LXXXVIII - Steve Rogers
88.- Weare stuck in the other
Colmada de angustia y, con cierto arrepentimiento, abandoné el complejo Avengers. Como un felino en la oscuridad, me escabullí sin que nadie se diese cuenta que me iba. Y nadie lo hizo. Corrí una vez fuera, entre los árboles frondosos que, sin reclamo alguno, me cobijaron en mi caminata sin rumbo alguno.
Por él, por Steve Rogers. Me tenía que ir de su lado.
Aún no sé por qué lo hacía; si me preguntaran, no sabría qué responder. Lo amaba, y él a mí, pero algo en mi interior me decía que no era lo suficiente para el capitán. Aquella voz, insegura y maliciosa en mi mente, me hizo tomar la decisión de la que, estaba segura valdría la pena. Por su felicidad y la mía.
Caminé tramos bajo la luz de la luna, entre los árboles que suave se mecían. Entonces, mi mente comenzó a divagar; llegué a la conclusión de que no era tan importante entre el equipo y, por ende, tampoco en la vida de Rogers. Merecía a alguien mejor que yo, alguien que le diese la felicidad que merecía, alguien que, compartiera su historia y le entendiera mejor que yo.
Y con ese pensamiento, seguí mi andar, entre la luna sobre mi cabeza y los arboles bailado a mi alrededor.
***
El recuerdo de Steve prevaleció en mi mente con mucha más fuerza que antes. Me cuestioné el hecho de abandonarlo sin decirle nada al respecto, y peor novia no me pude haber sentido. ¿Qué clase de novia era para Steve? Rumié mis pensamientos y, por más que quisiera darle una respuesta lógica a mi comportamiento, algo, en mi mente, me recalcaba lo vil que había sido al abandonar al capitán de aquella forma.
El arrepentimiento me carcomía, día y noche. Entonces, arrepentida, tomé mis cosas y abandoné el lugar que había encontrado para guarecerme del peligro. Miré por última vez mi escondrijo y decidí volver porque, después de todo, lo amaba y me sentía, de alguna manera, amarrada a él.
Amarrada a él en el sentido menos posesivo. Era una especie de sensación en el que, el amor nos unía. Era inexplicable, pero algo, pese a todas las inseguridades que sentía, me decía que mi lugar era estar con Steve.
Tomé el aire suficiente y caminé hasta la entrada del complejo Stark, donde sabia se encontrarían reunidos. Esperaba ansiosa y avergonzada fuera de la torre, donde me atendió la inteligencia artificial de Tony.
—¡____________! —Exclamó Wanda con sus brazos abiertos, dándome la bienvenida. A su lado se encontraba Clint, con su semblante apacible. —¿p-por qué te fuiste sin avisar? —Preguntó, observándome atenta. —¿Peleaste con Steve?
—No. —Murmuré. —Él no tiene nada que ver en mi huida. —Dije, avergonzada.
—Estará feliz de verte nuevamente. —Dijo Clint.
Me invitó a entrar mientras me informaba que el resto del equipo se encontraba en una misión y, que no demorarían mucho en llegar nuevamente.
Y no lo hicieron. El Quinjet se hizo oír sobre nosotros. Me levanté del sofá con cierto dolor alojado en mi estómago. Sus voces se acercaban y yo temblaba.
—Creo que ya sé dónde se encuentra ___________. —Dijo la voz de Steve entre las paredes.
—¿Y dónde está? —Le cuestionó Nat. —Hemos recorrido todo, Steve. Ella no está en el país. —Le dijo la rusa.
Sus pasos se acercaron hasta el living, donde Steve, omitió toda palabra en relación a mi supuesto paradero. Sus ojos se conectaron con los míos de inmediato, y un remezón sacudió mi corazón en mi interior.
Nuestras anatomías se vieron envueltas en la molesta sensación de la tensión que surgió en cuanto Steve y yo nos reencontramos nuevamente. Sus lágrimas comenzaban a notarse en sus ojos azules y las mías ya habían surgido en cuanto le escuché hablar.
—____________. —Murmuró el rubio.
—¡La desaparecida! —Saludó Tony, rompiendo la tensión del ambiente. —Tanto tiempo, ¿no extrañaste? —Esbozó una sonrisa socarrona. —Steve lo hizo...
—Stark... —Suspiró Steve.
—Sólo tengo una pregunta, nada más. —Dijo el multimillonario. —¿Estás con nosotros o no? —Espetó. Me observó con frialdad. —Necesitamos vengadores unidos y decididos a quedarse, __________. Quiero saber si estás dispuesta a quedarte. De otra manera, si vuelves a desaparecer, al menos deja una nota explicando el porqué.
—Tony, creo que esto es un asunto entre ellos dos. —Intervino la rusa. Tony se retiró sin decir palabra alguna, al igual que los demás.
Steve me miró atenta y yo no hice más que bajar la mirada, avergonzada.
—¿Estás bien? —Me preguntó cauto después de minutos en silencio. —¿A-alguien te ha hecho daño?
—No, me sé cuidar, Rogers. —Sonreí apenas. Steve asintió ligeramente.
—¿Puedo preguntar por qué te fuiste? —Murmuró. Su voz tembló a mitad del enunciado, apretujando mi corazón nuevamente. —¿Hice algo que no te gustó?
—N-no... —Gemí. —No hiciste nada, aparte de amarme como nunca imaginé que alguien lo haría. —Suspiré abatida. Me acerqué al rubio, pero no tanto, quería mantener mi distancia. —Steve, nunca me quise ir. Yo...creí que no era para ti. —Musité. Steve parpadeó sin comprender mis palabras. —Me siento culpable por esto. Sé que sufriste, Steve. Y lo siento tanto.
—¿A qué te refieres con que no eres para mí, __________? —Cuestionó. —¡Eres para mí! ¡No deberías dudar de ello! Te amo, ________. Jamás lo dudes. —Y me abrazó sin más. Hundí mi rostro en su pecho y comencé a llorar desconsolada.
—Te amo, Steve. —Lloriqueé. —Y por eso volví. ¡Por qué siento que estoy amarrada a ti! No puedo dejarte, hay algo que me mantiene unida contigo.
Steve me alejó de su lado unos centímetros y me miró atento. En su mirada se alojó el destello de un hombre que, sabía a lo que me refería; podía, incluso, ver su alma tomar la mía y aferrarse a ella para no separarse más. ¿Era acaso un sentimiento mutuo?
Sonrió y me abrazó.
—Estamos amarrados. —Besó mi frente. —De alguna forma, siento que pase lo que pase, siempre volveremos al lado del otro. Estamos aferrados mutuamente, ___________.
¿Era posible estar amarrado a alguien? Amarrado nada más que por algo invisible e inexplicable, por algo que, por más que quisiéramos deshacer, éste, nos volvería a amarrar.
Me aferré a su abdomen y escondí mi rostro en su cuello donde, no me impedí besar su piel. El aroma, sus brazos, su anatomía era todo lo que necesitaba, lo que me mantenía cuerda y, a lo que siempre me aferraría de algún modo. Y, es que sus palabras eran ciertas; estábamos atrapados el uno al otro y esto era por el amor que nos teníamos. Aquel amor que trascendía lo normal, aquel que, no sería destruido por nada del mundo. Ni por todas las nuevas armas que Stark o HYDRA podrían inventar.
El amor entre ambos era fuerte, resistente ante toda adversidad. Era el cual, de una u otra forma, nos mantenía amarrado hasta el final de nuestros días.
Y, con la creencia de que estábamos amarrados el uno al otro por el amor, nos besamos con pasión. Esa pasión que, solo algunos logran alcanzar. Esa pasión de la que, durante la noche, se hizo presente entre ambos. Siendo nuestros cuerpos, testigo de ello.
➤➤➤➤➤➤➤
He vuelto, mis bípedas!! en gloria y majestad. Y con algunas ideas en mente. Si, desaparecí por mucho tiempo. Pero, eso en algun momento se los contaré en un apartado. Hacía mucho tiempo quería seguir escribiendo pero, pasaron muchos sucesos en mi vida que, no me dejaron escribir. Pero bueno, aquí estoy y con un OS nuevo de nuestro querido Steve Rogers. Algo tranquilo, piolita.
En fin, esperando que se encuentren bien y que no se hayan olvidado de mi T.T, tambien les anuncio que estoy escribiendo un OS de Pedro Pascal/Joel Miller. Está ya en mi muro para que pasen y lo lean <3 No podía dejar esta oportunidad atrás jeje .
Las quieroooooo!
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