💌 10. Necesitaré terapia después de esto 💌
<<Error. Se recomienda reiniciar tarea>>
—¡¿Porqué?! —grita para si Gianni
Es la tercera vez que intenta procesar la sensación que le invade, a su mente llega la palabra "enojo" pero la descarta rápidamente. Como Cupido androide no cuenta con emociones programadas, podría emularlas, sabe que tiene el programa para ello pero ¿sentirlas? Es algo totalmente diferente y, aun así, es lo único que lo describe.
Se apoya contra la puerta de su habitación, intentando frenar las descargas que le reprenden por haberse atrevido a contradecir a su maestro. Una cosa es admirar a sus creadores pero su prioridad debe ser siempre su maestro entonces ¿porqué no puede hacer nada bien?
Molesto, se conecta a la red, esperando que algo de música ayude. En medio de su búsqueda, algo llama su atención, no tanto por la pista sino por la voz que la interpreta. Emocionado, escucha a Belial cantar su propia versión de la canción; todo en aquella melodía logra que Gianni se emocione, sintiendo el cosquilleo de descargas eléctricas como reflejo de lo que la interpretación del demonio debe hacer sentir a un humano.
"¿Cómo puede ser peligroso alguien capaz de transmitir algo tan hermoso?" Es la pregunta que ronda su mente y ninguno de sus procesos de razonamiento parece tener una respuesta satisfactoria.
Cierra los ojos, repitiendo la canción tantas veces que pierde la cuenta, ¿Cuánto tiempo lleva aquí? ¿Debería ir a disculparse? <<Si>> el comando aparece en su campo de visión y su mano se dirige instantáneamente al pomo de la puerta. Se detiene antes de girarlo, soltándolo como si el tacto le lastimara.
No quiere hacerlo, incluso si sistema ruega por cumplir la orden. Pega su mano contra su pecho, apretando un poco la tela de su sudadera, mientras una idea se forma en su mente.
Apaga la música que había estado reproduciendo en su cabeza, suspira incluso si no lo necesita, abre la puerta para asegurarse que ni su maestro Fede ni el creador Rodo estén esperándole del otro lado.
Se sorprende al encontrarse con una bandeja con una rebanada del pastel servida en un plato rosa y una nota con una caligrafía que Gianni reconoce de inmediato:
"Lo siento, no debí gritarte. Podemos hablarlo con calma cuando te sientas mejor.
Con mucho cariño, Fede."
Gianni no puede evitar sonreír al ver el pequeño patito dibujado junto al nombre de su maestro; toma el plato y lo ingresa a su habitación. La culpa le carcome en su camino hacia la cama, deja de lado el postre y observa la carta un instante antes de guardarla bajo la almohada; mordiendo su pulgar, se pregunta si a Belial le gustará el pastel de chocolate...Después de lo que hablaron en la mañana no esta seguro de ello, pero ¿sería tan malo averiguarlo?
Sonríe, seguro de que una escapada más no le hará ningún daño a su ya culpable consciencia.
—Volveré pronto. —murmura para si antes de abrir su portal —También los quiero.
Cruzar el portal no es tan impresionante como la imagen que encuentra al otro lado: el lugar sigue siendo un desastre, el demonio esta sentado en el suelo mirando algo en su laptop, con un tarro de helado en sus manos y un bowl de palomitas a su lado. Gianni lo mira divertido un instante, percatándose de la ridícula pijama verde que lleva puesta y la forma desordenada en que ata su cabello.
—¿Te quedarás ahí todo la noche? —pregunta Belial interrumpiendo los pensamientos del robot
—Lo siento. —dice Gianni acercándose —Yo, te traje algo.
Belial presiona una tecla y vuelve su vista hacia lo que Gianluca trae en sus manos. La expresión de sorpresa rápidamente es remplazada por una enorme sonrisa cuando el demonio le arrebata el plato, arrojando lejos su helado para empezar a engullir el gran pedazo de pastel con entusiasmo. Gianni toma asiento junto a él, apartando su vista y posándola en la pantalla, intentando descifrar que tipo de entretenimiento ve alguien como Bel.
—Podemos ver algo más, —dice Belial con comida en la boca —es bastante aburrida esta película.
—No te preocupes, no quería interrumpirte. —responde apenado Gianni
—Bah, ya iba a quitarla de todas formas. —dice Bel restándole importancia
El Cupidroide mira atento como el demonio empieza a buscar algo que ver juntos. La mirada de Belial se ilumina al encontrar un título que parece llamar su atención, Gianni lee el título con curiosidad, intentado entender porque el demonio parece emocionado por mostrársela.
—¡Te encantará esta película! —afirma Bel emocionado —Es tan tonta y ridículamente empalagosa que es brillante, ¡y la música es una joya!
Gianni se endereza cuando Bel pone la película, mirando atento la pantalla mientras una canción suena como apertura del filme.
Después de media hora, el robot esta cautivado, abrazando un trozo de almohada que encontró tirado cerca de él mientras disfruta de otra escena de baile. En un momento, nota que una de las canciones es la misma que escuchó a Belial cantar y no puede evitar tararearla.
—Parece que tenemos a un conocedor aquí. —dice divertido Bel
—Oh no, —responde Gianni —solo escuche la canción hace un rato.
—Si tu lo dices, patito. —dice en broma Belial
Belial lo mira un instante antes de volver su atención a la pantalla pero, para este momento la mente de Gianni a vuelto a las palabras de su dueño. No debía estar aquí pero no le gustaría estar en otro lugar, ¿es tan malo?
En cuanto los créditos aparecen, Gianni no puede contener el llanto permitiendo que su programa de lágrimas se active y exprese lo más cercano a una emoción.
—¿Y qué tal? ¿Es la mejor película que has visto en tu vida? —pregunta Belial con orgullo
—¡Fue increíble! —responde emocionado Gianni —Aunque es mi segunda película, así que mi opinión no es útil.
—¡Eso es una tragedia! Tenemos que corregir eso, —dice Bel comiendo lo que quedaba de sus palomitas —cuando termines de limpiar mañana conocerás otras grandes joyas, tengo una película que...
—No vendré. —dice Gianni interrumpiendo —El maestro Fede dice que debo alejarme de usted, es una orden.
El rostro de Bel se ensombrece, deja caer su sonrisa y Gianni nota como aprieta los dientes con fuerza.
—¡Ese maldito ángel! ¡¿Quién se cree para rechazar mis ordenes?! —grita Belial poniéndose de pie —Me va a escuchar.
Gianni entra en pánico, corriendo tras el demonio que se prepara para abrir su propio portal al hogar de Cupido. Estando a su lado, lo toma del brazo con fuerza, esperando llamar su atención.
—No. —repite varias veces —No debí decir nada, lo siento, no es culpa del maestro Fede.
—¡Claro que si! —dice Bel molesto —Él no me va a quitar nada ¿entendiste?
El robot se queda inmóvil, viendo al demonio cruza y cerrar el portal sin esperar respuestas, dejándolo solo en el apartamento. La melodía de los créditos suena de fondo, como si estuviera burlándose de él y su gran boca, ¿porqué no puede quedarse callado? ¡No es tan complicado! Solo cierras la boca ¡y listo! Pero no, ¿qué está mal con él?
No espera más y abre su portal a su habitación, rezándole a lo que sea que escuche para llegar y no encontrar una guerra entre Cupido y Belial.
—¿Qué haces aquí, Bel? —pregunta Rodo molesto
Gianni mira frustrado la puerta, salir es lo último que quiere hacer pero su sistema esta dándole dolor de cabeza con la cantidad de avisos que le recuerdan que debe arreglar lo que causó. En momentos así esta seguro de que necesitará terapia cuando todo acabe.
—Oh no te preocupes, Rodmentor, —responde gruñendo Belial —me iré rápido. Solo tengo algo importante que discutir con nuestro querido Cupido.
Abre la puerta y sale corriendo hacia la sala, encontrando a un enorme demonio mirando a sus dueños desde arriba, luciendo más imponente de lo que Gianni lo ha visto, incluso la pijama verde ha sido remplazada por un traje verde que el robot intenta no asociar con su anterior maestro.
—Verás, un pajarito me dijo que pretendes rechazar mi oferta. —dice Bel en tono burlón —Pero creo que no quedo claro que no es una sugerencia sino una orden, así que...
Con un chasquido, un largo papel aparece flotando frente al rostro de Cupido, que mira con preocupación entre el contrato, Rodo y Belial, como si no se decidiera por cual es una peor opción para mirar en este momento.
—Bel...—murmura Gianni con miedo
—¡Ah, mira quien decidió unirse! —dice Belial aplaudiendo —Adelante pajarito, estamos hablando de ti.
Rodo mira a Gianluca y el robot quiere desactivarse en ese preciso instante, la manera en que los ojos del demonio, no, ¡de su creador! le juzgan es dolorosa y solo lo pone más nervioso mientras se acerca a ellos.
—Belial, podemos discutir esto. —dice Fede tratando de sonar tranquilo —No hay necesidad de...
—¡Claro que si! —interrumpe Bel —Si no entiendes por las buenas, lo haremos por la vía legal.
Tragando saliva, Fede vuelve su vista hacia Gianni, sonriendo un poco y pidiendo con la mirada que se vaya. Otra orden que Gianni no consigue seguir.
¿Qué esta pasando con él? Nunca había sido un problema seguir indicaciones...¿o si? Por algo lo castigaba tan seguido su anterior dueño.
Un espeso humo llena la sala, distrayéndole de sus momento de autodesprecio y enfocándolo en lo que ocurre a su alrededor.
—Ahora, —la voz de Belial es tan suave y seductora que Gianni la compara con el tono que usa en su canto —solo tienes que firmar aquí y podremos olvidarnos de este asunto, ¿no es eso lo que quieres?
Cupido se ríe y asiente, extendiendo la mano pasando su dedo por encima del contrato, dibujando su firma en el aire; Belial luce satisfecho con el entusiasmo que muestra el ángel mientras cede ante lo que el demonio pide.
—Buen chico. —dice Belial —Sabes que odio hacerte esto pero, si decides incumplir nuestro acuerdo y prohíbes otra vez a Gianluca estar a mi lado, —hace una pausa —bueno, no lo dejaré pasar tan fácil.
La sonrisa con dientes afilados del demonio hace temblar a Gianni, quien mira sorprendido como su maestro asiente entusiasmado y despide a Belial sin dejar de reírse.
—Como siempre, —dice Belial mirando a Rodo y a Fede —fue un placer hacer negocios con ustedes. —voltea a ver a Gianni —Nos vemos mañana pajarito.
Gianni mira asustado mientras el demonio desaparece y deja a la pequeña familia a solas. Rodo corre y toma a Fede por los hombros, mirando confundido como el ángel continua actuando extraño.
—Bueno, salió bastante bien ¿no? —dice Fede esforzándose por sonar alegre —Una gran oferta, claro que si.
Una y otra vez repite lo amable que ha sido Belial y lo mucho que Gianni amará estar con él mientras terminan de arreglar ese departamento; la culpa apenas deja que el robot diga algo, ni siquiera es capaz de mirarlos a los ojos ¿si quiera debería estar aquí?
—Tan maravilloso...
—¡Suficiente! —interrumpe Rodo molesto —Nos vamos a la cama...
—Cuando quieras. —dice Fede riendo y mordiendo su labio incluso si algunas lagrimas empiezan a caer por sus mejillas
Rodo suspira cansado y lleva cargando al ángel hacia su habitación, Gianni nota como las ojeras del demonio se vuelven más evidentes y la expresión del ángel lentamente deja de ser alegre.
—Gian, —llama Rodo —¿podrías levantar las cosa?—dice en voz baja— No quiero dejarlo solo en este estado.
Gianni asiente, igual de preocupado pero agradeciendo que el demonio no este gritándole; Rodo le agradece y lleva a Cupido a descansar un poco, dejando al culpable robot a solas con lo que debió ser una agradable velada y sus pensamientos sin ordenar. Decide hacer una lista de lo que debe hacer, no puede seguir siendo este desastre que solo hará que sus dueños se deshagan de él.
Empieza por apagar la televisión, ignorando la dramática escena en la pantalla, antes de levantar las envolturas de dulces y frituras que hay por el sillón. Al mover la chamarra de Cupido, su celular cae al suelo, encendiéndose ante una notificación.
<<No mires.>> y, por última vez en el día, Gianni ignora su propio sistema para curiosear en el teléfono, notando que su maestro había estado escribiendo un mensaje al único de sus creadores que no ha conocido: Asmodeus. Sorprendido, empieza a leer lo que el demonio de la lujuria ha escrito.
"Me encantaría conocerlo. Tengo curiosidad, Venus dijo que su código es un caos, podría darle un vistazo."
El mensaje sin enviar hace que Gianni se moleste, no con Fede sino consigo mismo, pues el ángel intentaba asegurar que no tiene que arreglar al robot, que es perfecto a su manera. Tal vez por la forma tan linda en que Cupido le ve es la razón por la que se molesta al borrarlo y enviar su propio mensaje.
"Puedes venir mañana temprano, algo esta mal con él."
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