Chloé llegó a su suite, abrió la puerta, luego la cerró detrás de ella, apoyó su espalda en la dura madera y suspiró agotada.

<Eso fue increíble>

<Por fin tuve el valor de decirlo>

Chloé sin darse cuenta sonrió y miró hacia su balcón.

<Ahora tengo que encargarme de cierto gato negro que vino a visitarme>

Miró que no muy lejos estaba Pollen comiendo las frutas, hizo una señal de silencio y caminó hasta su balcón.

Salió afuera, haciendo que un leve aire frío golpee su piel cálida, causándole escalofríos y una piel de gallina.

Se acercó al borde del balcón y se apoyó en él, suspiró y habló.

—Ya sé que estás ahí— anunció— Chat Noir— nombró con una sonrisa—

El héroe, luego de escuchar su nombre, dio un salto y aterrizó en el balcón.

Chloé giró a verlo, él tenía un rostro culpable y arrepentido.

—No te estaba espiando— murmuró nervioso—

Chloé río.

—Nunca dije que lo estabas haciendo— comentó divertida—

Las mejillas de Chat Noir enrojecieron de la vergüenza.

<Tengo que admitir que siendo Adrien, me parece muy adorable verlo así, me recuerda a cuando era niño>

—¿Y si no me estabas espiando que estabas haciendo? — cuestionó tratando de aguantar su risa—

El rostro de Chat Noir se había puesto aún más rojo.

—Y-yo s-solo que-queria venir a disculparme— respondió nervioso y tartamudeando—

<Sigues siendo un niño>

Chloé río levemente, luego apartó la mirada de él.

—No tienes porque disculparte Chat. —exclamó mirando hacia el cielo— Debiste tener una razón para decir lo que dijiste.

<No te preocupes Adrien, lo sé y lo entiendo, recordaste a tu madre. >

<Puedo entenderte. En mi vida pasada cuando mi padre murió, tuve un encuentro con otra niña que odiaba a su padre, y yo estaba ahí, mirándola como lo maltrataba, mientras que yo estaba queriendo ver al mío una vez más>

El héroe la miró.

—Si tuve mis razones para decirlo — concordó— pero eso no justifica como te hable, Chloé. — agregó preocupado—

La rubia se quedó en silencio.

—¿Extrañas mucho a tu madre? — preguntó de repente—

Chat Noir se sorprendió por la pregunta tan repentina, suspiró, se acercó a un lado de ella y la acompaño a mirar el cielo.

—Sí, la extraño— afirmó— mucho.

—¿Qué fue lo que le sucedió?.

Chat Noir cambio las facciones de su rostro a uno triste y nostálgico.

—Ella murió hace unos años y desde ese tiempo que ella se fue he querido verla una última vez— respondió en tono apagado—

Chloé lo miró y sonrió de manera dulce y gentil.

—Ella debió amarte mucho, como tu a ella.

El héroe asintió.

—Aún así, mi madre a mi no me amaba como yo lo hacía a ella.

Chat Noir giró a ver a Chloé, y notó cierta tristeza en ella.

—Siento si lo que dije te dolió, Chloé.

—Esta bien Chat, pero aún así tienes que saber que no todas las madres aman a sus hijos como la tuya te amaba a tí— dijo en tono nostálgico— hay madres como la mía, que ni siquiera saben pronunciar el nombre de su propia hija. — exclamó mientras que en cielo veía como un helicóptero se marcharchaba—

<Adiós Audrey, por favor cuida de él como no cuidaste de mí>

Chat Noir sintió el deseo de abrazar y reconfortar a Chloé, pero en vez de hacerlo decidio alejarse.

—Tengo que irme— anunció—

—Ve con cuidado.

Chat Noir asintió, alargó su barra hasta llegar a los techos, donde la guardo y comenzó a correr y saltar hasta marcharse.

<Por favor, cuidate Adrien>

—Wow —exclamó la kwami— mi reina, no sabía que tenías una relación con el portador de la destrucción— dijo mientras llegaba a un lado de su portadora, con una sonrisa pícara, pues ella estaba atenta a la situación de ambos rubios—

Chloé la miró con una mezcla de sorpresa y susto, negó repetidas veces.

—No, claro que no, Pollen, ¿qué cosas dices? — cuestionó Chloé levemente nerviosa— Chat Noir y yo no tenemos nada.

—¿En serio? — preguntó Pollen— no era lo que parecía, como vino a hacerte una visita nocturna.

Chloé río.

—Es la primera vez que viene— informó— aunque es raro, en mi vida pasada nunca vino.

<ni siquiera cuando estaba en peligro>

—Mi reina, ¿no sabias que al volver al pasado, con una mínima acción que hagas, lo cambiarás?.

<No ha cambiado prácticamente nada>

—Pues, por más mínimas acciones que hice, el pasado sigue casi igual, no ha cambiado mucho, siguen pasando las mismas cosas.

<Como lo del subterráneo o la akumatización de mi padre>

—Como usted lo dijo mi reina, es casi igual, aún así desde el primer momento que ha cometido un acción diferente al de su vida pasada, ha cambiado totalmente el futuro, nada será igual.

Chloé dejó de mirar a su Kwami y miró el cielo.

—Eso espero— exclamó— Quiero cambiar todo en el futuro.

<no quiero sufrir lo mismo.>

—¿Acaso quiere terminar con el héroe Chat Noir? — preguntó Pollen con incredulidad—

Chloé miró nuevamente a su Kwami y río.

—Claro que no— respondió— Yo conozco la identidad de Chat Noir y sé cómo y con quien terminará, no quiero cambiar eso. — agregó sonriendo— Además, aunque parezca físicamente una adolescente, mi mente tiene la edad de 24 años, una década más de la que tengo ahora.

—¿Sabia usted, mi reina, que la edad en solo un número? — cuestionó Pollen flotando para ponerse en frente de su portadora—

Chloé río nuevamente por las ocurrencias de su Kwami. Luego de unos segundos de risa, se calmó

—Aún si la edad es un número, yo hace mucho tiempo dejé de sentir cosas por él.

Pollen miró a su portada.

—¿Alguien en especial?. — preguntó creyendo que alguien la ayudó a superar a Chat Noir—

Chloé miró a su Kwami.

<¿Alguien en especial? > — volvió a repetir en su mente— <creo que hubo o hay alguien, ¿pero quién? >

Chloé sintió una gran punzada en su cabeza que hizo que gritara del dolor.

—Mi reina, ¿se encuentra bien? — preguntó Pollen preocupada—

Chloé parpadeo varias veces, mientras se acariciaba el área afectada.

<¿Qué fue eso? >

—Si, lo estoy Pollen— afirmó— Y creo que no hubo nadie en especial, no recuerdo a nadie que estuvo conmigo, superé a Adrien por el dolor y el cansancio que sentí— exclamó con un rostro triste—

—Entiendo— dijo Pollen—

Chloé la miró y con delicadeza la tomó con sus manos.

—Vamos, ya es hora de dormir. —dijo mientras caminaba con Pollen en manos hacia su habitación— Mañana será un día ocupado— comentó sonriendo— y posiblemente la noche también

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Chloé iba sobre su limusina, mientras que aún lado iba Pollen comiendo, casi tragando, sus manzanas.

<Que linda>

La rubia al ver tal acto adorable río, luego miró por la ventana, dándose cuenta que pronto llegarían a la escuela.

—Pollen, estamos por llegar— avisó mostrando una dulce sonrisa—

—Entiendo mi reina— dijo Pollen mientras terminaba de devorar su manzana—

La limusina se detuvo, Pollen rápidamente se escondio dentro de las ropas de portadora.

Chloé abrió ella misma la puerta de la limusina y salió.
Entró a la escuela como toda una diosa empoderada.

Iba a dirigirse hacia su salón, cuando a mitad de camino escuchó como alguien la llamaba.

—¿Adrien? — dijo confundida— ¿Qué pasa?

El rubio se acercó a ella mientras sonreía.

—¿Cómo estás Chloé? — preguntó él—

—Yo estoy bien— respondió sorprendida y con una sonrisa— ¿Tú cómo estás?.

—Bien, bien.

Ambos se quedaron en silencio, Chloé suspiró, sonrió y lo miró.

—¿Qué es lo que querías? — preguntó sin titubeos— Si me llamaste fue por algo...

<¿Qué puedes estar tramando? >

<Casi nunca me buscabas en la escuela>

—Solo quería preguntarte sobre lo de ayer, ¿en serio piensas cambiar?

Chloé miró a Adrien a los ojos, sonrió de lado.

—Lo estuve pensando por mucho tiempo.  <En serio fue mucho>. Me arrepiento de todo lo que hice a todos, me arrepiento de hacer que se akumaticen por mi culpa, de hacer que se sientan mal, me arrepiento de cometer tantos errores, quiero pedirles perdón a todos los que lastime, por eso quiero cambiar, quiero probrar que soy y seré mejor persona.

Luego de escuchar la, Adrien sonrió, era una sonrisa suave y gentil.

—Me alegra escucharlo Chloé— exclamó feliz— Y quería decirte que si necesitas ayuda, te estaré apoyando, sé que eres nueva en esto.

<Por alguna razón siento que no necesitaré ayuda de nadie para mejorar, siento que ya alguien lo hizo, me ayudó a mejorar, pero no sé quién>

La rubia lo miró y ambos empezaron a reír.

Luego de unos segundos se quedaron en silencio, Chloé sin darse cuenta, se quedó observando a Adrien.

<Cuanto has crecido Adrien, no me había dado cuenta en el hombre que te estabas convirtiendo>

—¿Por qué me miras así? — preguntó con leve incomodidad—

Chloé salió de su trance y río.

—Estaba pensando en lo mucho que has crecido, recuerdo el día que te conocí que no eras tan alto como yo, pero ahora veo que me has sobre pasado— comentó riendo — Ahora me llevas una cabeza por delante, cuando no hace mucho yo era la que te llevaba una cabeza adelante.

<Si.. Has crecido mucho, y todavía te falta hacerlo aún más, en el futuro serás un gran hombre Adrien. >

Adrien la miró reír y sonrió, la risa de Chloé era tan contagiosa y bella que lo hizo reír a él también.

Mientras ambos rubios reían juntos, habían varias mirada de celos y envidian que los observaban.

La campana de la escuela sonó, todos los alumnos comenzaron a entrar a sus salones.

Adrien y Chloé se dirigieron a entrar juntos a su salón, lo que hizo que muchos no estuvieran contentos por ello y otros se soprendieran bastante.

Luego de eso Chloé se disculpó con todos y cada uno de su compañeros, muchos no le creyeron, pero Adrien la apoyó a que siguiera.

El resto del día fue normal, las clases se terminaron y Chloé ya se encontraba en su suite esperando a que la Luna salga.

—¿Por qué saldrá de noche mi reina? — preguntó Pollen con curiosidad—

—Hace unos años, en esta fecha, atacó un akumatizado llamado Sandboy, hizo que tuviera una fea pesadilla y ahora quiero vengarme. No lo permitiré esta vez...