Caímos a la alfombra con la respiración entrecortada y tratando de reclamar oxigeno. Mi vista se detuvo en aquel techo blanco y sentí unas piernas subirse a las mías. Volteé el rostro topandome con esos hermosos ojos que cada vez que los veo me enamoran más.

La traje hacia mí y pasé mi brazo por debajo de su cabeza. Juntando nuestros cuerpos. Haciéndonos quedar de frente.

-Estoy demasiado agotada- murmuró pasando su brazo por encima de mi cintura y bajando su mano a mi trasero.

-No lo dudo- dije con burla haciendo hinchar mi pecho - No digo yo con toda esa sección de sexo hace unos minutos atrás, y después dices que soy yo, el pervetido -apretó mi nalga y dejó un beso en mi pecho.

-Iré a bañarme- levantó su cabeza y su mano fue subiendo por toda mi espalda haciendo fricción con sus uñas en mi piel- Yo sola - negó- Y no me hagas puchero - besó la comusira de mis labios.

-Pero...- colocó su dedo índice encima de los míos para callarme.

-Ya dije que no- se liberó de mis brazos y se levantó para empezar a caminar e ir hacia la habitación.

Bufé y me senté buscando mi ropa interior para empezar a vestirme.

Abroche el último botón de mis pantalones y decidí dejar mi torso al descubierto, recogí su ropa y fui hacia la habitación dejándola encima de la cama junto a las bolsas.

Kely pasó por mi lado con la toalla alrededor de su cuerpo y ropa en su mano para luego salir de la habitación.

-¡¿Quieres espaguetis para la cena?!-

-¡Si!- me respondió y reí de lado. La cocina me tocaría hoy.

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-Ah- levantó sus pulgares y empezó a apluadir después de haber llevado un poco de espaguetis a su boca- Amo tu comida-

-Lo sé- corté un pedacito de mi filete de carne medio cocido y lo extendí para que lo comiera, sonreí al ver como cerraba sus ojos degustando de la comida.

-Ahora que caigo- volvió a mirarme y tomó de su vaso de agua- ¿A quien dejaste a cargo del restaurante?-

-De Naeun, aunque siempre que tengo que salir de viaje o no estoy, Zoe es la que se hace cargo-

-Ah- mencionó volviendo a comen- ¿Desde cuando ustedes dos se conocen?- me miró y fingió una sonrisa.

-Desde la secundaria-

-Ah- y otra vez aquella palabra.

-¿Por qué?- pregunté y sólo se encogió de hombros.

- Curiosidad, nada más, ya termine- miré su plato y frunzo mi ceño.

-Pero aún no acabas- me sonrió sin mostrar los dientes y se levantó de la silla.

-No quiero más, gracias por la comida- tomó su móvil y empezó a caminar saliendo del comedor.

-¿Y ahora que hice?- miré la comida y dejé los cubiertos en la mesa, a mí también se me fue el apetito.

Dejé la servilleta en la mesa y me dispuse a recoger los platos.

Después de dejar todo organizado y limpió salí de la cocina. 

Entré a la habitación y esta estaba completamente oscura a excepto de la lámpara de noche que estaban en la mesita del lado del cual dormía, vi la silueta de Kely en la cama. Fui hacia esta y me senté en la cama.

Volteé a verla, pero no se movió. Debe de estar dormida. Suspire y me acosté lazando mis brazos, poniendo mis manos debajo de mi cabeza.

Esta demasiado extraña, desde esta tarde cuando tuve el incidente con aquella chica. 

Sentí como se movió y volteé el rostro topandome con el suyo completamente relajado, su respiración tranquila  y sus ojitos cerrados. Tomé el borde de la sábana con la cual se estaba cubriendo y también me tapé.

Ella se corrió más hacia mí, abrazandome.

-Me vas a volver más loco de lo que estoy por ti- murmuré dejando un beso en su frente y también la atraje hacia mí, arropándola.

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El movimiento de la cama fue lo que me hizo despertar. Pasé mi mano por mi rostro para tratar de espabilarme y miré a mi lado en donde encontré a Kely sentada en la cama con su brazo en su abdomen mientras apretaba sus labios.

-Kely- volteó a mirarme e hizo una mueca de dolor- ¿Qué pasa?- negó.

-No, no es nada- quitó las sábanas de su cuerpo y corrió para salir de la habitación sintiendo como otra puerta se cerraba.

Cuando iba a ir detrás de ella algo en la cama llamó mi atención.

Una mancha de sangre. Abrí mis ojos de más y maldije por lo bajo ¿Cómo no me di cuenta? Por eso sus cambios de humor. Me levanté de la cama y fui hacia el baño.

-Preciosa- toqué la puerta - Mi vida abre- tomé el picaporte de la puerta pero estaba con seguro.

-Dejame sola Taehyung, ya se me pasará-

-¿Tienes cólicos? ¿Sí? Ahora regreso, te haré un té- corrí hacia la cocina y empecé a buscar en los estantes- Bingo- tomé el jengibre en uno de los departamento en donde ponen las verduras.

Lo corté en varios trozos y en una pequeña olla con agua la puse en el fuego.

-Apurate- sentí como la puerta del baño se abrió y salí de la cocina.

La vi entrar de vuelta en la habitación.

La seguí.

-¿Te duele mucho?- estaba de espaldas a mí, mirando hacía la cama

-Madre mía que vergüenza- cubrió su rostro y miré a donde ella estaba mirando.

-No te preocupes- iba a poner mi mano encima de su hombros pero fue hacia la cama empezando a quitar la sábana- ¿Qué haces?-

-Iré a lavar esto- mencionó, pero sin mirarme, me acerqué a ella y tomé la sábana.

-Yo lo haré, tú descansa, en unos minutos te traeré el té- antes de que protestara besé sus labios- Hoy te consentiré en todo, pero no abuses- rocé su nariz con la mía y la oír reír- Ya regreso- volví a besarla y salí de la habitación.

No sé  exactamente lo que es eso, ni cuanto dolor causa, pero se que se bastante malo.

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-Pica- hizo una mueca al haber dado el primer sorbo del té.

-Esta frío, tomalo todo de golpe, y verás que pasará rápido la picazón en la garganta- asintió y apretó sus labios viendo aquel líquido en la taza, suspiró para luego tomarlo.

-Ah- empezó a echarse aire con la mano- Pica más si respiro- reí y tomé la taza para dejarla en la mesita.

-Verás como en algunos minutos el dolor va a disminuir- tomé su mano y empecé a acariciar el dorso de su mano con mi pulgar.

-Tae- la miré- Lo siento, aveces ni yo misma me soporto por mis cambio de humor cada vez que me viene el mar rojo-

-No te preocupes, ahora debes de descansar-

-Acuestate conmigo- asenti y me quité las pantuflas, fui con ella a la cama. Abrazándola, recostando mi cabeza a la cabecera de la cama mientras la de ella estaba encima de mi pecho.

-¿Quieres ver una película?- le propuse y levantó la cabeza.

-¿Cuál?-  me encogi de hombros.

-La que quieras-

-Esta bien, siempre y cuando haya muchos caramelos y chocolates-

-Como mandes- me levanté de la cama y la tomé a modo princesa.

-¿Qué haces? Puedo caminar-

-Prefiero llevarte- ella arrugó su nariz y escondió si rostro en mi cuello, yo salí de la habitación para ir hacia la sala a ver la película.

Debía de consentirla en todo.

.....

Quiero un novio así, por favor.

Muchas gracias por leer. :)♡