
32
Sí señores, momento de tomar decisiones
MACK
El avión estaba en el aire. A salvo por ahora.
Pero Ax aún respiraba con dificultad. En su expresión estaba estampado un shock pálido. Sudaba. Tenía los ojos horrorizados y vidriosos. Los labios separados y temblorosos. Las cejas ligeramente fruncidas.
Lo más alarmante, sin duda, era eso de que tenía la mano puesta sobre su pecho como si estuviera viviendo un dolor horrible.
O peor, como si estuviera teniendo un infarto.
—¡¿Ax?! ¡¿Estás bien?! —Me agaché muy rápido junto a él, preocupada y asustada.
—No... —lo dijo en un aliento conmocionado. Aunque no pareció una respuesta para mí, sino la reacción a algo que tal vez cruzaba su mente.
—¿Qué estás sintiendo? —Yo no sabía qué hacer y eso me angustiaba más—. ¿Cómo puedo ayudarte?
—Solo debes dejarlo tomar aire hasta que disminuya la reacción de su cuerpo ante la muerte de número cinco —me respondió Vyd en su lugar.
En cuanto puse la atención en él, estaba apoyando su espalda de la pared del avión y deslizándose hacia abajo. Al quedar sentado en el suelo, echó la cabeza hacia atrás para descansarla.
Me preocupó que tampoco se veía en muy buen estado. Su cuerpo parecía tiritar y su pecho también ansiaba aire con urgencia. Y a pesar de que normalmente era muy pálido, lo estaba todavía más.
Me di cuenta de que Nolan, aún agitado por todo el caos recién vivido al ser perseguidos por "Jaden", también lo miraba con mucha preocupación porque notaba lo mismo que yo.
—Tú tampoco te ves bien, ¿también te afectó...? —le preguntó a Vyd. Solo que Vyd prefirió concentrarse algo que le pareció más importante:
—Ax, ¿te diste cuenta de que eso es lo que estuvo matando a los demás individuos? —Vyd le preguntó en lo que intentaba recuperar aliento—. Eso fue lo que te atacó cuando estábamos en la celda de número cinco para rescatarle. Aquello que oliste, pero no pudiste ver. Solo que aquel día también tuvo el poder de controlar a número cinco al igual que tú puedes hacerlo. ¿Tienes alguna idea de cómo es... posible?
Recordé que al reencontrarnos y tener esa larga "charla" en la camilla, Ax me había mencionado eso.
El día del rescate, antes de Ax desmayarse y liberar esa poderosa energía que los hizo rastreables para Madelein, Ax había detectado un olor extraño pero familiar en su celda. Luego, al entrar, había parecido como si algo hubiera poseído a número cinco, porque había intentado matarlo cuando no debía.
Así que yo iba a revelar lo que sabía sobre eso que acababa de atacarnos por si podía ayudar a aclarar las dudas, pero:
—No, ya va, yo tengo una mejor pregunta: ¿qué fue lo que esa cosa hizo con número cinco? —Gesher habló antes que cualquiera, aún atónito por todo lo que acababa de suceder.
—Cambió su temperatura —respondió Vyd con una ligera nota de rabia en la voz—. Y precisamente había uno de nosotros que podía manipularla.
Volví a ver de nuevo la cara de Ax. Además de la humedad en sus ojos bien abiertos por el impacto, había incredulidad, como si no pudiera creer que acababa de perder a otro de los suyos.
Aunque también parecía estupefacto por haber entendido que la creación de Jael había estado matando a los demás individuos.
Solo que no estuve muy segura de por qué me dio la impresión de que el dolor producido por esa realización era más emocional que física...
De todos modos, tal y como Vyd había sugerido, le di espacio para que él mismo se tranquilizara.
Entonces, finalmente usé el momento para hacerles a todos un resumen de lo que Jael me había revelado: que había creado a ese individuo solo para matar a los STRANGE.
—Así que él y Godric sí trabajaron juntos. —Gesher estaba perturbado por lo que yo acababa de contar. Era la primera vez que le veía expresiones claras y genuinas.
—Sí, todo lo que sospechamos era cierto —dije, todavía abrumada por cada nueva parte del pasado que se había develado—. Y fue más que trabajo. No lo sé, tenían una amistad, una complicidad más profunda, hasta que eso se rompió por algo que descubrieron pero que no quiso mencionar. —El decirlo todo en voz alta me hizo más agobiantemente consciente de la verdad, por lo que cerré los ojos y solté aire por la boca mientras lo susurraba—. No puedo creer que esto esté pasando... No sé ni qué sentir...
Nolan resopló. Hasta sus mejillas estaban enrojecidas por todo lo que habíamos corrido. Parecía que iban a salirsele los pulmones por la boca.
—No eres la única, es decir, ¿cómo es que esa cosa puede hacerse invisible? —preguntó, entre aterrado y asombrado.
—No creo que se haga invisible —negó Vyd. Ya más que intentar recuperarse, dio la impresión de estar analizando mentalmente y con preocupación toda la situación—. Me di cuenta de que no tiene una sola habilidad, sino varias de las que tenían los otros individuos. Me parece entonces que fue creado para tener un poco de cada uno de nosotros, y si no me equivoco, es posible que también tenga la capacidad de engañar al cerebro haciéndole creer que no hay nada cuando en realidad sí lo hay. Es por eso que aquel día en la celda de número cinco, Ax pudo detectar su olor como si fuera otro STRANGE, pero no verlo. Solo que ese es el punto, ¿cómo es que es más poderoso que el número uno y cómo puede tener todas estas capacidades mezcladas...?
Nolan pestañeó, estupefacto.
—Demonios, si pudo engañar a Ax y es más fuerte que él... —susurró—. ¿Qué nos espera...?
—Es que ese era su gran plan: Jael dijo que estuvo atacando a los individuos uno por uno para debilitar al principal y así enfrentarlo al final cuando estuviera débil —añadí. Y se me apretó la garganta al admitir lo siguiente—: Ha estado asesinando a Ax lentamente, parte por parte, desde que él llegó a la mansión.
Un plan demasiado inteligente, si lo analizaba a fondo. Ir matando lentamente y en silencio a los demás individuos para fragmentar el poder de Ax y enfrentarlo al final cuando estuviera débil...
Sí, la venganza de Jael se había cocido lento.
—Pero, esa duda que menciona el número diez tiene mucho sentido: ¿cómo es que puede tener sus poderes? —preguntó Gesher, de nuevo confundido—. ¿No son únicos de los STRANGE? En el pasado yo oí cosas dentro de la organización como que es imposible copiarlos, porque si se quiere al menos intentarlo debería ser desde el embrión. ¿Fue así? ¿Jael hizo un bebé monstruo?
Creo que esperó que Vyd se lo aclarara porque daba la impresión de ser el que analizaba las cosas más al fondo, pero fui yo quien tuvo la respuesta:
—Okey, esto es algo que estaba difuso en mi mente, pero volvió después de esa inyección... —quise explicar.
—¿Cuál inyección? —Nolan preguntó muy rápido, alertado.
Pero la situación estaba muy acelerada y enredada como para ponerme a explicar esa parte.
—El punto es que lo vi en los recuerdos de la chica —decidí resumir, ignorando lo de la inyección—. Mi padre poseía una muestra de piel que contenía las moléculas especiales que les dan los poderes a los STRANFE. En las células de esa piel, las moléculas estaban activas. Al parecer, Jael robó esa muestra y con ella creó a ese nuevo individuo. Entonces no fue que modificó a un bebé. Lo hizo con un adulto.
Gesher pareció perdido. Hasta Nolan puso cara de confusión.
—¿Las moléculas especiales...? —repitió Gesher sin saber a qué demonios me refería.
—Sí, es confuso, pero ese es el núcleo de los poderes de los individuos —especifiqué—. Unas moléculas que pertenecían a la criatura y que éste le transfirió a cada feto ante de morir. Por ellas es que todos los STRANGE están conectados, porque si una dentro de un solo cuerpo se ve afectada, las demás en los otros cuerpos, también. Mi padre dijo que era algo como un entrelazamiento... Pero bueno, la cosa es que parece que ese extraño trozo de piel que también las contenía, fue lo que le dio las habilidades a la creación de Jael.
—Pero eso... —quiso decir Vyd, extrañado por todo lo que yo estaba explicando.
Solo que en ese preciso momento, Teodorus, el padre de Nolan, apareció por la puertecilla que dividía el espacio del avión en el que estábamos. También venía seguido de Dan.
Y, siendo honesta, al ver a Dan solo pensé: pero ¿qué le ha pasado?
Su aspecto era notoriamente terrible, lo cual se me hizo raro porque no recordaba que la última vez que nos vimos estuviera así: ojeras profundas y oscuras, el cabello muy desordenado y sin su usual brillo, la piel algo pálida, un notable aire de hosquedad...
El moretón en su cuello tampoco lucía muy bien. Estaba teñido de un tono púrpura intenso.
Parecía... algo enfermo, en mal estado, no lo sé.
Pero viendo aquello, adquirió sentido eso que había mencionado Nolan en nuestra conversación, sobre no estar seguro de qué le pasaba a Dan.
Porque sí parecía que algo estuviera pasando...
Pero igual descubrí que me alivió un poco verlos a ambos a salvo allí.
—Eso se había considerado imposible, sí. —Teodorus completó lo que Vyd iba a decir. En su rostro se notaba la más pura intriga y confusión porque había escuchado la conversación, así que, en busca de aclaraciones, me miró—: Mack, ¿qué más oíste sobre esa muestra de piel?
—Bueno, sé que mi padre la obtuvo antes de trabajar para MANTIS, y... —intenté responderle. Solo que, en el esfuerzo de explicarlo, me volví un enredo. Una bruma mental me causó una punzada en las sienes y solo pude sacudir la cabeza, de repente atosigada por mi propia insistencia. Tuve que admitirlo—: Agh, es que sí recordé algunas cosas, pero otras siguen difusas en mi cabeza porque creo que la chica número dos trató de hacerme olvidarlo cuando atacó a Ax. Y sé que fue ella porque Jael también me confirmó que la chica manipulaba a Madelein.
De todas maneras, lo que dije fue suficiente para sembrar dos incógnitas.
Una en Teodorus quien murmuró, cavilando:
—Moléculas y entrelazamiento... —Algo que incluso se manifestó en su cara porque su mirada se perdió, como si buscara respuestas en los registros de su mente, pero no las encontrara.
Y otra en Gesher, quien solo preguntó:
—¿Qué? ¿Cuándo fue controlada Madelein?
Obviamente solo pude responder a la duda de Gesher.
—Jael no dijo cuándo, pero creo que sí tenía razón —admití, uniendo mentalmente los hilos que no uní antes por el hecho de que habíamos tenido que huir—. La chica manipuló su mente para que todos aceptaran llevarla a ella, a Ax y a Vyd a la cueva, porque esa no era la orden que Madelein tenía de Jael. Él quería mantenerlos en la organización para intentar matar a Ax aquí, justo como acaba de pasar. Y... —Recordé otra cosa importante que debía mencionar. En ese caso, miré solo a Nolan porque él lo entendería—. Jael también me confesó que no hay nada en esa cueva para los STRANGE, que todas las razones de la chica eran una mentira.
Nolan me contempló, ya claramente perdido y muy confundido, de seguro sin poder procesarlo bien.
O tal vez sí lo procesó muy bien porque:
—Pero si lo que nos dijo antes era una mentira, ¿entonces para qué la chica quería tanto ir a la cueva? —Hizo la gran pregunta.
Para eso sí no tuve una respuesta.
Aunque ante el silencio que se hizo debido a mi imposibilidad de aclararlo, solo se escuchó lo que Teodorus dijo, todavía sumido en sus pensamientos analíticos y, al parecer, también complicados para él mismo:
—Es decir, yo he visto que la sangre de los STRANGE contiene estas diferencias. Son difíciles de detectar, la verdad. No están a simple vista y se requiere equipo en específico. Pero, ¿cómo fue que no fallaron en el experimento de Jael si duplicar a los individuos es casi imposible...?
Por otro lado, Vyd apretó los ojos y negó con la cabeza con una obvia frustración.
No lo juzgué. Todo el ambiente de incertidumbre, tragedia, mentiras, revelaciones y peligro inminente era propicio para una explosión emocional.
—¡¿Cómo demonios pudimos pensar que era MANTIS cuando se trataba de algo más?! —Sonó muy estresado e incluso molesto consigo mismo—. Por eso Ax siempre estuvo tan débil. Nunca se recuperaba por completo porque nos estaban eliminando poco a poco. —Aunque de repente abrió los ojos, frunció las cejas con enfado y me miró solo a mí. Yo tuve que desviar la vista porque me asustó el amarillo—. ¿Jael te dijo el porqué está haciendo esto? ¿O solo nos odia como todo el mundo?
Durante un momento ni siquiera pude revelarlo. Fue como si mi garganta se cerrara de lo angustiante que era ser la que debía decir toda la verdad.
Pero tragué saliva y me relamí los labios para obligar a mi boca a soltarlo.
—Porque el mellizo de Ax causó la muerte de Jaden, su hijo, quien también fue mi novio —confesé. Todos se quedaron en silencio, sorprendidos—. Sí, yo conocía a Jael porque era el padre de mi ex. Y... ese es él. Ese... individuo creado para matarlos, es Jaden. Su padre lo usó creyendo que sería un "héroe".
Los labios de Nolan se separaron como si contuviera el aire. Su cara reflejó una mezcla más grande de incredulidad y desconcierto. De hecho, todas las confusiones anteriores quedaron pequeñas frente a esa.
—¿Qué? ¿Cómo que e-eso es Jaden? —solo salió de su boca.
—Jael no lo explicó con exactitud, pero parece que es lo que quedó de Jaden luego del accidente. —Soné más asustada de lo que quería demostrar—. Fue modificado y ahora actúa como vengador porque Jael odia a todos los STRANGE. Los ve como monstruos. Así que este siempre fue el verdadero enemigo. —Tragué fuerte—: Alguien que... se suponía que había muerto.
Dentro del avión se hizo otro denso silencio. De fondo solo fue audible el zumbido de estar en las alturas. Y no supe si era que todos estaban procesando la verdad o que no sabían qué decir.
Aunque me pregunté si en realidad era que todos estaban hartos de que cada cosa horrible se conectara a mí o a mi padre. Hasta yo lo estaba.
—Lo mataré. —La voz enojada y un poco jadeante de Ax fue lo que rompió ese silencio.
Lo miré de nuevo. Su expresión había cambiado entre toda la conversación. El shock por la muerte de número cinco había dado paso a algo similar a la ira. Apretaba tanto la mandíbula, mirando un punto fijo del vacío, que su determinación se vio tan fuerte como aterradora.
—No creo que eso vaya a ser fácil como lo dices —le dijo Teodorus a Ax, ya volviendo de sus propios pensamientos para meterse otra vez en la conversación—, porque si es cierto que este... —Dudó un momento en cuanto a qué palabra usar—: digamos «nuevo individuo» demostró tener varias de las habilidades que poseen ustedes, me parece que la intención de Jael fue crear algo capaz de manejar todos los poderes de los STRANGE, al menos en una pequeña parte. Y se ve que lo logró. Su creación es, básicamente, trece individuos en uno. Puede tener incluso poderes parecidos a los tuyos, Ax.
Nolan y yo compartimos una mirada que solo ambos entenderíamos: esa de que teníamos mucho miedo de lo que podía a pasar.
En otros tiempos habríamos planeado ver películas durante un fin de semana entero para refugiarnos de la cruel realidad de la vida, de las molestias de nuestras madres, de nuestras confusiones.
Pero ya no podíamos hacer eso. Estábamos obligados a enfrentar algo que, como adolescentes que en el fondo aún éramos, nos aterraba bastante.
—No, no los tiene —soltó Ax, negando decididamente con la cabeza. Estaba tenso del enfado—. Eso no es uno de nosotros, y no tiene oscuridad.
—¿No? —Vyd se asombró un poco.
—Tiene las otras habilidades, pero no mi poder —confirmó Ax con los dientes apretados.
—Pero, de todas formas, tiene mucho más poder que tú en este momento, Ax —insistió Teodorus, enfatizando lo peligroso de la situación—. Si ese individuo estuvo matando a los demás, es cierto que fragmentó tu vitalidad y tu energía ya que el resto de las moléculas murieron con ellos. Solo que lo que me deja pensando es esto: si él fue hecho con las mismas moléculas que tienen todos ustedes, sin tienen la misma fuente, ¿por qué esas muertes no le afectaron? Por el contrario, su potencia y su energía parecen intactas... —De pronto Teodorus sacudió la cabeza, consciente de que se había desviado, y fue al punto—: Como sea, Ax, me temo que la realidad es que para poder vencer a la creación de Jael necesitarías... a todos los individuos de STRANGE contigo, y ellos ya no están.
Eso último sonó tan triste y lúgubre que creó un brusco ambiente de derrota.
Sí, se sintió como si ni siquiera valiera la pena un intento porque ya éramos perdedores.
Aunque toda la situación estaba calando peor en Vyd.
—¡Agh, todo esto está mal! —Vyd se puso las manos en la cara, superando el límite de la frustración—. ¡Tuvimos que haberlo evitado, porque ya que están muertos no hay forma de que Ax pueda tener más fuerzas, no importa lo que haga simplemente no podría funcionar bien! —Solo que de repente las apartó y giró la cabeza con brusquedad hacia Ax, como si fuera el gran momento de recurrir a la opción más desesperada—: ¿Y si otra vez tratas de sentir al número tres?
Nolan alternó la mirada entre Vyd y Ax, medio espantado por esa nueva mención.
—¿Cuál es el número tres? —preguntó. Su voz se oyó nerviosa.
—Aquel que puede controlar el tiempo —respondió Vyd.
—¡¿Qué?! —soltamos Nolan y yo al unísono.
De hecho, ni siquiera fui la única que abrió mucho los ojos, sorprendida. Nolan también e incluso Gesher, Dan y el otro soldado pestañearon como si acabaran de escuchar lo más irreal del mundo.
Es que, ¿tiempo? ¿en serio?
—Sí, hay un individuo que puede controlar el tiempo —añadió Vyd ante las reacciones.
—¡¡¡Pues hay que buscarlo y traerlo con nosotros!!! —exclamó Nolan como si acabara de ver la luz de la esperanza al final del horrible y largo túnel—. ¿En dónde está?
—Ese es el problema, que no lo sabemos —reveló Vyd.
La pequeña brisa de ventaja que había soplado dentro del avión al escuchar que se podía controlar el tiempo, se esfumó.
Y de nuevo no fui la única confundida. Todas las caras demostraron no comprender el asunto.
—Nunca lo supimos, porque no lo utilizaban —contó Vyd al notar el bajón y el desconcierto en casi todos—. La historia del número tres es misteriosa. Desde que nació no demostró tener la capacidad de controlar algún poder o alguna habilidad de comunicación. Decían que era como... si estuviera en un estado vegetal. Ante eso, MANTIS intentó de todo para descubrir qué podía hacer, pero no reaccionaba al dolor o a ningún estímulo. Tras muchos experimentos y nada de reacción decidieron que lo mejor era mantenerlo inconsciente en un lugar aislado, porque a pesar de su inactividad debía seguir con vida para que nosotros no muriéramos. Pero oficialmente fue considerado algo inútil, por lo que un día fue trasladado a alguna otra parte. Y... esa es toda la información que oí de mi Cuidador.
Me tuve que frotar el brazo ya que escuchar eso me causó un escalofrío.
Ni idea de por qué, pero solo recordé lo inquietante que había sido que número cinco no pudiera hablar. Ahora un STRANGE en estado vegetal desde bebé... el doble de raro.
—Pero, ¿no hay ninguna pista, nada por lo que podríamos intentar descubrir su ubicación? —preguntó Nolan, dejando en claro que era posible armar al menos una pequeña estrategia para que no desaparecieran por completo las opciones.
—No. —Vyd negó con la cabeza—. Encontramos las otras celdas porque Ax pudo sentirlos. Él intentó localizarlo de la misma manera, pero como la mente del número tres está suspendida en la más profunda inconsciencia, no es posible percibir nada.
Teodorus se mostró intrigado.
—Pero suponiendo que intentáramos encontrarlo, ¿cómo podría ayudar si nunca demostró poder controlar su habilidad? —quiso saber.
Creo que todos estábamos muy interesados en saber eso, por lo que miramos a Vyd (o bueno, a algún punto alejado de sus ojos) a la espera de la respuesta.
—Miren, no sé por qué nunca demostró su poder, pero nosotros sabemos cuál es —dijo Vyd, serio. Luego tomó aire, como si lo que iba a decir requiriera no solo valor, sino claridad—: Y lo que pienso es que tal vez Ax podría sacarlo de la inconsciencia, controlarlo y... la verdad tampoco estoy nada seguro de si es completamente posible, pero pienso que deberíamos volver en el tiempo e impedir que los otros individuos mueran.
—Oh, mierda, esto ahora es Volver al futuro... —La voz nerviosa de Nolan diciendo eso fue lo único que se escuchó tras las palabras de Vyd. Al instante se puso la mano en el estómago y arrugó la cara—. Como que quiero vomitar...
Tampoco iba a juzgarlo si vomitaba. Hasta yo había quedado con una inquietud al escuchar que se podía controlar el tiempo.
Sí, en definitiva los poderes de los STRANGE eran tan aterradores...
Gesher habló para todos, porque al parecer los demás nos habíamos sumido en nuestros pensamientos de forma colectiva:
—De acuerdo, la idea es buena, si es que eso posible, pero estamos olvidando que no tenemos tiempo para intentar encontrar a ese individuo si no hay ningún rastro de él. Sé que Jael va a enviar a ese monstruo a seguirnos. MANTIS también está esperando atacar y capturar. En donde aterricemos, nada más tendremos oportunidad de movernos durante pocas horas antes de que nos rastreen y se dé un enfrentamiento. Así que al final solo tendríamos tiempo para intentar una cosa. Deben decidir cuál.
Ante el requerimiento de tomar una única decisión, tal vez la más importante y determinante de todas, Ax se puso en pie de manera inesperada.
Fue obvio que le costó un poco incorporarse porque su cuerpo aún estaba aporreado y medio tembloroso. Pero a pesar de esa debilidad física, no demostró ni un ápice de debilidad emocional.
—Pelearemos los que quedamos —decidió él, pautándolo como la decisión definitiva. Solo que, de repente, con la mente ya menos sumida en el shock de lo sucedido en el hangar, se percató de algo importante, y una notable preocupación lo abordó—. ¡¿En dónde está...?!
La chica, por supuesto.
Teodorus también entendió a quién se refería y se apresuró a aclararlo para su tranquilidad:
—Ella está aquí en el avión, aún sedada. —Luego fue más sincero—: Apenas las sacudidas dentro de la organización empezaron, Dan y yo logramos trasladarla rápido. De hecho, estábamos atrás asegurándola. Pero, Ax, no puedes considerarla parte de tu equipo porque intentó matarte, y si la despertamos volverá a intentarlo. Así que la mantendremos en ese estado.
En su lugar, solo yo noté que Vyd murmuró, confundido:
—Eso no lo entiendo... Ella no puede ser malvada, no somos... así...
Pero me concentré en Ax, porque a pesar de su voz decidida yo sabía que aún no estaba del todo calmado. Algo en él todavía inspiraba cierta inquietud, tensión, una exaltación (no de la buena) contenida.
Tal vez sus pensamientos iban a mil por segundo o estaba imaginándose los peores escenarios, o el enfrentamiento lo había dejado muy alerta, pero lo percibía propenso a alterarse de nuevo.
—Sí, Ax, yo también sé que la chica es importante, pero hay que mantenerla dormida porque está dispuesta a lastimarte para obtener tu lugar —agregué para darle peso a las palabras de Teodorus.
Nolan asintió. Gesher murmuró «es cierto». Fue como un acuerdo colectivo que no la querían despierta.
Pero a Ax no le agradó mucho la idea.
—La necesito para luchar —insistió a todos. Sus puños estaban apretados.
—Pero ya es obvio que ella no te necesita a ti —le replicó Gesher con lógica—. Te odia, así que si trata de atacarte, una pelea entre ustedes en este avión solo nos mataría.
La inestable irritación de Ax se afincó por ese comentario. Hasta se vio muy clara su intención de empezar a discutir con Gesher, lo cual podía terminar mal porque la idea de Ax de "discutir" era más de acción que de palabras...
Solo que, gracias a todo lo que se podía agradecer, Teodorus también lo captó e intervino con su propia opinión:
—Ax, yo estoy de acuerdo con que la creación de Jael es peligrosa, por lo que enfrentarse a él podría ser una opción, pero si me dejas proponer algo: ¿qué tal si ir directo a buscar lo que Godric escondió en la mansión es lo mejor? Hablo de la caja, claro.
No me lo esperé, pero esa simple propuesta causó una súbita indignación en la expresión de Ax. Fue como si Teodorus solo acabara de decirle algo muy absurdo y ridículo ni siquiera quería escuchar.
—No, no iré mientras todos están muriendo porque... —intentó decir Ax. Pero fue Vyd quién lo completó desde su lugar:
—El próximo soy yo. —Su voz sonó gélida, como si aquello fuera una sentencia que ya no había que ignorar—. Sí, sé que eso es lo que va a pasar cuando aterricemos. No importa en dónde, esa cosa nos buscará y me matará para dejar a Ax lo suficientemente vulnerable.
Esas palabras crearon una atmosfera de silenciosa pesadumbre por él. Algo que todos habían entendido pero que nadie había comentado.
Bueno, excepto el soldado desconocido. Su cara era un poema de shock. No entendía nada de lo que decíamos o estaba sucediendo. Sus ojos solo pasaban de uno a otro a medida que hablábamos. Debía de estar pensando que era lo más delirante del mundo.
Aunque tal vez debí agradecerle, porque mirándolo a él fue que otra parte de lo que había estado difuso en mi mente, vino a mí.
Solo se iluminó: un trozo más de los recuerdos de la chica.
Finalmente lo vi, en realidad gracias a la inyección de Jael que ya era obvio que había hecho que muchas de las cosas que la chica número dos había difuminado, volvieran a ser claras en mi cabeza.
—No, un momento —solté de pronto para que la discusión no siguiera y todos me escucharan solo a mí. Aunque soné un poco abstraída porque lo estaba contemplando en mi mente—. Creo que buscar la caja como dice Teodorus no es tan mala idea, porque ahora recuerdo que, durante los recuerdos de la chica en los que estuve en la intrusa, mi padre dijo esto: «Debemos evitar que él llegue hasta ustedes y sobre todo hasta la caja porque ese objeto, sea lo que sea, determinará el futuro de todos los individuos de STRANGE. Si lo mantenemos a salvo de cualquier persona, ustedes podrán vivir. Si alguien lo encuentra, se hará hasta lo imposible por eliminarlos».
—¿Con él se refería a Jael? —inquirió Gesher.
Asentí.
La verdad, con ese recuerdo ya claro, vi las cosas desde una nueva perspectiva.
Bueno, tal vez porque en parte estaba negada a que Vyd se desanimara ante la horrible posibilidad de muerte o que Ax actuara a lo loco.
Pero también fue que noté algo muy sospechoso. Algo que no había notado antes por culpa de las influencias de la chica número dos sobre mi capacidad para recordar.
—Solo tómense un momento para analizar eso que dijo Godric —les señalé. Quería que vieran lo que yo acababa de ver—. Él prácticamente dijo que la caja puede determinar si los individuos viven. ¿Cómo? No lo sabemos, pero, ¿y si la encontramos y tiene una solución? Sé que tampoco sabemos qué hay en su interior, pero mi padre especificó que ni siquiera Jael debía encontrarla. ¿Será porque es algo muy importante?
—Es lo que yo he pensado desde que hablaste de ella —admitió Teodorus en un suspiro incomprendido—, que la caja es más importante de lo que creemos.
Por alguna extraña razón me fijé en que Vyd miró al suelo con las cejas fruncidas, como si la mención de la caja le recordara algo, pero no tuviera claro qué.
Solo que no le dí mucha importancia. Debía ser la extrañez del momento.
—No, no buscaremos nada. —Ax volvió a negarse rotundamente antes de que alguien propusiera algo más.
Como estaba notando mucho su irritabilidad, decidí ser honesta. Ya no quería mentir o guardar nada, solo estaba aterrada y quería ayuda para que Ax y Vyd no murieran.
—Bueno... Io cierto es que también hay otra opción —les confesé a todos—. Jael mencionó algo sobre que a su creación solo le quedan unos meses de vida. Antes se asegurará de matar a los STRANGE, pero sí, reveló que morirá solo en algún momento.
—Ah, porque supongo que su resultado no tiene la misma esperanza de vida que los originales. —Teodorus lo descifró de inmediato—. Después de todo es una copia muy extraña que milagrosamente no falló...
Gesher, experto en estrategia, también entendió la opción que eso suponía.
—¿Entonces podríamos esconder a los individuos número uno, dos y diez hasta que la creación de Jael muera por su cuenta? —quiso asegurarse de que lo captaba bien.
—Supongo que sí... —asentí con algo de duda—. Podríamos solo ocultarnos.
—Pero, ¿no pareció que eso puede sentir a los demás individuos? —preguntó Teodorus, estableciendo un nuevo punto.
Vyd asintió con la molestia de tener admitirlo:
—Creo que sí puede sentirnos.
De pronto se escuchó una risa nerviosa y nada graciosa proveniente de, por supuesto, Nolan.
—Pues si me preguntan a mí, esa opción de escondernos me parece magnífica —intervino él. Y sí, yo sabía que esa era su más honesta opinión.
Solo que Teodorus parecía estar considerando las cosas a mayor profundidad.
—Es que no creo que eso vaya a ser una solución —nos dijo, aparentemente con la intención de hacernos entender la gravedad que ameritaba aquella decisión—. No sabemos con exactitud cuántos meses le quedan a la creación de Jael, y tampoco sabemos si va a encontrarnos antes. —De nuevo miró a Ax, preocupado—. Ax, yo en verdad siento que sí deberíamos considerar la caja...
Pero Ax en serio no estaba nada contento con toda la conversación. Cualquier argumento, por más lógico que fuera, le parecía absurdo e irritante. Por lo que su reacción fue la misma:
—No —le respondió Ax a Teodorus con decisión, otra vez negando nerviosamente con la cabeza.
—Escúchame, es solo que si analizamos bien que... —Teodorus trató de explicarle sus razones. Pero Ax lo interrumpió en un bramido, harto del desacuerdo:
—¡¡¡Que no, porque ya dije que yo voy a matarlo!!!
Una súbita rabia lo atacó tras eso.
Fue desconcertante y muy inesperado, porque Ax se puso las muñecas en la cabeza como si estuviera harto y muy enojado de oír todas las voces, y repitió con rabia la misma frase varias veces: que él iba a matar a la creación de Jael.
Ante esa inexplicable explosión, Nolan intentó calmarlo. De hecho, se le acercó para tratar de hacerlo entrar en razón, pero Ax solo rechazó su cercanía al retroceder, y luego solo se fue, iracundo, hacia otra área del avión en la que pudiera estar solo.
Todos quedaron asombrados y en silencio por presenciar esa feroz reacción.
Yo fui consciente de que insistir solo iba a empeorar la situación, pero igual quise intentar acompañarlo. Es decir, estaba todo de cabeza. Solo sabíamos que venía muerte. Debía de ser muy estresante para él.
Pero Nolan se apresuró a tomarme del brazo para evitar que yo lo siguiera.
—No, Mack, quédate aquí y déjalo a solas un momento —me pidió.
—Pero es que es obvio que él no está nada bien, y solo es un riesgo que todo se ponga caótico en pleno vuelo —insistí, muy preocupada.
—Sí, es peligroso, pero creo que ahora entiendo una parte del porqué —replicó Nolan, mirando en la dirección en la que Ax se había ido—. Creo que cuando uno de los individuos muere, a Ax le duele mucho. Y no, no lo digo en un sentido físico, sino también muy emocional. De hecho, creo que él ha estado sintiéndose bastante atormentado por eso...
—¿Qué? ¿Cómo lo sabes? —Sí me sentí afligida ante la idea de no acompañarlo, pero también algo sorprendida por lo que Nolan aseguraba.
—Por lo que pasó cuando me desmayé de la nada —confesó él, pensativo y algo confundido—. He estado tratando de aclarar todo lo que sentí que vi, y lo que más recuerdo son unas voces que le decían a Ax que él era malo y que todo era su culpa. Creo que era su propia mente acusándolo de no poder salvarlos, y él lloraba y se golpeaba la cabeza de esa forma... Fue igual a esto que acaba de hacer, por eso estoy tan seguro de que es así.
—¿Te refieres a que Ax los quiere? —pregunté, algo sensibilizada—. O, bueno... ¿los quiso?
Nolan asintió con cierta tristeza.
—Sonará loco, pero... —Nolan tragó saliva, como dudoso—. No sé por qué siento que su conexión con ellos era más profunda. Tengo la extraña certeza de que cada vez que uno de ellos moría, Ax lo sentía como la pérdida de un familiar querido. Él se preocupa, los quiere, y ahora está asustado por Vyd.
Iba a volver a preguntarle cómo rayos sabía todo eso, porque en verdad era extraño y asombroso.
Pero entre nuestra pequeña conversación de repente escuchamos un «no» algo irritado.
Entonces ambos giramos la cabeza para darnos cuenta de que Teodorus estaba intentando hacer que Vyd lo acompañara para revisarlo, porque era obvio que había sido herido de forma muy fea en ciertas partes tras el enfrentamiento en el hangar.
Pero Vyd se estaba negando, porque ya tampoco lucía de muy buen humor.
—Es que estás sangrando en el pecho y también en la boca, y tu pañuelo está manchado de sangre —le decía Teodorus—. Además, tus manos recibieron una carga muy fuerte. Tal vez algún cable o conducto se reventó y hay que arreglarlo...
—No me quitaré el pañuelo, ya no insista —zanjó Vyd.
De mala gana intentó levantarse de donde había estado sentado, solo para demostrar que se encontraba bien. Pero en realidad se mareó un poco y se tambaleó en contra de su voluntad. Incluso tuvo que ponerse la mano en el pecho porque sintió algún tipo de dolor fuerte.
Noté que el soldado desconocido quiso acercarse para tomarlo por uno de los brazos y darle soporte, pero Nolan también se dio cuenta de eso. Entonces activó su modo veloz (quizás de nuevo con esa idea de que el soldado no debía tocar a Vyd) y bueno, llegó más rápido hasta Vyd.
Nolan entonces lo sostuvo por el pecho y el hombro para que no se cayera.
—Déjame revisar yo —le pidió a Vyd, y después añadió más bajo—: Te he visto sin el pañuelo antes, no te sentirías incómodo... —Luego miró a su padre—. ¿Serviría?
—Solo necesitamos saber que no es grave —asintió Teodorus— porque si van a pelear contra ese monstruo, deben estar en la mejor condición posible.
Vyd lo pensó sin mucho ánimo.
Hasta que entendió que era necesario.
—Bien —aceptó.
—Vayan a la cabina de evaluación, está atrás —les indicó Teodorus.
Nolan se llevó a Vyd apoyado de su hombro.
A ver, yo sabía que Nolan no había actuado de la forma más correcta antes, pero también estaba segura de que no era una mala persona y que era capaz de corregir sus errores. Así que internamente deseé que usara ese momento a solas y lograra recuperar a Vyd.
Es decir, no podía ser la única que notaba que ambos podían ayudarse a aprender a amar y también a sanar. Era obvio que la dulzura de Vyd podría enseñarle el amor a Nolan; y que la chispa de Nolan podría darle nuevas felicidades y esperanzas a Vyd.
¿No?
Demonios, en verdad deseaba que Nolan fuera libre de aquello que consideraba una maldición...
Y que Vyd no muriera...
Y que Ax estuviera a salvo y tranquilo...
Y que la chica no fuera malvada...
Pero, ¿por qué estaba sintiendo que nada de eso podría cumplirse?
Mi pequeño y preocupante desorden mental se interrumpió porque Teodorus se acercó a mí. Le vi la intención de hablar algo conmigo con cierta discreción.
—Ah, todo esto es un desastre... —me dijo junto a un suspiro exhausto apenas se situó a mi lado.
—¿Un desastre? Eso es poco para describirlo —resoplé. Por el cansancio mental que también estaba sintiendo, me froté la frente—. No paran de revelarse y de suceder cosas, una peor que la otra.
Teodorus me miró con cierta pena.
—Tienes razón, y lamento ser yo el que tenga que venir a decirte otra, pero... —Bajó un poco más el tono de voz. Allí me confesó la verdadera razón por la que se había acercado—: Necesito que sepas que cuando Ax, Vyd, número cinco y la creación de Jael estaban peleando, sucedió algo inusual con la chica número dos: aún bajo el efecto del fuerte sedante que le di, empezó a ponerse muy inquieta. Dan y yo la trajimos rápido al avión cuando todo empezó, y tratamos de asegurarla aquí, por lo que seguía inconsciente, pero al mismo tiempo que sucedía la pelea, ella se movía y se quejaba...
—Pero, ¿y eso qué significa? —Me intrigó y preocupó al mismo tiempo.
El padre de Nolan mostró una ligera expresión de angustia.
—Temo que sea capaz de sobrepasar la sedación y que se despierte —lo resumió.
Sentí un escalofrío.
Aunque otro de los escenarios que había visto en los recuerdos de la chica, llegó a mi mente:
Ese en el que ella, en extremo enfadada, estuvo golpeando su propia celda para salir. Por un momento, en la cara del Godric de los recuerdos, se vio cierto temor a esa fuerza mental.
Y la realidad era que ella estaba decidida a matar a Ax desde hacía mucho tiempo. Esa necesidad había estado latente por años. No iba a acabarse así como así.
La forma tan despiadada y cruel con la que había atacado a Ax en la organización era la prueba de ello. , solo me aseguraba que ella estaba dispuesta a lograrlo sin piedad así tuviera que sobrepasar hasta la sedación más fuerte.
—Pero, ¿puede hacer eso? Es decir, ¿es muy posible? —pregunté. Hasta soné muy ingenua.
—Ya estoy sospechando que muchas cosas son posibles para la chica número dos, y si es cierto... —me respondió Teodorus, e hizo una pausa como si las posibilidades lo asustaran, pero luego lo admitió—: En ese caso no sé quién es peor: si ella o el monstruo que creó Jael.
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