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20


Aunque... ¿y si el mensaje que estás recibiendo de los muertos, no está completo?


MACK

El recuerdo que estaba viendo comenzó a sentirse inestable.

Tuve la impresión de que la caótica lucha que estaba sucediendo en trasfondo entre Ax, contra la energía de bloqueo, lograría desmoronar la escena en cualquier momento.

Por esa razón traté de captar todo lo que seguía sucediendo:

La niña del pasado, dentro de la celda, hundió las cejas con algo de confusión por lo que Godric le acababa de decir sobre convertirla en la número uno de STRANGE.

—No... entiendo por qué estás diciendo eso... —admitió ella.

Mi padre asintió. Seguía algo pálido, tragando saliva constantemente. De hecho, toda su expresión era la de alguien que estaba experimentando un torbellino de emociones internas.

Pero de alguna forma hizo que su mirada luciera comprensiva.

—Claro, sé que es complicado de entender para una niña a pesar de que sea extremadamente inteligente —admitió él. Carraspeó la garganta como si eso pudiera equilibrar tanto su voz como su notable aceleramiento—. Te lo explicaré todo mejor. Debes saberlo por completo. Pero eres más fuerte de lo que crees, quizás la más poderosa entre los individuos, y por eso pienso que tú debes tener ese lugar de número uno.

Y lo vi en sus ojos. Observó a la niña que tenía ante sí como si su simple existencia impulsara sus esperanzas más dementes. La miró como una salvadora, como si fuera posible serle devoto.

Me entristeció comprender que había una sola forma de describir a mi padre en ese momento: un hombre obsesionado de manera insana con el proyecto STRANGE.

—Es que eso no es posible... —intentó decir ella como algo que había aprendido mecánicamente—. El número uno es...

—Es muy poderoso, sí —completó él con una rapidez que solo dejaba notar mucho más su inestabilidad—. Pero tú también lo eres, y te explicaré por qué eso mismo hace posible lo que propongo: ya estoy seguro de que nada es casualidad en el hecho de que ustedes son trece y en las habilidades que controlan. Cada uno cumple una función, y es porque fueron creados de forma cuidadosa y bien planeada por la criatura. Primero, ¿recuerdas que te hablé de que los poderes de los STRANGE provienen de unas moléculas cargadas de una energía muy poderosa?

La niña asintió con algo de duda.

Yo sí lo tenía fresco, porque él lo había revelado en el recuerdo anterior a ese.

—Entendí que todas esas moléculas siempre han estado conectadas —siguió— por lo que, lo que ocurre con una, inmediatamente afecta a las otras sin importar la distancia entre ellas. Este entrelazamiento es raro, pero es la razón por la que ustedes se necesitan vivos para funcionar. Las moléculas en sus células responden a una misma energía, porque en realidad provienen de la misma fuente. Es decir que todas, al final, pertenecían a la criatura que los engendró.

»Y esto es lo que ahora sospecho que pasó con la criatura: desde antes de ser encontrados por MANTIS en la cueva, tal vez desde que llegó aquí, la criatura ya estaba muriendo. Sus células estaban muriendo. Al saber que iba a extinguirse, seleccionó a las doce mujeres para poder repartir las moléculas de su propio poder entre los trece embriones. Él les cedió sus habilidades para preservarlas, pero él era el portador original.

»La mayor concentración quedó en el individuo número uno, por lo que la energía que producen sus moléculas es mucho más fuerte. Eso le permite ejercer un efecto dominante en aquellas que están alojadas en las células de los demás individuos. Pero sostengo que para lograr pasar su propio poder a los embriones, la criatura tuvo que haber usado principalmente su poder para manipular la materia. Es decir, el poder que solo tú tienes. Y por esto es que creo que él te dio la capacidad más importante de todas. Tu poder mental mantiene el entrelazamiento de las moléculas entre los trece. Eres básicamente una conectora.

Lo único que hizo que mi atención se desviara de lo que estaba oyendo fue que, bruscamente, a mi alrededor, varias partes del recuerdo como lo eran el área de la celda el mellizo de Ax, empezaron a difuminarse de la misma forma que la humedad podía corroer un muro.

Sí, como lo había sospechado, el recuerdo estaba tratando de desaparecer para que yo no lo viera.

—El entrelazamiento también explicaría en parte aquel extraño suceso en el que el número uno se enfermó luego de nacer, ¿recuerdas que también lo mencioné? —añadió mi padre—. Bueno, si las células de uno de ustedes eran dañadas, las del resto iban a ser afectadas de la misma forma, claro. La enfermedad progresivamente iba a extenderse hacia los demás, porque la energía del número uno estaba siendo interrumpida y desapareciendo, pero siguió antes en ti porque tú eres quien envía la conexión entre los trece.

Los ojos de la niña casi no parpadeaban.

Yo temí que aquellas revelaciones desaparecieran sin entenderlas por completo.

—Y como estas moléculas son, por decirlo de alguna manera: "el núcleo de los STRANGE", alterarían todo si pierden aunque sea un poco de energía —continuó Godric, uniendo cada fragmento del pasado que formaba la gran verdad. Aunque no pude definir bien qué era lo que sentía por todo eso, porque por un instante parecía pasión científica y, al otro, perturbación mental—. Que uno de ustedes sea herido o se enferme es gravísimo. En esos casos es posible que se pierdan órganos o partes del cuerpo. Y eso fue le que le sucedió al número uno. Se enfermó, perdió un ojo y luego tú también.

»Solo que MANTIS los salvó en aquel entonces. Todas las modificaciones, los químicos, las drogas, los tratamientos, las intervenciones, evitaron que la enfermedad avanzara, que las células siguieran siendo dañadas y que ustedes murieran. Ah, pero era en ese momento. Era ahí en dónde se volvía muy importante entender la razón por la que empezaron a enfermar, ya que esto no es tan sencillo. Ustedes son muy resistentes. Ningún virus o padecimiento humano los afectaría tan fácil. Entonces, ¿qué fue tan fuerte como para vulnerarlos de esa manera? Justo allí estaban todas las respuestas que me llevaron a entender todo esto.

Mi padre sacudió la cabeza de repente, como si se hubiera ido muy lejos en su explicación y resumió su demente punto para la niña:

—Pero de todas formas lo quiero decir es que no, no es tan imposible como crees. Me parece que sí se puede inhabilitar al número uno para que tú tomes su lugar...

Como temí, el recuerdo se desvaneció más rápido de lo esperado. Las verdades se me fueron arrancadas, incompletas, porque el suelo también desapareció.

Caí bruscamente en un remolino de oscuridad.

Sentí que había sido arrojada hacia un vacío sin fin al igual que Alicia a través de ese agujero que la llevaba al País de las Maravillas. Todo dio vueltas y muchas imágenes distorsionadas de recuerdos giraron a mi alrededor.

Extendí los brazos en inútil intento de agarrarme a algo que detuviera la caída.

Pero lo único que salió de la nada fue una delgada y enfadada mano.

Y tras ella, como si emergiera de las mismas profundidades del caos, luchando por desprenderse del ramificado poder de Ax que trataba de retenerla, apareció el resto del cuerpo de la niña.

Su rostro rabioso. Sus ojos aterradoramente oscuros. Estaba desesperada por llegar a mí. Dispuesta a atraparme con uñas y dientes.

Solo que de nuevo las ramificaciones de Ax se clavaron más en ella, tal cual agresivas espinas, y la jalaron de nuevo hacia el fondo de la oscuridad.

Al instante aterricé de golpe en otro recuerdo.

En esa ocasión habían pasado más años. Era el mismo laboratorio, la misma celda, pero la chica ya era una adolescente:

Alta, con el cabello hecho una maraña negra. La piel muy pálida, las ojeras rosáceas, las cejas gruesas y obstinadas, y la contextura delgada. Era el aspecto de un cuerpo que había pasado por un sinfín de medicamentos, experimentos, pruebas y exigencias.

También tenía las manos pegadas a los cristales, pero en puños porque estaba furiosa. Una ira rabiosa y explosiva, de esa que tenía la intensidad de un huracán, se veía en su cara.

—¡Pero si prometiste que me harías la número uno, Godric! —le reclamaba a mi padre, iracunda—. ¡Cumple tu maldita promesa!

Él estaba al otro lado del laboratorio, frente a una de las computadoras avanzadas, y me impactó mucho su aspecto.

En esa escena no había ninguna diferencia entre él y un científico que estaba a punto de alcanzar el desequilibrio mental:

Agitado, con parches de sudor en la camisa y en el rostro, como si hubiera sido espantado por algo que había creído imposible. Ya hasta sus líneas faciales se habían marcado a pesar de que no debía tener mucha edad, porque había muerto sin alcanzar la vejez.

De su antiguo brillo no quedaba casi nada. También tenía ojeras abultadas, el cabello muy descuidado. Mostraba mucho cansancio acumulado, y al mismo tiempo una perturbación nerviosa.

Pero en especial mucho... ¿miedo?

—No, ya basta de toda esta conversación —negó él a pesar del grito y del estado tan alterado de la chica—. Vine aquí porque hay algo más importante que eso que está sucediendo justo ahora. No puedo olvidarlo y no podemos detenernos más en ese asunto, ¿de acuerdo? Así que escúchame: el ex director va a venir por cada uno de ustedes debido a lo que ha pasado esta noche. No importa si tiene prohibido acercárseles, cruzará todos los límites.

Yo me pregunté: ¿qué había pasado esa noche?

Era obvio que habían pasado años, pero, ¿ahora cuál era el contexto de este recuerdo?

Por su lado, la chica no se vio amenazada por lo que mi padre sí consideraba grave. Su rabia era tanta que solo golpeó el cristal de la celda con los laterales de los puños.

—¡Eres un cobarde y un mentiroso! —le gritó con más furia, como si quisiera llegar hasta él para despedazarlo—. ¡No me importa lo que esté pasando! ¡Sácame de aquí ya mismo!

Godric, ignorando aquellos insultos, empezó a manipular el computador. Movió el ratón y presionó teclas con sus dedos temblorosos.

—Él intentará encontrar la caja, pero antes de eso los matará a todos. —Siguió hablando, solo que un poco más alto, tal vez para imponerse sobre los reclamos—. Aunque de verdad no creo que sospeche que la escondí aquí en la mansión, en donde ni siquiera mi esposa entra. Supondrá que como no soy tonto busqué un lugar mejor, más seguro, pero siento que el estar aquí despistará a cualquiera. De todas formas, debemos evitar que haga algún movimiento.

—¡¡¡NO, YA BASTA DE TUS MALDITAS MENTIRAS Y TUS PLANES!!! —La chica golpeó de nuevo el cristal con más fuerza, harta.

Mi padre se giró hacia ella, desconcertado y asombrado, pero ya no por su actitud, sino por lo que le acababa de decir.

—¡Nunca te he mentido! —le soltó él en alto. Dio la impresión de que no podía creer el cuestionamiento—. ¡Intenté hacerte la número uno! ¡Incluso intenté pedirle ayuda a MANTIS porque yo solo no estaba llegando a ningún lado, pero ellos sabían que tratar de darte los poderes del número uno podía matarlo a él, y no lo permitieron! ¡Sabían que si eso salía mal, el resultado sería que podía acabar contigo y con los demás!


—¡¿Qué más podía hacer?! —soltó él, ya exasperado. Aunque, de inmediato, pareció que se forzó a centrarse y a no dejarse llevar por la provocación—. Como sea, no intentaré nada más. Al estar enfrascado en eso no noté que algo grave estaba gestándose. Esta parte es mi culpa. Estuve tan metido en hacerte la número uno que creo que me salté lo que más quería evitar, y eso llevó a la tragedia de esta noche.

Esa vez, ella golpeó el cristal con las palmas abiertas.


Y empezó a repetir eso una y otra vez. Una y otra vez en gritos agresivos y desesperados que resonaron en casi todo el laboratorio.

Pero mi padre parecía tener algo más en mente, algo que daba la impresión de ser mucho más urgente de atender en esos momentos.

Tras manipular el computador, aún con los gritos y golpes de fondo, se dirigió muy rápido hacia donde estaba la segunda celda (que debía ser la del mellizo).

Extrañamente, la celda estaba vacía y además echa un desastre: había una máquina que tal vez había estallado, por lo que estaba quemada; trozos de metal desperdigados por el suelo y agua por todas partes.

Pero Godric se acercó en específico a la camilla que por alguna razón también tenía las sábanas chamuscadas, se agachó y empezó a buscar algo alrededor de ésta, palpando la superficie y algunas partes del piso.

La chica no paraba de exigir con una ira incontrolable:

—¡SÁCAME DE AQUÍ O CUMPLE TU PROMESA, GODRIC! ¡SÁCAME DE AQUÍ!

Mi padre pareció encontrar lo que buscaba. Lo tomó con los dedos, aunque así no pude detallarlo bien porque en realidad era algo pequeñísimo, y se lo llevó corriendo hacia una de las mesas de análisis.

Lo puso en el microscopio. Miró a través de él.

Pasó unos segundos en eso, analizando.

Un suspenso se extendió alrededor de lo que fuera que examinaba, incluso con todo el incómodo ruido y caos de la chica hecha una fiera.

—Está rechazándola... —dijo Godric con perplejidad tras un momento, todavía pegado al microscopio—. Se transformó de esa manera porque su cuerpo está rechazándola... Así es como empezará, no estuve equivocado...

No tuve ni idea de a qué se refería.

Pero me sobresalté al igual que él, porque de pronto la chica dio un golpe muchísimo más fuerte al cristal.

De hecho, tan fuerte que de forma sorpresiva se creó una línea de resquebrajamiento

—¡QUE ME SAQUES DE AQUÍ TE ESTOY DICIENDO! —le exigió ella, muy amenazante.

Yo pude ver muy claro que la chica estaba dispuesta a reventar todo lo que fuera posible por salir de allí. Y no podía leer los pensamientos de mi padre, pero dio la impresión de que él creía lo mismo.

Pero al parecer tenía un as bajo la manga por si eso ocurría, porque solo le bastó con acercarse de nuevo al computador y hacer clic en algo para que se abrieran unos compartimientos a lo largo del suelo que rodeaba la celda.

Desde ellos se elevaron cuatro nuevas paredes hechas no solo de otro cristal, sino también de tubos de acero. Se conectaron con el techo y crearon una segunda celda en torno a la vieja.

El encerramiento quedó reforzado por esas nuevas paredes.

Para salir, ella no solo tendría que romper el cristal que había estado golpeando, sino también el siguiente.

—¿Qué es esto? —Ella observó enojada y desconcertada los barrotes y el nuevo cristal—. ¡¿Qué es esto?!

—Lo siento, pero si te dejo salir y ustedes mueren, MANTIS vendrá por Mack y por su madre para cobrármelas, y no sacrificaré de esa forma a mi familia —le dijo Godric.

La expresión de la chica quedó congelada de una forma que, a mi parecer, era peligrosa, porque reconocí que se trataba de ese impacto que te rompe internamente.

Es así: quedas paralizada porque estás sintiendo el quiebre.

Inesperadamente, sus ojos muy abiertos e inyectados en sangre se humedecieron un poco.

—¿Qué? —sonó como un jadeo de shock.

—Que tus acciones pueden dañar a Mack y a su madre —repitió Godric con urgencia.

—Pero cuando era pequeña me dijiste que yo también sería como tu familia, como una hija para ti... —pronunció ella, algo ahogada por el dolor y la indignación que le produjeron esas palabras de parte de él—. ¿Era... otra mentira?

Godric cerró los ojos y soltó aire. Entonces, pareció darse cuenta de lo que había dicho. De en qué punto sensible había dado.

Pero de nuevo me fue difícil descifrar por completo sus sentimientos. Todo el entorno del recuerdo era precipitado y desastroso. Ya hasta yo quería sentirme ansiosa.

—No, eso no era una mentira, pero quiero decir que Mack no tiene que pagar por nada de esto —aclaró él, relamiéndose los labios para tratar de controlar la sequedad de su propio nerviosismo—. Y también te estoy protegiendo de morir. Ir a matar a todos y luego acabar contigo misma es absurdo. No mereces que las cosas sucedan así. Ninguno de los individuos lo merece, por eso he trabajado tantos años para encontrar otra solución.

Ella tensó los labios; el gesto de una mujer que se forzaba a sí misma a no mostrar debilidad. Y lo logró, porque muy rápido, el desprecio en su rostro sustituyó el quiebre.

Fue tan claro como aterrador.


Al mismo tiempo que sus palmas golpearon con mucha violencia el cristal, todo el escenario del recuerdo se distorsionó con otro glitch.

Sufrió lo mismo que una de esas películas viejas. La imagen se retorció, y la parte que le seguía a eso que había dicho la chica transcurrió demasiado rápido, como si alguien presionara el botón de "acelerar".

No supe qué hacer. Traté de entender lo que parecía que decían, pero la velocidad y la inestabilidad de la imagen no me dejó captar nada.

Aunque, de repente, la escena volvió a su curso normal.

En ese punto, mi padre ya estaba frente a la celda otra vez.

De todas formas, fui consciente de que me había perdido una parte, y no supe si había sido algo intencional.

—...entonces escucha lo que estoy tratando de decirte desde que llegué —pude volver a escuchar que él decía. Enfatizaba las palabras con un tono de suma gravedad, —. Sabes que el director ha querido matarlos desde que conoce la verdad, y con lo que pasó esta noche él no solo buscará todas las formas posibles de acabar con ustedes, sino de acabar conmigo y todo lo que se relacione a mí. Todo lo que amo. No tendrá piedad. Va a venir sin importar si el resto de MANTIS no está de acuerdo. Ya lo ha perdido todo, así que va a intentarlo. ¿Entiendes lo que significa eso?

—Él no podrá —negó la chica. Parecía que nada de lo que padre dijera tenía sentido para ella—. Solo uno de nosotros puede matar a otro de nosotros.


Aunque me dio la impresión de que, de repente, solo se rindió. Algo lo derrotó. Lo hizo lucir abatido, cansado.

—¿Es que no lo entiendes? —añadió, casi suplicante—.

Esperé con la intriga tan fuerte como latidos a escuchar de qué más se trataba. Sentí que obtendría la respuesta más grande, la revelación más impactante.

Pero de pronto, el recuerdo se paralizó y sucedió algo muy inesperado:

La chica que estaba dentro de la celda, la que se suponía que solo pertenecía al pasado, giró la cabeza hacia mí. Fue un giro macabro y articulado como el de una muñeca controlada por un ventrículo.

Y me observó, dejando en claro que sabía de mi presencia.

Luego abrió su boca de una forma anatómicamente imposible, y desde las profundidades de su garganta empezaron a salir unos dedos pálidos e infantiles que se afincaron con las uñas en sus mejillas.

Me espanté tanto que de forma muy súbita retrocedí.

Al mismo tiempo, la mandíbula se le desencajó y salieron las manos desde el interior de su boca. La cara se le deformó de manera aterradora porque después salieron unos brazos.

Tras eso, vi parte del rostro que intentaba emerger.

Era la niña del bloqueo otra vez.

Trataba de sacarme de ahí desde hace rato, y no quería detenerse. De hecho, respiraba agitada y furiosa, y también parecía no haber parado de luchar contra el poder de Ax, porque su rostro estaba repleto de hilos negros que daban la impresión de haberse incrustado en su pálida piel.

Pero aun así, la necesidad de atraparme en sus ojos era horrenda y decidida.

—Basta —la escuché decir con voz jadeante en una orden amenazante y rabiosa.

Salió su torso, por lo que el cráneo de la chica del recuerdo se partió en dos de forma grotesca.

De hecho, todo el cuerpo se reventó, dejando escuchar el perturbador crujido de los huesos a medida que la niña fue emergiendo de esas oscuras entrañas.

Yo ya no tenía a dónde retroceder más, así que solo corrí hacia la salida del laboratorio, pero el escenario del recuerdo terminó ahí y de repente me encontré corriendo entre una densa oscuridad.

Pero la escuché perseguirme.

La oí correr detrás de mí.

No quise voltear para saber cuán lejos estaba.

Estaba tan asustada que no quería.

Pero el miedo de ser atrapada me ganó.

Y cuando volteé, lo que vi fue su horrible cuerpo a gatas y su cara abrasada por los hilos, lanzarse contra mí.

Grité y me caí. El suelo desapareció y descendí entre un revoltijo de imágenes, voces, escenarios y momentos. Sentí que iba a vomitar, que quería gritar, que había sido atrapada por una oscuridad peligrosa que tiraba de mí para llevarme a un abismo de castigo.

Hasta que de repente volví a la realidad como si saliera de un estado de ahogamiento.

Salí de mi mente, de la influencia de la inyección, y regresé a la sala de experimentos de la organización. Tomé aire y extendí los brazos buscando apoyo o ayuda.

Solo que justo en ese momento escuché un grito agresivo y amenazante en el presente:

—¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO?!

Ya estando otra vez sobre la camilla, busqué con desesperación el origen del grito.

¿Quién había hablado?

¿En dónde estaba Ax?

Las cosas a mi alrededor se veían algo borrosas. Estaba sudando, me dolía la cabeza, las manos me temblaban. Respiraba por la boca.

Y aun así conseguí detallar mejor lo horrible del momento. Lo que en realidad ahora estaba sucediendo en aquella sala de la organización:

La puerta de la sala estaba rota.

Porque en algún punto, mientras yo había estado tendida en la camilla, dentro de los recuerdos, la real chica número dos había entrado.

Vi silueta, su pantalón y camisa blanca, su montón de cabello negro, y sus manos alzadas frente a su pecho como si estuviera apretujando algo invisible con rabia.

Estaba enfadada, tanto que su respiración se notaba agitada.

Aunque tras unos segundos me quedó más clara la situación.

Ax estaba arrodillado frente a la chica con las manos puestas en la cabeza, sufriendo por algo doloroso que ella le estaba haciendo a su mente.

Ese movimiento de sus manos como si estuviera apretujando algo, era en realidad un ataque. Por esa razón él estaba doblegado delante de ella.

No pude creerlo: su poder era tan violento que tenía al mismísimo número uno de STRANGE a punto de gritar.

—¡¡¡Dime!!! —le repitió la chica a Ax, tan furiosa que ni siquiera necesitó separar los dientes para sonar peligrosa y amenazante—. ¡¿Por qué estás usando mi poder cuando te ordené que dejaras de hacerlo?!

Solo pensé: lo va a matar.


*******

Bien, yo sé que por ahora varias de las cosas que estuvo diciendo Godric son confusas. Pero les daré una pequeña pista: Mack está viendo todo desde su perspectiva y le falta contexto. Más adelante, lo que dijo Godric será aclarado mejor. No se impacienten, lo entenderán. 

Y todo va a dar un giro que no se esperan. :) 

Quisiera leer sus teorías! Por favor déjenlas en comentarios, mañana me toca recibir tratamiento así que estaré aburrida y en cama por lo que usaré el tiempo para leerlas.

Por favor recomienden la historia si les gusta mucho, así pueden hacer teorías con sus amigxs. Es bastante divertido! 

Lxs amo!

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