Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

El número uno y el protector 


AX Y NOLAN.

—¡Ax, respóndeme! ¡¿Qué sucede?! Estaba caminando con Gesher hacia la sala de reuniones y aparecí aquí.

Era Nolan. 

Estaba parado a unos metros de distancia del Ax encogido. Estaba muy pero muy confundido, porque no sabía en dónde demonios se encontraba. Solo veía que sus alrededores ya no eran parte de la estructura de la organización, sino un montón de... ¿negrura? 

De... ¿nada?

Hasta el piso era solo negro, como un montón de nubes oscuras que de alguna forma lo sostenían.

—¡¿Qué es este lugar?! —preguntó también con la mente a punto de explotarle por la falta de comprensión—. ¿Tú me trajiste? ¿Esto es real?

No obtuvo respuesta, por lo que su atención se fijó solo en Ax. Un par de cosas eran obvias: primero, que estaba como atrapado en esa red de raros y horribles hilos negros que apenas dejaban espacio para verlo por completo. 

Segundo, que le pasaba algo, porque por la forma en la que estaba encogido parecía que... sufría. Mucho. Además, un líquido negro corría por sus piernas hacia el suelo.

Al notar ese detalle, Nolan sintió una fuerte angustia en su pecho.

—¿Ax? ¿Estás bien? —volvió a preguntarle. Intentó acercársele, pero los hilos eran tan densos que no le permitían pasar con facilidad—. ¿Estás...? ¿Llorando?

—No pude... —susurró Ax sin alzar la cara, con la voz más quebrada que le había escuchado jamás.

—¿No pudiste qué? —Nolan no entendía nada.

—No pude... —sollozó— salvarlos...

—¿A quiénes?

—Pensé que... —Ax incluso sonaba como ahogado por su propio llanto, desconsolado—. Mantis los mataba, pero... era algo más. Algo se metió en sus mentes y... los destrozó, y ellos... intentaron llamarme... pero yo... no estaba ahí.

Nolan quedó tan impactado por la vulnerabilidad y el dolor en esas palabras que solo se mantuvo un momento allí con la boca entre abierta y las cejas arqueadas, mirándolo. 

¿Algo más? ¿Qué era ese algo más?

Le llegó una fuerte e inexplicable certeza de que todo se trataba de los individuos de STRANGE, pero, wow, ese sufrimiento que Ax estaba expresando era tan profundo, tan angustiante, que hasta podía sentirlo él.

—Dijiste que los amigos... —susurró Ax, lleno de culpa—. No te... dejan solos, pero yo...

No pudo completarlo, pero Nolan lo recordó. Todas las veces que Mack y él le habían enseñado a Ax conceptos sobre la amistad, y habían dicho esa frase.

Aunque Nolan también se dio cuenta de algo importante. Mientras más lloraba, más grande se hacía el charco debajo de Ax, y parecía que lentamente se estaba hundiendo en él. Trató de acercarse otra vez para levantarlo del suelo, pero solo pudo pasar una pierna y un brazo por el espacio entre la red de hilos. 

¿Pero de qué mierda estaban hechos?

Como sea, aquello estaba mal. Aunque no entendiera qué sitio era ese y menos supiera cómo rayos había llegado o cómo salían los hilos de su cuerpo, estuvo seguro de que debía evitar que Ax siguiera llorando, porque estaba en peligro.

—Ax, los amigos no te dejan solo, es cierto, pero cuando ellos pueden estar contigo —le dijo Nolan, comprensivo—. Tú no podías estar en todos esos lugares y tampoco sabías lo que estaba pasando...

—Todavía... puedo... sentir el dolor —lloró Ax con rabia y tormento, como si hablara consigo mismo.

Nolan trató de pasar su cabeza por otro de los espacios para intentar llegar a él. Logró eso, pero se enredó al querer pasar la otra pierna. Era complicado, como... ¡intentar pasar las trampas laser de una película de espías, pero peor!

De pronto se dio cuenta de que no solo se escuchaban los sollozos de Ax. Había algo más. Tuvo que quedarse quieto y aguzar el oído para comprobarlo. Muy en el fondo, era como... sonaba como... ¿un montón de voces mezcladas? 

Las palabras no se entendían, pero sonaban rápido y de una forma perturbadora.

¿De dónde venían?

En serio, ¿qué rayos era ese lugar?

—Ax, ven aquí, acércate —le pidió como otra opción, llamándolo con la mano que había pasado por uno de los espacios.

Pero Ax no se levantó. No alzó la cara.

—Como gritaron... —siguió llorando— como... volvieron a sufrir. Como... me necesitaron.

—No fue tu culpa —Nolan intentó convencerlo. Las venas en la piel de Ax parecían latir, y el charco crecía, y sus pies, que estaban sucios de sangre, no paraban de hundirse.

Aunque, claro, se puso peor, porque Ax empezó a susurrar en reclamo:

—Mal... Mal... —Y al mismo tiempo también comenzó a darse golpearse la cabeza con la mano—. Mal... Mal... Mal...

—¡No, Ax, ¡¿qué demonios haces?! ¡No te lastimes! —le gritó Nolan, muy preocupado—. ¡Solo levántate, ¿no te das cuenta de que te estás hundiendo?

—Mal... Mal... Mal... —Ax continuó reprochándose, lo cual, a su vez, causó algo más: los hilos comenzaron a engrosarse y a tejerse a su alrededor con mayor complejidad, como si el llanto y el auto castigo de Ax les diera fuerza.

—¡¿Pero qué es lo que está pasando?! —Nolan casi se desesperó. Trató de evitar ser atrapado, pero los hilos por los que había pasado su pierna, se tensaron y lo retuvieron en el mismo sitio—. ¡¿Ax, siquiera sabes que estoy aquí?! ¡¿Para qué me trajiste?!

—Mal... Mal... Malo...

No parecía escuchar. No paraba de golpearse con la mano y con la muñeca, cruel y severo consigo mismo. 

Nolan tomó valor e intentó por tercera vez cruzar la complejidad de los hilos para alcanzarlo y detenerlo de una vez. En esa ocasión, logró adentrarse un poco y hacer avanzar su torso, pero, ¿ahora cómo pasaba la cabeza y cómo liberaba su pierna? Era todo un enredo.

Se rindió tras un par de minutos, y se quedó ahí, como mosca atrapada por una araña, solo viendo a Ax golpearse y reclamarse.

Qué suerte que Mack no estaba presenciando eso, porque Nolan estuvo seguro de que la habría destrozado y llenado de desesperación. Era bastante horrible y extraño. Nunca había visto a Ax actuar de esa forma, ni siquiera cuando lo encontraron herido. Esta era una vulnerabilidad aterradora y destructiva que gritaba «me estoy consumiendo, me estoy muriendo, me ahogaré aquí». 

Hasta su piel perdía color, como si le estuvieran succionando la vida, la energía...

¿Era posible que aquello significara que se estaba... muriendo?

Tal vez... ¿ese lugar representaba la forma en la que alguien como Ax moría?

Nolan no supo qué hacer, cómo llegar hasta Ax para evitarlo, y eso le causó mucha impotencia y frustración. Tanta que, contra sus propias emociones y fuerzas, sintió que también quería echarse a llorar, que lo mejor quizás era sentarse y no intentar nada.

Incluso se sintió culpable, porque él le había hablado sobre la amistad tantas veces, que había dejado muchos otros espacios en blanco. Que Ax se culpara no tenía sentido, pero parecía que el sitio conspiraba para convencerlo de que sí. Esas extrañas voces en el fondo no se entendían, pero también tenían un tono reclamante, acusatorio, como... susurros malignos y crueles.

Ah, además, ¿por qué había aparecido él de repente y no Mack si ellos estaban enamorados? De seguro Mack habría logrado algo. Ax la habría escuchado al instante por el "poder del amor". Su presencia era inútil.

Un momento... Si ella no estaba, se le ocurrió decir cosas relacionadas a Mack para hacerlo reaccionar:

—¡Mack! —soltó en voz bastante alta. El nombre tal vez podía traerlo de vuelta, ¿no? Como en las películas.

Pero no. Nada.

—¡Mack está en peligro! —siguió.

Nada. Ax continuaba golpeándose, llorando y hundiéndose.

—¡Mack está aquí! —Nolan no se rindió.

Nada.

—¡Mack está en una cita con Dan!

Tampoco.

—¡Mack está desnuda esperándote!

Bueno, no.

—¡Mack! ¡Mack! ¡MACK! —casi gritó de forma consecutiva.

Nada.

Nolan se sintió derrotado. En su silencio, escuchó los incesantes: «malo... malo... malo...».

—Ax... —suspiró Nolan, desanimado—. Creo que Mack y yo te enseñamos que los amigos son leales en todo momento, y eso es muy cierto, pero hay otra parte de la amistad que es la capacidad de entender cuando nuestros amigos no pueden estar junto a nosotros. Que no hayas estado cuando mataron a los demás, no significa que seas malo. Tal vez pudiste haberlo evitado, pero...

La voz de Ax sonó tan enojada que lo interrumpió:

—¡Malo! ¡Malo!

Se convirtió en una repetición incesante y escandalosa de la misma palabra. Debido a ello, los hilos empezaron a enroscarse lentamente en las piernas y los brazos de Nolan para volverse más aprensivos como dejando en claro «de aquí ninguno podrá salir». 

Podía intentar moverse, pero la verdad es que no quiso. No le veía salida. Y además el llanto y los gritos de Ax era tan desesperantes, tan tristes, que ya se sentía igual. Un nudo ya se había formado en su garganta. Le faltaba poco para llorar también.

¿Iban a morirse juntos? ¿Esos hilos eran capaces de matarlo?

Lo angustió mucho la idea de que le podían reventar las extremidades. El entorno entero lo angustiaba demasiado. No quería morir ahí.

—No sé qué es este lugar —dijo Nolan con tristeza a pesar de que ya entendía que Ax no lo escuchaba— pero creo que te estás muriendo, y si es así... al menos... intenta transformar esto en algo más agradable. Algo como... no lo sé, nosotros en la cocina de la mansión, tú sentado allí, mirando la televisión, yo haciéndote un montón de comida para que seas más fuerte, y Mack regañándome porque es demasiado y se ve asqueroso...

De forma inesperada, la voz de Ax bajó de volumen. Los hilos no dejaron de enroscarse y él tampoco paró de repetir la palabra «malo», pero al menos dejaron de sonar como gritos. Otra cosa curiosa fue que Nolan percibió un ligero alivio en la frustración que Ax emanaba.

Creyó entender por qué.

—Supongo que compartimos el mismo lugar seguro —dijo, medio sonriendo con nostalgia—. Yo también me siento bien cuando ella está ahí. Todos mis momentos felices han sido con mi mejor amiga. —Y de pronto se dio cuenta de algo importante—: pero, ¿sabes, Ax? También lo han sido contigo.

—Malo, malo, malo... —decía Ax en su auto castigo. Los hilos seguían enroscándose en sus extremidades y Nolan ya estaba sintiendo la presión. Eso lo asustaba, así que prefirió no callarse:

—Cuando vimos películas, cuando te enseñé cosas de chicos, cuando pasamos las tardes intentando descifrar tu estúpido «aquí», cuando peleamos para que te pusieras el traje porque por alguna razón que aún no entendemos no te gusta usar camisas...

El volumen de los reclamos de Ax, bajó mucho más. Se volvieron murmullos. La mano con la que se había estado golpeando, pasó solo a enredarse en los cabellos como si quisiera estrujarlos.

—Mack nos necesita —le dijo a Ax, viendo una nueva esperanza—. Está en una celda, y antes de aparecer aquí estaba haciendo todo lo posible por seguir un plan, pero si no vuelves, si no volvemos... no sé qué van a hacerle. ¿También quieres perderla como perdiste a los demás?

Alrededor, las voces incomprensibles parecían dispuestas a atormentarlos a ambos. Solo en ese momento, Nolan entendió que para Ax sí tenían sentido, que no eran solo palabras inentendibles. 

Decían cosas en su contra. Cosas como que era malo, como que había hecho algo incorrecto, como que esa fuerza no era suficiente.

Quizás era porque también se encontraba ahí, pero Nolan tuvo otra certeza de que esos reclamos pertenecían a las personas que habían experimentado con Ax. Todos los doctores, ingenieros, esa gente de Mantis que desde pequeño lo había mantenido encerrado.

El desánimo de Nolan se iluminó de repente. Después de todo, él también había tenido voces reprochándole muchas cosas: que no podía sentir, que era cruel, que no era capaz de amar, que nadie lo querría.

Ahora lo comprendía. Tal vez Mack no estaba ahí, pero solo porque no era ella lo que Ax necesitaba en ese momento. Ambos lo habían cuidado, ambos le habían enseñado que también era humano. Nolan también era una parte importante de la vida de Ax. Era, posiblemente, su otro gran amor, no el romántico, sino el que le había faltado: el fraternal, el de un mejor amigo.

Así que esa vez no era Ax quien debía ir en ayuda. Eran ellos quienes debían ir a ayudarlo. O bueno, él.

A pesar de que los hilos ya estaban apretando con fuerza las piernas y los brazos de Nolan, tomó otro impulso de valor y de determinación, y trató de liberar sus extremidades con todas sus fuerzas, pero no para salir de allí, sino para adentrarse más, decidido a llegar hasta el centro que estaba consumiendo a Ax. Al mismo tiempo se aseguró de que sus palabras fueran más altas que las de las voces:

—Ax, lo que te están diciendo esas voces no es cierto.

Le costó mucho, pero tras tirar de su propia pierna la liberó y la pasó por otro de los espacios entre los hilos.

—Malo... Mal... Malo... —Ax no paraba de susurrar.

—Escucha solo mi voz, por favor. —Nolan insistió, luchando para avanzar. Los hilos aún tenían espacios por los que podía abrirse camino a pesar de que trataban de retenerlo.

—Malo... Malo...

—No eres malo —le dijo con mayor fuerza, pasando sus brazos y luego su torso. —. Eres lo mejor que nos pasó a Mack y a mí. Nosotros estábamos tan perdidos, tan desconectados de la vida, hasta que llegaste tú y nos enseñaste que teníamos que luchar. Yo ni siquiera trataba de confiar en nadie más. Tuve este mismo dilema sobre si soy bueno o no, pero ya entiendo que además de Mack, tú también eres mi mejor amigo.

Un espacio de casi un metro los separaba. En ese punto, a Nolan le fue imposible continuar. Los hilos se tensaron y, como si se hubieran enfadado, se tejieron con más complejidad a su alrededor para inmovilizarlo de forma definitiva. Quedó con un brazo extendido hacia Ax como si quisiera alcanzarlo, y con un par de hilos rodeándole el cuello como una soga, lista para romperle el cuello.

Así que antes de que lo hiciera, Nolan se lo dijo:

—Ax, Mack te ama, pero yo también. ¿Sabes...? ¿Sabes qué es eso?

Nolan no tenía ni idea, pero era una pregunta que Ax conocía, porque Mack se la había hecho, y le había enseñado la respuesta.

—Amor —dijo Ax en un susurro, aún sin levantar la cara.

—El de la amistad —afirmó Nolan, con los hilos apretándole más y más el cuello—, y ten por seguro que, aunque puedas o no puedas estar, aunque tu poder sea oscuro, aunque seas capaz de destruir un edificio entero o de comer gusanos, eso no va a cambiar. —La voz le tembló por la presión y porque estaba asustado, pero fue sincero—: Lamento mucho no haber creído en ti cuando apareciste. No te tendí la mano como lo hizo Mack cuando necesitabas ayuda, por esa razón ahora me toca a mí. Dame tu mano y toma mi energía.

Ax finalmente alzó la cara. 

Tenía las cejas arqueadas con aflicción, la boca entreabierta como necesitando todo el aire posible, y un montón de lágrimas negras formando líneas por su cara pálida. Sus ojos heterocromáticos estaban totalmente negros también, pero su rostro estaba como... resquebrajado. Como si esa piel fuera solo una coraza que estaba a punto de caerse para revelar que debajo había un monstruo.

Pero Nolan no se asustó.

—No —le dijo Ax en un aliento.

—La necesitas —insistió Nolan. Le estaba costando respirar por estar siendo ahorcado, y ya le dolían las piernas y los brazos—. Es esto lo que hacen los amigos. Si pueden tenderte la mano, lo harán. Como puedo en este momento, lo haré.

En un parpadeo de Ax, más lágrimas oscuras salieron de sus ojos. El sufrimiento en su expresión era devastador. Nolan sintió más ganas de llorar también.

—No sé exactamente en dónde está —añadió con voz quebrada— pero hay algo especial en mí por lo que me hicieron al nacer, así que tómalo y úsalo.

—No, dijo que... —intentó decirle Ax, pero el resto de las palabras se le hicieron difíciles de pronunciar.

Pero se refería a que aquella vez en la ducha, en la mansión, antes de entregarse a la organización, Mack le había pedido a Ax que protegiera a Nolan sin importar nada, y si tomaba su energía era posible que necesitara mucha, lo cual podía... matarlo.

En ese momento, con el recuerdo de la promesa, Ax se dio cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor. A pesar de que las voces seguían acusándolo y punzándole en los oídos, vio los hilos, la negrura, el vacío, el charco debajo que lo estaba consumiendo. Incluso llevó sus dedos a su cara y sintió la textura de su piel resquebrajada.

Había entrado en modo protección porque sí, se estaba muriendo. La negrura a su alrededor como una cúpula lo estaba protegiendo, pero él no había invocado su modo protección... Alguien más lo había hecho...

—Ax, t-tú p-puedes... —pronunció Nolan, casi ahogado. Su rostro estaba rojo, empezando a hincharse porque los hilos lo estaban apretando—. T-toma m-i... ma-no...

Vio la mano de Nolan extendida hacia él, con los dedos rodeados por hilos.

Tenía que hacerlo.

Pero podía matarlo...

—M-Mack te n-necesita... —insistió Nolan. Y ahogado, adolorido, empezando a ver todo borroso, le sonrió a Ax—. Es-staré bien, p-pase lo que pase. Y te... estaré esperando para... h-hacerte el mejor sándwich que... h-has probado en tu... v-vida.

Ax no quería. Y mientras más lo pensaba, más doloroso era para él. Era cierto, no paraba de hundirse. Tenía que tomar energía. Podía salvarse en ese caso.

—Somos un equipo —fue lo último que logró decir Nolan—. Somos tus amigos, tu familia. Tú, Mack, Vyd y yo.

Después de eso, Nolan cerró los ojos.

No vio nada.

Pero sintió la mano tomando la suya.

Y luego...

¿Y luego?

----

En el siguiente cap vengan preparadxs sin pantaletas para lo intenso... jdjsdjlsk No diré más.

La semana que viene les traigo una sorpresa muy hermosa sobre STRANGE, así que atentxs a mis redes sociales :D lxs amo!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro