Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

LXXXV - Steve Rogers

85.- Roller Coaster


Fruncí el ceño y gruñí entre dientes; la torre stark era, otra vez, invadida por lo gritos e improperios de Tony, sam y Clint. No era extraño escucharlos los fines de semana gritando en la habitación de recreación que el propio Tony había construido por gusto propio. Cuando supo sobre los juegos de realidad virtual, el mismo quiso inventar uno y compartirlo con quienes conformaban parte del equipo Avengers.

Evidentemente yo no era participe de ello, a diferencia de la joven Maximoff, quien en variadas ocasiones la divisé junto a su hermano riendo a carcajadas mientras un visor de realidad virtual cubría su vista y, el asiento en el que reposaban se movía de un lado a otro. En ocasiones veía a Romanoff, pero ella no se veía muy asombrada por lo que le proyectaba el visor; se mantenía inmutable, algo que indignaba a Tony.

Admitía que aquello me llamaba la atención de cierta manera. Sin embargo, temía. Nunca fui alguien que se diera a las aventuras, y menos las que tenían carácter de ser realidades virtuales. Me conformaba con vivir la realidad, lo que se sentía en la piel. Me era suficiente para percibir todo tipo de emociones, tal como asumía se sentía en la realidad virtual.

—¿No te unes? — Me preguntó Clint, con una sonrisa ancha en sus labios. Gotas de sudor se deslizaban por su frente; respiraba un poco agitado.

Negué.

—Paso. No es algo que me llame mucho la atención.

—Te estás perdiendo la mitad de tu vida, niña. — Me dijo, entre risas divertidas. Se dirigió al refrigerador y sacó una soda. —Podrías probar, digo, algo tranquilo para comenzar.

—Gracias Clint, pero no. —Volví a sonreír, afable pero ciertamente incómoda por su insistencia.

—¿Es miedo lo que escucho, señorita Campbell? —Preguntó socarrón Tony. El multimillonario se acercó con una sonrisa ancha y ojos vivaces. A su lado caminaban Sam y Steve.

—No, yo...

—No lo niegues. —Me interrumpió Stark. —Se nota en tus ojos.

—Woow... —Rodeé los ojos. —Multimillonario, playboy, filántropo y, además, analista. —Resoplé. Tony entrecerró sus ojos. —No tengo miedo, simplemente no me atrae el juego. Fácil de entender, ¿no?

—No. —Refutó Tony. —Mañana tenemos pensado, como equipo, ir al parque de diversiones que han inaugurado estos días. Como podrás deducir, no pienso dejarte sola en la torre. Primero, porque puedes invitar a tu novio...

—! Tony! —Chillé. Clint soltó una risotada. —Ni si quiera tengo novio... —Murmuré.

—Bueno, quizás lo consigas en el parque de diversiones. —se encogió de hombros. —segundo, aún no me olvido del estropicio que hiciste la última vez que te quedaste sola. —Me señaló con su dedo índice, acusador. —Me costó la mitad de mi suelo, señorita.

Desvié la mirada hacia el suelo, avergonzada ante la alusión que Tony había dado al recordarme los días en los que, siendo novata, no podía canalizar mis poderes. Estaba molesta pues, no me acostumbraba al ambiente de la torre y tampoco al nuevo don que había desarrollado sin siquiera saber que ello, estaba dentro de mí.

Me había frustrado por primera vez en mi vida, lo que detonó en una explosión emocional que destruyó parte del complejo Avengers. Pese a que me invadió el miedo al imaginarme la cara de Tony cuando llegara al complejo, no pude evitar sentirme también, liberada de todo malestar somático. La presión en mi pecho se había ido, como así también el malestar en mi estómago producto de las experiencias que nunca quise comentar. Unirme al equipo tras un acuerdo con Fury, no fue más que la gota que rebalsó el agua.

—Te acompaño. —Dijo de repente Steve. El silencio en la cocina del complejo se hizo muy notorio. Las miradas se dirigieron al capitán, quien permanecía inmutable ante los ojos que lo analizaban.

—Cap, considerando tu edad... ¿no será peligroso para tu corazón? —Le cuestionó Tony, con cierto atisbo de burla. Rogers no respondió.

—No, Steve... yo creo que...

—Vamos, te acompaño. —Me insistió. Me extendió su mano, invitándome a dar ese paso que tanto temía dar. Respiré profundo. —Tony no te dejará sola. —Logró susurrar sin que Stark lograra escucharlo. —Hagamos esto fácil. Démosle al niño lo que quiere...

No pude evitar reír. Tomé su mano sin siquiera dudar. Tony aplaudió como un niño; tal como el capitán lo había descrito.

Caminamos hacia la habitación donde permanecían los visores descansando. Wanda se encontraba jugando con uno de ellos. Negué ligeramente. La sokoviana me sorprendía en muchas ocasiones.

—Oh, __________. ¡Al fin! —Celebró Wanda. —Ten, prueba este. Es muy bueno. —Rio. Recibí el visor y lo miré detenidamente. No se veía tan traumante como yo creía. Sin embargo, aún me mantenía reticente a emitir opinión alguna sin experimentar el juego.

Tony me dio las indicaciones para disfrutar del juego. Me senté sobre el asiento y me acomodé el visor frente a mis ojos. Eran incómodos y pesaban un poco. Logré ver frente a mi una pantalla con un paisaje. Había rieles y cerros. Era una montaña rusa.

—¡Tony! —Chillé, aterrada.

—Tsh, relájate niña. —Me pidió el multimillonario. Antes de volver a pedir ayuda, el juego ya había comenzado. La montaña rusa avanzaba cada vez más rápido, pasando por túneles, saltando por los aires, simulando chocar con rocas y árboles. Mi corazón golpeteaba mi pecho cada segundo más rápido y con más fuerzas. Cerré los ojos al ver una roca gigante dirigirse hacia a mí. Grité, pero ninguno me socorrió. El juego seguía su curso.

La técnica de Tony no era desagradable después de todo. A medida que pasaban los minutos, mi cuerpo se acomodaba a la situación que veía frente a mí. Había logrado programar mi cerebro ante lo que era real y lo que no. Finalmente, logré calmarme, sintiendo un calor ameno en una de mis manos.

El juego se detuvo y yo pude ver al fin. Parpadeé rápido, veía borroso. Me encontraba un poco mareada, pero no tanto como para generar nauseas. Cuando logré percibir mi entorno, vi frente a mi a Tony, Clint, Sam y los gemelos Maximoff.

—Mi mano. —Susurró la voz de Steve.

—¿Uhm? ¡Oh! Carajo.... —Dije, soltando de inmediato la mano del capitán. —Lo siento, lo siento mucho...

—Descuida, tranquila. —Sonrió ameno el rubio. —¿Todo bien? —Asentí. Largué un suspiro apesadumbrado cuando me percaté que Steve seguía sonriéndome un tanto embobado. Me removí del asiento un poco incómoda, haciéndole entrega del visor a Tony y evitando el contacto visual con Rogers.

—Mañana nos subiremos a una real. —Dijo el multimillonario, emocionado.

—No lo creo. —Le dijo, de repente la voz de Natasha. La rusa cruzó la puerta de la habitación con un par de carpetas en manos. —Tenemos misión nueva. Creo que tu panorama tendrá que aplazarse.

Tony bufó por lo bajo, tomando una de las carpetas y hojeándolas rápidamente.

—Carajo... —Refunfuñó. —Señores, nos vamos a Alaska. —Anunció el multimillonario no muy feliz. Lanzó un suspiro cargado de frustración. Negó ligeramente y salió de la habitación.

Sonreí airosa. No había mejor realidad que la vida misma. Pese a que el juego me había entusiasmado, nada se comparaba con mi realidad.

—Gracias, Steve. —Musité. El capitán asintió.

—De nada, ___________. —Asintió ligeramente. —Al terminar la misión podemos ir al parque de diversiones. Sin Tony, claro... —Rio tímido. — No estoy preparado para lidiar con su infantilismo. —Ambos carcajeamos. —Podemos caminar mientras comemos cabritas. ¿Te parece?

—Me parece. —Acepté.

El capitán se retiró y yo sonreí para mí. Eran pocas palabras las que intercambiaba con el capitán, sin embargo, pese a ello, su presencia nunca me desagradó. Me era reconfortante y motivadora. Algo tenía que me motivaba a ser mejor, a vencer mis miedos y ver la vida desde otro enfoque.

Raro, pensé. Más no me detuve a pensar mucho sino en el día en que termináramos la misión para nosotros ir al parque de diversiones, quizás, quién sabe, para disfrutar de una montaña rusa real. 







➤➤➤➤➤➤➤

Jelou pipul. 

siempre digo que volveré but siempre desaparezco. Patience queridas lectoras, no me he olvidado de ustedes. Lo que pasa es que mi inspiración a sido nula. Tengo ideas but me bloqueo. Normal para quienes escriben. (al parecer)

En fin. Iré apareciendo de a poco ;) quizás me surja una segunda parte. 

Love all. 

PD: Agradezco la idea del os a quién sé va a leer esto. <3 Créditos a esa personita maravillosa. Oma et <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro