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Nota: por favor no se salten mi nota al final. Léanla.


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En realidad, "ella" es quien tiene todas las respuestas

¿Las dará?


Las cosas pasaron demasiado rápido.

Ax le gritó a la chica:

—¡No lo mates!

Pero ella no soltó al doctor Campbell, sino que lo empujó hacia la pared con una fuerza violenta y furiosa, todavía apretándole el cuello con ambas manos.

Fue una escena aterradora. Ella aún estaba desnuda, pero respiraba con mucha agitación, desesperación y ansias de violencia. Sudaba demasiado y tenía el cabello desordenado. Y había algo nuevo: por toda su piel se marcaban ramificaciones de venas ennegrecidas e hinchadas. Extrañas. Dolorosas a simple vista.

Aunque si le dolían no parecía interferir con su fuerza, porque Campbell ya tenía el rostro rojo e hinchado, los labios casi morados y algunos hilillos de saliva goteándole por la presión. Aun así trató de liberarse del ahorcamiento, pero a pesar de que él era físicamente más robusto y aparentemente capaz de defenderse de cualquiera, ella era fuerte de una manera sobrehumana, incluso más que Ax, quien ahora intentaba jalarla por los hombros, pero que no lograba separarla del hombre.

Quise poder hacer algo. Quise intervenir. Quise empujarla también para que lo soltara. Y algo dentro de mí iba a impulsarme a hacerlo, pero entonces...

—¿¡Los llamaste!? —le gritó ella a Campbell, furiosa y jadeante.

Me quedé paralizada e impactada. Ax detuvo su intento de alejarla.

¿Qué?

Como la chica no obtuvo respuesta inmediata, hizo que la cabeza de Campbell golpeara contra la pared y se lo volvió a preguntar en un grito:

—¡¿Los llamaste?!

No.

No podía creerlo.

El doctor no los había llamado. No era cierto. No podía ser cierto.

El hombre titubeó algo inentendible entre temblores. De repente, su mirada se desvió hacia mí con las cejas arqueadas, como si pidiera una disculpa.

Sí. Sí era cierto. Lo entendí solo con eso. Había llamado a la gente de la organización.

Oh mierda.

Campbell volvió a mirar a la chica.

—Ustedes... tienen que ser encerrados.

En un gruñido salvaje de rabia, ella le dio un apretón fuertísimo en el cuello. Por una fracción de segundo se escuchó el pequeño crujido de algo rompiéndose, después ella soltó el cuerpo y este cayó al suelo como un saco, con el rostro morado e hinchado, y los ojos abiertos y fijos en el vacío.

Muerto.

El único que tenía la mayoría de las respuestas, estaba muerto.

Y ni siquiera tuve tiempo de entender lo que eso significaba, porque de pronto la chica giró la cabeza hacia mí, y experimenté algo rarísimo que me heló y me dejó perpleja al mismo tiempo.

Primero, todo se detuvo. Mi alrededor se suspendió en un silencio profundo, como si alguien hubiese pausado el curso del mundo. Luego me di cuenta repentina y bruscamente, como si la revelación me hubiese abofeteado la cara, de que la familiaridad que había sentido cuando encontramos a Ax en el patio se debía a ella. Esos ojos heterocromáticos, en ese orden, junto a esos rasgos, era a lo que yo había sentido que conocía. No lo había experimentado porque lo recordaba a él de pequeños, sino porque la recordaba mucho más a ella.

¡¿Qué demonios significaba eso?!

La chica dio unos pasos torpes hacia mí. Una súbita ráfaga de miedo me gritó que retrocediera, pero mis piernas me dejaron ahí plantada, medio temblando de impresión. Busqué la mirada de Ax como diciéndole: "¡se está acercando!", pero él no hizo nada, no se movió, no buscó protegerme.

Ella se detuvo frente a mí.

El corazón me martilleó con nerviosismo y pánico. Pensé que me atacaría, pero me observó de arriba abajo ahora confundida, extrañada. Por un instante incluso parpadeó como si no pudiera creerlo. Pero, ¿qué era lo que no creía? ¿Qué? ¿Qué estaba pasando? Quise moverme, pero no pude. Algo en mí no respondió.

La chica entreabrió los labios agrietados y pronunció las palabras en un susurro lento, pero a diferencia de Ax, con mayor fluidez:

—No puedes seguir jugando con ella de esa forma. La estás lastimando. ¿Quieres lastimarla?

No lo entendí. Es decir, no entendí si me lo decía a mí o si se lo decía a Ax mirándome a mí. Fue tan confuso como que de pronto toda su expresión cambió de la misma forma que alguien que volvía a la realidad, y hundió las cejas. Lució furiosa.

—¿Qué haces con él? —me soltó—. ¿Por qué estás aquí?

El estómago se me hizo un nudo. Quise decir algo, pero lo que me salió fue un tartamudeo sin sentido, atónito.

De nuevo traté de pedirle ayuda a Ax con la mirada, pero no funcionó.

—Vete —agregó ella, y de forma inesperada gritó—. ¡VETE! ¡VETE!

De forma todavía más inesperada avanzó hacia mí y me lanzó un empujón como si quisiera sacarme de la habitación. Mi espalda dio contra el marco de la puerta, y aunque quise correr, otra vez no pude. Mi única reacción fue cubrirme con mis propios antebrazos porque ella siguió gritándome: "¡vete, vete!" con intención de volver empujarme.

Lo único que se lo impidió fue Ax. Finalmente intervino y tiró de ella para alejarla. La retuvo con sus brazos. Ella forcejeó un momento, pero luego cayó contra él como si su fuerza se hubiese debilitado de repente.

Yo no supe qué hacer. No supe cómo reaccionar. Tan solo me quedé ahí parada, atónita, asustada, con la respiración acelerada y el mundo avanzando a una velocidad confusa.

De pronto, desde el pasillo apareció corriendo Nolan. Iba a decir algo, pero quedó con las manos apoyadas en el marco de la puerta. Alternó la mirada sorprendida entre la chica desmayada y el cuerpo inerte del doctor.

—¡Oh por Dios, el viejo está muerto! —soltó con horror.

Detrás de él, rápidamente llegó Vyd. Observó el escenario, igual de impactado.

—¡¿Pero qué demonios pasó?! —soltó también.

—Hay algo mal —habló Ax, ahora sosteniendo el rostro pálido de la chica con preocupación—. Su fuerza, se va.

Vyd se acercó con rapidez a la camilla y examinó el suelo. De repente cogió una inyectadora que se había caído probablemente cuando la chica había atacado a Campbell. Lo observó durante unos segundos y luego frunció el ceño con molestia.

—¡Somos unos idiotas! —expresó en reproche para sí mismo y para todos—. ¡Le inyectó algo para matarla!

La chica intentó apartarse de los brazos de Ax para levantarse, pero se sacudió un momento y falló. Luego buscó el rostro de Ax y lo miró con súplica.

—Suero... El suero... —masculló.

—¿Cuál suero? —preguntó Nolan, sin entender de qué se trataba.

—El tubillo que usé cuando Ax convulsionaba —contestó Vyd, repentinamente preocupado—. Pero... ya no me quedan. Los usamos todos.

Demonios...

De pronto, Ax se quedó mirando el vacío como si se hubiese dado cuenta de algo.

—Hay más —reveló. Todos lo observamos, pero él me observó solo a mí—. En el laboratorio.

En mi casa. A donde era muy peligroso volver. A donde se suponía que más nunca debíamos volver.

—No podemos ir —intervino Nolan con énfasis en el tono de riesgo—. La casa puede estar vigilada.

—¿Y si no? —replicó Vyd como una posibilidad—. ¿Y si creen que no somos tan estúpidos como para regresar?

Nolan puso cara de que nadie estaba considerando el peligro.

—¡Pues al parecer sí lo somos! —se quejó—. ¿No hay de esos sueros en otro lugar?

—Solo en los laboratorios que están a horas de aquí —contestó Vyd, negando con la cabeza—. Y no podemos alejarnos tanto. El fallo nos perseguiría y seríamos rastreables, así que el riesgo es igual de alto en ambas opciones.

Nolan se pasó la mano por el cabello, inquieto.

Me habría gustado que pudiéramos pasar por alto el suero, pero si la chica moría, Ax también. Luego Vyd moriría y el resto de Strange igual. Y tal vez podíamos salir de esa situación. Habíamos llegado hasta ahí, ¿no? Lo único que faltaba parecía difícil, pero no imposible.

No había otro camino en ese momento.

—Buscaremos una forma de entrar, pero hay que irnos ya —solté con decisión—. Campbell llamó a los de la organización. Van a venir en cualquier momento.

Nolan me miró de golpe con los ojos bien abiertos. Yo asentí para confirmárselo.

—Iré por las cosas que necesitaremos luego —reaccionó Vyd con prisa ante eso—. Buscaremos el suero y después esperaremos al fallo en los almacenes, lo mataremos y nos largamos de este condenado pueblo.

Salió corriendo hacia el pasillo, pero se devolvió de inmediato como si hubiese olvidado algo importante. Se inclinó frente al cadáver de Campbell, lo agarró por los brazos y empezó a arrastrarlo hacia la salida.

—Pensaba conseguir uno —dijo antes de llevárselo— pero este nos servirá.

Bueno, ya nada podía impactarme más.

Hicimos todo tan rápido que no tuvimos tiempo de hablar o de procesar que en cualquier momento podían llegar y atraparnos. Es decir, quería preguntarle a Ax qué demonios significaba lo que la chica había dicho, eso de "estás jugando con ella", pero en realidad no había tiempo para eso.

Nolan buscó las mochilas, Vyd reunió lo necesario para la trampa contra el fallo, y yo ayudé a Ax a ponerle a la chica una de las batas para pacientes que había en los estantes del consultorio. Al final Vyd apareció con las llaves de la camioneta de Campbell y todos nos fuimos en un mismo vehículo.

Lugar de destino: mansión Cavalier.

Objetivo: sacar el suero del laboratorio.

Probabilidades de éxito: ...

Por suerte, en el camino no encontramos a nadie, así que llegamos intactos al conjunto residencial. A decir verdad, nunca me había detenido a preguntarme por qué vivíamos en el lugar más privado del pueblo, pero ahora lo entendía. Mi padre lo había elegido así para mantener sus cosas en secreto. Era un escondite efectivo porque las separaciones de terrenos eran amplias. Además, solo algunas casas compartían muros (como la mía y la de Tanya) y el resto tenían muros tan altos que resultaba imposible verlas hacia adentro.

Aunque sí había un punto desde el que era posible.

Era una pequeña colina en el centro de la residencia que tenía un parque para niños y para pasear perros. Ahí le dije a Nolan que aparcara la camioneta. Luego tuvimos que llegar caminando hasta lo más alto para tendernos en el suelo y analizar todo con unos binoculares que él mismo había empacado en las mochilas.

Yo había esperado que fuera como en las películas cuando querían capturar personas: helicópteros, soldados, armas, vigilantes... pero no había nada raro. Los alrededores estaban como siempre, tranquilos, sin nadie caminando por ahí.

—Creo que nadie ha vuelto a esa casa —dijo Nolan, mirando a través de los binoculares—. La verja sigue abierta, el auto de tu madre no está e incluso los cadáveres siguen ahí tirados. O eso creo que veo...

—De todas formas no podemos usar la entrada principal —dije—. Creo que podríamos entrar por el patio de la casa de Tanya. El agujero en el muro debe seguir ahí, ¿no?

—Es buena idea —asintió Vyd—. Solo que no podemos hacerlo justo ahora. Hay mucha luz. Aunque no haya nadie vigilando, cualquiera podría vernos, hacer una llamada a la policía y... capturados como monos. Hay que esperar unas horas.

¿La chica sobreviviría unas horas?

Vyd fue a decirle a Ax, que se había quedado en el vehículo para cuidar a la chica, cuál era el plan. Nolan y yo nos quedamos solos.

—Un día somos jóvenes y al otro andamos por ahí con cadáveres y gente con poderes —suspiró Nolan con nostalgia, aún mirando por los binoculares.

Ya en ese sitio "calmado" y sobre todo ya fuera de la tranquilidad de un momento normal con Ax, mi mente empezó a procesar todo lo ocurrido. Todas las preocupaciones, dudas e indecisiones regresaron. Además, no podía dejar de pensar en lo que la chica había dicho luego de matar a Campbell. ¿Qué significaba? Aunque... una cosa se alzó sobre todas y me pareció lo más lógico.

—¿Cómo sabrá Dan en dónde estamos? —pregunté, recordando también ese punto—. ¿No debimos llamarlo?

Nolan negó con decisión y resopló.

—¿De verdad crees que vendrá? Pues no. Es obvio que en este momento está traicionándonos. Y es mejor así. Solo iba a ser un estorbo.

Tal vez tenía razón porque conocía a Dan más que nadie, pero, ¿por qué algo me hacía sentir que no era así?

Tras un momento de silencio, decidí soltar la idea:

—No podemos irnos con ellos.

Nolan giró la cabeza con rapidez. Me enfocó con los binoculares y luego los bajó de golpe. Frunció el ceño.

—¿Qué dices?

Lo miré fijamente a los ojos, seria.

—Dijiste que me seguirías en todo, ¿no? —le recordé—. Esto es lo que haremos: cuando la sombra muera y no haya peligro de ser rastreados, tú y yo iremos a otro lugar. —Y lo especifiqué—: Sin Ax y sin Vyd.

Nolan pareció no entender nada de lo que estaba diciendo, aunque en realidad sí había entendido. Lo que probablemente no le quedaba claro eran mis razones.

—Pero... pero... —soltó y se debatió entre varias palabras inentendibles hasta que finalmente endureció la expresión y me señaló con el dedo en amenaza—. ¡No puedes dejar a Ax después de lo que hicieron a noche!

Quedé con cara de póker.

—¿Qué?

—Sé que lo hicieron —se apresuró a dejarme en claro, afincando el señalamiento—. Y no dejas a nadie después de hacerlo. Menos a Ax. Sé que para él fue especial.

Toda mi cara expresó: ¡¿en verdad estamos hablando de esta forma?! !¿Y cómo rayos sabía que lo habíamos hecho?!

—¡Esto es en serio, Nolan! —le aclaré. 

Él lució totalmente negado a aceptarlo.

—¿De verdad? —resopló, contrariado, haciendo muchos gestos como cuando estaba alterado—. Pues no tiene sentido para mí, porque no sé si te has dado cuenta pero esto es lo más increíble que nos ha pasado en nuestra aburrida vida. Es una aventura como las que uno cree que no existen. ¿Y tú quieres alejarte? 

Dios, sería más difícil de lo que había creído.

—Sí, no podemos acompa...

Él me interrumpió:

—Mejor explícame por qué tomaste esa decisión. —Entornó los ojos con sospecha—. ¿Sucedió algo que no me has dicho?

No quería decirle la verdad porque sabía su respuesta: pues moriremos juntos. Y no. Aunque fuera lo mejor que nos había pasado en la vida, Nolan no merecía morir por nadie.

—Es que no somos como ellos, ¿no lo ves? —argumenté, bastante seria, porque en parte era verdad—. No podemos pelear ni defendernos ni protegernos. Al final, nosotros somos la carga.

Con esa última frase, sus cejas se arquearon un poco, como si entendiera el punto y al mismo tiempo eso lo entristeciera. Después endureció el rostro.

—¿Y qué pasará con Ax? —preguntó—. ¿Ya no lo quieres? ¿Vas a dejarlo así como así y a vivir tranquila con ello?

Sí, claro que quería a Ax. Quería tanto a Ax... Quería tantas cosas con Ax. Pero siempre iba a querer más a mi mejor amigo, a mi hermano, a mi familia.

Y lo quería vivo.

De igual forma no pude contestarle nada porque de repente llegó Vyd, y en silencio nos dedicamos a esperar...

La tarde cayó más lenta que nunca, pero lo suficientemente oscura como la necesitábamos. No apareció nadie, así que pusimos en marcha el plan. Los detalles menores fueron: dejamos la llave conectada al auto para poder irnos rápidamente; y Ax logró que la chica, que no estaba desmayada del todo, se agarrara a su cuello para poder llevarla colgada de la espalda.

En cuanto a ella, en verdad se veía fatal. Era como si poco a poco a esas venas negras y palpitantes fueran cubriendo su cuerpo. Además, cabeceaba y murmuraba cosas ilógicas e inentendibles. Aunque en cierto momento creí volver a escuchar el: vete... vete... pero no lograba entender a qué se refería. ¿Me quería lejos de Ax? ¿Lejos de ella? ¿Qué?

Finalmente, pocedimos de la manera que creímos menos complicada:

Primero, Vyd trepó el muro trasero de la casa de Tanya e inspeccionó el área para saber si estaba vacía. Efectivamente, lo estaba, así que apagó las luces delanteras, la de la verja de entrada, y luego la abrió para nosotros. Ax, la chica, Nolan y yo salimos de la sombra de unos árboles y entramos. Esa parte fue tan fácil que sospeché que Ax usó su habilidad para escondernos entre la oscuridad.

Ya dentro buscamos el agujero en el muro que conectaba con mi casa y lo atravesamos. Habíamos vuelto.

El patio estaba profundamente silencioso. El ambiente, extrañamente frío. La casa se veía enorme y siniestra porque no tenía encendida ni una luz. Para ese momento las manos me temblaban un poco y sentía cierto miedo, pero seguimos hasta el hoyo de entrada al laboratorio subterráneo, cerca del pozo.

Fue extraño estar debajo de nuevo. El caos de sillas, estantes, papeles e implementos rotos seguía igual. El ambiente todavía olía ha guardado, alcohol medicinal y otra mezcla de cosas viejas. A pesar de eso, sentía que era más siniestro que antes. O tal vez tenía un muy mal presentimiento. No supe diferenciar las emociones, pero supe que estaba demasiado asustada.

Ax nos dirigió a la sección que tenía la camilla tumbada, los cristales rotos y algunas manchas de sangre seca.

—¿Qué hacía Godric aquí? —preguntó Nolan, iluminando todo con la linterna—. Es espantoso.

—Todos los laboratorios son iguales —contestó Vyd, muy tranquilo—. Esta sección era para atendernos si estábamos enfermos. Obviamente nos sedaban antes de sacarnos de las celdas.

Ax se dirigió al fondo. Allí había una especie de nevera criogénica que tenía una lucecita verde titilante. Vyd se agachó frente a ella y la examinó.

—Se abre con una tarjeta —informó.

—¿Y de dónde carajos vamos a sacar una tarjeta? —se quejó Nolan al instante. Luego, bruscamente abrió mucho los ojos como si se hubiese acordado de algo—. ¡Sí tenemos una! ¡Sí la tenemos!

Con rapidez se colocó detrás de mí y abrió mi mochila. Quizás mi mente estaba muy revuelta, pero no recordé de qué tarjeta hablaba hasta que la sacó. Era la tarjeta que habíamos encontrado en el apartamento de Tanya, esa con el raro símbolo.

—La guardé cuando preparé las mochilas, por si la necesitábamos —alardeó—. ¿Qué harían sin mí?

Se la entregó a Vyd, que la introdujo en la ranura y abrió la nevera. Dentro había unos veinte tubillos blancos en inyecciones. Primero sacó un par y se los guardó en el interior de la gabardina. Luego sacó otro y me lo pasó.

—Si durante el enfrentamiento con el fallo Ax o yo salimos heridos, inyéctanos sin compasión —me pidió.

—¿Qué tienen esas cosas exactamente? —inquirió Nolan, curioso—. ¿Droga o qué?

—Es un suero hecho a base de la sangre de la criatura —contestó Vyd, y sonó como si lo apreciara bastante—. Nos recupera de una forma que ni quienes lo crearon pudieron entender. Yo diría que es como recibir un buen trago de leche materna. Nos revitaliza.

Nolan puso cara de asco.

—Sí... interesante comparación —murmuró.

Vyd sacó otro tubillo y procedimos a hacer lo que habíamos ido a hacer.

Nolan levantó la camilla que estaba volcada y Ax recostó a la chica allí. Las venas habían recorrido más su cuerpo, como telarañas decididas a convertirla en un cuerpo oscuro y atroz. Nos acercamos todos a la espera de que eso realmente funcionara para detener lo que fuera que estuviese sucediendo dentro de su cuerpo.

Vyd tomó aire y la inyectó en el cuello.

La reacción fue inmediata. La chica abrió los ojos de golpe, que se le vieron totalmente negros, e inspiró aire como si hubiese salido a la superficie desde las profundidades del agua. Luego, en un movimiento muy rápido se aferró a lo que más cerca estaba de su mano.

Yo.

Lo que sucedió en el momento en que me tocó, fue raro. Sentí que la forma más sencilla de explicármelo a mí misma fue: "como abrirle el cráneo a alguien y meterle un montón de información dentro del cerebro", si hubiese sido posible físicamente, claro.

Me alejé totalmente de la realidad. Mi mente tuvo consciencia solo para entender que ya sabía algo nuevo, y que lo sabía porque ella me lo había transferido. Así, las imágenes estuvieron claras en mi mente, como si formaran parte de mis recuerdos, pero que en realidad no.

Vi tres perspectivas en los recuerdos.

La primera, mía. Me vi a mí misma con Jaden en la piscina de mi casa, años atrás, tonteando en el agua, dándonos besos esporádicos.

La segunda, de Ax. Él nos observaba. Estaba ahí, pero al mismo tiempo no. Era como un espectro, como algo incapaz de tocar, pero capaz de presenciar cualquier situación.

Y la tercera, de la Sombra. Estaba dentro de su celda, sentado sobre la cama con las piernas encogidas contra su cuerpo y la cara metida en ellas. En ese momento, su piel era de un extraño tono gris, pero aun había rasgos reconocibles, como su cabello que era oscuro al igual que el de Ax, sus brazos, iguales a los de Ax, y algunas líneas que dejaban claro que había una apariencia humana debajo de todo aquello.

Comprendí que estaba viendo eso porque había una conexión entre esas tres perspectivas:

Ax me veía a mí con Jaden y sentía enojo, frustración, rabia. Eso que Ax experimentaba, La sombra también lo sentía automáticamente, porque la verdad era que sí estaban conectados, pero de una forma emocional.

En pocas palabras: lo que Ax había desarrollado hacia mí durante todos esos años, cualquier sentimiento, por más incomprensible que fuera para él, La Sombra lo había vivido de la misma forma, con la misma intensidad, pero no con la misma reacción.

Por esa razón había matado a Jaden.

La chica me lo mostró. La imagen fue como un disparo fotográfico en mi cabeza. Lo vi desde una perspectiva omnisciente. La noche del accidente, el mellizo se había atravesado en medio de la carretera para que el auto impactara contra él. El choque fue destructivo y fatal solo para Jaden porque él había sido el único objetivo.

Yo no había muerto porque lo que ahora conocíamos como La Sombra, me había protegido.

"Pero no lo entiende" me dije a mí misma, o me dijo la chica, o tal vez una voz proveniente de la consciencia de la chica.

Entonces, también estuvo claro para mí. Me había salvado esa noche y me había salvado en la estación de policía, sí, pero la Sombra no sabía nada de sentimientos. Los tenía, pero los expresaba con impulsos irracionales e ilógicos porque no los comprendía. Así que cualquier acto bueno era solo una secuela transmitida inconscientemente por Ax.

Su mellizo, justo ahora, era solo un reflejo fallido de él.

En lo que volví a la realidad estaba sentada en el suelo. Nolan se encontraba agachado frente a mí, dándome palmadas no tan fuertes en la mejilla y mirándome con gran preocupación y desesperación. Ax estaba detrás, observando con confusión. Vyd estaba examinando a la chica en la camilla.

Me costó procesar mi estado. Es decir, entendí mi entorno. Oí las voces. Supe qué la chica me había tocado y que algo me había pasado, pero no podía decir nada. Todavía había imágenes externas en mi mente: La sombra con fuertes sentimientos de rabia, Ax, excluido en la oscuridad, Jaden muriendo...

—¡Mack, reacciona! ¡Mack por favor! —me decía Nolan con insistencia—. ¡Dime si me entiendes! ¡Di algo!

Vyd se acercó, preocupado.

—La chica está desmayada de nuevo —anunció.

—Mack, por Dios —volvió a insistirme Nolan, palmeándome la cara—. ¿Al menos me ves? ¿Estás en esta realidad? —Al no obtener respuesta, volteó hacia atrás—. Ay no, creo que ella le fritó el cerebro, ¿qué hacemos?

Mi reacción ni siquiera pasó por mi cerebro para ser analizada y comprendida, solo salió y ya.

—¡La sombra lo mató! ¡El mellizo mató a Jaden!

Nolan me miró rápidamente, estupefacto.

—¿Qué dices?

—¡Ella me lo mostró! —solté. Automáticamente empecé a soltar lágrimas, a sentir lo que en el instante de las revelaciones, no había sentido—. ¡Ella me lo explicó! ¡No fue un accidente!

—Mack... —intentó tranquilizarme Nolan, pero algo llegó a mi mente tan rápido que reaccioné con brusquedad.

Ax. Miré a Ax.

La conexión era de tres. Él estaba conectado con la chica y al mismo tiempo con su mellizo. Podían sentirlo todo de la misma forma. Si era así entonces...

—¿Tú lo sabías? —le pregunté de golpe.

Ax me observó en silencio, menos confundido.

Mis sentidos y emociones descontroladas no dejaron espacio para la habitual paciencia solía tenerle.

—¡¿Lo sabías?! —volví a preguntarle en un grito.

Tal vez pudo haber dado una respuesta, pero no lo hizo. Apretó los labios y nos dio la espalda para ir a cargar a la chica.

Fue una respuesta. Fue la peor respuesta. Con eso sentí que todo lo que habíamos pasado para llegar a lo sucedido entre nosotros la noche anterior no había significado nada, porque no teníamos una conexión suficientemente fuerte, porque al final siempre íbamos a ser muy diferentes. Él tendría secretos de su propia naturaleza, y no los compartiría conmigo. Y aunque yo creyera que podría humanizarlo, que podría enseñarle a sentir, sus emociones, sus perspectivas y su capacidad de entendimiento serían distintas a las mías.

—Tenemos que irnos ya —me dijo Nolan con suavidad—. Podemos... hablar de esto cuando estemos fuera de aquí.

—Sí, sí —apoyó Vyd en un asentimiento rápido—. De seguro hay una explicación para todo. Primero pongámonos a salvo.

No pude decir nada. Estaba impactada y todavía un poco desorientada, así que Nolan me ayudó a levantarme.

Volvimos sobre nuestros pasos para salir del laboratorio. Con mucho cuidado, Vyd y Ax subieron a la chica. Luego, Vyd me ayudó a subir también hasta que todos estuvimos de nuevo en el patio, bajo la noche.

El siguiente paso era esperar a La Sombra en los almacenes.

Decidí que en esos momentos no le iba a prestar atención al hecho de que Ax me ocultara la verdad sobre la muerte de Jaden, porque lo único que sentí que necesitaba era que ese maldito fallo muriera de una vez.

Hasta ese momento creí que podíamos lograrlo.

Los soldados salieron por montón de todos los lugares posibles. Desde la puerta trasera, desde los laterales de la casa, desde detrás de los árboles. Todos apuntándonos con unos enormes fusiles que tenían incorporadas unas linternas. Las luces blancas nos rodearon, medio cegadoras. 

A pesar de eso, logré ver que de entre todos los soldados y las luces, apareció alguien:

Mi madre. 

Entonces, un disparo provino de uno de los laterales de la casa y le dio a Vyd en el pecho.

El otro disparo provino de la puerta trasera, y le dio a Ax en el abdomen.

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¡Hola! Sí, sé que tardé bastante. La verdad, últimamente para mí ha sido bastante difícil escribir, así que puse todo mi esfuerzo. Quizás haya errores, pero por favor discúlpenme. Trataré de corregir luego. Lo importante es que han leído este cap. Prometí subirles dos, no se preocupen, pero subiré el siguiente mañana para que hoy puedan leer en paz. 

Les aviso que entramos en los capítulos finales. Lo que sigue a partir de acá son muchas cosas y todas bastante intensas. Por esa razón quisiera explicarles algunas cosillas sobre lo que leyeron hoy, tal vez darles algunos spoilers (si me los sacan jajaja) y revelarles sobre Perfecto Mentiroso: ¿quién vio a Jude y a Adrik por las cámaras mientras estaban haciendo ñiquiñiqui en el refugio? También había dicho que quería contarles cómo va mi salud y de qué forma debo vivir ahora. Sería bueno que lo supieran para que entendieran un poco por qué tardo tanto para actualizar.

 Así que quiero invitarlos a escuchar todo esto en mi transmisión en vivo en Younow. Será mañana 28 de noviembre a las 7:00 p.m. hora de Venezuela. Para saber a qué hora se verá en sus países pongan en google: "Si en Venezuela son las 8 pm qué hora es en (inserte su país)". Google les dirá la hora exacta. 

Si ustedes no están en Younow o no saben qué es Younow, aquí les explico cómo entrar y ver la transmisión:

Ir a la página oficial de Younow (www.younow.com) o descargar la aplicación móvil "Younow" en sus celulares (aunque de nuevo recomiendo la página porque es mas estable, pero usen solo laptop o pc, no abran la pagina por el celular porque los llevará a descargar la app).

Bueno, una vez estén en younow se hacen una cuenta y en el buscador ponen mi nombre: Alex Mirez (sin la tilde). Encontrarán mi perfil. Pueden seguirme para que se les notifique cuando yo estaré transmitiendo o simplmente pueden esperar a mañana y a la hora indicada van a mi perfil, buscan mi usuario, pinchan en él y se les abrirá la transmisión.

Espero verlos allá. Me dan muchos ánimos. 

Prepárense para estos capítulos finales. Y no se asusten tanto con el final, ya verán qué pasará. ❤️

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