5.-The perfect couple

—¿Irás a la boda? —Me preguntó Bucky, con cierto entusiasmo en su mirada una vez cesó de golpear la bolsa de box a su lado. —Tony estaría bastante feliz de que vayas.

—No lo sé. —Me encogí de hombros. Retiré un mechón de cabello de mi frente y seguí golpeando la bolsa. —Lo dudo, tengo cosas que hacer.

Bucky soltó una risotada.

—Por favor, Steve. —Dijo riendo. —Somos amigos desde toda una vida, sé cuándo mientes y cuando no. Dime, ¿por qué no iras? —Cuestionó cruzándose de brazos. Bufé sin ganas de responder su pregunta. —¿Es por ________?

—No. —Me apresuré en contestar, nervioso. Bucky volvió a reír. —Es enserio, no es por ella.

—Mientes. —Sonrió. —Es por _________. —Dijo y detuvo todo entrenamiento. Caminó hasta sus pertenencias y sacó una botella de agua. —Steve, si no le dices lo que sientes, ella jamás se fijará en ti.

—Tiene novio, Buck. —Le recordé. —No quiero interferir en esa relación.

—Amigo...— Se acercó a mí y presionó mi hombro con su mano humana. —Te recomiendo que se lo digas mañana, en la fiesta. No pierdes nada. —Aconsejó. —Además, no sabes si es su novio. No ha dicho nada al respecto.

Tomé una bocanada de aire, analizando el asunto. Y es que me era tan difícil exponerle mis sentimientos a ella; era tan hermosa que con tan solo sentirla mi fisiología se alteraba considerablemente. Cada vez que quería hablar con ella mis palabras se entorpecían en mi boca, dejándome como un verdadero sonso frente a ella. No podía acercarme y decirle que me atraía e invitarla a salir. No era mi estilo, nunca lo fue.

Durante la noche pensé en las frases que podría utilizar para acercarme a ella. Pero recordar que iría a la boda en compañía con aquel muchacho tan carismático, me hacía pensar que era un grave error querer acercarme. Quizás, lo más asertivo, era alejarme y no asistir a la boda. Verla me hacía mal, y no creía poder soportar un rechazo de su parte.

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—No te arrepentirás. —Me aseguró Bucky en cuanto me vio salir de la habitación del baño vestido con el esmoquin para la boda. Algunas veces me sorprendía la capacidad que tenía mi buen amigo para persuadirme y motivarme.

—Nada mal para ser un fósil. —Comentó Romanoff a su lado. Se levantó de la cama y se acercó a mí. Arregló el corbatín negro sujeto al cuello de la camisa y sonrió con dulzura. —No son novios.

—¿Qué? —Alcé una ceja.

—Joseph y ________ no son novios. —Aclaró. —Creo que ésta podría ser su noche, capitán. —Dijo la rusa, embozando una sonrisa bastante coqueta. Típico de Nat.

Mas no respondí nada. Iba decidido a acompañar a Tony y Pepper en su día y no a tratar de impresionar a _________.

Me miré por última vez al espejo antes de salir y reunirme con los demás miembros del equipo y los invitados de los novios. Saludé a unos cuantos para luego dirigirme hacia el puesto donde se encontraba Sam y Bucky.

Miré a mi alrededor, observando a la cantidad de invitados que serían testigos de la ceremonia. La familia de Pepper se encontraba a un costado; su madre lloraba de felicidad siendo contenida amablemente por su esposo. En el otro extremo estaban los amigos ajenos de Tony de los cuales no tenía conocimiento alguno. Salvo Happy, un hombre robusto bastante fiel a Tony.

Sin embargo, mi mirada se perdió entre las personas que habían tomado su puesto y esperado que los novios diesen sus votos. Allí, entre las personas se encontraba ella sentada al lado del muchacho. Se reía por lo bajo mientras el sujeto le seguía hablando en susurro. Mi corazón se apretó en mi interior al verla reír de ese modo. Era feliz al lado de él.

Tony y Pepper cerraron el proceso de matrimonio una vez se besaron frente a los invitados, robando aplausos y gritos de felicidad. La fiesta en la torre Stark había iniciado.

No pude evitar sentirme incomodo ante el panorama. La gente bailaba por todo el complejo, bebían y comían. Me acerqué a Nat, quien conversaba con Bruce, Clint y Bucky. Comentaban sobre la boda y lo felices que se veían los novios bailando entre la gente. Asentí en concordancia con las opiniones de mis amigos, observando al matrimonio unidos a un abrazo tierno y lleno de afecto.

Pero mi vista comenzó a buscar a _________.

—Chicos, esto está de lujo. —Dijo Pietro en cuanto llegó a nuestro lado. En sus manos portaba un vaso de licor. —¿Así son las fiestas de Stark?

—Todas y cada una de ellas. —Afirmó Natasha. Pietro sonrió amplio, gozando del momento. —¿Y Wanda?

—Está con ________ y Joseph. —Arrugó la nariz. —Ese sujeto no me gusta.

A mí tampoco, pensé en mi fuero interno.

—Es simpático. —Opinó Clint. —Pero no es un sujeto a quien le fiaría mis secretos.

—Será mejor que no hablen porque ahí viene Wanda y ________. —Advirtió Bucky, dándome una mirada fugaz. Mis mejillas ardieron de inmediato. —Hola muñecas. —Saludó mi amigo con una sonrisa en su rostro.

—Hola a todos. —Saludaron ambas al mismo tiempo, ocasionando que todos rieran por la sincronía.

Y allí se encontraba, luciendo un vestido de tonalidad azul marino el cual remarcaba su esbelta figura femenina. Intenté no observarla por mucho tiempo, aunque me costaba trabajo ignorar su belleza. ¿Cómo podía ser tan perfecta? Logró ser elogiada por mis compañeros, causando cierto bochorno en las mejillas de la muchacha.

El lugar adquirió una luz tenue, invitando a los novios a bailar el típico vals emitido en los matrimonios: el Danubio azul. Tony y Pepper se situaron en medio del circulo que los invitados crearon para ambos, emocionados por el baile marital.

Ambos se movían al son de la melodía, incentivando a las parejas en el público a ser partícipes y bailar junto a ellos. Mis amigos claramente no fueron la excepción.

—¿No irás a bailar? —Preguntó aquella voz dulce. Mi piel se erizó y temí que mi lengua se trabara al contestarle.

—Prefiero observar. —Me limité a contestar. ________ Soltó una risita tierna.

—Ya veo, eres de los que disfruta en soledad. —Asintió comprensiva. —Pero todos bailan, ¿por qué querrías perderte el baile? —Inquirió. Su mirada se posó en mí y yo no pude evitar sentir un escalofrío recorrer mis extremidades, hasta mi espina dorsal. —¿Qué estás esperando?

Y se plantó frente a mí con insistencia, esperando mi respuesta.

—La pareja perfecta. —Respondí, encogiéndome de hombros. Su mirada se tornó apacible y su postura dejó de ser demandante.

—Me figuro que debe ser una mujer que sepa moverse bien en la pista de baile. —Comentó. —Alguien con desplante y sensualidad. Alguien digna para el capitán. —Sobó su barbilla analizadora. —Creo que vi a la muchacha de estadísticas por ahí...

Fruncí la nariz, en desacuerdo. ________ rio.

—H-hay alguien d-digno. —Confesé inquieto. Ella formó una "o" en su boca y abrió los ojos denotando sorpresa.

—¿La conozco?

—Sí, la conoces. —Afirmé. ________ movió sus ojos hacia la izquierda, mientras emitía un sonido largo semejante a la "m".

—¡Ya sé quién es! —Exclamó. —¡Sharon Carter!

—¿Qué? —Fruncí el ceño y negué repetidas veces. —No, claro que no. —Reí.

—¿Entonces? —Cuestionó con desilusión. —Es la única que conozco y que podría ser digna.

—La conoces bastante, ________. —Indiqué, dándole una nueva pista. —Tiene una hermosa sonrisa, ojos grises y un desplante único. —Describí nervioso. _______ me observó detenidamente, escuchando la descripción de la muchacha misteriosa. —Cabello castaño claro que, por lo general va amarrada en una coleta. —Suspiré. —Pero ella tiene novio. Es digna... —Fruncí mis labios en un acto por querer callar. Respiré hondo y proseguí. —Pero yo no soy digno de ella.

_________ frunció el ceño y se cruzó de brazo casi en una postura rígida y demandante. Sin embargo, sus ojos emitían otra emoción; brillaban cuan canicas eran expuestas a la luz del sol.

—Joseph no es mi novio, Steve Rogers. —Dijo seria. Temblé en mi lugar, queriendo huir de allí. ¿Tan obvia había sido mi descripción? _______ dio un paso decidida hacia a mí haciéndome temblar aún más. —Eres muy obvio, capitán. —Soltó una risita tierna. —Y bastante lento.

—¿Lento?

—Te di miles de pistas, Rogers. —Soltó esta vez una carcajada. —¿Acaso no te dabas cuenta? Comencé con miradas coquetas, halagos, un simple toque que al parecer a ti no te gustaba. Incluso a ofrecerme en las misiones donde comandabas. —Dijo y yo más ingenuo no me podía sentir. —Joseph fue mi último AS bajo la manga después de que Wanda me confirmara que tú también sentías interés por mí. Al parecer funcionó porque Joseph me dijo que mirabas bastante a mi dirección. —Finalizó con una gran sonrisa, dejándome totalmente anonadado.

Me rasqué la nuca y tosí suavemente para aclarar mi garganta.

—¿Bailamos, capitán? —Me ofreció su mano. —El vals aún no termina.

Sonreí y tomé de su mano. Eran tan suave y cálida que podía estar horas acariciándola sin problema alguno. Caminamos hasta la pista, uniéndonos a los demás participantes. Tomó mi mano y la posó en su cintura, apegándose a mí. Fue cuando vi su rostro cercano al mío, sintiendo su respiración ventilar mi rostro. Adquirí su aroma y me embriagué con él. Deseaba hundir mi rostro en su cuello y besarle; pero mi moral me lo prohibía. Iría con pausa.

—Te equivocas. —Murmuró de repente.

—¿En qué? —Cuestioné sin entender su acotación.

—Eres digno. —Y alzando su cuerpo un poco más, logró depositar un casto pero tierno beso en mis labios. 

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Gente, estaré fuera de mi ciudad unos días, por lo tanto no actualizaré este OS :( . But, quien quiera dejarme ideas, está en completa libertad de hacerlo <3 Buscaré un lugar donde leer sus comentarios e idearé las ideas mientras estoy de viaje :) 

So, nos estamos leyendo! <3