pov  shura.

La sabanas desordenadas y otra puta en mi cama , envuelta con ellas, como es que las cosas terminaron así, como es que te fuiste de mi lado y me permitiste terminar así... no se supone que siempre ibas estar a mi lado.... Ángelo.. no Deathmask, como es que permites que esas perras manchen nuestro lecho y borren tu olor de mis sabanas... por que Ángelo por que... por tu culpa estoy intoxicado con alcohol, intentando saciarme con lo casual.. Pero no siento nada.. no lo que tu me hacías sentir...

Aquella mujer es insaciable, puedo ver lujuria en sus ojos, pero no encuentro nada mas, ella me sonríe mientras coloca su nuca en tu almohada, ¿Cómo puedes permitir eso?. Mi corazón late con fuerza y coraje al notar que me he revolcado con ella... pero juro que en todo momento pensé en ti... pensé en ti mientras la tocaba... mientras la penetraba... sus gemidos sonaban a los tuyos... pero no eras tu.

- lárgate... lárgate ahora

Le grito,

- ¿que?

Me pregunta sorprendida

- que no me has oído lárgate, maldita zorra, toma tus cosas y vete.

Vuelvo a gritarle, ella no parece no comprender mas no objeta en lo mas mínimo, toma su ropa de suelo y sin siquiera dirigirme una mirada, se va.. se va por la misma puerta que tu te fuiste hace mucho... ¿por que te fuiste?... ¿por que?

Mi corazón aun late por el coraje, haciéndome levantarme desnudo de la cama, para mirarme en el espejo y ver solamente la mirada de un perdedor de alguien que no pudo mantener consigo la persona que amaba y alado de eso tu ultimo mensaje... lo leo una ultima vez y golpeo el espejo con ira haciendo mi mano sangrar, mi respiración aumenta y ya no es solo el espejo lo que golpeo rompo si no también todo aquello que se interfiere a mi paso, los muebles las cortinas, todo se esta convirtiendo en un autentico desastre hasta que ya no puedo mas y tomo el televisor y lo aviento por la ventana creando un estruendo peor, siento el frio infernal de aquella noche de diciembre recorrer mi cuerpo pero no me importa, me acerco a ella y logro ver el parque cruzando la calle y todos los lugares donde estuvimos juntos, los lugares que dijiste que me amabas y que nunca te alejarías de mi lado..

- Mentiroso... Maldito mentiroso...

Grito con toda mi fuerza, grito desde nuestro departamento en el ultimo piso, grito mientras me sujeto de la ventana clavándome los trozos de vidrio en las palmas, estoy sangrando mucho, siento un terrible dolor y tal vez necesito puntadas, pero eso no me importa, te necesito mas a ti, pero no estas a mi lado.

Mi vista se vuelve roja y sin pensarlo tomo la primera ropa que encuentro en el desorden que ahora es nuestra alcoba, para salir lo más rápido posible de nuestro departamento, los vecinos que escucharon los estruendos que provoque me miraban asustados, miraban el camino de sangre que me acompañaba, pero solo bajaron la cabeza, tienen miedo de mi, ¿será que por eso te fuiste?, ¿por que también tenias miedo de mi?

Siento que mi cabeza va estallar, no pienso con claridad, aun así tomo mi moto y con gran velocidad, voy rumbo a donde estas tu, tengo que encontrarte, tengo que regresarte a nuestro hogar... lo quieras tu o no... tu me perteneces.., tu eres mío...Solamente mío y de nadie más...

Por fin llego a tu hogar, una casucha apenas mas grande que nuestro departamento, una maldito agujero que ahora compartes con un idiota que no te quiere, solo busca el placer en ti y tu no lo ves... pero yo te lo hare saber...

Bajo casi de un salto de la motocicleta, no reparo en acomodarla para que quede de pie, cayendo esta con brusquedad, camino a paso rápido a tu puerta, pero al llegar a ella puedo verte por la ventana, entregándote a aquel maldito que robo de mi tu cuerpo.

- Aioria... Aioria.

Leo ese nombre en tus labios, una y otra vez mientras, aquel maldito te penetra sin descanso en el sofá, nuevamente mi sangre arde, al verte de esa forma... No era yo el único quien dirías su nombre.

Quería entrar y acabar con ese maldito a golpes, pero la gente que circula comienza a verme extraño, pese a todo no quiero llamar la atención y que llegasen a interrumpirme en mi venganza hacia el.. Hacia a ti..

- esto no quedara así...

Digo entre dientes mientras recojo mi moto y me marcho a toda velocidad, estoy intoxicado pero necesito un trago.. otro trago o tal vez dos , tres..o toda la maldita botella que mas da... voy al bar mas cercano... pido una botella de wisky y me siento en una de las mesas mas apartadas de todos, es cuando por fin logro ver mi mano.. vaya que esta mal... derramo un poco de wisky en ella mas no siento dolor.. ya no siento dolor... no siento nada... rompo un trozo de mi camisa y la vendo.

Mis ojos se cierran un momento... y lo primero que veo eres tu.. Marchándote con tus maletas en la puerta.

- lo siento... Shura pero esto no puede seguir asi.

Me dices con la desviando la mirada y yo rio.

- esto.. que por favor Death... deja de comportarte como una señorita, que eres un hombre no... compórtate como uno... - guardo silencio un momento y continuo- es que acaso te duele que me haya acostado con afrodita, tu mejor amigo.. si es así por que no te dolió cuando me acosté también con Shaka, Mu... Milo...Kanon... o Shaina todos los mencionados eran amigos o conocidos tuyos ¿no? Por que con ellos no te importo.. y con afrodita si.... No será caso que tu te lo querías tirar primero.. amor mío me hubieras dicho antes.

Te digo burlándome de ti , observándote desde la cama con mi botella de cerveza en la mano y el control remoto de la tv en la otra, mas tu rostro sigue igual de serio y por primera vez desde que te conozco bajas la cabeza.

- el era mi amigo... mi mejor amigo y único confidente y yo.. yo realmente te amaba, te amaba Shura, podría soportar todo menos eso... con quien fuera menos con el... pero ahora los dos pueden irse al infierno.

Dices y no logro entender, tomas tus cosas dándome la espalda, ¡en verdad vas a marcharte! dejo todo de un lado y de un brinco bajo de la cama y llego a ti, jalándote del brazo, tu solo miras la mano con la que te sostengo para después verme a los ojos.

- deja de comportarte como un marica quieres... no eres Deathmask, uno de los peores sicarios que este lugar ha conocido, asesino de mujer, ancianos y niños por igual, tu el que se jacta de no sentir nada al matarlos... ahora me vienes con este comportamiento...

Te digo con furia mas tu sigues serio mirándome alas ojos.

- respóndeme...

Grito.

- esto es diferente aquel es mi trabajo y esta es mi vida personal y en ella tu lo eras todo, te amo... dejare esa vida y te dejare a ti.. ya no puedo mas.

Me respondes nuevamente con ese tono tan lastimero, no pareces ser tu y eso me enoja, asiéndome tomarte con mas fuerza, jalándote hasta la cama tirándote con fuerza sobre esta.

- defiéndete,

Te exijo y tu niegas con la cabeza, mi sangre comienza ha arder del coraje por verte así, y sin pensarlo te arranco la ropa, dejándote semi desnudo ante mi.

- defiéndete.

Repito y Tu vuelves a negarte.

Abuse de ti durante todo ese día y tu no hiciste nada sin importar cuánto te doliera o cuánta sangre brotara de tu cuerpo, solo desviaste la mirada de mi y soportaste el dolor, como siempre lo hacías...

Caí exhausto esa noche y al despertar tu no estabas, solo estaba pintado en el espejo con tinta negra.

"yo si te amaba.. en verdad te amaba"

Después de aquel día, paso todo un año sin saber de ti, te busque hasta por debajo de las piedras y tu no aparecías, mi problema con el alcohol y ciertas drogas empeoro y comencé a verme envuelto en algo más que casual, buscando tu amor entre putas sin sentimientos, estuve entre sabanas blancas y desordenadas que no guardaban ningún aroma... fue cuando me di cuenta que en verdad te amaba y no lo quise ver.

Y un día vagando en la ciudad con mi motocicleta, te vi besando aquel chico de cabellera castaña, el te abrazaba... lucias tan feliz, como nunca luciste conmigo, baje la mirada,

- eso es lo que te mereces.

Pensé pon un momento, pero instantáneamente entre en razón... porque eso no era verdad, el no te merece, tu no tienes que estar con el, tu eres mío y de nadie más... solo mío y te

- hola guapo ¿quieres compañía?

Escucho decir y esto me hace abrir los ojos, borrando tu recuerdo de mi mente , regresando a aquel bar, es una chica por demás hermosas,

- lárgate puta.

Es lo único de que digo mientras masajeo mi cien y bebo por lo que resta de la noche.

El sol ha salido y el dueño del lugar me ha echado casi a patadas del lugar, mi cabeza de vueltas y por fin siento el dolor insoportable en mi mano, esta ya ha dejado de sangrar pero eso no importa el dolor es igual de insoportable.

Pese que el alcohol en mi sangre disminuye y ya puedo pensar con claridad, no puedo sacarte de mi mente... Deathmask... estoy arto de todo esto... creo que ya es hora... es hora de traerte a mi lado...

Tomo mi moto una vez mas y voy a tu casa, mas me quedo lejos observando con detenimiento lo que ocurre, Aioria se despide de ti para subirte a su auto y marcharte.

- genial ahora estas solo.

Digo con una sonrisa en los labios, no creí que fuera ha ser tan fácil, entro en total silencio ha tu casa, buscándote con sigilo, encontrándote en la sala, decorando esta con estupideces navideñas.

- que patético te vez, como toda una mujercita hogareña.

Te digo y tu volteas inmediatamente al reconocer mi voz, dejas todo lo que hacías y te pones ala defensiva frente a mi.

- que haces aquí.

Me respondes con tu voz temblorosa... ¿acaso tienes miedo de mi?

- no es claro, he venido por ti... ha llevarte a nuestro hogar, donde nunca tuviste que salir.

Me acerco a ti pero tu no retrocedes, solo me miras intentando mostrarte inexpresivo, te tomo de la muñeca y me rechazas.

- por favor vete Shura yo ya no regresare contigo nunca mas, mi lugar es ahora aquí.

Nuevamente intento tomarte solo que esta vez de la barbilla, para obligarte a besarme y tu no te defiendes.

- no me has hecho suficiente daño ya.

Me dices tras separar tus labios de mi retrocediendo algunos pasos y yo calló.

- por fin tengo –continuas- lo que anhelaba Shura, alguien que me ama en verdad mismo que me ayudo ha salir de ese mundo de muerte que comenzaba ha enloquecerme, te pedí ayuda una vez y tu te negaste diciendo que no había nada mejor que tener un amante asesino, alguien sin escrúpulos y sentimientos... y por amor a ti me convertí en eso... pero no era lo que quería, te soporte todo, engaños y mas incluso que me tomaras de las formas que tu quisieras aun que yo no lo quisiera...- una lagrima rueda por tu mejilla- y aun así... te atreviste a lastimarme con la única persona que sabias que apreciaba en verdad... eres un maldito Shura... un verdadero bastardo.

Y por primera vez te veo llorar, te vez tan patético, ese maldito te esta convirtiendo es esto... no puedo dejar de mirarte con suma molestia, tu has dejado de ser Deathmask ya no puedo reconocerte.

Bajas la cabeza mientras limpias rápidamente tus lagrimas.

- vete Shura, por favor. Lo nuestro termino ahora pertenezco a alguien mas.

- a ¿Aioria?

Cuestiono y tu asientas con la cabeza aun tienes la mirada baja.

- tonterías tu solo me perteneces a mi, yo soy tu amo, yo te cree y te convertí en el hombre que eres ahora, gracias a mi dejaste de vender tu culo en las calles , así que me perteneces.. así que – me comienzo a exaltar a un mas- terminemos con esta estupidez, toma tus cosas y vayámonos.

Te digo intentando relajarme un poco, pero tu me miras con una sonrisa retadora cruzándote de brazos tus ojos ha dejado de llorar y tu postura me encanta, nuevamente eres tú.

- el único que se va dejar de estupideces eres tu Shura, estoy harto ya si me ayudaste y te agradezco por eso, pero no soy tu perra... quieres una ve y búscala por que de aquí no me moveré

Sonrió ante tu forma de contestarme.

- aun que – continuas- me llevaras contigo escaparía, lo haría una y otra y otra vez.. por que ya he dejado de amarte... ni muerto volvería a tu lado por voluntad entendiste, ni muerto .

- ni muerto ¿he? Ja eso lo veremos...

Te espantas ante mis palabras puedo ver como tus pupilas se achican a medida que me acerco aun mas a ti, tu cierras tu puño espero el primer golpe, mas no lo das no eres estúpido sabes que por mucho soy mas fuerte que tu, nuevamente sonrió, te tomo de la muñeca con fuerza y te jalo rumbo ala puerta mas tu te sueltas, esta vez por fin golpeándome, rompiéndome el labio y aturdiéndome un poco por el golpe, limpio la sangre de mi labio y la miro unos instantes, mi poca paciencia se acabo y rojo es lo único que veo...

Comienzo a golpearte una y otra vez, tu te defiendes y de igual manera logras brindarme golpes certeros y dolorosos mas no importa ya no puedo sentir mas.

- maldito escúchame bien si no eres mío no serás de nadie.

Te digo mientras me libero de nuestro forcejeó comenzando a apretar tu cuello sometiéndote por completo.

Puedo verte luchar por soltarte pero es inútil, siempre seré mas fuerte que tu. Tus movimientos comienzan a disminuir mas no me importa, no voy a parar.

- Aioria..

Te escucho decir suavemente mientras miras por la ventana, es entonces cuando el sonido de un auto acercándose me hace entrar en si, sabia que te estaba lastimando mas no sabia cuanto, asi que te suelto, mis manos están marcadas fuertemente en tu cuello, mientras miro atónito este, tu aprovechas mi distracción y me sueltas un fuerte golpe rompiendo mi ceja, siento la humedad de mi sangre a recorrer mi rostro y tu intentas escapar, logrando levantarte.

- Aioria.

Repites intentando gritar, pero te cuesta...

- yo... yo... yo no voy a dejarte estar con el.

Digo con ira levantándome tras tuyo sacando una navaja de mi bolsillo, te alcanzo por la espalda, tomándote de la muñeca obligándote a verme a la cara mientras forcejeas por soltarte y es cuando sin pensarlo clavo la navaja en tu vientre, tu quedas quieto tras sentir el frio del metan en tu interior, mas eso no es todo, saco la navaja y nuevamente la clavo en ti solo que con mas fuerza y tu caes de lentamente ante mi, mas ya no puedo parar uno, dos, tres.. seis... diez navajazos mas , comienzas a escupir sangre, y te veo ahora estas sumamente quieto, respirando con dificultad.

- Shu.. Shura... en verdad te amaba... aun te amo..

Dices con suma dificultad, para escupir nuevamente sangre, tus manos intentan tocar mi mejilla y lo logran manchando mi cara de tu propia sangre y tus ojos.. por un demonio tus poco a poco vi como perdieron brillo convirtiéndose en un azul totalmente muerto.

Te mire por un instante lucias tan perfecto ya, que no pude evitar besar tus labios.

El sonido de la puerta abriéndose me obliga a levantarme, mirándote por completo cubierto de sangre, veo tus ojos inexpresivos una vez mas, la navaja cae de mi mano.

Escucho pasos acercarse y comienzo a correr rumbo ala puerta por la que instantes antes entre, topándome con tu amado castaño este me mira sumamente asustado, observando la sangre que me cubría, yo miro sus ojos y sonrió mientras corro rumbo a mi motocicleta y lo último que puedo ver es como el corre a buscarte.

Ha pasado un mes desde aquella ultima vez que te vi, un largo mes donde no puedo sacarte de mi cabeza, no puedo... no puedo, cada que cierro los ojos estas ahí, algunas veces sonriéndome, otras entregándote a mi y otras puedo ver tus ojos sin vida.

He enloquecido por completo, ya ni siquiera busco prostitutas para llenar tu lugar, solo miro tu almohada y tu lugar vacio hasta el cansancio o de no hacer eso voy a cada uno de aquellos lugares que aun que no lo creas sabia que amabas, en especial aquel puente en el parque.

- estoy harto... harto de todo.

Grito levantándome de la cama, tomo mi billetera y salgo del departamento ha toda prisa, necesito un trago.

Llego al bar más cercano y bebo hasta el cansancio y como es costumbre el cantinero recoge mis llaves, tan mal estaba que ni siquiera discutí por ello las entregue sin rechistar saliendo tambaleante.

Últimamente he tenido la sensación de que alguien me persigue, mas no me importa quiero pensar que eres tu, tu fantasma se ha dado cuenta de su erro y quiere remediarlo estando a mi lado hasta el fin de los tiempos.

Esta nevando y sonrió ante recordarte a ti en uno de nuestros tanto inviernos fingiendo ser todo un ser sin sentimientos, pero mostrando ligeramente alegría al ver la nieve.

Camino por el parque, es tan tarde y hace tanto frio que ni un alma hay por aquí, sin saber por que camino aquel puente, donde tanto amabas mirar el atardecer y entonces te encuentro...

- no .. no puedes ser.

Digo para mi mismo pero es claro que eres tu y traes contigo esa gabardina negra que tanto amabas, corro hacia ti, corro con dificultad, pero corro, sin embargo al llegar ahí, no eres tu, es tu ropa, lo reconocería en cualquier lugar, pero no eres tu, aquella persona

- sabia que vendrías... siempre vienes.

Me dice aquel extraño mientras voltea su mirada hacia mi y logro ver su rostro su ojos como su cabellera color castaño.

- ¿Aioria?

No puedes ser, es una alucinación creada por el alcohol, solo eso, niego con la cabeza, mientras el me mira, tras sus ojos distingo odio y un profundo desprecio ante mi, lentamente veo como saca un pistola del bolcillo, y la apunta hacia mi, yo estoy totalmente desprotegido así que retrocedo lentamente, dispuesto a intentar correr, pero el alcohol me tiene tan aturdido que lo único que logro es caerme.

El se acerca y sin mas dispara en una de mis piernas y aun que pensé nunca mas sentir dolor y menos por mi estado alcoholizado, aquella bala duele como nunca, se detiene un momento y apunta rumbo a mi hombro y nuevamente dispara, el dolor que me provoca es insoportable tanto que no logro evitar gritar por el.

- esto no es nada, comparado a lo que le hiciste pasar.

Dice con desprecio, para después disparar una tercera vez en mi otra pierna, después de aquello deje de contar las veces que disparo, Siempre en lugares no vitales.. hasta que se detuvo y solamente me miro, miro como me desangraba poco a poco.

Mi visión era borrosa, mas pude ver y sentir como antes de marcharse del lugar me pateo con fuerza rompiéndome algunas costillas al hacerlo.

Poco a poco iba perdiendo la conciencia y el dolor se clavaba mas en mi y por primera vez en mi vida lloro.

- ¿así te sentiste tu?...

Pienso, mientras siento como mis últimos momentos están llegado.

- Death.. mi querido Death...

Las lagrimas no dejan de brotar y no puedo limpiarlas... ya no puedo moverme... sin embargo sonrió, pese a todos, porque... esto... en vez de ser un castigo, es premio.. ya que te por que te volveré a ver... y volveré ha estar contigo...

aun que esto sea en el infierno.