Los rumores no tardaron en esparcirse por todo el edificio.

Muchos de los alfas y betas en ese lugar decían cosas sobre el totalmente desubicadas y sucias, y eso era tan atormentante.

Muchos de ellos decían que 'aquel día que se había quedado hasta tarde, había hecho cosas de lo mas indecentes con el jefe Hwang'

Nadie había dejado de mirarlo desde que comenzó la jornada, y ya estaba harto de lo que decían.

No le afectaban en nada aquellas atenuaciones, pues los rumores sobre un Omega no eran nada nuevo y más si se trataba de uno trabajando entre tantos alfas, pero su cabeza comenzaba a doler por todos esos murmullos, nada disimulados, a su alrededor.

Suspiró con cansancio y continuo con su deber en la computadora, hizo pucheros inconscientemente mientras escribía sin parar en el aparato.

Apenas y llevaba dos semanas ahí, por dios.

"¡Yang!" Lo llamaron a lo lejos, el mencionado giro su silla y sus ojos fueron hacia la conocida voz.

"Yeji" murmuró bajito, viendo a la mujer acercarse con pasos firmes hacia el "¿En qué puedo ayudarte?"

La pelinegra sonrió y acomodo su sedoso cabello, una de sus manos posicionándose en su cintura.

"Necesito que me hagas un favor" fue directo al punto

"¿Y es...?"

"¿Recuerdas los formularios que organizabas el día que te quedaste hasta tarde" el Omega asintió "bien, necesito que vayas por ellos ahora mismo, tu eres quien sabe donde los dejo. Además, también quiero que llenes algunos y me los entregues en una hora" bebió del café que tenia en su otra mano "¿Estamos claros?"

El Omega abrió su boca más no dijo nada por un momento.

"Si, señorita Yeji" se levantó de su puesto "ahora mismo iré por ellos"

La pelinegra vio como desapareció por uno de los pasillos del piso.

Se cercioro de que si se haya ido del lugar, y sonrió después.

Inmediatamente comenzó.

Busco entre todas sus cosas, en su maletero o en el escritorio, buscando alguna pista para lo que necesitaba encontrar.

Escarbo entre sus lápices y hasta reviso los cajones del escritorio, pero no encontró absolutamente nada.

Inclusive reviso su billetera, pero solo estaba su tarjeta de identificación y algo de dinero

Suspiro con pesadez y apoyo sus manos en la mesa.

"Debe haber algo..." Murmuró para ella misma, buscando con la mirada.

Abrió sus ojos en grande en cuanto vio en uno de los cajones abiertos una pequeña libreta, escondida entre todos esos papeles y gráficas.

La saco con cuidado de no desordenar nada, pues no quería que jungkook se enterará de que había estado revisando sus cosas.

Abrió la libreta cuando la tuvo en sus manos, pero la decepción fue lo único que la abordó. Pues Aquella libreta parecía solo tener pequeñas listas de alimentos o recordatorios de algunas fechas de las cuales no tenía conocimiento, también algunos nombres desconocidos para ella.

Hasta que vio uno en especial

'Changbin'

Más una fecha de cumpleaños la cual no le interesó mucho, solo pudo recordar ese nombre salir de los labios de Jeongin, cuando escucho aquella conversación.

'ojala el fuera como tú, Binnie'

Parece que ese era el nombre del Alfa con el que hablaba ese día, y lo más posible es que fuera su pareja.

Paso más páginas, pero está vez con lentitud, tal vez podría encontrar algo más.

Y claramente lo encontró, había una foto que parecía ser algo vieja, era de un pequeño niño con cabello negro y a simple vista suave y sedoso, sus ojos eran algo pequeños y su piel era lechosa y limpia.

Sus dudas despertaron aún más. Grande fue su sorpresa cuando escucho una vibración por parte del teléfono del Omega, y oh, ella no se había dado cuenta que estaba ahí.

Dejo la libreta a un lado y tomó su teléfono. Bien, sabía que estaba haciendo mal en revisar de esa manera la vida privada del omega, pero su curiosidad era demasiada y su mente rogaba por saber más sobre el.

Así que presionó el pequeño botón para encender la pantalla, pero desafortunadamente para ella, el teléfono tenía contraseña.

Pero lo que parecía ser un mensaje aparecía en la pantalla, solo fue una pista más para aquel laberinto que su cerebro estaba armando.

Binnie Hyung 💗:Eunwoo ha estado algo imperativo hoy, Fefi parece querer arrancarse la cabeza.

Así que...Eunwoo

Maldecía a su altura en esos momentos.

Había estado por más de diez minutos intentando tomar la enorme caja llena de formularios, pero se encontraba en uno de los estantes de la habitación, y para su mala suerte, en uno de los más altos.

Chillo cuando nuevamente rozo la caja pero está solo se alejó más de sus manos por el inconsciente empujón que le dio.

"Maldita caja" murmuró con odio, sabiendo que era estúpido estar insultando a una caja y que obviamente está no le iba a contestar.

Nuevamente, se puso de puntillas para intentar tomarla.

Pero repentinamente, sintió una mano tomar su cintura con algo de fuerza, causando que inmediatamente temblará por aquel tacto.

El olor a chocolate amargo no tardó en instalarse por sus fosas nasales.

"Parece que tienes problemas" escuchó una grave y tan conocida voz detrás del, pero no pudo decir nada.

Solo miro como Hyunjin se inclinaba y soltaba su cintura para poder tomar la pesada caja con las dos manos.

Y dios, pudo ver perfectamente aquella manzana de Adán en cuanto miro hacia arriba, sintiendo un estrago en su estómago.

Se sonrojo un poco, negando mentalmente cuando vio por donde iban sus pensamientos.

Vio como el otro bajaba la caja y separaba lentamente de su cuerpo, pegándola en su pecho para después dejarla en el piso.

Las palabras se atrancaron en su garganta, pero hizo el intento de hablar.

"S-se l-lo" carraspeo, cubriendo su boca "se lo agradezco, señor Hwang"

El rubio le sonrió, poniendo sus manos en los bolsillos de su saco.

"Esta bien, la próxima vez que vengas aquí puedes pedirle ayuda a uno de tus compañeros" recomendó aún con aquella sonrisa "a nadie le viene mal un poco de ayuda"

El pelinegro asintió y mordió su labio inferior con nerviosismo.

"Si, creo que seria lo mejor" intento sonreírle "puede continuar con sus labores, señor Hwang, muchas gracias por su ayuda"

El mayor asintió y se giró sobre sus pies, caminando con tanta seguridad como siempre hacia la puerta de salida.

Pero paro de repente.

Jeongin trago saliva

"Sabe, señor Yang" lo miro de reojo "su olor es demasiado estimulante, le recomiendo que intente ocultarlo si no quiere... atraer a algún alfa"

finalmente se fue, con aquella puta sonrisa arrogante que comenzaba a odiar.

Y se odio a el mismo por el calor que subió por sus mejillas, el rubor instalándose en las mismas.

Frunció el ceño y bufo ruidosamente.

Joder, lo odiaba, se odiaba.

꒰𝓣𝓣𝚊𝚎 ♡︎... ꒱