"AMOLAD no me pertenece, es propiedad de The Snipster"

Una vez que me recupere de esa escena, me retire de esa habitación, no debían de darse cuenta, nadie debía saber que ambos habían sucumbido al fin. Cerré con delicadeza la puerta de aquel recinto y aunque yo guardaría ese secreto, tal vez los demás dioses no estuvieran de acuerdo, o incluso el resto de nosotras. Había que ser cautelosos.

— Locura ¿Qué haces?, esto va muy rápido — la voz de mi amo se escuchó en la habitación, era apenas un susurro, pero mi agudos oídos pudieron percibirlos, eso quería decir que las otras también lo harían.

— ¿Nos escucharan? — la voz de Sabiduría rayaba entre la vergüenza y la furia, al parecer Locura no le estaba dando opciones.

— ¡Ordénales que se vayan! — lo retó, sería lo más sensato, pero aun así era peligroso, una parte de mi esperaba que Locura entrara en razón, lo cual era imposible dada su condición.

— Locura, ¡Basta! — la voz del rubio resonó, y abriendo las puertas de par en par salió de la habitación, a paso presuroso, se veía de una manera muy diferente, las ropas desarregladas, las mejillas sonrosadas, Locura lo seguía. Sin saber que hacer me oculte detrás de uno de los muebles. Para mi desgracia, ni uno de los dos noto mi presencia.

— ¡Estoy harto! ¡No niegues que te gusto! — gritó Locura mirándolo fijamente, mientras lo señalaba con el dedo acusadoramente.

— Sabes que está mal Locura, los dos somos contrarios, no podemos estar juntos, podemos traer desequilibrio, ¡Maldita sea! Después de ver lo que paso con ese par de idiotas me deje caer en el mismo juego—. Sabiduría se sentó en el sillón que estaba en la estancia, era una especie de sala de espera que mi amo había creado para meditar, Locura se sentó a lado de él.

—Y tendremos que negar esto...Ithis no puede ser tan mierda —. El rubio lo miro, estaba entre divertido y molesto, solo él amo Locura podría mencionar como así al más poderoso de ellos— ¿Eres el más inteligente de nosotros Sabiduría?

—S-si

—Pues medita en un buen plan —Locura lo empujo suavemente y se puso sobre él— Eh soportado varios milenios para escucharte aceptarlo, no pienso contenerme.

—L-locura ¿Qué haces?

—Lo que tú deseas — y después de eso sus bocas se unieron de nuevo, debía de salir de esa habitación pero la puerta estaba justo enfrente del sillón donde ambos yacían. Pude observar como el amo Locura hacia las vendas a un lado para poder degustar el cuello de Sabiduría, y este soltaba un ligero gemido dejándose llevar. Una de las manos del rubio se coló a la espalda del de cabellos blancos para guiarlo. No debía de mirar tenía que darles intimidad a mis señores. Escuche una de las cremalleras abriéndose. No podía sonrojarme, no tengo sentimientos humanos, pero sabía que estaría en graves problemas si me descubrían.

Las manos de Locura bajaron por la parte baja de la anatomía de mi amo, sus mejillas sonrojadas de este dejaba ver que lo disfrutaba. El otro tomo entre las manos el miembro masculino y comenzó un vaivén constante para disfrute de Sabiduría.

— ¿Dónde carajos aprendiste a hacer eso? — soltó excitado.

— Deberías ocultar esos libros humanos mejor, puedo detenerme. — la mano de Locura soltó lentamente la erección del otro

— ¿Estás loco? Ok no me contestes, solo... no pares.

La sonrisa de Locura se amplió al escuchar esas palabras por lo que besándolo lentamente bajo de nuevo su mano, acallando con maestría los gemidos del otro. Y yo, sin que me llamaran, presenciando aquel acto de amor. Cometiendo una falta de respeto enorme. El castigo para mí sería terrible. Al dar un paso en falso, la mirada de Sabiduría en medio del éxtasis giro hacia mi posición. Estaba perdida.

— No estamos solos Locura — soltó, haciendo que este terminara el acto Abruptamente, Locura bajo del cuerpo de Sabiduría, notando al instante lo mismo que él.

— ¿Mildred? ¡Oh por el creador!— Jamás había visto al amo Locura avergonzado. Ni a Sabiduría furioso.

—Sabes que pasara... No es así — Sabiduría dijo lo que más temía, pero tenía que acatar las consecuencias de mi intromisión.

— Si su alteza, estoy dispuesta a pagar el castigo — mis palabras sonaron vacías, la mirada de Locura se apagó.

— Sabiduría ¿Qué demonios vas hacer? Ella no quería observar — me defendió, pero yo... ponía en peligro a esos dos con la información que poseía, el amo lo sabía, tenía que hacer lo correcto, aunque fuera doloroso.

— Mildred, perdóname, pero...sabes demasiado —. El amo me llamaba con aquel nombre humano.

— Solo, su alteza, prométame algo...jamás se abandonen. Y no tema de nuevo a sus sentimientos.

— Te lo prometo... pacāre

Al escuchar esas palabras mi subconsciente se fue apagando, escuche la voz de Locura gritar unas palabras, pero...ya no tiene sentido. Mi cuerpo...se vuelve liviano.

Las miradas de ambos recaían en el cuerpo inconsciente de aquella playbot, Locura estaba molesto, Sabiduría dio la orden para que la mente de aquella sirviente fuera reiniciada, acercándose lentamente a ella, observo un misterioso halo de luz, que irradiaba de su cabeza, eran las memorias de aquella fiel lacaya, las cuales sirvieron de inspiración para esta historia.

FIN

N.A. ¡Ahora sí! Pueden odiarme con libertad. Espero lo hayan disfrutado, acepto comentarios ya sea bueno y malos. Sobre todo en la parte del lime, créanme no se me da escribir este tipo de escenas.