Abrí los ojos y miré a mi lado en la cama sintiendo aquel vacío en esta. Miré la hora en el reloj de mi teléfono y eran las tres de la mañana.

Quité las sábanas de mi cuerpo y me levanté de la cama en busca de aquel cuerpo femenino.

Salí de la habitación y sonreí al verla, estaba con sus cabeza encima de la mes y con su portátil a un lado de ella cerrado.

Miré su rostro y dormía.

-Te dije que dejaras eso- murmuré para no despertarla y con mucho cuidado la tomé en brazos, si que duerme.

La llevé de vuelta a la habitación y la cubrí con la manta arropándola, volví a la mesa y recogí sus cosas para organizarlas.

Levanté la vista y vi como la ventana del balcón estaba abierta, pero cuando fui a cerrarla me entretuve mirando hacia el mar.

Estábamos en una cabaña en la isla de Jeju, llevamos aquí dos días solo nosotros dos, pasado mañana regresariamos a Busan en donde están Naeun y Junior.

Cerré la ventana y la cubrí con aquella gruesa cortina de color blanco y volví a la habitación para acostarme junto a mi novia.

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Sentí unas caricias en mi cabeza, las cuales fueron hacerme despertar.

-Arriba dormilón- murmuró en mi oído y dejó un besó en mi mejilla, reí y volteé a verla- Te hice el desayuno- quitó la manta y extendió su mano para que la tomara, eso hice saliendo de la cama.

-Quiero mi beso de buenos días- tomé su rostro y la besé.

-¿Satisfecho?- asentí.

-Mucho-

-Ven, sino se enfría la comida- tomó mi mano y empezamos a caminar para salir de la habitación-¿Qué te parece? Quise irme un poco de lo cotidiano que se desayuna aquí haciéndolo como lo es más en latinoamérica ¿Te gusta?-

-Se ve delicioso - la abracé por atrás poniendo mi barbilla encima de su hombros- Quiero que me expliqué lo que hizo Chef Kely- rio haciéndome sonreír y dejé en beso en su mejilla.

-Todo es muy rico y saludable, varias de las frutas que utilicé tienen vitaminas y minerales, además de que también hay cafeína-

-No puedes vivir sin ella- negó.

-Lo sabes- afirmó riendo y la seguí abrazando.

-También hay tostadas, puedes untarle jalea o nutella- terminó de mencionar todo lo que había en la mesa y yo no dejaba de sonreír.

¿Qué hice para merecerla?

-Oh, cierto, el batido- se separó de mí y fue hacia la pequeña nevera que había al lado de la cocina y sacó la jarra.

-¿De que es?-

-Es smoothie- tomó dos vasos y los dejó encima de la mesa- Pruebalo- echó un poco en un vaso y me lo pasó. Tomé de este y mis ojos de abrieron de más. Estaba delicioso.

-Es el mejor que he tomado- limpie mis labios y ella sonrió.

-Si- aplaudió emocionada- Ahora vamos, tenemos muchas cosas que hacer hoy- se sentó en la mesa e hice lo mismo sentándome frente a ella.

-Tomate el día- le dije y ella dejó de echar aquella bebida en su vaso para verme.

-No puedo Tae, solo tendremos otros dos días más aquí y ya- negó- Y faltan varios restaurantes más-

-No importa. Tomate el día, podemos quedarnos aquí otros dos días más- me encogi de hombros y mordi una tostada sin haberle untado nada.

-Amor...- la interrumpí.

-No hay pretextos mi vida ¿Desde cuando no duermes como es debido? El primer día que llegamos aquí te develaste haciendo las reseñas de los restaurantes a los que fuimos, el día siguiente fue lo mismo y hoy también lo hiciste, además, tampoco has estado durmiendo bien estos días atrás.

-Es que no quiero que se acumulen las cosas- negó mientras miraba la mesa.

-Pero no te hace bien mi amor, solo te pido, solo por hoy, pasemos el día junto, hagamos lo que tu quieras, si quieres dormir, lo hacemos, si quieres salir, ir a la playa, lo hacemos, hago todo lo que me pidas-  arrugo de manera tierna su naricita y tomé su mano.

-Esta bien, dejaré el trabajo por hoy- me señaló- Solo por hoy-

-Por mi, bien- dejé un beso en el dorso se su mano- Ah, también puedes pedirme ayuda, no hagas las cosas solas-

-¿Más de lo que lo has hecho?- se levantó de su silla y vino hacia mí para sentarse en mi regazo- No puedo pedirte más- negó poniendo sus brazos en mis hombros.

-Si, si puedes. Haré todo lo que quieras- besé sus labios y sentí su sonrisa sobre los míos- Vamos a la playa. Así estrenas uno de los juegos de bikini-

-Pero no los empaque- sonreí y ella abrió su boca sorprendida- Por eso no los encontraba en la casa, tú los tomaste - me dio en el hombro- Kim Taehyung eres tremendo- empezó a reír y me abrazó, hice lo mismo poniendo mi cabeza en su pecho.

-Te amo- sentí sus caricias encima de mi cabeza y cerré los ojos.

-Yo más- me aferre con fuerza a ella con miedo a soltarla.

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-¡No Tae!- todo daba vueltas a mi alrededor y la risa de ambos era estremadamente escandalosa.

Levanté mi torso haciendo que mi cabello dejara de molestarme en mi campo de visión.

-Bajame- golpeé despacio su espalda pero en cambio recibí una nalgada- ¡Tae!- me hizo caer teniendo una vista espectacular de sus esponjosas nalgas. Mis manos fueron hacia ella y las apreté con fuerza haciéndolo tensar y reí.

-Con esa tenemos- empezó a caminar hacia el agua.

-No, no, no- era en vano lo que hacia, no me soltaba.

Y lo siguiente que sentí fue toda aquella agua fría cubrir mi cuerpo.

Cuando mis pies tocaron el fondo salí a la superficie y empecé a toser mientras quitaba todo rastro de cabello de mi rostro.

-Te mato- empecé a caminar hacia Taehyung mientras acomodaba mi cabello hacia atrás- Detente ahí - salió del agua y lo seguí empezando a perseguirlo lo único que hacia el reírse. Y como sabrán es más rápido que yo, pero no puedo dejar que se me escape así.

Me detuve fingiendo haberme torcido el tobillo y caí en la arena mientras pasaba mis manos encima de este y hacia muecas y sonidos de dolor.

-¿Qué? ¿Qué paso? ¿Te duele?- se agachó delante de mí y quitó mis manos para ver mi tobillo, en ese mismo momento aproveché y lo hice caer de espaldas a la arena.

-¿Y ahora?- tomé sus manos y las puse a cada lado de su cabeza.

-Siempre caigo en los mismo, mi vida, no seas mala ¿Sí? Yo te amo- sonrió haciendo que sus ojitos se cerrarana de manera tierna.

-Siempre haces y dices lo mismo para que no te haga nada, así no se vale- le di con la palma de mi mano en su cabeza, un golpe suave sin llegar a ser brusca.

-Que te puedo decir, tengo mis encantos- bufé e iba a soltarlo, pero esta vez él tomó mis manos y me hizo voltaer quedando encima de mí.

-¿Y ahora?- repitió mis palabras acercando su rostro al mio- Estamos solos en este lugar ¿Deberiamos?- negué.

-No estamos del todos solos, hay personas que pasan por aquí- miré sus labios y la manera en la que pasaba su lengua por encima de estos.

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Sabía que sus ganas no se iba a bajar así de fácil.

Mis piernas temblaban y mis manos se alzaban tratando de alcanzar el borde de aquella ducha de cristal mientras sentía el choque de su pelvis con mi trasero y como cada vez más aumentaba el ritmo de sus movimientos. 

Su mano se deslizó hasta mi clítoris empezando a estimularme. Tal parecía que mis pezones explotarían.

-Vamos mi amor, correte- y su voz fue el botón que presionó para hacerme desvanecer en aquel orgasmo.

Un jadeo salió de mis labios cuando se vacío en mí.

Sus manos subieron a abrazar mi cintura y  eché mi cabeza hacia atrás recostandola en su hombro.

-No puedes aguantarte nada ¿Verdad Kim?-

-Sabes que no, preciosa, contigo, no -mordió mi hombro haciéndome suspirar mientras ponía mis manos encima de las suyas relajándonos por completo con aquella lluvia artificial que caía de la ducha.

....

Se acerca el final.

Gracias por leer.♡