Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2

Y...

¿Crees que ese bicho estaría en la cita?

Mack.

—No. Y definitivamente, no.

La respuesta para Dan, por supuesto, salió de Nolan.

Y lo dijo con decisión, con autoridad, como si fuese la única persona en el mundo que supiera lo que era bueno para mí. No era una actitud extraña, porque él siempre había sido sobreprotector (y ya incluso tenía más sentido porque científicamente era mi protector) pero esa negación hacia Dan sí era un poco rara. Ambos nunca se habían llevado muy bien. De hecho, su relación era complicada, pero Dan nos había ayudado. Se suponía que estaba de nuestro lado. ¿O no?

Él tomó aire, porque haber vivido toda su vida con Nolan Cox, lo había entrenado para manejar sus actitudes.

—No tendré la cita contigo, Nolan, así que Mack es la que debe responder —le dijo, muy calmado. Luego me miró a mí, a la espera.

No había intervenido porque mi mente estaba demasiado revuelta y mis ánimos muy poco tolerables. Me costaba tener conversaciones como antes. Me perdía muy fácil en mis pensamientos. Solo tenía a Ax en la mente. De hecho, él era lo único en mi mente las veinticuatro horas del día, agh. Pero aunque me parecía muy estúpida toda la conversación y muy curiosa la reacción de Nolan, ya era momento de tomar una decisión y de hablar.

¿Una cita?

¿Con Dan?

¿Que no me gustaba en lo absoluto?

Recordé que en parte era mi culpa porque yo le había mentido para ayudar a Ax cuando él estuvo rondando la mansión. Le había dicho que me gustaba y lo había besado. Habían sido medidas desesperadas, pero también injustas. Ahí estaban las consecuencias, Mack. ¿Qué pensaba hacer? Ni siquiera podía pensar bien, pero...

En lo que abrí la boca para decir algo, Nolan habló antes:

—Ajá, ¿y crees que ella te va a decir que sí? —replicó en un resoplido absurdo—. Tienes las ilusiones más altas que el nivel de contaminación global.

—Pues no lo sé, por esa razón me estoy arriesgando —admitió Dan con un encogimiento de hombros, y después me miró a mí, como si estuviéramos solo nosotros—: ¿podemos hablar a solas? Hay algunas cosas que quisiera decirte, y Nolan lo está haciendo incómodo.

De nuevo quise decir algo, pero otra vez Nolan se adelantó, dando un paso hacia el frente como dispuesto a defender algo:

—Si esto te parece incómodo, créeme que lo puedo hacer peor. —Y de forma incluso muy inesperada e imponente para mí, me tomó del brazo para apartarme no supe de qué—. No la vas a tocar.

Dan frunció el ceño, desconcertado.

—¿Te parece que la quieto tocar?

—Si la estás invitando a una cita no creo que quieras solo meterla en una caja de cristal para admirarla de lejos —replicó Nolan.

Dan iba a refutar, pero me zafé de Nolan.

—Muy bien, ya —dije, intentando terminar con la extraña riña, solo que ninguno de los dos cooperó:

—Ya para de actuar como si fueras su dueño —se quejó Dan hacia Nolan—. Es muy raro.

Eso, por supuesto, enfadó más a Nolan.

—¡Tú eres el raro! —Lo señaló de forma acusatoria—. ¿Crees que esto se ve normal? ¡Conoces a Mack desde que era pequeña! ¿Que te gustó desde siempre o qué? Porque si es así entonces te voy a denunciar.

Dan se ofendió por la magnitud de esa acusación.

—¡¿Pero qué demonios estás diciendo y por qué te estás comportando así?! —defendió.

—Porque ella está con Ax, y deberías respetar eso —sostuvo Nolan.

Dan alzó ligeramente las cejas, como sorprendido, y se cruzó de brazos.

—Ah, ¿sí? ¿y en dónde está él? Porque ya nunca lo veo con ella.

Hubo un silencio. Un denso silencio. El silencio de una pregunta difícil de responder. Eso me dio duro, pero... era la realidad. Era cierto que Ax y yo teníamos algo, solo que era algo sin nombre, algo indefinido. No le daba importancia porque él no era normal y ni siquiera sabía nada de relaciones. Tampoco podía esperar una petición común, y de hecho no quería esperar nada. Lo que quería era verlo otra vez y que nos defendiéramos juntos de Mantis y de la organización, como el equipo que habíamos formado antes, porque nuestra conexión era suficiente para mí. La gran pregunta era: ¿la conexión era suficiente para él? Por primera vez quise saberlo, porque este Ax que había desaparecido de repente, que simplemente había decidido alejarse, era desconocido para mí, era alguien nuevo, alguien que estaba rompiendo mi corazón en pedazos que no sabía cómo reparar.

Se me hizo un estúpido nudo en la garganta. No podía perder a nadie más. No quería.

—Pues lo que pasa es que Ax está ocupado —defendió Nolan tras dar con algo para llenar el silencio, duro.

Dan negó con la cabeza.

—Nadie está demasiado ocupado para la persona que quiere.

Nolan giró los ojos, fastidiado.

—Ah, genial, ahora escribe un libro de frases con eso y te vas a venderlo —le soltó a Dan, luego avanzó y me jaló del brazo—. Nos vamos.

Pero yo no me moví, porque Dan hizo otra muy buena pregunta:

—Solo dime, ¿qué lo tiene tan ocupado como para no estar aquí con ella?

Nolan quedó bloqueado, sin respuesta. Yo obviamente no tenía ninguna tampoco. Así que solo quedó mirar a Vyd, quien había estado en silencio todo el rato pero muy atento a la escena. Lo miré a la espera de que él aclarara algo, porque estaba segura de que era el único que sabía en dónde estaba Ax y por qué no aparecía. Y lo miré tan fijo que eso lo puso nervioso, ya que se rascó la nuca, medio incómodo.

—Pues él sabe que ella está bien... —dijo Vyd, titubeante—. Quiero decir, él debe saberlo, ¿no? —soltó una risa nerviosa—. Oigan, yo soy el menos indicado para opinar aquí. Jamás he tenido una cita y no conozco a Dan y...

—Vyd —salió de mi boca, interrumpiéndolo, y sonó como a una súplica, como a un "por favor, ya dime lo que sabes, lo necesito".

De hecho, lo necesitaba tanto que ni siquiera me dio miedo mirar sus ojos. Empecé a sentir las consecuencias, claro, el frío de los temores acercándose a mi mente, las horribles imágenes llegando, mi madre muerta por mi culpa, que Nolan muriera también intentando salvarme, que Ax nunca regresara, pero insistí. Y por sus gestos de duda y nervios estuve segura de que lo haría hablar...

Pero entonces, antes de que mi mirada diera resultado, una alarma se encendió en cada pasillo de la organización.

Una alarma fuerte y preocupante que nos hizo mirar en todas direcciones en un intento de entender por qué sonaba. Fue casi perfecto para Vyd porque sin aviso ni despedida, avanzó y desapareció por uno de los pasillos a paso tan rápido que su evasión fue evidente. Quise seguirlo, pero para rematar, una voz salió de unos altavoces que ni sabía que existían en el edificio: "EMERGENCIA EN EL PISO 1, VESTÍBULO PRINCIPAL, PONERSE A RESGUARDO" y empezó a repetirlo sin parar.

Dan fue el primero que corrió en dirección a esa zona. Luego Nolan y yo reaccionamos y lo seguimos, usando las escaleras. Por supuesto, Dan con su agilidad policial fue más rápido y llegó antes. Después, en lo que Nolan y yo llegamos, lo primero que vimos en el enorme vestíbulo situado en la entrada de la organización, en donde cualquiera que llegara debía registrarse, fue una acumulación de guardias apuntándole a algo en el suelo. Los demás empleados estaban agachados detrás del recibidor, protegiéndose. Parecía una escena de película de acción en la que el peligro acababa de llegar.

A pesar de que la alarma aún sonaba por encima de todo, escuchamos a uno de ellos enviando un reporte por radio:

—¡Un objeto no identificado entró en el área!

Al frente, uno de los grandes ventanales estaba roto, indicando que fuera lo que fuese había entrado por ahí de forma repentina.

Mi corazón se aceleró, tal vez por todas las veces que ya nos habían dicho que no estábamos completamente a salvo. De todas formas, en un intento por ver qué era esa cosa no identificada, di algunos pasos hacia los guardias. Nolan, detrás de mí, me siguió. En cuanto logramos mirar entre ellos y las armas, por un momento ni siquiera entendí qué rayos era. Era pequeño, estaba hecho de un metal que brillaba por los reflejos del sol y tenía forma ovoide. Ahí tirado con los pedazos del cristal del ventanal roto a su alrededor, podía pasar solo como un inocente objeto grueso, capaz de caber en una mano.

Pero inocente no debía ser. De hecho, por alguna razón pensé que era una bomba, y tal vez los guardias lo pensaron también, porque uno de ellos se le acercó con una lentitud cautelosa para revisarlo. Cada paso que dio, aun apuntándole con el arma, fue tan cuidadoso que se creó intensa una expectativa en el ambiente capaz de desesperar a cualquiera.

El guardia se detuvo frente al objeto...

Se agachó lentamente...

Le acercó la boca de su fusil para darle un toque...

Y estuvo a punto de hacerlo hasta que...

De pronto le salieron patas.

De forma muy inesperada, tres patas metálicas le brotaron de cada lado, como si se hubiera activado. Entonces, el objeto se levantó en seis patas firmes. Y luego, de forma aún más inesperada todavía, expulsó un humo oscuro que se expandió muy rápido como una nube e hizo caer hacia atrás al guardia, que tal vez por reacción, disparó. Y como todo fue tan rápido, tan extraño y tan alarmante, otro guardia gritó: ¡disparen!, y el resto empezó a disparar hacia la pequeña cosa.

El caos se desató. Tras la orden, Nolan me abrazo para cubrirnos, y junto a Dan corrimos para resguardarnos detrás del mostrador al igual que los demás. Los disparos resonaron en todo el lugar, dolorosos para los oídos. Se le sumaron los gritos de los empleados y más órdenes de los guardias. Fue todo tan caótico que lo único que logré ver entre todo el lío fue que el objeto con patas saltó fuera del humo hacia una pared y corrió a toda velocidad por las paredes como una araña muy ágil, evitando los disparos.

—¡¿Qué demonios es eso?! —preguntó Dan, confundido, con los brazos sobre su cabeza para cubrirse, pero la vista atenta al objeto.

—¡Es un bicho con patas! —exclamó Nolan, asustado.

—¡Pensé que era una bomba! —dije yo.

—¡Es un bicho bomba con patas! —dijo Nolan, más asustado todavía.

—¡Si fuera una bomba ya habría explotado, por Dios! —aclaró Dan.

Bueno, sí tenía razón.

De nuevo intenté ver en dónde estaba, pero con tantos disparos, guardias corriendo y cristales estallando y los empleados gritando, fue muy difícil. Solo pude cubrirme hasta que por un momento conseguí captar fue que el bicho se deslizó entre saltos y que solo una bala logró darle casi en una de las patas, por lo que perdió equilibrio y cayó al suelo en un sonido metálico. Ahí, en el piso, la cosa intentó levantarse, pero pareció presentar problemas con una de sus patas.

—¡Atrápenlo! —ordenó el guardia.

Pero en realidad la persona más cercana era Dan, así que su alarma de policía obediente se activó y se lanzó a la misión sin miedo ni preocupación. Corrió por el vestíbulo como si fuera el Capitán América y se deslizó para atrapar a esa cosa. Juré que lo hizo, porque cada movimiento indicó que lo lograría, pero antes de tomarlo, el objeto dio un salto y burló las manos de Dan. Del salto cayó sobre su hombro, y aunque intentó atraparlo, el bicho saltó a su espalda. Luego hubo un forcejeo entre ambos y todo fue muy confuso hasta que por alguna razón Dan cayó al suelo por perder equilibrio y la pequeña cosa se apresuró a seguir por un pasillo, perdiéndose de vista.

Sin disparos, los guardias corrieron, pero se escuchó a uno de ellos reportando:

—¡Tenemos un posible objeto espía infiltrado en el edificio! ¡Encuéntrenlo, hay que desactivarlo!

Solo pensé: ¿qué demonios acababa de pasar?

Al parecer, nadie más lo sabía, pero el guardia siguió reportando algo, solo que como se movió dejamos de oírlo. De igual modo, Nolan ya había abierto tanto los ojos que pudieron habérsele salido.

—¡¿Espía de quién?! —soltó, entre horrorizado e intrigado—. Tengo que escuchar mejor.

Entonces, aún de cuclillas se movió en dirección al guardia para captar lo que decía, como si fuera una pequeña misión secreta que debía cumplir a toda costa. Ni siquiera le prestó atención a Dan, que tirado boca arriba en el piso intentaba recuperar el aliento por todo el forcejeo. Dudé un momento porque los disparos y lo extraño de la situación me habían dejado nerviosa, pero salí de detrás del mostrador y fui a verlo yo.

Me agaché junto a él. Físicamente se veía ileso, pero aún agitado. Solo había quedado despeinado y enrojecido.

—¿Estás bien? —quise asegurarme.

—No sé qué es eso, pero es rápido y fuerte —jadeó, algo confundido—. Puede ser peligroso.

Miré hacia todos lados. Los guardias restantes estaban planeando dispersarse para iniciar la búsqueda. El humo oscuro se elevaba en medio del vestíbulo, sin buscar esparcirse. Había servido como una distracción. Uhm.

—Se escapó —le informé—. Y dicen que puede ser un espía.

—¿De Mantis? —dudó Dan.

Pensar que Mantis había enviado un espía, me asustó. En ese caso, no le tenían miedo a un ataque directo, pero, ¿cómo eso había burlado la seguridad de la organización? Me perdí un momento preguntándome esto hasta que noté que Dan pareció darse cuenta de algo y se apoyó en sus codos con rapidez, mirando hacia todos lados.

—Espera, ¿Nolan te dejó sola? —me preguntó.

Comprobamos la ubicación de Nolan. Estaba escondido detrás de un sofá de espera del vestíbulo, ni siquiera demasiado oculto. Estuve segura de que varios guardias sabían que él estaba ahí, pero aun así se veía muy metido en su misión.

Dan volvió la mirada hacia mí, fija.

—No es el mejor momento después de lo que acaba de pasar, pero dime, ¿aceptarías la cita? —preguntó de nuevo—. Si te parece raro como él dijo y quieres decir que no, está bien, pero...

Dejó el resto en el aire, aunque lo entendí. Él quería que sucediera. De verdad lo quería.

Pensaba decir que no, pero de repente recordé algo. Yo había besado a Dan aquel día en la mansión para distraerlo, y Ax nos había visto. Eso había despertado su curiosidad, y entonces después nos habíamos besado en la cama de la casita de la piscina. Su primer beso. Conmigo. ¿Cómo era que eso había funcionado de esa forma?

Recordé también las palabras de Vyd: "él sabe que ella está bien".

Sospeché que la chica número dos se lo decía, porque ella podía entrar a mi mente, ella podía asegurarse de que estaba a salvo. Pero estar a salvo no significaba que yo estaba bien. Necesitaba ver a Ax, hablar con él, hacerle preguntas, y quizás esto era lo que se requería para que viniera.

Oh, Nolan se iba a enojar bastante, pero:

—Sí —acepté la cita.

Porque tal vez solo debía atraer a la bestia. 

****

Wow, esto fue corto pero intenso...
¿Hay un espía? ¿Y cómo saldrá la cita? ¿Y qué hará Nolan al enterarse? Tiembla mundo!!!

Nos vemos en el prox cap, los amo,
Alex Espía.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro