arriba, quedamos en ir a ver varios lugares-

-Deja de tocar mi trasero- murmuré con los ojos cerrados y aún encima de él.

-No puedo, ellas me tientan a tocarlas-

-Tonto- me acomode mejor encima de él

-Kely no soy una cama- sentí como me lanzó a la cama para levantarse de esta.

-¡Ay baboso!- pronuncié en español y me cubrí completa para volverme a dormir.

Sentí como aquella tela gruesa que me cubría se esfumó.

-¿Baboso?- dijo con duda y dificultad- ¿Qué es eso?-

-Nada- me senté en la cama e hice una mueca al verme en el espejo y me fije en mi cabello completamente desaliñado (nada nuevo en las mañanas)- Soy familia de ursula- traté de acomodarlo y me levanté de la cama.

-No, ursula esta mejor peinada que tú- abrí mi boca pero no llegué a pronunciar nada y solo tomé una almohada y se la lancé.

-Baboso- le comenté mientras iba al baño.

-Ya- me siguió- No me digas más eso, no sé que significa-

-Y eso muñeco- me detuve en el marco de la puerta tomando el borde de esta - Es lo que lo hace divertido- le guiñe el ojo- Tomaré un baño- iba a caminar hacía mí pero puse mi mano en su pecho- Yo sola- y sin dejarlo protestar cerré la puerta.

-Kely, kely dejame bañarme contigo, lo merezco, me dijiste baboso- reí y fui hacia la tina para preparar mi baño.

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Persona que babea. Bufé lanzando el teléfono a mi lado.

-Yo no babeo- me crucé de brazos y sentí la puerta del baño abrirse para segundos después salir aquella chica envuelta en una toalla- Yo no babeo- repetí mis palabras mientras la miraba serio, pero para ella era una gracia.

-Y nunca dije que lo eras- hizo una mueca - Bueno, técnicamente la palabra si lo dice- volvió a reír y fue hacia donde estaban las maletas- Baboso es - se quedó callada mientras sacaba la ropa de esta.

-¿Qué es?- negó.

-Nada, te lo dejo de tarea- tomó su ropa y fue hacia el baño.

-Como si no supiera de memoria como es su cuerpo. Estoy cansado de verte desnuda- comenté levando la voz para que me oyera.

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-Me muero- se lanzó a la cama a la cama después de haberse quitado los zapatos- Estoy demasiado cansada, creo que dormire hasta mañana hasta el medio día-

-Pues eso no sera posible- dejé las bolsas en el sofá y fui hacia la cama.

-¿Por qué?- se sentó en esta poniendo sus brazos hacia atrás.

-Porque quiero llevarte a cenar en la noche - me senté frente a ella- ¿Aceptas?-

-¿En serio me estas preguntando eso?- bufo y tomó mi rostro entre sus manos- Eso no se pregunta precioso- besó mis labios y se echó hacia atrás - Pero en serio que necesito dormir- cerró sus ojitos, sonreí y me acomode a su lado abrazándola.

Pasaron varios minutos y aún observaba a Kely dormir. Tomé una de las almohadas poniendola debajo de su cabeza sustituyendo mi brazo. Me levanté de la cama con cuidado y fui hacia una de las bolsas encima del sofá.

Tomé la del vestido que le había comprado sin que ella supiera de su existencia, lo dejé en la caja junto con la nota que le había escrito.

Lo tomé para dejarla en la cama a su lado. Sonreí y me acerqué a mi chica para dejar un beso en su frente.

-Nuestra boda será mejor- acaricié su cabello y aguanté la risa cuando un pequeño ronquido salió de sus labios. Cogí la llave del auto que había alquilado y salí de la habitación, todo tiene que ser perfecto.

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Leí una y otra vez la nota con aquella sonrisa tonta en mi rostro.

Mi teléfono empezó a sonar y lo tomé.

-¿Estas lista?-

-¿Qué tramas?- comenté riendo.

-Es una sorpresa-

-Tú y tus lindas manias- lo oí reír- Sí, estoy lista-

-Bien preciosa ¿Ves la cinta roja en la caja?- miré la caja y le respondí con un si cuando la vi, me incline para tomar dicha tela- Bien hermosa cubre tus ojos con ella.

-Tae-

-Anda, si no lo haces no te mostraré la sorpresa-bufé y puse el teléfono en altavoz, tomé la cinta y cubrí mi rostro

-Ya- no sentí respuesta por su parte sino el sonido de las puertas ser cerradas y abiertas.

Levanté mis manos y sentí otras tomarlas.

-No hay palabra alguna que describa lo preciosa, que te vez- sentí como puso mis manos en sus hombros y tomó mi cintura pegando más nuestros cuerpos.

-¿A donde vamos?- sentí como rozó su nariz con la mía y sus labios hacían una pequeña fricción en los míos.

-No te diré nada- y juntó sus labios con los míos- Vamos- entrelazó nuestras manos y empezó a caminar.

-Amor-

-No dejaré que te caigas- asentí sonriendo y me relaje mientras él me guiaba.

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-Bien, listo- la venda cayó de mis ojos y mi vista se nubló al ver aquel lugar. Estábamos en la playa, no había más nadie en el lugar. Y a la orilla de esta había una mesa con un pequeño arco en forma de corazón.

-Tae- cubrí mi boca y volteé a mirarlo- No hay palabra para describir lo precioso que es esto- repetí sus palabras haciéndolo sonreír y fue ahí que me di cuenta de como estaba vestido, con aquel traje negro y su cabello echado hacia atrás. Completamente hermoso, me encanta- lo abracé.

-Uff, ya puedo respirar, estaba demasiado nervioso- reí sintiendo sus brazos envolverme y me separé de él- Ven- volvió a entrelazar nuestras manos y fuimos hacia la mesa.

-Gracias- le sonreí cuando corrió la silla hacia atrás por mí y él rodeó la mesa para sentarse frente a mí.

Me detuve en observar la tarta en medio de la mesa, era hermosa con varios corazones en ella y ese te amo en español encima.

-Antes de la tarta- se levantó inclinándose hacia delante y destapó el plato que había frente a mí- La cena -

-Wow- tomé los cubiertos- Por la pinta que tiene- levanté la vista - Lo hiciste tú-

-¿Cuando me conociste tanto mujer?- reí y corte un pequeño pedacito del filete.

-Te dijera que fuéramos novio, pero ya lo somos, amo tu comida- sonrió y también comió. Pasando todo ese rato entre risas, en te amos y pequeños chiste.

-¿Sabes? Ahora que veo esto, me recuerda a esos vídeos y películas- comenté moviendo con el tenedor un pedazo de tarta que tenia delante de mí.

-¿A que te refieres?- lo miré y sonreí a ver lo desconcertado que estaba.

-He visto en varias películas y novelas que el chico le va a proponer matrimonio a la chica, entonces pone en anillo en el pastel y resulta que la chica se traga el ánimo, he visto varios y son realmente graciosos-

-¡¿Que!?- abrí los ojos de más por su grito.

-¿Qué pasa?- tomé un poco de la tarta e iba a comernela pero él me quitó el cubierto -Tae-

-No, no lo comas- cogió el plato y con el tenedor empezó a desbaratar el pedazo de tarta en él- Aquí tiene que estar

-¿Qué buscas?- me ignoró y bufo para luego empezar a destruir la tarta-Pero- me levanté de la silla al ver que me había embarrado el vestido.

-Tae-

-Lo encontré- levantó su manos y lo único que había en ella era tarta.

-¿Qué encontraste? Mira como te manchaste- lo señalé para después señalarme a mí.

-Este, bueno- pasó su mano por su cabeza pero cuando le iba a advertir ya era demasiado tarde, ya se había embrado- Hice exactamente lo mismo que esos chicos de las series y novelas que viste - estaba avergonzado, no podía creer lo que había hecho y en ese momento en ataque de risa me invadió.

-¿Y bien Kely Brunet? - se arrodilló frente a mí quitándole todo rastro del pastel al anillo- ¿Te casas conmigo?-

-No creo que sea necesario que te responda- negué tomando su rostro entre mis manos e hice que se levantara - Si a todo- sonrió y me besó, sentí como colocaba el anillo en mi dedo. Dejó mis manos y me abrazó. Mis manos palparon en la mesa y tomé un poco de tarta.

-A partir de hoy, tendrás que soportarme de por vida Kim- y estampe mi mano con aquellos rastros de ella en su rostro.

-Pues usted también tendrá que aguantarme futura Kim- y embarró mi mejilla, ambos sonreimos y nos volvimos a besar.

-Te amo- mencionó entre el beso.

-Yo más chico Poker- mordisqueo mis labios y sonreí encima de los suyos.

Creo que esta demás decir la felicidad enorme que siento en estos momentos.

Fin.