Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[ ❤ ] - 09: Un matrimonio encantador.

Disclaimer: Detective Conan y sus personajes son propiedad de Gosho Aoyama.

Advertencia: Fanfic de genero Yaoi/BL con AU, ooc, bebés, problemas, peleas, malentendidos y romance.

Un ambiente calmado y cálido. El bullicio de la gente era bajo y la música del restaurante agradable.

Shinichi observó a Kaito jugar con Hikaru. Sonriéndole cariñosamente, ambos se veian tan lindos qué la idea de tener una familia propia le resultaba cada vez más tentadora. Más aún si Kaito era quien lo ayudaba a formar esa familia.

-Tan lindo...-murmuró Shinichi con una amplia sonrisa en su rostro. Todo a su alrededor había desaparecido.

-Ejem...-carraspeo repentinamente la mesera en frente de su mesa con una pequeña mesa portátil llena de platillos. Shinichi dirigió rápidamente su mirada a la mujer y se avergonzó al notar la sonrisa burlona en su rostro. Oh dios-. Les he traido su pedido. -dijo la chica mientras procedía de depositar los platos de comida en la mesa.

-Muchas gracias. -dijo Kaito, sin apartar su vista del infante. Con calma procedió a colocarle un pequeño y bonito babero a Hikaru para evitar que este ensucia su ropa.

-¡Comida!-exclamó animadamente Hikaru mientras agitaba sus brazos. Kid soltó una pequeña risa al verlo.

-Si, si, vamos a comer-dijo el mago antes de tomar el plato con el menú infantil y acercarlo a Hikaru.

Por otra parte Shinichi acomodo rápidamente la comida que había pedido para él y Kaito a un lado. Esperando que la camarera se fuera y dejara mirarlo con burla.

-Por favor disfruten su comida. -comentó la camarera antes de darse media vuelta. Shinichi suspiro aliviado.

-Oh, disculpa. -hablo Kaito. Frenando a la mujer. -¿Podrías traernos un poco de jugo de naranja? -pidió apenado.

-¿Jugo de naranja? -cuestiono Shinichi confundido.

-Si, ¿Te gusta, verdad? En casa siempre lo tomas. -comentó casualmente el mago. Sus labios curvados en una pequeña sonrisa y sus ojos amatista mirándolo con calma. Tan hermoso. Kudo solamente pudo asentir avergonzado.

-Me gusta... -susurró. Sabiendo en su interior que no solo se refería a aquella bebida.

-Entonces les traeré lo pedido. -dijo la camarera con una sonrisa-. Ustedes son un matrimonio encantador. -declaró con una amplia sonrisa avergonzando por completo a ambos chicos-. En fin, disfruten su comida~ -musito con calma antes de alejarse de su mesa.

Shinichi sintió su rostro arder de la vergüenza, mientras que en su estómago mariposas comenzaban a revolotear. Tan avergonzado pero feliz de parecer un matrimonio.

Elevó su vista encontrándose con el hermoso rostro de Kaito igual al suyo. Con sus mejillas sonrosadas y una pequeña sonrisa sobre sus rosados labios. Su vista fija en la comida sobre la mesa y sus dedos jugueteando con uno de los juguetes de Hikaru. Tan encantador.

Shinichi separó sus labios pero ninguna palabra salió, ¿Qué podia decir cuando su mente era un caos?

-¡Kai, Kai! -la entretenida voz de Hikaru resonó a su lado, devolviendolo a la realidad. -Ah~ -musitó el infante mientras le extendía a Kaito un poco de puré de papas con su cuchara.

Kaito simplemente lo observo por un momento perdido, antes de acercarse y tomar el bocado.

-Esta delicioso. -comentó el mago con calma. Hikaru sonrió satisfecho antes de dirigir su atención nuevamente al plato en frente suyo.

Kid elevo su vista cruzando miradas con Shinichi antes de reír por lo bajo. El ambiente se había relajado.

-La comida se va a enfriar, comamos. -dijo Kudo sin más. Kaito concordó y ambos comenzaron a comer.

"Un matrimonio encantador"

Tanto Kaito como Shinichi creyeron que aquellas palabras se oía bien si era para describirlos.

-¿Estás oyendo lo que digo?

Cuando Kaito elevo su mirada, se encontró con los azules orbes de Aoko. Observandole con molestia. La mujer en frente suyo llevaba puesto un elegante traje a medida y en su corto cabello, hasta los hombros, tenía un bonito prendedor.

Por un momento Kaito se sintió perdido al verla, ¿Donde se encontraba? Sus parpados pesaban y la dura silla en la que se encontraba sentado le resultaba tan incómoda.

Las paredes a su alrededor eran de un aburrido color gris, nada parecidas al bonito naranja del restaurante al que asistió la otra noche con Shinichi y Hikaru. Una pequeña sonrisa se formo en sus labios al recordar aquel dia.

-Por supuesto que no, ha estado dormitando durante toda la reunión-. La molesta voz de Hakuba al otro lado de la pequeño mesa en frente suyo resonó por toda la oficina taladrando su mente y causando un leve dolor de cabeza.

-Lo siento...-. Se disculpó el mago. Estaba exhausto. Entre las prácticas de sus nuevos trucos de magia, los planes para su próximo atraco y su pequeño trabajo como niñera, se sentía cada dia mas agotado.

-Kaito, por favor, si quieres debutar como un gran mago debes cumplir nuestras exigencias-. Aoko suspiro dejando a un lado lo papeles que había estado leyendo.

-Lo se, lo se. Solo estoy algo cansado-. Comentó vagamente antes de tomar en manos el pequeño vaso de plástico lleno de café y darle un sorbo. El amargo y nada agradable sabor de aquella bebida inundó su paladar. Desagradable.
Aquello no sabía como el café qué Shinichi solía prepararle en ocasiones. No era dulce y no tenía una pequeña pizca de chocolate.

-Creo que es momento de que renuncies a tu papel de criminal-. Propuso Hakuba mientras se ponía de pie y se acercaba a Aoko. Ambos intercambiaron miradas preocupadas antes de volver a hablar-. Sabes qué nos preocupamos por ti, ¿verdad?

Kuroba frunció su ceño al oír al mitad británico hablar con un tono suave y preocupado.

-Oh por dios, no. No empiecen de nuevo-. Musito Kaito con desesperación. Ahí estaban de nuevo, actuando como si fueran dos amorosos padres preocupados por su hijo-. Voy a vomitar, se los advierto.

-Kaito, por favor, solo escúchanos-. Pidió Aoko con pesar-. Tu debút como mago se acerca y temo que colapses antes de ello-. Presionó el puente de su nariz con cansancio-. Soy tu manager y mi deber es hacerte triunfar.

-Lo se pero...

-Si quieres triunfar como mago, Kaito Kid debe desaparecer-. Dijo interrumpiendolo-. Ya encontraste lo que buscabas, ¿verdad? ¡Es momento de retirarse!

-Aoko tiene razón, ya no hay motivos para que sigas siendo Kid-. Concordó Hakuba. Kaito se sintió desesperado ante ellos.

¿Qué no había motivos para seguir siendo Kid? ¡Se equivocaban! Por supuesto que aun habia uno y ese era Kudo Shinichi.

Si Kaito dejaba de ser Kaito Kid, ¿Como podría ver a Shinichi?, ¿Bajo qué excusa podría ir a su hogar si no era para devolver una joya? Era imposible.

-No quiero abandonar mi trabajo como Kid, aun hay algo que debo hacer-. Declaró Kaito. Su mirada fija en la mesa y sus dedos jugando con el pastico.

-¿A caso aun buscas venganza?-. Cuestión alarmada Aoko. Kaito negó rápidamente-. Dios, me asustaste. Pensé que nuestra charla sobre la venganza y sus consecuencias había sido en vano.

Kaito soltó una pequeña risa al recordar cuando Aoko y Hakuba lo obligaron a oír un discurso sobre porque estaba mal buscar la venganza y como esta no traía nada bueno. El peor dia de su corta vida definitivamente.

-Tomemos un descanso-. Propuso Hakuba al ver el cansado rostro de Aoko-. Creo que necesitas un café y aire fresco-. Dijo antes de colocar su mano sobre el hombro de la contraria.

-Si, creo que tienes razón-. Suspiro Aoko. Acariciando la mano de Hakuba sobre su hombro. Sonrió cariñosamente para el rubio antes de abandonar la oficina.

Kaito se relajo al verla irse y soltó un largo suspiro.

-Veo que ustedes están muy bien-. Comentó alegremente el mago, mientras le daba otro sorbo a su amargo café.

-Sí, bueno, estamos mejor que tú y tu inexistente relación con Kudo-. Las palabras de Hakuba estaban llenas de burla y veneno. Kaito se atragantó al oírlo.

-¿¡Qué...!? ¿¡Estás siguiéndome!?-. Exigió saber. Su rostro rojo por la vergüenza y la cólera-. ¿Cómo te enteraste de qué estoy pasando tiempo con Shinichi?

-Me lo acabas de decir, yo solo tenía una ligera sospecha-. Comentó con burla. Kaito chasqueo su lengua al ver que había caído en su trampa.

-No se que te tiene tan entretenido con él, pero deberías dejar de dar vueltas y ser sincero con tus sentimientos.

-Por supuesto, voy a oír al tipo que tardó dos años en declarar sus sentimientos-. Dijo con burla. Hakuba no tenía derecho a decirle qué hacer con sus sentimientos.

-Tomalo simplemente como el consejo de un viejo amigo-. Hakuba suspiro rendido al ver que no sería escuchado-. Se que Kudo es la razón por la cual no quieres dejar de ser Kid.

-¿Porque crees eso? Quizás Aoko tiene razón y mi corazón exige venganza por la muerte de mi padre nuevamente-. Kaito sonrió maliciosamente al decir aquello. Hakuba simplemente se encogió de hombros.

-Como digas, yo solo quiero que dejes de causarle tantos problemas a mi novia-. Comentó sin más-. No sé qué te retiene tanto, pero estoy seguro de que Kudo no te entregaría a las autoridades si supiera tu identidad.

-¿Estás sugiriendo que revele mi identidad?

-Estoy sugiriendo que dejes de darle vueltas al asunto-. Musito con cansancio-. Llevas tras él cerca de cinco años, eres mucho más patético que yo y mis dos años de dudas.

Kaito tenso su entrecejo con molestia al oír su burla. Por supuesto que le tomará mucho más tiempo tratar de llegar a algo con Shinichi, su relación es delicada y algo inestable. Después de todo, lo único que los une es su identidad como criminal. Y ahora quizás Hikaru, pero aquello era solamente temporal. Solamente por un mes, y ya habían pasado dos semanas y media. El tiempo se acababa.

No podía permitirse ser visceral.

-En serio, ¿Qué demonios vio Aoko en ti? Tu atractiva cara no compensa tu afilada lengua-. Dijo con molestia mientras se ponía de pie. Hakuba sonrió al oírlo.

-Supongo que fue mi carisma y elegancia-. Kaito ahogó una carcajada al oírlo.

-Por supuesto-. Dijo con gracia mientras tomaba en manos su bolso y se disponía a abandonar el lugar.

-Kaito, espera-. Lo llamo Hakuba. Su tono de voz fue serio y frío. Kaito oprimió sus labios y tragó grueso, tenía un mal presentimiento-. Aoko me pidió que no te lo dijera pero creo que lo mejor es que lo sepas por mí antes que por cualquier otra persona...-su voz titubeó. La duda preocupo aun mas al mago-. La prensa cree que tu debut como mago es una farsa y tu solo quieres "colgar" la fama de tu padre.

Un golpe bajo.

-¿Qué?-. Musito indignado. ¿Colgar de la fama de su padre? ¡Por favor! Era estupido-. ¿Como podría...? -. Las palabras se atoraron en su garganta. Un nudo les impedía salir. Se sentía mal.

-Es por eso que Aoko está desesperada en que tu debut sea perfecto-. Confesó cansado-. Así que por favor, entiendela y no le des más trabajo del debido.

Kaito murmuró un "Está bien" mientras hurgaba en su bolso y sacaba su smartphone para confirmar la hora.

«14:38»

Pasado el mediodía, ya no podría desayunar con Shinichi y Hikaru. Aunque está seguro de que, aun si podría, no comería nada. Su apetito lo había abandonado.

«Quiero verlo»

Kaito pensó aquello ansioso. Quería ver a Shinichi, verlo sonreír y hablar animadamente sobre su mañana mientras Hikaru jugaba con ellos.

Tan irónico. Siempre se dijo que no debía depender de nadie, pero ahí estaba. Destrozado por las palabras de la prensa y dependiendo de Shinichi para alejar su malestar.

-Me voy-. Sentenció vagamente mientras guardaba su smartphone y se disponía a abandonar la oficina.

Sin embargo, antes de siquiera tomar el pomo de la puerta, esta se abrió repentinamente mostrando a Aoko con un pequeño vaso plástico de café.

El amargo aroma de aquella bebida azotó el rostro de Kaito revolviendo su estómago. Se sintió enfermo.

-¿Te estas yendo?-. Cuestionó molesta-. La reunión aún no ha acabado.

-Lo ha hecho, debo irme-. Dijo rápidamente. Quiere huir de aquel lugar.

-Deja que se marche, tiene asuntos qué atender-. Comentó Hakuba desde su lugar. Aoko separó sus labios para refutar, pero al final no dijo nada y simplemente soltó un suspiro rendida.

-Esta bien, ve con cuidado y procura descansar lo suficiente-. Musito mientras se adentraba a la oficina y caminaba hacia Hakuba.

-Si, si. Mamá-. Dijo Kaito irónicamente.

Aoko simplemente lo ignoró y se detuvo junto al rubio antes de murmurar algo que Kaito no alcanzó a oír bien.

Hakuba sonrió e inclinó su rostro para depositar un pequeño beso sobre los labios de Aoko mientras ambos entrelazaban sus manos.

Kaito ahogó una arcada al verlos y les gritó que consiguieran una habitación antes de abandonar la oficina.

La pareja simplemente sonrió divertida.

Hola gente bonita ♡
¿Que tal va su dia?

Aqui el noveno capítulo de esta dulce historia uwu a decir verdad siento que este capitulo no encaja completamente con la historia :(
No ha quedado como queria akskskaak

Como habran leido, Aoko es la manager de Kaito. Si, si, extraño pero a mi me gusto mucho la idea xD
Ponto aclarare mas eso y el como llegaron a ser asi las cosas uwu

En fin, espero les haya gustado el capítulo!

Tratare de volver a actualizar esta historia pronto ♡

Que tengan un maravilloso dia ★

Gracias por leer💖

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro