
26
Okey, es momento de tener una incómoda conversación
NOLAN
Tras el inesperado disparo de Ax, Gesher pidió a todos que se fueran de la sala de preparación.
Todos salieron algo descolocados por lo rara que había sido la situación. Excepto Nolan.
Nolan Cox estaba extremadamente aliviado porque el soldado no había logrado tocar a Vyd. Y, intentando aprovechar la oportunidad, intentó interceptarlo para finalmente hablar con él.
Pero Vyd se fue rápido, como si lo que menos quisiera fuera ver gente.
Así que a Nolan solo le quedó cambiar de objetivo, porque en realidad había alguien más con quien, sorprendentemente, quería hablar.
Por eso se apresuró a detener a Dan cuando iba por el pasillo, justo al salir de la sala.
—Dan, ¿qué es lo que te sucede? —le preguntó Nolan a su hermano apenas este se giró para encararlo. No había nadie más alrededor—. Quiero que seas honesto, ¿de verdad estás recuperado?
—¿Por qué me preguntas eso? —le respondió Dan, afilado—. No creo que en toda tu vida te hayas interesado en si estoy bien o no. ¿O solo quieres encontrarme una debilidad para ir a decírsela a Ax?
Nolan pestañeó, tan impactado que toda su cara lo demostró.
—¿Qué...? —emitió, ahora más confundido por ese Dan todo anti-Dan. Luego no pudo contenerse más y soltó lo que estaba pensando—: Okey, ¿por qué demonios estás actuando así de odioso? Entiendo que yo sea grosero, pero que tú lo seas no es algo normal. Que le busques pelea a Ax, tampoco. Tú no eres así, siempre mantienes la calma.
—Ax intentó matarme —enfatizó Dan con una obviedad obstinada—. ¿Te parece que debo ser «el paciente Dan» al hablar con él?
Okey, tenía un punto.
—No, pues sí entiendo que puedes estar molesto, pero tú no eres la clase de persona que se pondría a discutir de esa manera —puntualizó Nolan, tratando de explicar lo inusual del asunto. Tras eso, miró a Dan con curiosa preocupación—. La verdad es que estás raro. ¿No te sientes raro?
Dan lo miró como si estuviera loco.
—¿Raro?
Pero Nolan no se sentía loco. De hecho, ahora que lo tenía más de cerca sin la tensión y el riesgo de que podía caerse a golpes con Ax, pudo dedicarse a detallarlo mejor.
Entornó los ojos y analizó cada milímetro que conformaba a Dan, sin importarle si eso lo hacía sentir incómodo o no.
—Mm, sí, no lo sé, hay algo raro en ti —murmuró a medida que sus ojos recorrían los detalles de su hermano al igual que un visitante mirando alguna pintura en algún museo—. Es decir, casi fuiste asesinado y eso puede explicar el aspecto cansado. Pero, ¿qué con el cabello desaliñado cuando desde pequeño te encantaba tenerlo tan peinado como el Capitán América? ¿O las ojeras más oscuras cuando tu piel siempre ha sido perfecta y fresca? ¿O el aire de malhumor? ¿O que los vasitos sanguíneos de tus ojos en realidad se ven más hinchados de lo normal?
Nolan, sumido en su análisis, incluso extendió la mano en un inconsciente intento de abrirle más un párpado a Dan.
—Hasta creo que tus pupilas están un poquito dilatadas y tu respiración se escucha algo acelerada... —añadió, queriendo ver eso mejor.
Pero Dan le manoteó la mano para que la alejara, lo cual sobresaltó a Nolan y lo sacó de su examinación.
—¿De qué demonios hablas, Nolan? —le reclamó, claramente molesto—. Deja la tontería. Solo estás buscando excusas para que todo sea mi culpa y no la de Ax porque es tu maldito amigo del alma.
—¡No estoy diciendo tonterías, es lo que estoy notando! —Nolan defendió de inmediato. Solo que, al pensarlo mejor, se dio cuenta de que él también estaba haciendo algo raro, y solo lo murmuró, confundido—: Aunque no sé cómo lo veo, porque no son cosas muy obvias que cualquier persona notaría de inmediato, ¿cierto?...
Dan giró los ojos, fastidiado.
—Estás haciendo una de tus exageraciones innecesarias.
De acuerdo, eso hizo que Nolan dudara de sí mismo. Porque sí, él era exagerado y dramático, pero, ¿por qué esta vez sentía que no estaba agrandando la situación solo porque sí?
Podía percibir esa aura toda astrosa que ahora rodeaba a Dan, y era como si algo estuviera desencajado, mal, funcionando de forma errónea.
Durante toda su vida, Nolan solo había conocido a un solo Dan: el pulcro, impecable, recto y amable. Jamás había cambiado. Ni en los peores momentos había perdido la paciencia.
Entonces, ¿quién era este nuevo ser? En él, todo parecía salido de su sitio.
De forma disimulada, Nolan intentó percibir su olor, porque ya se estaba acostumbrando un poco a su inexplicable y nuevo super olfato. Quiso ver si captaba algo inusual.
Y creyó distinguir un aroma algo agrio que lo intrigó y asustó en igual manera. Hasta lo hizo alzar las cejas, asombrado, y lo puso en alerta.
—¡No, yo estoy seguro de que no te sientes tan bien como dices! —sostuvo, de repente apuntando a Dan de forma acusatoria—. ¡¿Por qué solo no lo admites?!
—¡No lo sé, tal vez sí me siento extraño! —Dan perdió la paciencia ante la presión. Solo que notó su repentina exasperación y le dio la espalda a Nolan para dar unos pasos por el pasillo con cierta intranquilidad—. O tal vez solo no voy a permitir que ese idiota me pisoteé solo por tener poderes... —murmuró con una nota de rabia.
Nolan lo vio pasarse la mano por la nuca como si le molestara. Otro gesto inusual.
Aunque solo se mostró desconcertado.
—¿Ax? —preguntó si se refería a él. Aunque era obvio, por eso solo resopló—: No, Ax no quiere pisotearte.
—¡¿En serio vas a ponerte a defenderlo?! —Dan lo miró muy rápido con enfado.
—¡Joder, Dan! —Nolan también se alteró, pero con la frustración de una situación que no comprendía—. Es que... es que, ¿todo esto es en serio? ¿Estás enamorado de Mack o qué rayos?
Las cejas de Dan, hundidas, le dieron más dureza a la mirada que Nolan recordaba comprensiva. En realidad, no hubo ni un poco de eso en sus ojos, como si aquello simplemente se hubiera perdido para siempre.
—Esta conversación se terminó —zanjó Dan.
Le dio la espalda a Nolan con intenciones de irse.
Bueno, ya había aguantado mucho. Esa reacción de fría indiferencia sirvió para que Nolan también se irritara, como un niño ignorado, así que le soltó:
—Pensé que después de la charla que tuvimos en la habitación médica podríamos tener mejores conversaciones para llevarnos mejor, pero justo ahora tenías que arruinarlo transformándote en un imbécil.
Dan se detuvo, tal vez por el tono ya retador de Nolan. Y luego se giró. En ese momento, sus cejas perdieron cierta tensión, casi como si quisiera asomarse un poquito del antiguo hermano mayor.
—Soy el mismo —dejó en claro, aunque durante un pequeño segundo Nolan creyó avistar cierta duda en sus ojos. Solo que eso desapareció muy rápido y se afincó su malhumor—. Y sobre Mack... ¿por qué quieres saber eso?
—¿La amas o algo así? —Nolan fue directo.
—¿No puede solo gustarte alguien? —Dan fue aún más directo.
Hubo un silencio, porque a pesar de que esa respuesta no era muy clara, se sintió como una confesión.
Y sí, Nolan podía ponerse en modo «mejor amigo protector» con respecto a Mack, pero por alguna razón se sintió más como un hermano.
Aunque ese «por alguna razón» tal vez era que todo ese brusco cambio de actitud de Dan lo estaba preocupando en serio...
Es decir, sí, era cierto que Nolan nunca se había preocupado por cómo se sentía su hermano sobre el que recientemente había descubierto que era adoptivo.
Por eso, quizás Dan no se lo creería. Quizás ni el mismo se lo creía. Pero estaba sintiendo una honesta preocupación por su estado. Que, de nuevo, no lucía nada normal.
Pero sí, joder, sí lo intranquilizaba. Además, con todo lo que estaba pasando con Vyd, Nolan ya entendía que debía prestarle atención a las cosas que siempre había decidido ignorar.
Entonces, decidió dejar de lado su enojo y su posible actitud de niño para ser tan honesto como un hermano:
—Dan, escucha, yo sé que he sido un grosero contigo por mucho tiempo, pero ya no quiero seguir siendo así —le dijo con una voz más comprensiva para no armar una pelea—. Por eso, esto es lo que estoy pensando de toda esta situación: que te mereces a alguien que te quiera solo a ti, porque estoy seguro de que te has dado cuenta de que Mack está enamorada de Ax, ¿no? Y de verdad, ya no estoy hablando desde lo raro que es ver a mi hermano con mi mejor amiga en una cita. Estoy hablando de que...
—Ellos se aman, sí —completó Dan. La amargura fue clara en su voz.
—Entonces, ¿de verdad quieres meterte en un lío en donde es obvio que vas a salir perdiendo? —Nolan trató de hacerlo entrar en razón—. Porque mira, si se trata de la cita que tuvieron, yo puedo decirle a Mack que necesitas una disculpa. Ella lo va a entender, y te la dará con sinceridad.
Dan lo dijo con una lentitud intencional y retadora:
—Me gusta Mack.
—¡Pero no la amas! —Nolan lo dijo con más fuerza y énfasis para que, por Dios santo, lo comprendiera—. ¡No es un amor real! ¡Es... es calentura, ¿cierto?!
—¿Y qué? —soltó Dan a la defensiva. Hasta manoteó el aire—. ¿Y qué si solo me atrae de esa forma? No la irrespetaré o la obligaré a algo. De hecho, me apartaré en cuanto ella misma me lo diga. —Entornó los ojos ardientes de rabia, lleno de ganas de entrar en el peor combate masculino—: Pero no dejaré que Ax se sienta superior creyendo que me sacó del camino así de fácil. Y ante eso tú deberías recordar que soy tu hermano, lo cual debería ser más importante.
Nolan quedó estupefacto al oír aquello. No, más bien con los ojos horrorizados y la boca medio abierta.
En resumen: ¿espantado?
Porque solo había sonado como una cosa:
—¿Recordar que eres mi hermano? —repitió, desconcertado—: ¿Me... me estás diciendo que escoja un lado?
Dan no dudó ni un instante:
—Sí.
Nolan quiso creer que estaba fastidiándolo, pero otra vez en la mirada de Dan se vio algo más: una inclemencia llameante. No había ni un ápice de broma o de juego. Hasta su postura tenía cierta arrogancia, dispuesto a retar.
Todo tue tan claro que dejó a Nolan casi sin palabras. Solo titubeó, espantado, buscando formar una oración.
—¡Pero esto no tiene sentido! —logró soltar tras un momento—. ¡No son dos lados contrarios, somos solo un lado!
Dan emitió un resoplido de repugnancia. Y luego, con un desprecio nunca visto en él, lo aseguró:
—No estaré del lado de ese monstruo.
La frase fue culminante dejó a Nolan frío y paralizado. De hecho, con tal intensidad que no pudo decir nada cuando Dan simplemente le dio la espalda y se fue por el pasillo hasta desaparecer.
Solo: ¡¿qué-de-mo-nios?!
Ahí parado, Nolan sintió con fuerza que no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo, de cómo era que Dan había cambiado de tal forma.
Lo confundía mucho recordar que poco tiempo atrás habían hablado tranquilamente en la habitación médica. Incluso allí todavía habían estado las palabras consideradas del Dan habitual. No hubo nada raro en esa ocasión.
En ese caso... ¿era posible que Nolan estuviera exagerando?
Si lo pensaba bien, Vyd también había sufrido un cambio de actitud hacia él por sus acciones. Con total sentido, claro.
¿Y si era lo mismo con Dan? ¿Si no sucedía nada extraño y era solo que Dan se había cansado de sus groserías y había decidido no aguantarle nada más a nadie? ¿Y si el ataque de Ax también había ayudado a hacerlo colapsar?
Si esas eran las causas, también tenía sentido.
Porque después de todo, Nolan nunca había sido un buen hermano por la precisa razón de que nunca había sentido que conectaba con Dan.
Agh, entonces, ¿otra vez todo era culpa de su egoísmo y su insensibilidad?
De repente recordó a esa científica a la que le había hablado cuando estuvo buscando a su padre. La recordó diciéndole que debía estar acompañando a su hermano herido.
Por primera vez Nolan se preguntó: ¿y si nunca conecté con Dan solo porque no lo intenté?
Ah, estaba tan confundido...
¿De verdad estaba pasando algo más o Dan solo quería ser un idiota por celos?
—¿Me estabas esperando? —Alguien preguntó por detrás de Nolan.
—¿Eh? —emitió Nolan al girarse automáticamente.
Vio que quién le había hablado era Gesher.
Estaba parado en la puerta de entrada a la sala de preparación, de dónde Dan y Nolan no se habían movido.
Claro, Gesher había hecho a todos salir, pero se había quedado él dentro de la sala.
—Eh, yo... —intentó decir Nolan, pero Gesher lo único que hizo fue mirar hacia ambos lados del pasillo, como chequeando si no venía nadie.
Después puso su atención de nuevo en en Nolan.
—Ven un momento —le pidió con mucha seriedad.
Gesher volvió a entrar en la sala.
Nolan supuso que quería hablar de algo confidencial. Incluso deseó que, otra vez, no fuera algo como lo de Madelein porque ya estaba harto y cansado de tanta cosa loca. Así que entró a la sala medio exhausto y abrumado por sus propios pensamientos.
Bueno, todo pasó muy rápido en este orden:
Gesher cerró la puerta detrás de sí.
Nolan se giró dispuesto a escuchar lo que sea que le iban a decir.
Gesher avanzó sin aviso, lo tomó por las mejillas y lo besó en la boca.
Nolan ni siquiera lo comprendió por un segundo. Quedó con los ojos bien abiertos, sintiendo su boca aplastada por otra, su cuerpo pegado a otro.
Pero luego proceso el rostro frente a él: Gesher con los ojos cerrados.
Y se paralizó. En verdad Nolan solo... se congeló.
Cualquiera habría dicho que por la impresión. Era un beso robado después de todo, y era normal que alguien quedara impactado.
Pero no fue por eso. En definitiva, no.
Fue por la súbita pero significativa realización que abordó a Nolan al entender que estaba siendo besado.
Fue por lo que sintió.
Que fue:
Nada.
Absoluta y definitivamente nada.
De hecho, la misma «nada» fue tan fuerte que solo escuchó a su propia voz mental diciendo con sorpresa: «Gesher me está besando, y es un beso común y corriente».
Eso fue lo que lo dejó petrificado. Que en ese beso no había nada especial. Nada extraordinario. Nada parecido a la sensación producida por...
Por supuesto, el beso electrizante de Vyd.
Nolan lo admitió. El beso de Gesher no se sentía igual al legendario beso de Vyd que aún no sabía si había sucedido o no. Nolan tuvo clara la diferencia. La sensación era nula. Algo tan común que resultaba... aburrido. Solo boca contra boca.
Ninguna corriente...
Ninguna chispa deliciosa...
Nada como lo que su mente le decía que había sido producido por Vyd, que incluso si no había pasado, se sentía como lo mejor que había experimentado en su vida.
Por lo que, la total falta de magia en aquel beso robado funcionó para hacer vivir a Nolan una súbita epifanía:
Fue cuando un niño se da cuenta de que tiene conciencia; como cuando entendemos por primera vez la diferencia entre el bien y el mal; como cuando una nublada confusión por fin se despeja para poder tomar la gran decisión correcta.
Eso desembocó en dos grandes revelaciones. Tal vez, las que más necesitaba:
Una: que no deseaba en lo absoluto lo que estaba sucediendo. En realidad, jamás había deseado algo tan poco como ese aburrido beso que estaba pasando.
Dos: que ningún beso, nunca, sería como el de Vyd.
Si había sido real, Nolan nunca volvería a experimentar algo así con alguien que no fuera él. Cualquier otro beso, cualquier otro contacto, cualquier otra persona sería absolutamente corriente, porque la electricidad, la chispa, la magia, todo eso solo lo poseía Vyd...
De repente, Nolan sintió que Gesher le puso una mano en la espalda baja y lo apegó a su cuerpo porque quería profundizar el beso.
Pero sin siquiera pensarlo más, Nolan le puso las manos en los hombros y lo apartó para evitarlo.
Incluso iba a decir algo. Iba a soltar un dramático: ¡¿qué carajos estás haciendo?!
Pero otra cosa le sucedió antes.
Algo llegó a él con mayor fuerza que la epifanía de Vyd. Por un momento solo lo dejó quieto, con la mirada tan desorbitada que Gesher lo observó con mucha extrañeza y algo de inquietud.
Pero luego estalló en el interior de Nolan. Algo parecido a una alarma que le aceleró muchísimo el corazón, lo llenó de adrenalina, lo cegó de pensamientos, le envió un impulso parecido a un ataque de locura, y lo llevó a decir algo que ni siquiera procesó bien:
—¡Mack tiene que salir de aquí! —Nolan casi lo gritó.
Gesher estaba en extremo confundido.
Claro que había notado que Nolan lo había apartado, y no lo comprendía. Pero tampoco comprendió ese grito de bocina de emergencia. Por eso solo emitió un:
—¿Qué?
—¡Tenemos que irnos! —exclamó Nolan, de repente muy alterado con los ojos desorbitados y una notable angustia. Y como sus manos aún seguían en los hombros de Gesher, solo lo empujó como a un objeto desechable a pesar de que era más alto que él y más formado—: ¡Hay que irnos de aquí, este sitio no es seguro para ella!
—Pero Nolan... —intentó decirle Gesher, que por el fuerte empujón casi había perdido el equilibrio.
Solo que Nolan salió corriendo de la sala de preparación como si estuviera huyendo de un incendio.
E incluso cuando se alejaba por el pasillo, Gesher lo escuchó gritando:
—¡¡¡Tengo que sacarla de aquí!!!
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OKEY OKEY ANTES DE QUE SE ME ALTEREN PORQUE YO SÉ COMO SON. No se enojen con Nolan, le robaron el beso, y pues ya vimos lo que sintió jajaja esto nos llevará a cosas buenas...
Espero que se preparen. Se vienen capítulos con MUCHA acción y algo muy triste. Por supuesto, más celitos. Así que vayan mentalizándose. Pero los subiré pasado mañana, porque mañana tengo cita médica y estaré ocupada todo el día con eso. Aunque si llego temprano seguramente subo uno :) pero sino, pasado mañana vengo seguro.
Besos robados,
Alex.
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