Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐𝒔

Shark

Al otro día cuando desperté y observé a Sydney, desnuda y dormida a mi lado, fue cuando me maldije a mí mismo por haber sido débil. Por haberme permitido a mí mismo caer en su hechizo.

Incluso le había contado la historia de mi vida, joder. Era el maldito líder de una mafia, no debería haber caído en el juego de seducción de una insignificante mujer. Pero al analizar su rostro, me fue inevitable no retractarme. Ella no era insignificante, era poderosa, sensual, ingeniosa y leal.

Lentamente su cuerpo se empezó a mover, y abrió los ojos, agarrándose la cabeza mientras jadeaba del dolor, evidentemente por la resaca.

Sus ojos seguían mis movimientos, y yo me dedicaba a ignorarla. Mi jodida cabeza creía que si no la veía entonces era como si no estuviese ahí. Pero joder, sí estaba ahí, desnuda y analizándome con sus ojos celestes. Era demasiado para mí.

—No tienes que actuar como si yo no existiera. No seas cobarde, follamos y listo. No actúes como un jodido niño— prácticamente gruñó, enfurecida.

—En veinte minutos te quiero en el patio— le ordené, ignorando su comentario. Ella tenía razón, estaba actuando como un cobarde, pero evadir el tema era la única forma de prevenir que no volviera a pasar.

Había sido el paraíso estar enterrado en su cuerpo y ser el causante de sus gemidos, pero también había sido un error.

Mierda, estaba comportándome como un jodido puritano.

—¿Y por qué tengo que hacer eso?

—Porque yo lo ordeno, y porque vas a entrenar combate cuerpo a cuerpo y cómo disparar con un arma.

—No necesito ningún jodido entrenamiento, ya sé hacer esas cosas.

—No lo demostraste cuando Marc te tenía acorralada— y luego de decirle eso me miró con furia, haciéndome saber que había tocado un tema delicado.

—Bien, en eso tienes razón, pero sí sé cómo usar un arma, el hombre que me crió me enseñó.

Asentí, para luego proceder a retirarme lejos de su presencia, porque otra vez su cuerpo estaba haciendo estragos en mi autocontrol, sin embargo, antes de que me fuera, ella me frenó.

—¿Cómo supiste encontrar a Simón?

—Arthur Junior dijo que Simón era tu amigo y que lo había ayudado en el plan, así que supe que ayer al juntarte con Loraynne también lo visitarías a él, sólo te seguí.

⛓ ⛓

Sydney

Sonreí triunfalmente al ver a Shark alejarse velozmente de mí. Yo no era tonta, sabía que él también había disfrutado de lo que habíamos hecho, pero ahora adoptaba esa actitud de macho alfa desinteresado, porque no tenía los suficientes huevos para admitir que la atracción sexual entre nosotros seguía estando.

Yo me aseguraría de que la próxima vez que follaramos, porque habría una próxima vez, él no tuviese la suficiente voluntad para querer suprimir otras vez sus deseos. Me había propuesto a mí misma jugar con su mente, y era evidente que lo estaba logrando, pero la opción de jugar con su cuerpo también sonaba tentadora.

Mientras me duchaba aparecían recuerdos de sus manos sobre mi cuerpo, haciendo que la ducha fuese aún más satisfactoria. No me tocaría pensando en él, no le daría ese gusto, pero recordar no dañaba a nadie.

Salí al patio y ahí se encontraban sus guardias vigilando el perímetro, y Shark me esperaba seriamente, más que preparado para entrenar. Apenas iniciamos a golpearnos me di cuenta de que en realidad no buscaba enseñarme cómo defenderme, sino que buscaba hacerme perder una y otra vez contra él, se notaba por la forma en la cual se esforzaba en lastimarme físicamente, y yo no pensaba permitírselo.

Lo dejé creer que tenía control sobre mí, dejándole ganar las primera veces, mientras veía su mirada de arrogancia. Hasta que luego, cuando bajó la guardia y estuvo a punto de golpearme en la cara, decidí arremeter contra él y dejarlo en el piso, debajo de mí. Los dos teníamos la respiración sumamente agitada, y sonreí traviesa, nuevamente rememorando escenas de nuestra noche.

—No me incomodaría estar en esta misma posición pero sin ropa, ¿tú qué opinas? Creo que es mi turno de estar arriba...

—Ganaste esta vez, disfruta eso. Ahora sal de encima— exigió, queriendo sacarme de su musculoso cuerpo, pero su fuerza física no era nada comparada a mi necesidad de provocarlo, así que con mis piernas evité que me alejara.

—Oh, vamos, ¿acaso estás tímido porque los guardias nos están mirando? Ayer eso no te importó cuando casi me lo haces en la cocina— dije burlonamente, y nuestra habitual guerra de miradas se hizo presente, una más intensa que las anteriores. Los dos queríamos demostrar nuestro poder sobre el otro, yo no me dejaría aplastar y él tampoco.

Así es como éramos y así lo seríamos siempre, no tenía dudas al respecto, y de alguna forma eso hacía la situación aún más seductora e interesante.

Ansié escuchar su respuesta, pero el muy hijo de puta de Michael apareció a interrumpirnos. Joder, el viejo era todo menos oportuno.

—Tienen un fetiche raro con hacerlo frente a otros, ¿no? Pero bueno, eso no viene al caso, vine a pedirles que me hagan un favor— nos pidió, y frustrada me levanté siguiendo sus pasos, sintiendo intensamente la mirada del tiburoncito puesta en mi culo.

Michael nos habló de su favor estando en la oficina de Shark, el cual era bastante simple y no estaba relacionado con asuntos mafiosos, sólo constaba de ayudarlo a que unos chicos saldaran unas deudas que tenían pendientes con él.

El viejo y yo fuimos, y al terminar de saldar las deudas nos quedamos en la calle, esperando que la camioneta que nos había traído apareciera para llevarnos de vuelta a la jodida mansión.

Mi vida giraba en torno a esa maldita mansión, sólo salía para cumplir misiones, se estaba volviendo completamente rutinario.

—Ya logré cobrar las deudas pero todavía me falta una...— comentó, dedicándome una sonrisa pervertida.

Sé lo que estás pensando, galán, pero no lograrás conseguirlo. Por lo menos no en esta vida.

—¿Cuál?— pregunté desinteresada, queriendo alargar la inevitable conversación que tendríamos.

—La tuya, primor.

—Lo lamento, no soy buena cumpliendo pactos.

—Vamos, ya sabes lo que quiero. Si lo has hecho con Shark puedes hacerlo conmigo— respondió, coqueto.

—Déjame comentarte que así no funciona la atracción sexual, pero valoro el intento. Quizá obtengas un beso en la mejilla por eso.

—Definitivamente destruiste mi autoestima. Pero bien, como desees. Y yo que pensaba contarte algo muy importante si cumplías con tu parte de nuestro acuerdo...

—No me gusta el misterio, así que ahórratelo. Además, si fuera tan importante me lo contarías aunque no acepte follar contigo.

—Tienes razón, sólo estaba probando por última vez, pero dejando de lado las bromas, esto es realmente importante— murmuró, poniéndose serio— Me enteré de algo... relacionado a ti. No sé si es un invento de todos los mafiosos dementes, pero igual te lo quiero decir a ti antes que a Shark, porque involucra tu pasado.

¿Qué mierda podría conocer él sobre mi pasado si habían cosas que ni siquiera yo encontraba una forma de saber?

—Habla ya, joder.

—Bueno, bueno, es que quizá no me creas porque es algo sumamente ilógico pero descubrí que tienes...— antes de que completara la frase, observé estupefacta cómo una bala impactaba justo en su frente, matándolo enseguida.

Durante algunos segundos quedé pasmada, sin poder procesar lo que acababa de suceder. Cuando fui consciente de que no había nadie cerca, supe que el tiro había provenido de un francotirador, porque era preciso y limpio. Le habían disparado sin dudarlo, y yo corría riesgo de que me pasara lo mismo.

Tratando de no entrar en pánico agarré el celular que se encontraba en la campera de Michael, y me escondí detrás de un auto, para llamar a la única persona que podría ayudarme en esos momentos. Quedé oculta con el corazón en la boca, y sólo cuando Shark apareció me tranquilicé, porque sabía que no dejaría que nada malo me pasara; ya me había salvado la vida antes.

A pesar de todo, yo era parte de su bando, y él se preocupaba por los suyos. Lo confirmé cuando observé su reacción al ver el cuerpo muerto de su socio, no parecía triste ni afectado, pero a esas alturas yo ya lo conocía demasiado, y podía notar en sus ojos que la ira y la necesidad de respuestas lo carcomían.

Ya en la mansión nos reunimos con Steve y Liam, para informarles de lo sucedido. Al igual que yo, en un principio se asombraron, pero rápidamente empezaron a sacar conclusiones y a armar un plan. No había tiempo para lamentos, debíamos vengar la muerte de Michael, eso era lo que me repetía a mí misma para tratar de que la situación no me afectara tanto como lo estaba haciendo.

No habíamos tenido encuentros normales, él siempre me insinuaba muy directamente que quería meterse entre mis piernas, pero luego de cierto tiempo juntos se había ganado mi aprecio. Con sus frases pervertidas y fuera de contexto siempre conseguía hacerme reír, y en parte me sentía culpable por haber estado ahí y no haber hecho nada.

Parecía que la muerte se había encariñado con las personas de mi alrededor, y estaba tan, pero tan, cansada de eso. Probablemente era el karma devolviéndome todo lo que yo había hecho mal, pero le daría al jodido karma una cucharada de su propia medicina.

—Estábamos esperando que la camioneta nos pasara a buscar mientras hablábamos, no parecía haber nada sospechoso así que no nos encontrábamos alerta. Michael me había dicho que me tenía que decir algo importante, pero no alcanzo a decirme qué porque ya había sido asesinado— les expliqué nuevamente lo que ya les había dicho, porque todos seguíamos tratando de encontrarle una explicación a la situación, y luego agregué:— Es sospechoso que justo lo hayan matado en ese momento. Mencionó que lo que debía contarme era algo relacionado a mi pasado, pero no tengo ni idea de qué pudo haber sido, o cómo pudo él haberse enterado...

—Michael siempre fue así, todos los chismes él, de alguna forma, los sabía— me respondió Liam, sonriendo tristemente.

—No te dejó ni una pista, ¿no?— me cuestionó Shark, a lo que negué con la cabeza— Bien, quizá su muerte no está relacionada con lo que él te quería decir, pero igual lo averiguaremos.

⛓ ⛓

perdón si algunas frases se repiten en los capítulos, hay veces que me olvido lo que yo misma escribo y lo vuelvo a poner, problemas de personas con mala memoria ahre

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro