Caminamos entre las personas que recién se estaban levantando, el frío nos quemaba la piel y este se intensificaba, con nuestras heridas. Luke soltó un quejido y se recargo en uno de los muros.

—¿Que ocurre?—pregunto con clara preocupación

El estómago le ruge y noto como posa su mano en su cabeza, el hambre y el golpe que recibió cuando nos escondimos de los titanes.

—E-Estoy bien, solo necesito...—murmuró

Sentí la mirada de alguien a mi espalda, un pinchazo que me advirtió de algo; me gire rápidamente, en la distancia, vi a 3 chicos de nuestra edad, pero que de forma peculiar, se me hacían conocidos.

—Luke...—lo llamé

—¿Que?—el levanto la vista

Apenas lo hizo y me jalo del antebrazo, lo escuche maldecir una y otra vez, en otra ocasión, me habría sentido ofendida, pero, ahora...

—Espera, espera.—mire a los lados

Todos estaban enfocados en la comida, soldados que se quejaban de los refugiados y personas que lloraban en silencio por la pérdida de sus familiares.

Toque la cabeza de Luke, era lo único que podía hacer en ese momento, por el y por mi.

"Una vez, para verlo como es; dos para verlo en tu mente, tres para que obedezca tu voluntad."

Me dio un calambre en toda la espina dorsal, los oídos se me taparon y u  zumbido efímero me hirió el cerebro; el cabello que antes era blanco, se fue tornando de un color azabache, sentí mis venas palpitar que cuando Luke alejó mi mano de su cabeza fue como tomar aire después de estar tanto tiempo bajo el agua.

Mi cuerpo se ablando y creí que me desmayaría, Luke me sujetó el rostro y solo fue cuestión de segundos para que me recuperará.

—Eso es, regresa...—murmuró

El me limpio la sangre de la nariz con su pulgar, vi como hizo una mueca ante mi acción.

—Alguien te pudo haber visto. —me regaña—Siéntate aquí, iré a buscar algo de comida—El me acomoda pegando mi cuerpo directamente en el muro—Espera aquí.

Asiento con la cabeza y confío en sus palabras "Espera aqui", el frío cala hasta los huesos, me comienzo a cuestionar si debí arriesgar mi poca vitalidad de esa forma.

El tiempo comienza a correr, los segundos se vuelven minutos y los minutos avanzan a convertirse una hora.

《Espera aqui》

Mis manos están moradas y el vahó que sale de mi nariz es lo único que indica que estoy viva.

《Espera aqui》

El cuerpo me tiembla tan fuerte, tengo nauseas y el estómago se me encoge al no obtener algo para comer. Comienzo a contar hasta 100, con la esperanza de que Luke regrese, sopesando que puedo ir a buscarlo, pero temo a que alguien me interrogue y no sepa que decir.

*    *    *  

Alguien golpea mi hombro suavemente, primero es apenas un toque, después, es más fuerte. Lo primero que pienso es...

—¡Luke!—gritó levantándome de golpe

Pero no, es un niño rubio, otro de cabello castaño y ojos verdes y finalmente una niña de rasgos asiáticos, cuyo cabello es tan negro que hace contraste con su piel pálida.

—Disculpa...—habló tímidamente el rubio—Ya es el toque de queda, te hará daño si estás aquí.

El cuerpo reacciona y mi subconsciente hace que me aleje abruptamente.

—Oye, oye.—me habla el chico de los ojos verdes, donde he visto una chispa extraña—Lo que está diciendo es que los militares te castigaran si no te ven allá adentro.

Miró a los 3 frente a mi, después paso la vista directo a todo el lugar. Ya es de noche y... Luke no está

—¿Buscabas a alguien?—pregunta la niña asiática.

Ante todo esto, solo puedo llegar a una conclusión....

—No—respondo bajando la vista

¿Me había abandonado? ¿De verdad lo hizo?

—Estoy esperándolo.—susurre en un hilo de voz

Los 3 miraron a su al rededor y yo imite su acto.

—No hay nadie más aquí.—respondió la niña de cabello negro—Solo tu.

Y fue ahí cuando mis ojos comenzaron a cristalizarse,  una parte de mi se aferraba a la idea de que era una pesadilla, pero la otra es que la realidad era que Luke me había abandonado.

—Ven.—me dijo el chico de ojos verdes—Será peor si te ven aquí. Quizá quien buscas ya está allá adentro.—dicho dato sujetó mi muñeca—Lo único que nos queda es sobrevivir.

"Sobrevivir", como un pinchazo en mi mente fue efímera su imagen, el era el niño que juro matar a todos los titanes. Tiro nuevamente de mi y los 4 caminamos en silencio, hasta que mi estómago rugió.

—¿no alcanzaste comida?—preguntó el rubio—Soy Armin, ellos son Mikasa y Eren.—se presento de forma rápida y con un tono nervioso

Negué levemente y mire al tal Eren, su mano era cálida y sujetaba con fuerza mi muñeca, pero entonces paso algo. Fue como si una corriente eléctrica me hubiese pinchado la nuca....