Kely movía sus caderas de una manera muy provocativa. Nunca me cansaré de verla con esos shorts de mezclilla y aquella blusa top de color blanco, dejando muy al de descubierto su abdomen y esas hermosas piernas.

Ambas chicas bailaban juntas mientras la música se oía por todos lados. Yo estaba en el segundo piso, hace aproximadamente unos cinco minutos que había dejado de bailar con Kely, es una chica completamente diferente cuando se emborracha.

Recoste mis antebrazos del barandal del balcón.

-¿Estas solo?- una voz femenina sacó mi vista de aquel panorama hacia la pista de baile.

Volteé en busca de la chica, y sonreí al verla.

-No del todo pero momentáneamente,  sí- me repuse quedando de frente a ella, esta se mordió el labio mientras me miraba de arriba abajo, yo reí de lado y volteé a ver hacia la pista.

Donde algo llamó mi atención, un chico bailaba muy cerca de Kely hasta el punto de dejar nada de espacio entre ellos, no le hubiera tomado importancia si esta no tratara de alejarse de él y lo evitaba.

-Lo siento, tengo que irme- pasé por su lado para ir hacia las escaleras. Llegué a la pista abriendome paso entre las personas para llegar hasta ella.

Tomé a Kely de la muñeca una vez que estuve lo suficiente cerca de ellos.

-Lo siento amigo pero ella anda conmigo- la hice ponerse atrás de mi. El chico sólo bufo y dio media vuelta para irse.

-Ah, que intenso - se quejó detrás de mi, reí de lado mientras volteaba a verla.

-¿Quieres salir de aquí?- puso sus manos en su cintura desnuda y se quedó viendo a un punto fijo pensando, levantó la vista y me miró con esa picardía muy típica de ella.

-Depende- se acercó más a mi mientras pasaba su lengua por la comisurade sus labios.

-¿De?- de igual manera moje los mios.

-De a dónde me lleves- desvío su vista de mis labios para ver mis labios y morder el suyo.

-¿Quieres ir conmigo?- asintió sin despegar la vista de estos, reí de lado y me acerqué hasta el punto de rozar los suyos con los mios- Pues yo sé, a donde podemos ir- sin llegar a besarla mordí levemente su labio inferior.

Tomé su mano y empezamos a caminar fuera del club.

-Espera- haló de mi brazo una vez que estábamos a unos poco metros de mi auto- Dejé a mi amiga sola, ella no sabe nada de este lugar, algo podía pasarle -

-Yo le envio un mensaje a Jin Young- al parecer eso la convenció porque asintió y se soltó de mi agarre para ir hacia mi auto.

-Mueve ese hermoso trasero chico poker- dijo sin voltaerse, y antes de que llegara quité la seguridad de las puertas.

Abrió la puerta del auto y se sentó en el asiento del copiloto.

Reí de lado para luego soltar un suspiro e ir hacia el auto y sentarme a su lado en el asiento del piloto.

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-¿Quieres algo?- dejé el sacó y la corbata en el sofá.

-Cerveza- levantó sus brazos mientras se estiraba, dejando más a mi vista sus curvas y aquel trasero bien trabajado que se cargaba.

Asentí mientras deshacía varios de los botones de la camisa blanca que llevaba.

-Ahora regreso- ella asintió poniendo sus manos hacia atrás.

Fui hacia la cocina y tomé dos de aquellas latas para después cerrar el refijerador y salir de ahí.

Regresé a la sala pero Kely no estaba por todo eso.

Cuando iba a empezar a buscar algo llamado mi atención y miré por las grandes puertas corredizas de cristal que daban a donde se encuentra la pileta. Estas están abiertas.

Dejé las cervezas en la mesita de centro y salí, la chica terminaba de quitarse el shots para solo quedar en ropa interior y completamente descalza.

Me miró divertida y se lanzó al agua.

Me acerqué al borde de esta mientras ponía mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

Estuvo nadando de un lado al otro por varios minutos, yo no despegaba mi vista de su cuerpo y como sus músculos se relajaban o se contraían por hacer tal ejercicio.

-Ven conmigo- negué mientras señalaba mi ropa- Quitatela- se mordió el labio inferior mientras se acercaba más al borde y se apoyaba de este haciendo que sus senos se notaran más.

-El agua debe de estar fría-

-No lo está, además a de ser así, conozco una manera de que eso cambie- mordió como por milecima vez su labio.

Diablos todos estos minutos atrás había ignorado el dolor de huevos pero esto fue lo que llegó a pasar la copa.

Terminé de soltar los botones restantes, para sacarme la camisa. Mis pies quedaron desnudos a solo segundos para después despojarme por completo de mis pantalones, quedando igual que ella, solamente en ropa interior.

Caminé hacia el borde de la pileta y ella extendió su brazo. Sabia que me iba a jalar pero puse más resistencia y la saqué del agua.

-Yo querías que te mojaras- sus manos estaban mojadas y empezó a pasarlas por mi torso haciéndome estremecer por los frías que estaban.

Llevé las mías a su cintura y la pegué más a mi, sintiendo como mi duro miembro hacia presión en su vientre.

-¿Y quien dijo que no lo haré?- me acerqué lo suficiente a su boca, haciendo que ella terminara de cortar la poca distancia entre los dos. Mis manos subieron a su nuca haciendo más intenso el beso.

Sentí como se dejaba caer arrastrándome con ella, haciendo que los dos cayéramos en el agua.

Salí a la superficie quitando todo rastro de agua que caía que en mi rostro sintiendo su risa.

Se acercó a mi y me pegó al borde de la pileta, poniendo sus brazos al lado de mi cuerpo.

-Única regla- yo llevé mis manos a su trasero y la pegué más a mi- Nada de besarnos en la boca- miró muy descaradamente mis labios, como lo había hecho todas estas veces atrás- Ya sabes-

Cambié de posición, ella quedando entre mi cuerpo y la pared de la pileta.

-¿Qué pasa si no la quiero cumplir?- susurré muy cerca de sus labios- ¿Te iras?- levanté la vista encontrándome con sus ojos, mirandome muy intensamente.

-Que importa lo que haga- ella fue la que rompió su propia regla, ya que me tomó de la nuca y unió nuestros labios. Mis manos aguantaron de igual manera su nuca, de una manera autoritaria.

Sus manos fueron bajando hasta el borde de mis boxes, introdujo su mano en este tomando mi miembro, haciéndome gruñir en su boca.

Su mano se estretuvo varios minutos en masturbarme de una muy buena manera. Sin llegar a aumentar el ritmo de su mano en este.

Apoyé mi mano izquierda en el borde de la pileta mientras que la derecha iba al boche de su sostén. Abandoné su boca empezando a mordisquear, succionar, besar su mandíbula bajando hasta su cuello.

Aquella prenda fue un estorbo menos en mi camino y dando vía libre para hacer lo que quisiera con sus senos, de igual manera, besando, mordiendo, halando de ellos hasta cansarme, sintiendo como los movientos de la chica sobre mi miembro se hicieron escasos.

La hice voltaer haciendola soltar un jadeo cuando sus senos tocaron aquella pared fría.

-Cuanto deseo ahora tener esa jalea- susurré en su oído para luego morder el lóbulo de esta, notando como aparecía una sonrisa en su rostro.

Esta vez mis manos se introdujeron en sus bragas, estimule de una manera rápida su clítoris haciéndola moverse algo bruco pero la presione más al borde, haciendo que no se moviera demasiado.

-Vendita sea aquella que te trajo al mundo- gimió al introducir dos de mis dedos en ella, reí contra la piel de su espalda por sus palabras y seguí aumentando el ritmo de dichas penetraciones.

No podía aguantar demasiado, estaba a solo venirme sin ni siquiera estar entre sus carnes. Bajé de una manera bastante apresurada aquella otra prenda que me estorbada, para luego bajar la suya.

La volví a voltaer e hice que enrollará sus piernas en mi cintura.

-¿Has oído del sexo sin pentracion?- me coloqué en su entrada, manteniéndolo ahí, sin entrar en ella.

-Es un juego que me encanta- puso sus manos en mis hombros- Pero hoy no será- me apretó más con sus piernas haciendo que me introdujera en ella de una sola estocada, y sintiendo un poco mi pecho picar por el agua que salpicó entre ambos.

-Así se siente mejor- devoré sus labios mientras la embestía con un poco de rudeza, pero no parecía molestarle, ya que sus gemidos no cesaban, como tampoco el vaivén del agua.