30.
-Tenemos que parar- me separé de sus labios y alejé su cabeza jalando sus cabellos hacia atrás pero no había mueca de dolor en su rostro sino una sonrisa-¿Eres masoquista?-
-Tal vez- se encogió de hombros e intentó volver a besarme pero volví a jalar sus cabellos.
-No- dejé de abrazar su cintura con mis piernas y mis pies tocaron el piso haciendo que sus manos subieran a mi cintura.
-Tú fuiste la primera en besarme Kely, ahora no pienses que me dejaras así- pegó su cuerpo más al mío sintiendo por encima de las telas en mi abdomen su paquete.
-Es que tú te endureces demasiado rápido, no tengo la culpa- me encogi de hombros.
-Tú si tienes la culpa- se agachó y me cargó como un saco de papa.
-¡Taehyung bajame!- me dio un nalgada- ¡Oye!- otra y vi como entramos a mi habitación, lo otro que sentí fue caer en mi cama.
Me senté en esta y lo vi volver a la puerta, la cerró con seguro. Dio media vuelta y volvió a mí.
-No- me levanté en la cama.
-¿Por qué no?- quitó sus zapatos y subió junto a mí- Nada de esto es nuevo para ninguno de los dos- se acercó a mí - Ya que solo dices que es atracción sexual, no sabes cuanto te deseo Kely- sus manos tomaron una vez más mi cintura y me pegó a su cuerpo.
-¿Tú me deseas Kely?- oh mi dios, su voz, solamente su voz hizo palpitar mi sexo.
-Mucho -
-¿Mucho?- asenti y un suspiro salió de mis labios al él atacar mi cuello a besos. Sus manos fueron por debajo de mi blusa y un jadeo se hizo presente al sentir sus manos frías tocar mi piel.
-Están heladas-
-Afuera hace frío- murmuró y subió a mi mandíbula mordiendo mi marbilla y conectando su mirada con la mía.
Sus manos subieron a mi sostén y lo soltó. Volvió a enrollar mis piernas en su cintura y me tumbó en la cama quedando encima de él.
Volviendo a unir nuestros labios. Su abrigo junto a su camisa fue un estorbo menos en el recorido de mis manos por toda su espalda.
-Quiero que huelas a mi- murmuró dejando besos en mis mejillas y clavícula.
-¿Qué tanto?- tomó el borde de mi blusa, y todo junto con mi sostén se fue.
-Ya lo descubrirás- volvió a reclamar mis labios de formar violenta, mientras una de sus manos se entretenía en jugar con mi seno.
Mis manos fueron hacia el borde de sus pantalones y los quité.
El bajó su cabeza a mi pecho para meter uno en su boca, empezando a morder y a succionar.
Tomé el borde de su pantalón y lo hice voltaer en la cama, ambos cambiando de posición.
-¿Que haces?- lo callé con mis labios y quité por completo aquella prenda que me estorbaba.
Palpé en sus bolsillo y hallé lo que encontraba, saqué aquel envoltorio plateado y reí.
-Repondeme ¿Era para usarlo conmigo? O ¿Con otra por si tu táctica no te funcionaba?- llevé mi mano a su miembro erecto, aún con aquella ropa interior puesta.
-Kely- ahogó un gemido cuando lo apreté entre mi mano.
-¿Debería?- abrí el envoltorio - Así no tienes porque preocuparte por dejarme preñada- bajé aquel otro pedazo de tela y esta vez si tuve contacto directo con su pene.
Saqué el preservativo.
-Joder Kely, me estas matando-
-Así- empecé a ponerle el preservativo y lo vi tragar en seco para luego echar su cabeza hacia atrás.
Después de lograr mi objetivo quité las otras prendas de ropa que me cubrían sin dejar de estimular su miembro.
-No, así, no- quedó callado cuando me autopenetre. Yo cerré los ojos mientras mordía mi labio, esto se sentía bien, hace mucho que no follaba.
-Mueve- ordenó y negué.
-Hoy- me eché hacia delante haciendo que una mueca saliera de sus labios- Serás el sumiso- tomé su labios inferior entre mis dientes - Y agradece que no te azoto- reí de lado.
-¿Te estas vengando?- puso sus manos en mi cintura y se sentó en la cama haciéndome volver a mi postura de antes.
-Tal vez si- brinque para volverme a autopenetrar- Tal vez no-
-Sea venganza o no tendrás que moverte preciosa- besó mis labios y apretó con fuerza mi cintura- Brinca para mi conejita- murmuró en mi oreja para luego darme esa sonrisa de lado.
Me alzó y me hizo volver a caer haciéndome gemir con fuerza.
Empecé a saltar enrredando mis manos en su cabello.
Sonreí al ver como echaba su cabeza hacia atrás con sus ojos cerrados y su boquita entre abierta, una imagen completamente preciosa. Bajé mi cabeza empezando a mordisquear sus hombros y cuello.
-Es mi turno- me quejé cuando salió de mí, sus manos no dejaron mi cintura y me hizo poner en cuatro.
-Mhm- apreté con fuerza las sábanas de la cama cuando volvió a penetrarme.
Cada vez más aceleraba los movimientos de su cadera y como su pelvis chocaba contra mi trasero.
-¡Más, más rápido Taehyung!- me apoyé en mi manos cerrando los ojos y mordiendo mi labio, al sentir como aumentaba las embestidas. Sentí sus manos tomar mi cabello.
-Ah Tae, me vengo- jaló de mi cabello e hizo que quedara igual que él de rodillas en la cama, pero sin dejar de penetrarme.
Volteó mi rostro y me besó. Una de sus manos abrazaba mi cintura y la otra aún aguantaba mi cabello.
Nuestros cuerpos tenían esa ligera capa de sudor haciéndonos sentir pegajosos.
Unas tres embestidas más y me corrí ahogando mi gemido en su boca.
Alejó sus labios de los míos y volvió a ponerme en la posición de antes sin haber dejado de penetrarme.
Apretó con fuerza mis caderas y se detuvo de golpe.
Soltó un suspiro pesado y cayó encima de mí.
-Quedemonos así- murmuró en mi oído y reí apoyando en mis brazos mi barbilla- Kely- volteé un poco mi rostro para verlo. Volvió a soltar un suspiro y antes de que hablara puse mi mano encima de sus labios.
-Se lo que dirás, y mi respuesta, es no, esto no cambia nada entre nosotros. Ahora por favor sal de arriba de mí quiero salir-
-No- salió de mí e hizo que voltera tomando mis manos para ponerla a cada lado de mi cabeza -¿Qué parte de las palabras, me gustas no entiendes?-
-Esto es lo único que nos gusta Taehyung- miré su pecho y otra vez sus labios- El sexo-miré sus ojos y negué- No hay nada más-
-En eso te equívocas Kely, pero esta bien, ya tengo entendido que no sientes lo mismo por mí - me soltó y salió de la cama para ir hacia el baño. Deduje que fue a botar el preservativo.
Me senté en la cama y cubrí mi cuerpo con las sábanas, empezaba a sentir frío.
El chico volvió a la habitación y empezó a vestirse, la recámara era un silencio insoportable.
¿Esta molesto?
Se sentó en la cama para ponerse los zapatos y luego su camisa, más su abrigo.
-Creo que he llegado a quererte Kely, pero al parecer este es el karma- mencionó sin voltear a verme y se levantó de la cama para ir hacia la puerta y salir de la habitación.
Sentí la puerta principal cerrarse y suspire pasando mis manos por mi rostro.
Me acosté en la cama y tomé una de las almohadas para abrazarla.
-Todo huele a él- sonreí cerrando los ojos y dejando que aquel delicioso aroma inundara de buena manera mis fosas nasales.
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