40.
Respondía unos mensajes de Naeun y Junior en mi teléfono, cuando mi chica llamó mi atención.
-¿Qué te parece?- estaba frente al espejo de cuerpo completo que había en la habitación mientras volteaba de un lado al otro viendo de distintos ángulos como le quedaba aquella ropa deportiva tan apretada.
-No hay palabras para describir lo que estoy viendo en estos momentos, pero no- dejé el teléfono encima de la mesita de noche y quité la sábana de la cama para acercarme a ella.
-¿Qué haces?- preguntó riendo al ver como envolvía su cuerpo en la sábana.
-Ahora si, podemos salir- tomé su rostro entre mis manos y dejé un corto beso en sus labios.
-¿Soy monja acaso?- quitó la sábana de su cuerpo.
-Iré a si- volvió a voltear mirando hacia el espejo- ¿Foto?- tomó su teléfono y me acerqué más a ella pasando mis manos por su cintura, pegando nuestros cuerpos.
-Eres un pervetido ¿Por que estas mirando mis senos?- le hizo Zoom a la foto para luego voltaer a ver y me encogi de hombros.
-Por que son míos, tengo derecho a verlo y tocarlo, ahora, enviame la foto, será mi nuevo fondo de pantalla- sentí mi móvil sonar y ella levantó la mirada del suyo.
-Ya, iré a buscar las llaves del auto de mi abuela y nos vamos- salió de la habitación y fui hacia donde dejé mi teléfono, sonreí al ver la foto y como le dije, la puse de fondo de pantalla -¡Chico Poker!-
Salí de la habitación y la vi en la sala comodando los tirantes del top que llevaba.
-Vamos- la tomé por la cintura y salimos de la casa.
-¿A donde vamos primero?- preguntó entrando al auto, en el asiento del piloto.
-Me preguntas a mí, que no se nada de este lugar-
-Cierto- hizo una mueca de los más tierna y volteó a mirar hacia el frente, me acerqué a ella y tomé su mentón para que me viera.
-Vayamos a un centro comercial- propuse.
-¿Iremos de compra?- asentí y ella sonrió para luego cortar la poca distancia entre nosotros y besarme.
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Llevamos media hora en el centro comercial, entrando a las tiendas y saliendo, Taehyung me arrastraba junto con él.
-¿Qué es lo que buscas?- jale de su mano para que se detuviera.
-No te lo voy a decir, vamos, sigamos viendo- apretó mi mano y empezamos a caminar otra vez.
Y así seguimos caminando por todo el centro comercial hasta que nos detuvimos y miré hacia donde mismo miraba mi novio.
-¿Bikinis? ¿Era lo que buscabas?- asintió sin mirarme.
-Entremos- lo detuve antes de que diera otro paso.
-Tengo varios bikinis Tae, no es necesario compras más-
-Puedes tener más, además quiero regalartelos- me sonrió y pestañeo varias veces mientras acercaba su rostro al mío.
-Te odio- dejé un beso en la comisura de sus labios y di media vuelta para empezar a caminar hacia la tienda sin soltar la mano de mi novio.
Empezamos a ver en las perchas los bikinis. Taehyung era quien los estaba escogiendo y ya iba por cinco juegos.
-Toma pruebatelos-
-¿Todos?- asintió.
-Y sin pretexto- tomó mis hombros y me volteó para empezar a caminar hacia el probador. El se sentó en uno de los sillones tipo L sin espaldar que había frente a estos.
Suspire y entre a dicho pobrador, tuve que quitarme toda la ropa, solo quedándome en bragas.
Tomé el primero que consistía en un juego blanco, la parte de las bragas eran bastantes ancho y en la parte de arriba era más top con vuelos.
Recogí mi cabello con mi mano y salí del probador.
-¿Y?- me examinó de arriba a abajo y lo vi tragar en seco.
-¿Todo eso es mío?- me señaló con su teléfono para luego señarse a si mismo y reí mientras negaba.
-Si, lo es, ahora respóndeme, ¿Te gusta o no?- di una vuelta en mi lugar y empecé a posar, me gusta provocarlo.
-Sigue sin haber palabras para describir semejante belleza- cubrió su boca y negó cerrando los ojos.
-Tonto- reí y entré a ponerme el otro juego.
Este era rojo, en este caso las bragas eran más chicas, sólo tapando lo necesario, y con los bordes de tirantes. De igual manera era el sostén. Pero en este caso solo tenía el broche y no los tirantes.
-Este no me gusta mucho ¿Qué opinas?- abrí la puerta corrediza y el negó.
-Tampoco me gusta-
-Siguiente entonces- volví a cerrarlas y me probé esta vez uno amarillo, era más sencillo- ¿Y?-
-Amo- levantó los pulgares y volví a cerrar las puerta para probarme otro.
Este era floreado dejando mi espalda al descubierto y cubriendo mi abdomen e igual de tirantes, pero más ancho.
Abrí la puerta y en cuanto me vio negó.
-Uno de cuatro, veremos si el último si gusta- y de nuevo a lo demás. Este último era negro, me encanto en cuando lo vi. También es enterizo. Pero en el escote tiene tirantes cruzados y en los lados de los muslos varias tiras y la parte de atrás de la espalda era cubierta con tirantes.
Volví a salir y el chico sentado frente a mi abrió la boca mientras pestañeaba varias veces.
-Me vine- cubrí mi boca aguantando la risa por sus palabras y se levantó de donde estaba para acercarse a mí- Da gracias a que estamos en un tienda, sino te harías mía en ese probador- tomó mi mano e hizo que volteara- Iré a pagarlos- y me dio una nalgada, él y su guerra contra mi trasero.
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-No es gracioso Kim- acelere mi paso con las bolsas en mis manos.
-Pero Kely, muñeca, princesa, mi amor, mi reina- se detuvo delante de mí- No fue mi culpa-
-¿A no?-
-No, la chica solo tropezó comigo y lo que estaba bebiendo se lo echó encima-
-¡Estabas mirando sus senos! Y además te dio su número de teléfono y tú como si nada -
-¡No! No fue así, jamás la miré y solo me estaba tendiendo una servilleta para limpiarme, estas imaginando cosas de más-
-Yo vi cuando ella estaba escribiendo algo en esa servilleta- me crucé de brazos.
-Pues no lo vi, tu viste que en cuanto me dio la servilleta empecé a limpiar mi camisa, que gracias a ella quedara manchada de por vida- desvíe mi vista a la camisa y sí, tenía varias manchas de aquel café, bufé y apreté mis labios.
-Perdón- musite de los más bajito.
-Espera ¿Qué? Ni oí- murmuró con gracia mientras se acercaba a mí.
-Lo siento ¿Ok?-
-Ok- dijo sonriendo y puso sus manos en mi cintura- No tienes porque ponerte celosa, preciosa, yo solamente te miró a ti, solamente me interesas tú, solamente te quiero a ti- puso su rostro en el cuello dejando un beso en él.
Reí y pase mis manos por su cuello abrazándolo.
-Será mejor que nos vayamos, está empezando a nublarse- le dije y él se despegó de mí levantando la vista para ver hacia el cielo.
-Vamos, pero esta vez- quitó las bolsas de mis manos para entrelazar los dedos de la suya con los mios- Conduciré yo- besó mis labios para luego empezar a caminar devuelta el coche.
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Mis manos fueron al broche de sus pantalones mientras devorábamos nuestros labios.
-Quitatela- mordisqueo mis labios mientras sus manos iban al elástico de la licra.
La quité sin separarnos y sus manos fueron a mi cintura para ayudarme a sentarme en su regazo. Aún seguíamos en el auto, en el garaje de la casa, ajenos a todo aquel torrencial de agua que caía.
Su camisa fue esfumó en segundos dándome completa autoridad de hacer lo que quisiera con su torso.
Echó el asiento hacia atrás y me levantó un poco para quitar los pantalones.
Mi mano derecha se introdujo en sus boxer tomando su miembro empezando a estimularlo, reí contra sus labios al sentir lo duro y erecto que estaba.
Tuve que alajerme un poco de él cuando quito el top dejando mis senos libres. Los cuales empezó a atacar con su boca. Mis dedos se enredaron en su larga cabellera mientras mordía mi labio ahogando los gemidos.
-Era así, o esperar unos dos minutos a que te las quitaras - comentó después de haber rotos mis bragas.
-No son las únicas que rompes- hice que me mirara y pasé mi lengua por sus labios rojos e hinchados.
-Ya te compraré más- volvió a besarme y el dorso de su mano rozó contra mi vagina cuando sacó su miembro. Me levanté e iba a dejarme caer para autopenetrarme, pero no me dejó.
-No lo hagas- le reclame y él sonrió con picardía.
-Oh, si bebé, sexo sin penetración- y empezó a frotar la punta de su pene contra mi entrada.
-Tae, no me hagas esto- mis manos se aferraban con fuerza a sus hombros y sin poder moverme ya que su brazo, abrazaba mi cintura sin darme acceso.
Continuó así mientras nos besabamos sintiendo cada vez más mi orgasmo cerca.
-Vamos conejita, correte- y ese fue el estallido para correrme con solo aquellos roces y haciandome gritar su nombre cuando me dejó caer introduciéndose en mí sintiendo sus fluidos mezclarse con los míos.
-Me las pagas- puse mi cabeza encima de su hombro mientras lo abrazaba, empezando a dejar besos en su cuello, sintiendo aquel sabor salado en mi boca por la ligera capa de sudor en su cuerpo.
Él empezó a subir y bajar de forma lenta sus manos por mi desnuda espalda.
-Te amo- murmuró en español y me alejé para mirarlo- ¿Lo dije mal?- negué.
-Repitela- ordené
-Te amo- sonrei- Te amo, te amo, te amo- besé varias veces sus labios.
-Yo también te amo-
-Solo entendí el te amo- reí y puse mis manos en su rostro.
-Precioso- comenté en coreano y esta vez también sonrió- Yo también te amo- su sonrisa se hizo más grande y lo besé.
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