[ ❤ ] - 10: Dejar de huir.
Disclaimer: Detective Conan y sus personajes son propiedad de Gosho Aoyama.
Advertencia: Fanfic de genero Yaoi/BL con AU, ooc, bebés, problemas, peleas, malentendidos y romance.
En cuanto Kaito se adentra al baño de la estación, camina hacia uno de los cubículos vacíos y procede a encerrarse en su interior.
Un pesado y cansado suspiro se escapó de sus labios mientras sus hombros se relajan. Está abatido.
Nunca le importo lo que la gente pensara de él o como lo vieran pero oír qué la prensa pensaba tan mal de su persona había dolido.
¿Realmente era esa la imagen que daba? ¿En serio todos creían que quería aprovecharse de la fama de su padre?
Un pequeña risa histérica abandonó sus labios mientras procedía a sacar sus prendas del bolso.
Una camisa de cuello alto color crema, jeans ajustados de color azúl, un par de botas negras con tacón bajo y un bonito saco café. El conjunto era casual y simple. No podía permitirse usar algo más llamativo aquel dia porque no sería capaz de arreglarlo correctamente en el baño de la estación.
Kaito sacó la peluca del bolso y dudo por un momento en usarla. Las palabras de Hakuba volvieron a su mente.
«Estoy seguro de que Kudo no te entregaría a las autoridades si supiera tu identidad»
Por supuesto que lo sabía. Shinichi no sería capaz de hacerle eso. Él no era el tipo de persona que traicionaba la confianza de los demás. Aun si la otra persona era un criminal.
Una pequeña sonrisa se formo en sus labios al pensarlo.
Shinichi era extraño. Después de todo no cualquiera confiaría y ayudaría a un ladrón.
Cuando Kaito conoció a Shinichi nunca llegó a pensar que aquel detective sería alguien tan peculiar aun cuando solo se veía como un niño.
«Extraño»
Si a Kaito se lo preguntaran, el definiría a Kudo con esa palabra, por supuesto, en un buen sentido. Después de convivir con él por una semana y media, podía decirlo con confianza para si mismo.
Cada dia era capaz de descubrir algo nuevo sobre el detective, como sus gustos, hábitos, capacidades y más. Sentía que con cada día que pasaba lo conocía mejor.
Gruñón por las mañanas, somnoliento al mediodía, calmado en la tarde y extrañamente energético por las noches.
Con una nula habilidad en la cocina y una increíble capacidad de preparar varios tipos del café. Shinichi era alguien único.
Verlo por la mañanas con su cabello desordenado y usando aún su bonita pijama azul se había vuelto, rápidamente, cotidiano para Kaito.
Por ello también, sus sentimientos comenzaron a florecer sin reparo alguno. Y por más que intentara detenerlos, su corazón parecía mandarse solo y se negaba a parar. Tan terco.
Kaito no quiere admitirlo, no puede. Porque si lo hiciera terminaría cruzando aquella única línea que los unía: su peculiar amistad.
Porque ambos eran amigos, ¿verdad? Si, lo eran. Amigos rivales, solo eso.
Aun si el quisiera algo mas era imposible por el momento, porque aunque él supiera tantas cosas sobre Shinichi, ¿Qué sabía el otro de él?
Solo que era un mago y ladrón de guante blanco, mundialmente buscado, un criminal que poseía un gran "instinto materno" y que su padre era el antiguo Kaito Kid. Por supuesto. Fuera de ello, él no sabía nada, porque él mismo le había impedido a Shinichi saber más. Temía abrirse por completo.
Tenía miedo de arriesgarse y perder.
En cuanto Kaito terminó de cambiar sus ropas, procedió a acomodar la peluca y salió del cubículo del baño para observarse en el amplio espejo de la pared. Solo faltaba retocar su maquillaje.
Parado en frente del espejo del baño de hombres, Kaito observó su reflejo por un par de minutos. La persona que se reflejaba no se parecía para nada a su verdadero ser.
Acarició el falso cabello de su peluca y suspiró antes de guardar en su bolso el maquillaje que había sacado un par de minutos antes. Dejando solo un labial y el arqueador de pestañas, Kaito sonrió levemente.
Quizás más adelante se arrepentiría pero ya no había vuelta atrás.
Debía dejar de huir y ocultarse tras máscaras.
Shinichi observó cómo el pequeño dibujo animado de un panda corría de un lado a otro en la pantalla del televisor. Entre sus brazos se encontraba Hikaru completamente entretenido por aquella caricatura.
Ambos se encontraban a una distancia aceptable del televisor, sentados sobre uno de los sofás y con su mirada fija en la pantalla.
Una pequeña risa se escapó de los labios de Shinichi al ver al pequeño panda caer dentro de un pozo. Tan absurdo.
-Parece que se están divirtiendo. -comentó Kid a unos pasos de ellos. Su llegada había sido tan silenciosa qué Shinichi ni siquiera pudo oírlo llegar.
-Para nada.
Shinichi comentó aquello sin apartar su vista del televisor, odiaba profundamente los programas para niños porque eran absurdos pero por alguna razón también eran hipnóticos. Tan raro.
-¿Desayunaron? -cuestiono Kaito mientras se movía hacia el comedor.
-Oh, ummmm... Solo un poco. -comentó Shinichi-. Hikaru se despertó un poco gruñón así que estuvo llorando un tiempo mientras llamaba a su madre. -Shinichi sonrió algo decaído al decirlo. Sentía pena por el infante.
-Oh, no. Pobrecillo, lamento no haber podido ayudarte. -dijo Kaito con pesar. Shinichi simplemente negó, finalmente apartando su mirada de la televisión.
-No te preocupes...
Sintiéndose listo para enfrentar a Kaito y su posible nuevo look del dia, Kudo dirigió su mirada hacia el mago solamente para ser recibido por una hermosa vista.
Kid se encontraba a un par de pasos de él, usando un ajustado jean azul, resaltando su pequeña y bonita cintura. Una camisa de cuello alto algo suelta, permitiéndole ver un poco su clavícula. Su atuendo era simple pero realmente encantador.
Sin embargo, lo que más destacaba aquel día era su rostro, usando muy poco maquillaje y ningún producto extraño para hacerlo ver mas femenino. El fino rostro de Kaito se veía hermoso, con sus largas pestañas arqueadas y sus labios rosas. Aquel era el rostro al que Shinichi estaba acostumbrado a ver tras el monóculo en los atracos. El verdadero rostro de Kid.
-¿Shinichi? -el llamado de Kaito lo hizo salir de su ensoñación y darse cuenta de qué estaba mirando más de la cuenta.
-Ah, si... -musito vagamente Kudo, apartando rápidamente su mirada. La punta de sus orejas se volvió roja de la vergüenza.
Un pesado ambiente los envolvió a ambos, en silencio y solamente oyendo las voces que venían de la televisión.
Kaito se sentía tan avergonzado y estúpido, creyendo que quizás Shinichi prefería verlo con un rostro mucho más femenino y usando prendas más bonitas. Estaba empezando a arrepentirse cuando oyó a Kudo hablar nuevamente.
-Hoy te ves... Muy bien. -murmuró avergonzado. Ocultando su rostro tras Hikaru quién aún se mantenía estático viendo la televisión.
El calor golpeó el rostro de Kaito, sus mejillas se ruborizaron y su corazón latió con tanta fuerza que por un momento temió que Shinichi pudiera oírlo. Sus palmas sudaron y sus manos juguetearon entre ellas mientras su mirada se clavaba en el suelo.
Shinichi le había halagado por su cuenta, sin tener que preguntarle o molestarlo. Sentía que sus palabras eran más sinceras que otras veces.
-Gracias... -musito Kaito nervioso. Sentía que su pecho explotaría de felicidad. Una temblorosa sonrisa se encontraba en su rostro.
El video de la televisión terminó y el menú de reproducción de youtube apareció. Hikaru chilló aburrido antes de girarse hacia Shinichi.
-¡Otro, otro! -pidio algo desesperado. Rápidamente, ambos chicos volvieron a sus sentidos y depositaron toda su atención en el Infante.
-Ya no más caricaturas. -dijo Kaito mientras se acercaba a ambos. Hikaru salto emocionado sobre el regazo de Shinichi al oír la voz de Kaito. -. Mejor vamos a jugar, ¿Si? -propuso antes de extender sus brazos hacia el niño.
Hikaru posó su vista sobre Kaito y se petrifico.
-¿Hikaru? -lo llamo Shinichi confundido. Normalmente el niño salía corriendo de sus brazos al ver a Kaito.
-¿Kai? -murmuró el niño con miedo mientras observaba fijamente a Kid.
-Si, soy yo-Kaito se puso de cuclillas frente a ambos y volvió a extender sus brazos invitando al niño a ir con el. Sin embargo, contrario a todo, Hikaru solamente se aferró a Shinichi con miedo.
-Kai... -murmuró el niño antes de echarse a llorar. Hakaru no reconocía a Kaito sin su maquillaje.
Un nuevo problema había surgido.
Hola~ ¿Que tal todo? (^▽^)
Aqui el capítulo numero diez! Espero les haya gustado ♡
Poco a poco Kaito va tomando la delantera para declarar sus sentimientos uwu
Y Shinichi por supuesto no va a quedarse atras!
Por si a alguien le interesa (?) El programa que Hikaru estaba viendo era babybus, es una caricatura china (creo) que solo se encuentra en youtube. Su funcion principal, ademas de entretener a los niños, es enseñarles sobre la escritura uwu
Aksnsjsksk es muy entretenido asi que si en un futuro se ven en problemas con un pequeño niño quizas este programa les ayude xD
En fin, muchas gracias por leer!
En el próximo capítulo explicare mejor porque Hikaru medio no reconoce a Kaito xD aunque creo que si han convivido con niños sabran es el porque :'v
Espero poder actualizar pronto.
Que tengan un maravilloso dia 💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro