5| Final
POV JUNGKOOK
Dos años después de haber salido de la casa del horror, decidimos con Jimin, quién ahora es mi pareja oficial, estable y exclusiva, regresar a poner orden ya que decidimos ponerla a la venta. En estos años he podido contarle con lujo de detalles todo el terror que viví allí adentro.
Era hora de deshacerse de ella.
Mis padres nunca regresaron y las débiles señales de contacto que dieron, daban cuenta que no pensaban volver.
La casa llevaba varios años a mi nombre porque ellos me emanciparon a los diecisiete años y me la entregaron como adelanto de herencia.
Confieso tener pavor de entrar, pero de la mano de mi ángel me siento valiente.
Atravesamos el portal y percibimos que el olor a flores aún estaba presente, aún dos años después, el perfume era poderoso, raro, pero real.
—Sigue el olor a arcoíris —dijo mi amado y reímos.
Era evidente que la cosa ya no existía. Eso me dio tranquilidad.
Hoy comenzarán los potenciales compradores a visitarla, así que decidimos hacer limpieza, abrir sus ventanas, permitir que entre luz, sol y dejarla bonita.
Los primeros en llegar fueron una pareja de recién casados. Recorrieron la vivienda y ella comentó lo rico que olía la casita. Jimin me miró de reojo y pude ver su hermosa sonrisa cuando les dijo:
—Huele a flores, ¿verdad?
Se acercó a mí y al oído me susurró:
—No puedo decirles a ellos que en realidad huele a arcoíris, ese es nuestro secreto.
Y volvió a hacer el gesto de angelito que me vuelve loco.
Durante todo el día fue un desfile incesante de personas. Día largo y agotador.
Ya oscureciendo y a punto de irnos irrumpió en la puerta una familia de origen japonés, padre, madre y una niña pequeña.
—Perdón, se nos hizo imposible llegar antes —Se disculpó el padre en un perfecto coreano.
—No hay problema —comentó Jimin—adelante, recorran la casa tranquilos.
A la pequeña niña se la veía muy tímida y obediente. No se despegaba del lado de la mamá aunque ella no le prestaba mayor atención.
En una situación poco clara, la pequeña hizo algo que al padre le molestó y de los tirantes del enterito la arrastró hasta un rincón, en voz alta y en su lengua natal, gritó...
—No molestes más niña tonta —dijo con desprecio— aquí te quedas hasta que nos vayamos.
«¿Niña tonta?» se estremeció Jimin que había entendido la frase en japonés. ¿Quién llama así a su hija?
La madre ignoró el maltrato propinado a su hija y siguió recorriendo el lugar, como si nada hubiera pasado.
En los ojitos de la nena se podía ver el miedo que sintió ante el grito de su papá...
M I E D O
M I E D O
M I E D O
En ese mismo momento el olor a flores se desvaneció. Jimin me miró con los ojos muy enormes. Yo me inmovilicé y supe en ese instante que, la cosa había regresado.
Las paredes se hicieron negras, el maligno ser se materializó detrás de la nena, todos los presentes vimos como extendió sus horripilantes manos para alcanzarla y la tomó de los pelos.
Sí, todos podíamos ver a la cosa y lo que hacía.
Corrí hacia la niña. La abracé,
—¿Como te llamas?
La nena no me entendía, no hablaba coreano. Jimin que hablaba decentemente el japonés, repitió mi pregunta...
—¿Namae wa nani?
—Niji —contestó con un hilito de voz.
Observé a Jimin con lágrimas en sus ojos.
—Oh amor, Niji, quiere decir arcoíris en japonés ¡La niña se llama Arcoíris!
De alguna forma esto se trataba de una señal.
Los dos la abrazamos y desde lo más profundo de nuestros corazones le dijimos, no llores Niji, nosotros te amamos.
Como un mantra de poder continuamos diciendo:
—Te amamos, Niji.
—Te amamos, Niji.
—Te amamos, Niji.
—Te amamos.
—Tus padres te aman.
—Jimin y Jungkook, te aman.
Lo dijimos tantas veces como fue necesario.
Hicimos señas a sus padres para que se nos unieran. Formamos una ronda de abrazos con la nena al centro y seguimos repitiendo desde el corazón, el mantra de amor hacia la dulce Niji.
Hasta que la cosa volvió a diluirse.
Esta vez fue rápido y sencillo. El ente carecía de las fuerzas necesarias para someter a la niña como lo hacía conmigo.
Lo que no comprendo y tal vez nunca lo haga es ¿Por qué se manifestó frente a todos? ¿Por qué? De niño me martirizó a mí solo.
La cosa era maligna y estratega, mis padres nunca la vieron. Pero ahora... Los padres, habían observado todo. Por alguna extraña razón ellos pudieron verla. Y también fueron testigos de que había sido vencida ante la demostración de amor a su hija.
El olor a flores retornó y supimos que estábamos a salvo.
Jimin los invitó a tomar asiento para calmar los ánimos y charlar sobre lo acontecido.
—Lo que acaba de ocurrir —los miré con severidad—es la clara expresión de vuestro desamor a su propia hija.
Yo estaba indignado, ellos eran el reflejo mismo de lo que había sufrido siendo un niño.
—Mi nombre es Jeon Jungkook —continué— durante veinte años sufrí la carencia de amor de mis padres y fui víctima del ser que ustedes acaban de ver —Jimin acariciaba mi espalda para darme fuerzas frente a los nocivos recuerdos— Esa cosa se alimenta de la energía negativa. Se aprovecha de las almas débiles como la de los niños no amados y los somete a su maldad.
La madre de Niji lloraba muy consternada. Ella abrazó a su hijita y besaba su pequeño rostro.
—Nunca más estarás solita, mi beba bella —sollozó— te lo prometo.
El padre las abrazó a ambas.
—Gracias —Nos dijeron.
Jimin se agachó hasta la altura de la niña, estiró su manos hacia a mí y me invito a que me sumara. Mi ángel rubio besó la mejilla de Niji y en japonés, le susurró...
—Siempre estaremos aquí, en tu corazón, Niji. Cuando te sientas triste o sola, pronuncia estas palabras:
—Mamá y papá me aman.
Ellos son mis guardianes y mis protectores.
Kook y Mimi también me aman. Todos me aman mucho.
Nunca lo olvides.
No estás sola.
Parecía brillar. La mirada triste con la que entró a la casa se había ido.
Supimos que la niña arcoíris había sido rescatada del maltrato y desamor.
La desagradable presencia de la cosa había logrado un milagro en esa familia que tal vez, por sí sola no lo hubiera podido hacer.
Cerraron las puertas de la casa. Arrojaron las llaves al contenedor de basura.
A la mañana siguiente las topadoras de demolición tiraron abajo cada centímetro de la vivienda.
Jungkook y Jimin eran conscientes de que la bestia no necesita de esa casa para volver a hacer daño, pero ellos sabían que cada exteriorización de "eso" se había dado entre estos muros.
Así que...
¡Adiós paredes!
¡Adiós muros malignos!
Adiós casa del horror.
No podían arriesgarse a que la comprara alguna familia desprevenida y que un niño o niña sufriera los embates de la cosa.
No.
Eso no.
Eso nunca más.
Solo polvo quedó de la casa en la Jungkook vivió/sufrió de niño.
Polvo también eran esos recuerdos dolorosos.
Ahora era feliz con quién lo cobijó con amor.
El amor que todo lo puede.
El amor que todo lo vence.
Todo gracias a un hermoso tiranosaurio Rex, verde estridente, que rescató su alma una noche de brujas.
—Gracias Jimin, gracias amor de mi vida.
Fin
Un cuentito de Caracola
Primavera de 2021
Hoy, sábado 13 de julio de 2024, recibí un pedido especial de @Barbskm.
Ella quería ver a Jimin con su traje de dinosaurio... ¡Espero que te guste!
Créditos a Bing por darme el gusto y generar los Jimin más hermosos para mí 💜💜💜 Te amo IA.
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