Todo lo que quiero

Horas antes del Epílogo

—Estoy muerta con mi caso clínico, no llevo ni la mitad y es para la semana entrante.

—Tuviste mucho tiempo, no te quejes—Claire se burló, bajando los escalones del edificio donde habían tenido sus últimas clases. Nora simplemente suspiró aceptando la culpa.

—A veces me gusta vivir mi vida. Tengo un gran problema con...—cerró sus ojos al sentir el viento golpearlas y escupió el cabello que se había metido a su boca—. Tengo problemas con los médicos—enarcó una ceja.

—No entiendo—la rubia le miró.

Caminaban entre el frío, topándose con decenas de alumnos y el poco calor corporal que quedaba en ellos, todo eso a pesar de que apenas era otoño. Claire comenzó a colocar sus guantes y esperó.

—Cuando sales con ellos, lo único que hacen es hablar de medicina y todo lo que pasa en sus turnos de guardia o en sus prácticas. Yo no quiero escuchar eso. En algún momento debemos descansar, por eso me gusta salir con personas que no lo son. Me olvido por un rato que tengo un caso clínico qué terminar—rio.

—Me imaginaba que era por eso—Claire se detuvo en seco al notar a lo lejos una figura que ya tenía grabada en su mente—. Me tengo que ir—fue lo único que dijo, sonriendo a su compañera de clases mientras la bajita de cabello oscuro solo frunció el ceño confundida.

—¿Por qué?

—Tengo que ir a la tienda y quiero llegar temprano para poder salir antes y terminar mi caso clínico—le miró, sonriente tratando de ser convincente.

—Bien...—Nora hizo una mueca, pues esperaba que le hiciese compañía en lo que su novia terminaba sus clases—. Iré a la cafetería a esperar a Zack—avisó, señalando hacia su izquierda.

—Nos vemos, el lunes—Claire se acercó a ella dándole un abrazo y besando su mejilla después, no dejó que Nora los respondiera pues se alejó apresuradamente.

Desorientada, envuelta en una mezcla de confusión, alegría y miedo, caminó rápidamente hacia el chico que estaba de pie en la acera, un tanto perdido como si nunca en su vida la hubiese buscado en ese lugar.

Wesley miraba hacia todos lados, como si quisiera hacerse el ciego e irse para no tener que enfrentar aquello nuevamente. Claire notó como mordía algo en sus dedos como si estuviese nervioso, y eso hizo que ella meditara el hecho de correr en otra dirección.

Respiró hondo y arregló su cabello para después acelerar el paso; Wesley usaba un gorro de lana que aplastaba todo su cabello aunque este fácilmente salía por los lados, estaba enrojecido por el frío pero parecía ser lo último que le molestaba pues el delgado suéter de rayas que llevaba encima lucía como lo indicado para él cuando salió de casa.

Claire amaba ese suéter.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, con un tono dulce sin sonar como un reclamo como creyó, y se tranquilizó por eso. Wesley le miró un tanto sorprendido e intentó sonreír mientras esperaba a que estuviese lo suficientemente cerca.

—Iba a llamarte—dijo.

—¿No ibas a irte hoy?

—Acabo de llegar de Vernon—explicó—, solo iré por mis cosas al departamento y comienzo mi camino—metió ambas manos en sus bolsillos esperando a que ella dijese algo pero no parecía que fuese a hacerlo, pues los ojos de Claire le miraban fijamente en busca de una respuesta más completa. De pronto se sintió como aquella vez en la que la conoció; él en ropa interior y bastante perdido por culpa de su sueño, y ella muy confundida y ligeramente disgustada.

Gracioso era recordar aquello cuando estaban ahí, después de todo lo que había pasado.

Relamió sus labios, miró al cielo como si quisiera llenarse de valor y después regresó a ella.

—Quería probar mi último intento—dijo. Suspiró dándose cuenta de que era mala idea ante el rostro repleto de incredibilidad de la rubia.

—Intento...

—Todos estos meses... ¿Sabes qué? —cerró sus ojos y sonrió—. Creo que una parte de mí tenía la esperanza de que me nueva oportunidad llegara en este día, oportunidad que claramente no merezco y me has negado tantas veces, lo cual no te culpo pero—quitó el gorro de su cabeza y alborotó su cabello como método de distracción—. Yo, solo... esperaba...—hizo una mueca—. No me voy tranquilo—espetó—, y comprendo que mereces algo mejor que yo...

Claire suspiró fuertemente interrumpiéndolo.

—Te perdoné, Wes.

—Entonces, ¿eso significa que simplemente no me quieres contigo?

—Negarme a ayudar a arreglar las cosas, todo este tiempo, solo me hizo ver que prefiero estar sola. Cuando menos me di cuenta, ya no sentía nada.

—¿Nada?

—Que tengas un buen viaje, Wesley.

Wes frunció el ceño, miró a su alrededor un tanto atónito y se aseguró de que nadie los mirara.

—Tú... ya no me... ¿quieres? —preguntó, en voz baja pero con un tono inseguro por la pregunta que el soltó sin pensarlo.

Claire se sintió pequeña ante él cuando su mirada se volvió inexpresiva como aquella vez en la que lo vio llorar, por primera y última vez.

—No.

—Entonces dilo.

—Ya lo dije.

—Solo dijiste no.

Claire vio cómo su persona favorita en el mundo dejaba de serlo frente a sus ojos, o eso quería creer ella porque había dicho cosas sin siquiera pensarlo pero, en vez de arreglarlo, decidió que sería mejor así. Porque a veces ser egoísta era lo mejor aunque todo ese lío no hubiese comenzado por su culpa en primera lugar.

—No te amo, Wesley, ya no.

—¿Se fue?

—Se fue—mintió.

—¿Entonces es hora de que me vaya también?—intentó nuevamente.

Claire frunció sus labios y se apartó un poco ahuyentando sus ganas de abrazarlo y no soltarlo jamás. Negó con su cabeza.

—No creo que vaya a volver.  

Yesterday - The Beatles