Sydney

El silencio nuevamente se hizo presente en la habitación. Yo no sabía si concentrarme en mi gemela muerta, en Liam que parecía estar agonizando, en la supuesta traición de Steve o en el hecho de que todos estábamos aquí encerrados en manos de un lunático.

Maravilloso final para mi vida.

—Dime que eso no es verdad— masculló Shark fríamente, y hasta yo, que no le tenía ni un poco de miedo, temblé al escuchar su tono.

Steve empezó a llorar desconsoladamente, con lo cual confirmó lo que, probablemente, todos temíamos.

—¡Pero no era mi intención traicionarte! Yo no quise hacerlo, pero me tenían amenazado con asesinar a Liam...— explicó entre lágrimas— Acepté sólo por eso, además de que no me mandaban a hacer nada malo. Jamás los hubiese lastimado, sólo tenía que recaudar datos importantes, y tratar de que Sydney no muriera.

—Eres una basura— respondió Shark, inmune a las palabras de su mejor amigo— ¿Cuánto tiempo me estuviste viendo la cara de imbécil?

—Desde que Sydney apareció... me enviaban cartas, dándome órdenes.

—¿¡Y nunca se te ocurrió negarte!?

—¡Sí! ¡Antes de que Liam supuestamente muriera! Me negué a colocar una bomba en tu habitación, Shark, y al día siguiente Liam estaba muerto, o eso creímos...

—Por eso dijiste que tú deberías estar muerto y no él— decidí acotar, pues yo realmente le creía. En su situación no había una opción correcta, yo no era nadie para juzgarlo; debía filtrar información, o no obedecer y saber que el amor de su vida iba a ser asesinado.

—¿Por eso estabas tan atento a Sydney? Incluso creí que ella te atraía— comentó Liam con dificultad, notablemente menos enojado que antes.

—¿Cómo ella me podría atraer?— preguntó alterado, y lo miré con una ceja alzada— Perdón, eres hermosa pero ya sabes a lo que me refiero... El punto es que luego me encariñé realmente, y empecé a cuidarte porque en serio quería protegerte... Perdón, sé que soy un traidor y merezco el mismo destino que Edward pero ¡yo no sabía que todo esto ocurriría! Creí que simplemente era Leslie tratando de comunicarse con Sydney, de una forma muy extraña. Hasta que me ordenaron lo de la bomba, y comprendí sus verdaderas intenciones.

Todos estábamos procesando sus palabras, y joder, que complicado que era todo. Mi hermana llevaba planeando esto hace meses, usando a la gente de Shark en su contra y también en la mía.

Pero era irónico porque, al final, ella había sido la primer muerta de todos nosotros.

Sin contar a Michael, por supuesto, al cual me encargaría de vengar en algún momento.

—Te creo— susurró Shark luego de unas horas repletas de incomodidad y angustia.

—Yo también, mi amor. Perdón por insultarte— agregó Liam, arrepentido. Su apariencia seguía indicando que estaba muy mal debido a los golpes, pero por lo menos ahora parecía un poco más consciente de la situación.

La mirada de los tres se dirigió a mí y, luego de suspirar frustrada, hablé:

—Acabo de descubrir que tuve una familia mafiosa y ahora tengo una hermana muerta, además de que el hombre al cual yo veía como a un padre me quiere matar, y se folló a mi hermana idéntica a mí. Ya no me importa quién es infiltrado, sólo quiero romperle la cara a alguien, así que déjense de sentimentalismos.

Asintieron mostrándome su apoyo, y en ese momento, aprovechando que estábamos solos, decidimos trazar un plan.

—¿Y qué mierda vamos a hacer? Si estamos atados— se quejó Liam.

—¿En serio? Si no lo decías no me daba cuenta— respondió Shark sarcásticamente, a lo cual me reí, ocasionando que él me mirara con intensidad.

Joder, quería que me desataran únicamente para lanzarme a devorar al tiburoncito.

—Se me ocurrió un plan— dijo tímidamente Steve, y era evidente que todavía seguía un poco avergonzado por lo que habíamos descubierto sobre él— Pero no te va a agradar, Sydney.

—Ay, no— me quejé, sabiendo que toda la responsabilidad de nuestras vidas caería sobre mí.

Maldita sea.

—Al viejo le gustaba mucho tu hermana, se notaba por la manera en que la agarraba— empezó a decir, haciendo muecas de asco— Y tú eres igual a ella, físicamente hablando, así que probablemente también se debe sentir atraído por ti...

—No entiendo— dije confundida, realmente no comprendía hacia dónde se estaba dirigiendo esta conversación.

—A veces eres tan hueca— me regañó Liam— Tienes que seducirlo para que te suelte, Sydney. Y luego tú nos sueltas a nosotros.

Joder, siempre me tocaba la peor parte.

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este capítulo es más cortito de lo usual porque falta muy poco para el final y no quiero ponerlo todo en un sólo capítulo🤧

si les está gustando no se olviden de recomendar esta novela xfi xfi me harían un favor enorme