Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6. ASBALOT

Fanuel mira a la mujer frente a él. Su cabello largo y negro, de rizo suave; sus ojos de un marrón claro y una piel suave como terciopelo con ese tono, un bronceado claro. La demonio parece una atractiva latina mestiza. Una mezcla muy atractiva.

—He notado que esa es tu forma favorita — comenta el ángel.

—Es muy útil para... — se frenó de comentar algo impropio frente al ángel. —. Mi anterior deber.

Fanuel no pudo evitar reírse. Realmente Sabinael lo intentaba. La forma real de ángeles o demonios han helado el corazón de los humanos del miedo.

—Entonces, tienes problemas — comenta el ángel y toma un sorbo de café.

—No sé porqué es tan difícil — replica Sabinael — Me era muy sencillo juntar a un hombre casado con cualquier chica libertina para que tuvieran sexo.

—Ahí es donde está tu error Sabinael. Puedes provocar atracción sexual, pero amor, es otra cosa.

—Pensaba que sólo bastaba con que se atrajeran.

—La atracción es el principio, pero para que surja amor, hay otros elementos.

—Sexo.

—¡No, amiga! — Replica el Fanuel sorprendido — En casi todas las ocasiones el amor conducirá al sexo, pero muy rara vez, el sexo conducirá al amor.

—¿Cómo podré entonces ver amor en las parejas? — Pregunta la demonio.

—Cuando las palabras sean suficiente. Cuando un gesto desinteresado enternezca el corazón. Cuando un sacrificio se manifieste.

—Gracias. Eso es de mucha ayuda — replica Sabinael con sarcasmo.

—Las parejas que has escogido, tienen potencial. Pero; ¿qué tal si pruebas con la tercera que aún no conoces bien?

Los ojos de la demonio se iluminaron.

—¡Tienes toda la razón!

—Recuerda las tres señales amiga. Serán tu guía.

Tras decir esto, Fanuel se desvanece justo frente a ella.

Jacob abre los ojos sin moverse. Extiende el brazo por el resto de su cama y como todas las mañanas, desde el divorcio, está fría y vacía.

El abogado, sabe que tiene que ir a trabajar, pero antes se sienta al borde de la cama a pensar. Aunque está cansado de pensar.

—¿Qué fue lo que hiciste hombre triste? — se pregunta Sabinael sentada al otro lado de la cama con su pie sobre la botella de bourbon sobre la alfombra —. Bebiste hasta la inconciencia. Torpe.

El hombre recorre sus manos por el rostro, pues aún no se le ocurre algo para arreglar el asunto. Sabe que es su culpa y lidia entre el rendirse o disculparse.

Sabinael lo mira y piensa que es patético. "Algo has hecho; ¿No es así?"

Le ve dirigirse al baño a tomar su ducha, por lo que decide echar una ojeada a la mujer.

Raquel toma su café toda preparada para salir a su oficina mientras repasa el documento frente a ella y curiosa, Sabinael se asoma por encima de su hombro.

—Vaya, vaya — musita al leer de qué trata —. Disolución de sociedad.

La demonio la vio salir con su portafolio en mano. Al cerrar la puerta esta hizo varios sonidos de seguros cerrándose.

—Cuidadosa — comenta Sabinael al comenzar a recorrer el lujoso apartamento.

Muebles de terciopelo crema, una cocina impecable con alacenas de roble y topes de mármol. Una gran puerta de vidrio templado, que conduce al balcón de un décimo piso. Pasa sus manos por entre la ropa, para notar que la mayoría son vestidos ejecutivos.

—Sobria.

Presiona sobre el colchón de la cama.

—La cama king, de colchón firme y suave.

La demonio sonríe pensando: "Que revolcón te darías". Toda la superficie del lecho está bien acomodada con excepción de un lado, el lado en que ella duerme, sola.

—Solitaria. Igual que tu socio. Pero a ti no parece molestarte.

Sabinael abre un cajón y lo que encuentra dentro le hace sonreír victoriosa.

Son libros. "Una Despiadada Pasión" de Kenia Rossette. "Bajo la Lluvia" de Gina Rys, Le hizo hacer una mueca de aprobación. "Rosas con Deseo" de Laura Allan, le trajo algún recuerdo y vuelve a sonreír asintiendo. "Chica traviesa, que fantasías vives".

Deja los libros sobre la cama y al revisar más profundo, da con una foto rota. Verla le cambió el semblante y una leve furia se manifestó en su ser espiritual.

—¡Carajo Fanuel! ¡Esto no es justo!

Unió los pedazos de la foto de una pareja de enamorados, compuesta por Raquel y su ex esposo. A ella no la conocía de antes, pero al hombre. Al hombre lo conocía de una experiencia anterior. Profesor universitario que, con tan solo un par de susurros, una noche de pasión con una estudiante y una mancha de labial en el punto adecuado...

Ella había provocado ese divorcio.

—Te hice un favor amiga — dice —. Ese hombre en realidad no te amaba.

Los pedazos cayeron al suelo y los cerrojos en la puerta sonaron advirtiendo la llegada de alguien. "¿Quién más sino la empleada doméstica?"; piensa Sabinael.

Observa a la mujer de servicio llegar, dejar su cartera sobre el lujoso tope de mármol y dirigirse a la habitación. Todo estaba como lo había encontrado a excepción de la foto rota que dejó en el suelo.

La señora tiende y alisa la cama y nota la foto tirada a un lado de esta.

—Ya es tiempo que lo supere — le susurra la demonio a la mujer —. Tira la foto a la basura.

La mujer hace un gesto de meditar en la idea y al final se lleva la foto al baño, la tira en el cesto de basura y recoge la bolsa entera para botarla.

Sabinael siente cierta satisfacción y su esencia se esparce por la habitación provocando escalofríos en la doméstica que rápidamente se persigna.

—De acuerdo, me voy — dice al fin, atravesando la pared.

Buscar al ángel para reclamarle la "broma", sería inútil. Ya se imaginaba la respuesta de Fanuel. "Compensación Sabinael"; se dijo en mofa. Estaba atrapada. No tenía tiempo, ni ganas de buscar otra pareja, por lo que decide ir por el muchacho poeta cursi y ver si su último susurro había dado frutos.

Y ahí estaba el chico mensajero recién bañado con su toalla en la cintura y escuchando música para animarse.

—Muy bien, amigo — dice al verlo tomarse su tiempo en acicalarse, perfumarse bien y elegir una ropa adecuada.

Camisa manga larga gris. Pantalón vaquero negro, no está mal, acentúa tu paquete. Zapatos tenis para los pies, gracioso, pero se ven bien. "¿Por qué me estaba preocupando?"; piensa la demonio. Hasta que le ve sentarse con preocupación sobre su cama. "Ah. Eso era lo que me preocupaba."

—Adelante idiota — le susurra al oído para animarlo —. No tendrás otra oportunidad igual.

Con una expresión resuelta, el joven se incorpora y sale antes de que vuelva a sentir esa inseguridad y una vez escucha cerrarse la puerta, Sabinael examina la habitación.

Fanático del fútbol, series y películas de fantasía y ciencia ficción. Bonito poster de Star Wars y con figuritas. Sobre la mesa de noche una pila de libros de computación. Estudia, arquitectura de sistemas computarizados, excelente. Pasa sus dedos por la computadora.

—Veamos — dice y la máquina se enciende.

¿Contraseña? No hay problema. La pantalla muestra al Halcón Milenario en pleno vuelo. Compiladores para programar, juegos online. Fotos: diseño de procesadores, núcleos centrales.

—Este chico, casi es un robot — comenta divertida.

Recorre las fotos comenzando a aburrirse cuando...

—¡Oh! — exclama —. Esto es prometedor.

Se detiene en una foto totalmente diferente. Era una sacada de un anuario. En esta un grupo divertido posa para la cámara y entre los chicos y chicas está el Michael con un intento de sonrisa, sin mirar directamente al frente, sino que mira algo más.

Una sonrisa divertida literalmente brilla en el rostro de Sabinael al notar hacia dónde mira el joven, sonriendo encantadora, abrazada de otro chico y levantando los brazos con júbilo, una animada Hope disfruta del momento junto a quien supone es el padre de su niña.

—Vaya, vaya. Te lo tenías calladito. Así que ya conoces a la dueña de tus sueños.

Una carcajada victoriosa brota de la demonio. Ahora sabe que el asunto será más fácil. Mucho más fácil.

El arco de fuego aparece en el callejón tras el Bistro y Sabinael emerge de este con paso seguro y satisfacción en el rostro, pero pronto nota algo que le enoja en sobremanera.

Hope se encarga de tirar la basura, mientras escucha a su compañera que fuma a su lado.

—Te lo digo Hope, es dinero seguro — está diciendo al momento en que la demonio se acerca.

—No lo creo, Michelle — contesta Hope a su amiga —. Eso no es para mí.

—Bueno amiga. Necesitas dinero y tus estudios tomarán tiempo. Si quieres puedes hacerlo solo en los fines de semana y estoy segura que ganarás mucho dinero. "Money, money, money — dice Michelle frotando sus dedos.

—No, Michelle — replica la joven cerrando el cesto de basura —. Eso de bailar semi desnuda no es para mí.

—Bueno. Si cambias de opinión...

—¡Ya oíste a la chica! — interviene Sabinael de pronto susurrando en Michelle —. ¡No está interesada!

La furia con que recibió el mensaje, aturde a la amiga de Hope. Y la demonio ve satisfecha como su protegida entra al restaurante sin decir más y unos segundos después, Michelle reacciona y entra tras ella.

Sabinael está lista para entrar, cuando siente que tiran de ella hacia atrás y su esencia espiritual se sacude amenazando con descomponerla. Antes de darse cuenta un rostro familiar se hace presente muy cerca al suyo.

—¿¡Por qué intervienes con mi intermediaria!? — pregunta el otro demonio que la tiene atrapada del cuello.

—¡Tu intermediaria estaba tentando a mi objetivo! — Responde Sabinael librándose del agarre.

Las uñas de la demonio se encienden en fuego, mientras que el depravado demonio Asbalot, toma una forma más humana para hablar con ella. Unas alas deformes y ennegrecidas se asoman por sus costados. Sus piernas semejan pata y garras de águila y su rostro es casi indistinguible, pues este se agita violentamente de lado a lado, arriba y abajo. Frenando levemente al hablar.

—Tu objetivo — dice el demonio —. ¿Para qué?

—No es tu asunto, Asbalot — contesta Sabinael sin mostrar el menor temor ante la figura, tan oscura como cadáver incinerado.

—Prométeme que vas a llevarla a una deliciosa desesperación — dice Asbalot.

—Te aseguro que su sufrimiento será intenso — responde Sabinael en un tono de malignidad —. Luego, será toda tuya.

Un breve silencio se posa en el callejón. Las sombras se esparcen interrumpidas por las luces de los vehículos que cruzan por la calle principal y una gama de sonidos de sirenas de policía, gente riendo, discusiones acaloradas se adentran entre las paredes. Luego de esos angustiantes segundos, Asbalot habla.

—De acuerdo — dice con calma —. Me avisarás.

—Serás el primero, cariño — responde la demonio sonriendo.

Asqueado con la figura de Sabinael, tan... humana. Asbalot se retira en medio de una negra nube de humo que se eleva por etapas hasta perderse en la noche.

Sabinael, se apoya del muro. Un gesto tan humano que la enfadó. Sintió miedo. Miedo de haber sido descubierta.

—¡Carajo! — grita para sacudirse el color ennegrecido de su esencia.

Ha ganado algo de tiempo, por lo que se apresura a entrar, tiene mucho que hacer.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro